Rescate perdido


° Erika °

Sentí mi pecho hincharse muy lentamente, casi se podría decir que de manera pausada, tan solo no poder tolerar el dolor que emanaba esa impredecible acción.

Respiraba.

No estoy muerta.

Gemí de dolor cuando mis párpados se apartaron de mis ojos con sumo esfuerzo. Mi cuerpo. No podía sentirme con la capacidad de mover un solo dedo.
Todo mi cuerpo dolía y se retorcía impidiendome pensar con claridad.

Mi vista aún era borrosa, no recordaba muy bien como terminé en este estado. Lo último que logra llegar a mi mente son esos vampiros encerrandome en esta maldita y mugrienta celda después de que torturaran a esas criaturas frente a mi; Familias, mujeres, niños.

"Pudrete Rey vampiro"- fue lo único coherente que llego a mi mente en ese momento.

Mi confusión aumento en cuanto las yemas de mis dedos sintieron un líquido espeso en el suelo, levante mi mano con un pequeño temblor en ella, abrí mis ojos como platos al divisar el color carmesí: Sangre.

Estaba sangrando.

Mi bebé.

Me incorpore apoyando mis brazos en el suelo, sintiendo como todas mis fuerzas eran absorbidas por ese simple movimiento.
Retuve la respiración de golpe al sentir un dolor infernal en la zona de mi vientre. Ardía, sentía mi piel retorserce.

Mi respiración fue alterándose mientras aproximaba mi mano al borde de  la camiseta teñida por completo en esa zona por la sangre, levante la prenda cuidadosamente para así  ver un gran corte cerrado por un hilo trazado en este, la carne de mi piel aun se encontraba al rojo vivo.

Gruñí del dolor con tan solo rozar esa zona.

No paraba de temblar.

"¿Que demonios esta pasando? "- pensé mientras recorría la habitación del calabozo tratando de recordar algún punto clave.

Entonces lo vi.

Una manta con rastros de sangre en ella al otro lado de la celda. Enfoque mejor mi vista así confirmando que algo envolvía la manta, había un pequeño bulto en ella.
Un camino de sangre desde el inicio en donde me encontraba hasta donde estaba la manta.

Un escalofrío de los mil infiernos me recorrió la espalda al tener a mi mente encajando la escena a mi alrededor.

No...

~El vampiro.

Solté un grito de agonía al incorporarme mientras sentía el pánico ir ahogándome, casi como si fuese un pozo llenándose y destinando tu muerte. Mis brazos fallaron regresandome al frío suelo.

No.

~Sus golpes. Patadas, Cortes.

Mi voz tembló en cuanto ahogue un sollozo ignorando el dolor nuevamente he iniciando a arrastrarme por medio de mi propia sangre. Cada vez me acercaba más a el.

¡No!

~El dolor en tu vientre.

¡No! ¡Callate!

Grite haciendo un esfuerzo más, sentía mis ojos picar tratando de alejar esos malditos pensamientos.

"No son recuerdos, no son recuerdos, Erika."

~Tu herida.

¡Callate! ¡No es verdad, no lo es!

Me arrodille elevando la mirada siendo presa del miedo y del sufrimiento, acerque mi mano temblorosa ya con las lágrimas de dolor resbalando por mis mejillas, deteniendome de golpe dejando mi mano a centímetros de la manta en cuanto mis ojos hicieron contacto con la escritura hecha en sangre frente mi en la pared.

"Felicidades por su cachorro, Luna"

No...


° Jordan °

Un golpe en la mandíbula me mando al suelo chocando contra él. Solté un gruñido regresando mi mirada al vampiro y sintiendo como mis ojos se tornaban del color sangre. Retrocedió unos pasos antes de que me abalanzara sobre él y clavara mis garras en su garganta para desgarrarla por completo.

Me incorpore girando sobre mi mismo, tratando de localizar a mi Alfa en medio de la masacre que se esta realizando en este castillo.

Sentí un fuerte tirón tras de mi así arrastrando mi cuerpo a la fuerza por el suelo hasta llegar a un pasillo fuera de la pelea. Clave mis garras en el oponente tras de mi así soltandome enseguida y ver quien era.

-¿Alex, que demonios..? - vi como la herida que provoque se cerraba para después interrumpirme.

-Necesito que busques a mi Luna en los calabozos de este lugar. - gruñó sin apartar sus ojos con aires asesinos de mi.- No sentiré que todo esto allá acabado hasta tener a ese maldito rey desangrándose a mis pies.

-Muy bien, tu encargate del Rey. Yo encontraré a Erika.- concluí en cuanto nos incorporabamos del suelo, iniciando a correr en diferentes direcciones.

&&&&**&&&&

Mi concentración completa se encontraba fija en mi olfato. Recorría los pasillos de los calabozos lo más rápido posible mientras trataba de no confundir los aromas y olores fuertes con el de Erika, tenia su rastro, ahora solo debo encontrarla.

Escuche el ruido de unas llaves resonar unos pasillos mas adelante, seguí el sonido agudo de los objetos sonar, abrí los ojos sorprendido al percibir el aroma de nuestra Luna emerger con mas pureza.

Está cerca.

Gire trasbalillando por el pasillo final, divisando como un vampiro miraba a su alrededor nervioso mientras intentaba abrir una puerta de titanio. El aroma choco con mas fuerza, la celda contenía a Erika. ¡Ese vampiro planea llevársela!

-¡Hey, chupa-sangre!- giro su cuerpo en mi dirección en cuanto yo ya movía mis pies en su camino hacia él con velocidad.- ¡Alejate de mi Luna!

-¡Espera, yo no..!- Lance un golpe en todo su rostro mandándolo a volar hasta otro pasillo atravesando y destrozando los barrotes de una celda y después la pared de ladrillos antiguos al fondo, resonando el estruendo por todo el lugar y agitando el polvo del concreto a lo lejos en el lugar donde impactó, dejándolo seguro inconsciente el suficiente tiempo para escapar.

¿Fui muy rudo?

Bueno, los Betas también tenemos fuerza.

Tranquilicé mi respiración aflojando la fuerza de mis manos y dejando salir un gruñido de triunfo. Lleve mi vista a la puerta entre abierta con las llaves aun colgando, y logrando escuchar pequeños sollozos.

Avancé hasta la puerta abriéndola enseguida e ingresando de inmediato, lográndo divisar en medio de la oscuridad a un cuerpo encogido en el suelo, resaltando su melena pelirroja.

-Erika.- me arrodille frente a ella preocupado, posando mis manos en sus brazos para tratar de ver si estaba en buenas condiciones, aun mas por su estado.- Gracias a la Diosa.

Mis oídos captaron al instante sollozos alterados mientras su cuerpo temblaba por completo.

-Erika, tranquila. Ya estamos aquí. Alex esta aquí... Todo esta bien.

Ella levanto su vista lentamente posando sus ojos cubiertos de lágrimas en mi, dejando ver algo aferrado en sus brazos.

Una manta... Llena de sangre fresca, pero era un aroma diferente a la sangre de la chica frente a mi.

Fije mi vista en ella, sintiendo mi corazón acelerarse.

-E-Erika...- Su voz quebrada derrumbo mi mente.

-Nada esta bien, Jordan... Lo perdí.



° Alex °

La sangre resbalaba por mis manos mientras la rabia continuaba cegando mi cordura en este momento. Cumplí mi promesa, ese bastardo de vampiro se arrastraba por el suelo tratando de huir de mis garras, reía como un maníaco con la sangre oscura cayendo de su boca.

Toda mi manada y el resto de los vampiros veían el espectáculo de como golpeaba a su rey hasta que de su último aliento, ya no tiene la posibilidad de hipnotizar, hace unos momentos le saque los ojos sin piedad.

Lo patee con fuerza dejándolo boca arriba, saque mis garras y lo sujete por su cuello no lo suficientemente profundo para matarlo.

No. Aún no debía morir.

Ahogo un quejido en cuanto me aproximaba más a él y a su putrefacto olor a sangre emanando de su cuerpo.

-Han transcurrido siete años desde la última guerra entre vampiros y lobos.- divisaba como el resplandor esmeralda de mis ojos reflejaba en la sangre de sus huecos oculares.- Pero tu... Lograste destruir toda la paz en meses, tu mismo llevaste el reino de tu tío a esto.- Reí sin gracia.- Tu mismo te diste este destino.

Su estruendosa risa se dejo escuchar por todo el salón, fue apagandose mientras su propia sangre lo ahogaba.

-Destino... - trago fuerte sin fijar su rostro en algún punto.- Una maldita mentira a la que todos se aferran... Creyendo que su vida esta hecha, siendo tan ineptos.

Clave mas mis garras en su piel acallando su voz.

-Mi destino es tener a la chica que tu me arrebataste y que logre recuperar, mi destino es ella. Tu también pudiste tener el tuyo, pero decidiste esto.

Una sonrisa siniestra adorno su cara, reflejo sus dientes cubiertos del color negro.

-Yo también cambié tu destino... De hecho, lo asesine.- Comenzó a reír como un desquiciado sin importar escupir y crear un pozo en su garganta con la sangre que expulsaba.

Cerré mi agarre finalmente creando el silencio en cuanto su cuello crujió entre mis manos.

Me incorpore sin apartar la vista del vampiro bajo mío, lance un escupitajo en su dirección para después girar y contemplar a todos los ojos expectantes fijos en mi.

-Todo terminó.

Enseguida dije eso, una cadena de gritos de euforia y alegría salieron por parte de las dos especies. Los seres oscuros se abrazaban entre ellos en medio de lágrimas de felicidad, mientras que mi manada se abalanzó contra mi para darme rugidos y sentido de victoria.

Pero recordé la razón por la cual estaba aquí.

-¡Alex!- fruncí mi ceño al escuchar el grito de mi beta por medio de la conexión.- Alex, maldición debes venir ahora.

Su voz se oía estrangulada. Casi como si no tuviera energías.

-¿Jordan, que ocurre? ¿Lograste encontrar a mi Luna? Por favor, dime que esta bien.

-Si, esta bien, estamos en los calabozos.. Pero..- Le interrumpí.

-Voy en camino.

-Alex, por un demonio.. ¡Espera..! - Corté la conexión sin más, no quería dejarlo de golpe, pero solo justo ahora necesito ir con mi luna.

Nadie lo sabe... Pero ella lleva mi regalo mas preciado en su vientre, necesito saber que todo esta en orden, se que lo estará. Todo el pánico y sufrimiento termino.

&&&&**&&&&

Veo la escena del calabozo frente a mi.. No.

-Alex... - Erika sollozo al ver mis ojos.

No podía respirar.

El dolor..

No podía razonar.

El sufrimiento..

No podía ver con claridad.

La frustración..

No... No, por favor.

-Alex.- la voz quebrada de Jordan logró colarse en medio de mi abruma.- Alex... Lo lamento..

No, no puede estar pasando.

Duele..

No... Esto es una pesadilla. Por favor, abre los malditos ojos. Se los ruego, haganme despertar.

La ira..

No puede ser real.

Más lágrimas.

No puede... No, no por favor.

Solo pude sentir el golpe seco de mis rodillas contra el suelo, en cuanto no pude sostener más el peso de mi cuerpo. El dolor me arrastraba con cada latido, cada inhalación, cada parpadeo.

Llevé mi vista una vez más a esa pequeña e inocente manta. La sangre de ese ser inocente era empapada en la suave tela. Sentía como la muerte aún daba soplos de burla en el ambiente.

Una fuerza de completa agonía estalló en mi garganta, un rugido fue lanzado desde el sufrimiento de mi alma, por cada particula retorcida del dolor en mi cuerpo. Gritar, rugir, aullar, sufrir.. No lo podía aceptar.

Sangre derramada..

Mi cachorro.

Mi... Hijo.

Muerto.

Solo un rescate perdido.

&&&&&**&&&&&

° Erika °

Este ambiente me está matando lentamente, caeré en la locura con toda la tensión que puede abarcar a donde sea que me dirija.

Ya ha transcurrido una semana desde el rescate del clan vampiro, una semana desde que ese tirano recibió su merecido, una semana, una semana de cierta paz nuevamente... También una semana desde que perdí a mi bebé.

Siete días de completa tristeza.

Toda la manada está de luto, logran sentir el gran dolor por la pérdida de su futuro Alfa. Los días también parecen quer concordar con nuestro estado; nubes grises y ventiscas heladas son todo lo que he divisado desde la ventana.

Y si, también las lloviznas dan el toque final, como justo ahora.

Recargo mi cabeza sobre el cristal soltando un lento suspiro, el vidrio logra empañarse por mi cálido aliento, dando así a recordar uno de los pequeños momentos de alegría cuando decidí decirle la noticia de mi embarazo a Alex.

Mis labios se curvaron en una escasa sonrisa.

Alex

¿Dónde te encuentras ahora?
Está completamente destruido desde el primer reflejo de dolor de aquel día.

No lo he visto por completo, no desde esa primera noche en que las lágrimas no paraban de bajar de nuestros ojos durante horas y horas.
Desaparece en la madrugada no sin antes dejar un cálido beso en mi mejilla, y no regresa hasta que yo ya me encuentro dormida, al igual deja un beso y me aferra en sus brazos.
Jordan dice que simplemente va al bosque a despejar su mente.

¿Pero por cuanto tiempo más?
Duele no tenerlo a mi lado, duele no poder darle apoyo, duele ver como se esta dejando llevar por un abismo de tristeza... Duele que no quiera que estemos juntos para salir de esto.

Extraño a mi Alex.

Salgo de mis pensamientos al ver una figura conocida dirigirse con pasos rápidos camino a la mansión, parpadee indecisa de si tomar acción de esto o no. Tal vez solo deba esperar a que todo con el tiempo..

Mis manos se cerraron con fuerza.

No. No, ya basta Erika. No puedes permitir que todo el mundo siga con la nube gris sobre su cabeza.
Necesito recuperar la anterior tranquilidad, permitir que el dolor disminuya para lograr dar el siguiente paso.

Pero no puedo sola.

No quice poner más excusa. Salí de mi habitación con paso decidido en camino a las escaleras, baje rápidamente antes de que Jordan desapareciera por otro lugar. Di un salto en los últimos escalones a lo que pude llamar su atención.

-Erika, hola.. ¿Como te sientes?-su voz no podía dejar tener cierto deje de tristeza.

-Creo que no puedo decir que bien, pero tampoco quiero continuar con este ambiente. ¡Incluso mírate a ti! Pareces como si fueras un alma en pena.

-Bueno... Técnicamente es normal que la depresión de nuestro Alfa por su pérdida- lanzó un suspiro- nos afecte a nosotros y..

Le sujete de los hombros con fuerza.

-¡Jordan! Esta depresión nos está matando a todos. ¿Donde esta Alex?

-En el bosque.

-Se más especifico.- mis ojos seguramente debían parecer maniático por su falta de actitud.

-Está...

&&&&&**&&&&&

Mis párpados caídos contemplaban la escena en silencio.

La sensación de las gotas cayentes del nublado cielo lograban que rozaran en mi rostro, el paraguas evitaba que la lluvia impactará por completo en mi cuerpo, mientras recargaba mi hombro sobre el húmedo tronco de el árbol.

Mi pecho dolía al verlo quebrado de rodillas en este lugar.
La tumba de nuestro pequeño se encontraba frente a él. No parecía importarle que la lluvia lo empapara por completo, su cabeza estaba gacha y con sus manos clavadas en la tierra. No sabía cuánto tiempo ya llevaba aquí viéndolo desde la distancia, no quería alterarlo y tampoco lo había visto técnicamente desde hace una semana.

Suspiré tomando con más fuerza el mango del paraguas, sin querer titubear más avance en su dirección. Mi pulso lograba sentir como iba acelerandose medida que me acercaba, pare enseguida estaba junto a él.

Alargue un poco el paraguas para cubrirlo de la lluvia, mis rodillas bajaron posandome a su altura para después llevar mi mirada directa a donde sus ojos permanecían clavados. Las escrituras de mi hijo se encontraban grabadas en la lápida de piedra.

No pude resistir que algunas lágrimas se escaparan de mis ojos, los sentimientos regresaron con fuerza creando un choque doloroso en mi pecho.

Mi cachorro..

Una mano cálida sujetó la mía con delicadeza, mis ojos cayeron en su rostro aún perdido en la lápida.

-¿Como es posible sentir tanto dolor... Por alguien que ni siquiera tuve la oportunidad de conocer u amar?- su voz era completamente ronca y débil.

Mis dedos se dirigieron a su mandíbula con lentitud, con temor que incluso con un simple roce logré quebrarlo en miles de fragmentos. Le obligue a conectar su mirada con la mía, sus lágrimas se fusionaban con las gotas de lluvia en su cara.

-Lo que uno está dispuesto a tener, amar, y conocer... Perderlo suele ser más doloroso, ya que es tu anhelo quien termina derrocado.- la voz salía temblorosa de mi garganta.

Sus labios se apretaron con expresión angustiada, negó con la cabeza también acariciando mi mejilla con su otra mano.

-No quiero seguir con este dolor... Pero superarlo sería como olvidar que mi hijo me fue arrebatado.

Rodee su cuello con mis brazos así olvidando el paraguas, no me importaba que la lluvia me cubriera por completo o que la probabilidad de adquirir un resfriado sea obvia.

-Sea donde sea que descanse el alma de nuestro cachorro, mientras vea felices a sus padres y que sepa que siempre lo llevaremos en nuestra memoria y corazón- sus brazos se cerraron a moldura de mi cuerpo, para abrazarme con su cabeza oculta en mi cuello.- él estará más que feliz, todos podremos salir de esta.

-¿Superaremos este abismo?

Una débil sonrisa creció en mi rostro al mismo tiempo que llevaba la mirada directa a la lápida.

-Lo lograremos, juntos.

Y ese mismo día, la lluvia se detuvo..













&&&&&&***&&&&&&

Vamos a llorar mis Lectores ;-;

Soy mala, lo sé. Pero este fragmento en serio deseaba subirlo. ¡Tranquilos! "Intocable" será también subido mañana.

Y este domingo- o posiblemente lunes jaja 😅- Actualización de Mi posesivo nerd y Rey Híbrido :3

Gracias por leer mis Lectores. Nos leemos pronto.

BYE: A

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