seventeen



Maddie's POV

Me tarde al menos un mes en escribir la carta para Hunter. No era algo fácil para mí, al contrario, era la cosa más difícil que se me pudo ocurrir. No me malinterpreten, había mejorado en el asunto de expresar mis sentimientos, pero me daba vergüenza escribirle a Hunter después de todo el daño que le había hecho.

Llevaba cinco meses en tratamiento y me faltaba uno más para poder salir cuando finalmente le envié la carta a Hunter.

Me sentía algo triste, pues mi madre junto con mi hermana habían venido a visitarme dos veces. Y mis amigas junto con Abby se pusieron de acuerdo para venir de Los Angeles hasta Florida solo para verme. Pero Hunter no vino, no me llamó, no me escribió, nada.

Por un lado lo entendía, pero por el otro me hacía dudar sobre que pasaba ahora con su vida. Quizás ahora tenía una nueva mejor amiga o había encontrado una novia. Yo sé que le dije que tenía que seguir adelante y olvidarme pero aún así, en mi interior lo quería para mí.

Estaba aprendiendo a amarme, a aceptarme tal cual soy, por lo que me sentía lista para poder querer a alguien más, pero creo que era demasiado tarde.

— ¿No puedes dormir? — Me preguntó mi nueva compañera de cuarto, ya que Amanda se había ido.

— Supongo que no. — Le respondí acomodando la cabeza en mi mano, para quedar mirándola.

— ¿Hace cuanto llegaste aquí? — Me preguntó.

— Cinco meses. — Dije y ella pareció sorprendida. — Pero este es mi último mes aquí, pronto volveré a casa.

— Suertuda. — Soltó un suspiro. — Yo tengo para varios meses más. Y honestamente no quiero quedarme aquí, me da miedo. — Confesó.

— Esta bien. — Dije. — Te entiendo, es aterrador al principio pero luego lo agradecerás. Te sentirás mucho más tranquila.

Me quedé una media hora charlando con la chica, se llamaba Lisa y era muy agradable. Cuando hablamos, recordé mis primeros días en aquel lugar, la intranquilidad, lo infeliz que me sentía, el miedo que tenía.

Al día siguiente, las enfermeras me tenían una sorpresa, me llevaron a un estudio de baile cercano a la clínica. Dijeron que debía volver a acostumbrarme a mi vida anterior. Allí todos me recibieron muy bien, y me reconocieron. Después de todo yo seguía siendo Maddie Ziegler, la famosa bailarina.

Los días pasaban y yo no obtenía ninguna respuesta de Hunter. Me preguntaba si habría recibido mi carta, como se lo tomaría.

Lo único que quería era verlo de nuevo.


Hunter's POV

Un día cuando volví a casa del estudio de baile, me dirigí inmediatamente a mi computadora a ver un video del que todos hablaban en la compañía.

Decían que Maddie estaba asistiendo a otro estudio de baile en Florida y que se veía saludable, feliz y estaba bailando estupendo, mejor que nunca.

Estaba tratando de olvidarla, pues sabía que cuando ella regresara las cosas probablemente no serían lo mismo entre nosotros.

El video me dejó boquiabierto, era como la Maddie que yo ni siquiera alcancé a conocer, la famosa e increíble Maddie de la que todos hablaban. No era la chica con diez kilos de bajo peso y su cara pálida y cansada, era una bailarina hermosa.

Aquella noche soñé con Maddie, nuevamente. Y al día siguiente, un sábado, cuando mi madre entró a mi habitación mis sueños se hicieron realidad, no solo porque era mi cumpleaños número dieciséis, sino porque recibí el mejor regalo de todos.

— Buenos días. — Me saludó y dejó una bandeja con mi desayuno en mi mesa de noche. — Feliz cumpleaños, te amo muchísimo hijo. — Me dio un sonoro beso en la mejilla.

A los dos minutos entraron Brandon y Ashton a saltar en mi cama para desearme un feliz cumpleaños.

— Oh, por cierto. — Habló mi madre antes de salir de mi cuarto. — Ha llegado esta carta para ti, desde Florida. — Me dio una mirada pícara, asumiendo que era de Maddie.

Se la quité de las manos e hice que todos salieran de mi habitación para poder leerla tranquilo.

— ¿Qué? ¿Acaso te ha mandado fotos en ropa interior? — Bromeo Brandon al darse cuenta de mi excesiva necesidad de abrir el sobre a solas.

— ¡Ya vete! —Le di una patada en el trasero para que finalmente saliera. Y yo cerré con llave.

Al abrir el sobre me encontré con una larga carta. Me acomodé en mi cama para leerla, aunque sentía muchos nervios.

Querido Hunter,

Espero que te encuentres bien. He pensado mucho en ti últimamente, y mi doctora me ha convencido de enviarte una carta.

Solía sentirme pérdida, sola y asustada. Era un desastre, llena de miedo y vergüenza. Cuando me conociste, inmediatamente te diste cuenta de que yo no me encontraba bien, me dijiste que yo no estaba actuando como "la verdadera Maddie" ¿Lo recuerdas?

Sentí terror, pues en mucho tiempo fuiste la primera persona que se preocupaba por mí, nadie se había dado cuenta de lo mal que me encontraba, solo tú lo hiciste.

Yo dejaba las palabras entrar y tomar lo mejor de mí, mientras me encontraba sentada en el frío piso del baño pensando que no quedaba nada más de mí. Me estaba ahogando en mis propias preocupaciones. Y no te imaginarías las duras noches que atravesé, las cicatrices, los gritos, todas las batallas que me resigne a perder. Pues soy un ser humano, soy imperfecta y también pierdo la dirección de mi vida.

Y entonces cuando apareciste me enseñaste que yo todavía tenía un propósito, que aquella cosa que corría por mis venas eran las ganas de seguir luchando. Me ayudaste a darme cuenta de que yo era fuerte, que podía resistir el dolor y seguir adelante... aunque no fue fácil hacerme entrar en razón.

Y yo se que crees que no pudiste ayudarme, que si le hubieras dicho a alguien de mi condición todo hubiese sido más fácil, ninguno de los dos hubiera terminado tan herido como lo hicimos. Pero no es así Hunter, me ayudaste y mucho. Es solo que yo ya padecía esta maldita enfermedad, y tu no eres un doctor para poder curarla, pero hiciste todo lo posible. Sin tu ayuda me hubiese caído un montón de veces, y quizás no estaría escribiendo ahora esta carta si no fuera por ti. Recogiste muchas partes de mi corazón roto, de verdad lo hiciste, aquí en rehabilitación me están ayudando a unir esas partes.

Ya sabes, nunca es demasiado tarde para volver a empezar. Y quizás en este nuevo viaje me caiga, pero esta vez, eso no cambiara mi mentalidad, ya que ahora elijo creer en mi misma, elijo creer que vale la pena vivir y seguir luchando.

Mantendré mi cabeza en alto y no bajaré la voz cuando mi corazón se ponga débil y las noches sean largas. Haré lo que sea para sentirme mejor, incluso si es que siento como que no queda nada de mí, e intentare estar bien, lo prometo.

Pero necesito de tu ayuda Hunter. He tardado un par de semanas en escribir esta carta y la he mojado con varias lágrimas. Y es que sabes que soy bastante orgullosa y me cuesta pedir ayuda, pero al final, ambos sabemos que te necesito para mantener mi corazón valiente.

Creí que vendrías a visitarme algún día, y como no lo hiciste te escribí esto, supongo que es mejor, ya que te pude decir todo lo que necesitaba. Sin embargo espero que me visites luego de leer esto, y me abraces, y me digas que todo estará bien.

Espero verte pronto Hunter, de verdad lo hago.

Con cariño, Maddie.

Terminé de leer la carta con lágrimas en los ojos. Ella me necesitaba tanto como yo a ella.

En ese momento supe que era lo que quería pedirle a mis padres por mi cumpleaños; un viaje a Florida.

Necesitaba verla de nuevo.

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