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Todo sucedio de repente y me gusto.

Amargo, definitivamente era amargo el sabor en su boca y no por alcohol o un café realmente cargado; aunque claro, Hyunjin hubiera preferido mil veces antes alguna de esas dos opciones. Sin embargo también le dolía el pecho mientras sentía el enojo de su lobo crecer.

—Lo siento...

Felix aun con los ojos cristalinos se levantó y salió del local que Hyunjin había rentado para esa noche especial.

El delta volvió a cerrar la cajita de terciopelo blanco sin haber salido del shock. Respiró profundo tratando de no perder la calma, recapituló varias veces sus acciones durante todos estos años; en ningún momento fue mal novio, si, era torpe, pero no tanto como para que su omega no quisiera pasar el resto de su vida con él.

El enojo que había estado creciendo en su lobo fue inmediatamente reemplazado por tristeza y decepción de sí mismo.

"Tal vez no somos lo suficientemente dignos para Lixie~". Esas palabras de su propio lobo fueron como un golpe directo a su corazón.

Llevaba meses planeando esa velada, escuchó opiniones de todos, también fue ayudado por muchos, todo eso le había asegurado que nada saldría mal. El pequeño y lindo local se encontraba adornado con luces tenues y con flores, creando un ambiente romántico. La cena había sido un éxito, platicaron de cosas triviales y graciosas para ambos.

Hasta que Hyunjin pensó que ya era momento de revelarle a Felix la verdadera razón de esa cita sorpresa. El rostro del omega cambió completamente al ver a su novio arrodillarse a un lado de su silla mientras le recordaba lo hermoso y perfecto que era el omega para él y lo mucho que lo amaba.

—Felix... Realmente me siento muy afortunado al haberte encontrado tan rápido en esta vida... Porque lo único que quiero hacer... — hizo una pausa mientras sacaba la cajita blanca del saco que traía puesto — Es pasar el resto de mi vida amandote... ¿Te casarías conmigo, amor?

Observó el hermoso anillo de compromiso frente a él, el delta lo miró, esperando su respuesta.

—Ah... ¿P-Para qué? — bien, esa respuesta definitivamente no la esperaba.

—¿Qué? — el pelinegro lo miró incrédulo.

—Me refiero a que... Ya nos amamos y vivimos juntos... No es necesario esto... ¿O si?

Hyunjin parpadeó un para de veces, esperando que sus nervios le estuvieran jugando en contra y toda esa escena solo fuera su imaginación pero al ver la incomodidad en el menor entendió que eso en verdad estaba pasando.

—¿No... No quieres casarte conmigo?

A Felix le dolió tanto ver los ojos desilusionados de su delta.

—No... No quiero, lo siento...

☔

Tomó sus cosas y salió de ahí, rogandole al cielo que Hyunjin no lo siguiera, quería pensar con claridad. Tomó el taxi que venía cruzando y se dirigió a un lugar donde se sentiría seguro.

No tardó tanto en entrar al departamento del cual tenía llave y caminó hasta la habitación donde dormía su mejor amigo. Al abrir, el pelicastaño se encontraba sentado en su cama leyendo un libro, éste lo miró, sorprendido de verlo en su casa.

—¿Felix? Qué pa- — no acabó de preguntar cuando ya tenía al mayor tirado en su cama, llorando como si no hubiera un mañana — ¡¿Qué pasa?!

—Creo... Creo que terminé con Hyunjin — respondió entre sollozos, acercandose a su amigo para que lo abrazara.

Quería consuelo, obviamente le encantaría recibirlo de su delta, pero ni loco iría a dónde el pelinegro en estos momentos, de seguro ahora lo odiaba; su lobo aulló doloroso tan solo de pensar eso. Su delta estaba lastimado, él mismo lastimó a su delta y por si fuera poco, también huyó como un cobarde.

—Jisung, ya estoy en cas- — Minho, que acababa de llegar fue interrumpido por el omega de tiernas mejillas.

—¡Largo de aquí!

El alfa se apresuró a salir de la habitación, SU habitación. Félix rió levemente y siguió acariciando el cabello de su mejor amigo. Dejaría que llorase todo lo que quisiera, desahogarse era bueno, ya luego hablaría con él.

☔

Soltó una risa para nada alegre cuando comenzó a llover mientras estacionaba el auto frente al departamento que él y Felix habían comprado para vivir juntos.
Sin importarle mucho arruinar el traje que traía puesto, salió del auto mojandose con la lluvia mientras caminaba a la puerta de su hogar. El silencio le indicaba que el menor no estaba ahí, por lo que fue a su habitación para cambiarse la ropa mojada y darse una ducha.

Recibió un mensaje de Jisunf, informandole de la estadía del omega en su casa y agradeció al castaño por el aviso. Se metió bajó las sábanas de su cama, tratando de conciliar el sueño apesar de que su corazón aun dolía.

Como lo prometido e duda les debia la segunda parte de delta estupido sjsjs no habia tenido tiempo, tampoco tengo ahorita pero x espero les guste iniciamos fuerte.

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