cero: frágil protagonista, curioso espectador.

Min Yoongi es la personificación de frágil.

Su cuerpo al igual que su mente, manipulables, delicados. Tenían la sensación que podría derrumbarse con el beso de una ráfaga de viento, siempre con movimientos lentos, cuidadosos y puntuales.

Así como el corte que trazó en su brazo aquella noche de invierno.

Las vías de tren llenas de sangre anunciaban la llegada de su agria partida, las nubes con muecas tristes se alzaban en el cielo y le rodeaban para presenciar aquel dulce óbito, a la espera que sus ojos se cerraran en un profundo sueño del cual será rehén por toda la eternidad.

Una pequeña cascada, que nacía al límite de la bañera llena dentro del limpio baño que vio su alma totalmente destruida, se mezcló con el líquido espeso que brotaba de las marcadas venas en sus pálidos brazos. Las baldosas se sentían gélidas al igual que el amor pagano de sus padres, después de escupir su veneno en su rostro, convirtiéndolo en una madera podrida que caerá a sus pies en cualquier momento.

De a poco abandonaba la carne que tanto sufrió en vida, la que aún dejaba en evidencia los golpes que recibió, las burlas que aguantó y la ayuda que pidió; sensación similar a cuando reemplazaba los suaves brazos de Morfeo por monedas blancas que los médicos le recetaban desde temprana edad.

Los gritos detrás de la puerta se escuchaban lejanos, similares a los de sus hermanos cuando vivía con ellos. Recordarlos le sacaba una sonrisa incluso en esos momentos, donde una sangrienta escena de terror era el número principal de su obra de teatro que contaba lo patética y ruin que era su vida, de su alma malograda que, con el pasar del tiempo, se quedó completamente sola.

Porque, así como el demacrado chico que se vio husmeando lo que sucedía en aquel lugar, justo después de que la madera blanca haya sido derrumbada y el enfermero de turno lo recogiese en sus brazos, la compañía y cálidos afectos dejaron de existir como el protagonista de su existencia.

Dejándolo como un simple espectador que veía caer a los demás.

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