fourteen
Maddie's POV
Estaba a dos días de irme a Florida, en realidad no quería hacerlo, pero no quería seguir dañando a los que se encontraban a mi alrededor. Una enfermera del hospital me dijo que el primer paso de la recuperación es admitir que algo esta mal, y ya lo había hecho, por lo que me sentía orgullosa de mí misma.
Ese mismo día me iría a casa, para pasar mis dos últimas noches allí con mi familia. Mi doctor no estaba muy seguro de dejarme ir, pues seguía frágil, pero al fin y al cabo debía acostumbrarme a eso, ya había logrado sobrevivir por mucho tiempo sin ayuda del hospital.
Las enfermeras se habían encariñado conmigo, a pesar de mi insoportable actitud, y estaban tristes de tener que dejarme ir, pero felices de que pronto comenzaría mi recuperación. Me despedí de todos en aquel hospital que había sido mi hogar por casi tres largas semanas. Aquel lugar que había sido testigo de mis crisis, lágrimas, peleas y vergüenzas.
El camino a casa fue largo, me sentía libre, no había salido desde hace mucho. Mackenzie acompañó a mi madre al ir a buscarme, y me fui charlando con ella todo el camino, la había extrañado muchísimo, ya que a ella no le gustaban los hospitales y no le gustaba verme a mí tan débil allí, por lo que no me visitó muchas veces.
Al llegar a casa, mamá y Kenzie parecían más emocionadas de lo habitual, no entendía la razón, pero supuse que solo era por tenerme devuelta en casa. Estaba equivocada, al abrir la puerta un montón de gente alegre apareció.
— ¡Sorpresa! — Saltaron todos. Durante varios minutos estuve recibiendo abrazos de mis amigos de la escuela y del estudio de baile. También estaban allí las Dance Moms y Abby.
— ¿Qué es todo esto? — Pregunté finalmente cuando me senté en el sofá, pues no podía estar mucho tiempo de pie sin sentirme mareada o cansada.
— Es algo así como una bienvenida y fiesta de despedida al mismo tiempo. — Me explicó Kendall antes de envolverme en otro abrazo. — Haz vuelto a casa pero tienes que irte pronto, así que mezclamos las dos fiestas.
— Sí, no queremos dejarte ir, pero es por tu propio bien. — Habló Kalani. — Además, volverás mejor y más fuerte que nunca.
Yo asentí ligeramente. — Lo haré.
— Lo sentimos, Maddie. — Dijo de pronto Nia, hablando por el resto del grupo. — De verdad.
Les di una mirada extraña. — ¿Qué? ¿Qué sienten?
— No haber podido ayudarte antes. — Kalani dijo tristemente. — No sé como no nos dimos cuenta.
— Somos unas terribles amigas. — Brynn se incorporó. — Tú siempre haz estado cuando nosotras te necesitamos, y nosotras te fallamos. — Bajó la mirada avergonzada.
La envolví en un abrazo. — No es verdad, ustedes son las mejores amigas del mundo. — Les dije a todas las chicas. — Yo lo oculté demasiado bien, y no quise decirle a nadie.
— Aún así. — Kalani me miró. — Por favor ¿Nos perdonas?
— ¡Claro que sí! — Dije y todas nos dimos un fuerte abrazo grupal.
Nos pasamos el resto de la tarde haciendo tonterías, riendo y pasándola increíble. Casi parecíamos volver a ser las de antes, pero la verdad era que nada era igual, yo no era ni jamás volvería a ser la misma Maddie que fui antes.
Mi madre luego trajo pastel para todas, después de todo era una fiesta. Claro que cuando yo apenas lo toqué nadie me dijo nada, pues ahora entendían por lo que yo estaba pasando.
Me pregunté en donde estaba Hunter, pero no quise decírselo a nadie, me daba verguenza. Además, la última vez que lo vi las cosas no habían terminado de la mejor forma, al contrario, él se había marchado sin que yo pudiera decirle nada, yo no lo detuve cuando se fue.
Pero me había dicho que me amaba, yo jamás pensé que él sentía algo tan fuerte por mí. Y de verdad deseaba sentirme de la misma forma por él, pero la verdad es que no podía amar a alguien más si ni siquiera podía amarme a mí misma.
Aquella noche me dormí pensando en él. En aquella vez que vino a mi habitación de noche y me contó todo sobre él, cuando le dije que lo extrañaba y necesitaba desahogarme y él llego sin importar la hora, sin importar que debía quedarse cuidando a sus hermanos. El vino de todas formas, y lo hizo por mí.
¿Cómo no pude darme cuenta antes?
Hunter de verdad me quería y yo lo único que había hecho en este tiempo era lastimarlo cuando él intentó ayudarme.
Hunter's POV
Era una noche de viernes, Maddie se iba la mañana del sábado a Florida y yo no me había despedido de ella, pues era un cobarde.
El día anterior le habían organizado una fiesta, y yo no me presenté. Me invitaron pero mentí diciendo que tenía otras cosas muy importantes que hacer, cuando la verdad era que me moría de ganas por verla y abrazarla.
Aquella noche soñé con Maddie. Soñé que se había recuperado y que había vuelto de Florida, más linda y fuerte que nunca. Sus ojos azules se iluminaban con la luz del sol, su rostro había tomado color, su cabello estaba más largo y brillante. Su cuerpo ya no era puro hueso, había ganado peso y se veía saludable.
En el sueño ella bailaba en un hermoso prado, estaba bailando feliz, pues era la cosa que ella más adoraba; bailar.
Mientras ella bailaba, yo la abrazaba por la cintura sin previo aviso, y luego le besaba la mejilla. Ella se reía al tacto, y me gustaba, hace mucho que no la escuchaba reír. Mas tarde terminamos recostados en el césped observando las nubes. Y ella me besaba en los labios, y luego yo le seguía el juego. Así nos pasamos un largo rato, besándonos acostados bajo la luz del sol sin que nada ni nadie pudiera interrumpirnos, sin que nada pudiera alejar a Maddie de mí.
Sin embargo fue solo un sueño. Y Maddie estaba a pocas horas de dejarme por un largo tiempo, unos meses en los cuales no podría verla, no podría tomar su mano ni intentar hacerla sonreír cuando estuviera triste.
Me desperté luego del sueño y eran las cinco con treinta de la madrugada. Sin pensarlo dos veces salté de la cama y por poco salgo en pijama de la casa. Me vestí lo más rápido que pude, tomé mi bicicleta y me dirigí hasta su casa.
Hice el mismo movimiento que había hecho un mes atrás, subirme al árbol y entrar por su ventana, la cual se encontraba un poco abierta. Ella se encontraba plácidamente dormida, habían dos maletas en el suelo, estaba todo listo para su partida.
No quería despertarla, tampoco me atrevía a hacerlo, pues no sabía que decirle. No haría que se quedara, ella necesitaba irse a ese centro de rehabilitación más que nada en el mundo. Lo necesitaba para volver a ser la misma chica alegre y saludable que fue alguna vez.
Tomé un bolígrafo y un papel de su escritorio y escribí unan nota. Luego, me saqué la sudadera gris con capucha que traía, y pegué la nota con cinta adhesiva. Finalmente, abrí una de sus maletas que se encontraban allí, e intentando hacer el menor ruido posible, guardé aquel pequeño recuerdo que le dejaría allí.
Me marché, pero antes deposité un suave beso en su frente. Necesitaba sentirla cerca una vez más, necesitaba despedirme de ella con algo más que una nota.
— Buena suerte, te quiero. — Susurré y la dejé.
Al llegar a casa, con mucho frío, por cierto, no pude volver a dormir. Me recosté en mi cama y pensé en ella. No sabía a que hora se iría, pero estaba seguro de que lo haría.
Me quedé pensando que pude haber escrito algo mejor, algo más largo. Pero no tenía tiempo, no quería que se despertara o que alguien en su hogar me descubriera.
Esperaba que usara mi sudadera cuando tuviera frío, ya que sus manos siempre estaban heladas. Que cuando se la pusiera, pudiera acordarse de mí, por mi aroma.
Repetía las palabras de la nota que escribí en mi cabeza, solo para asegurarme de que ella las leería y se recordara de mí de una buena forma, que me perdonaría por no ser capaz de salvarla, que entendiera la verdadera razón de porque no la detuve, de porque la deje irse a Florida.
"Maddie, te veo cuando me quedo dormido,
pero nunca puedo acariciarte, nunca te quedas en mis sueños,
siempre te marchas.
No sabía si seguir intentando o dejarte ir,
ya que te irás de todas formas, pero yo no me he dado por vencido contigo,
es estúpido esperar por algo que solo duele,
pero también es estúpido dejar ir lo que más quieres.
Yo todavía te quiero, y si te quiero debo dejarte ir."
- Hunter
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top