Capitulo 2
Me desperté en medio de la noche y Leon duerme a mi lado. Me quedé mirándolo dormir, es guapísimo, aunque ha cambiado mucho físicamente. Está más musculoso, sus enormes brazos me envuelven y me siento pequeña, pero muy feliz.
—Te amo. —declaré acariciando su mejilla.
Él sigue dormido, pues estuvo entrenando hoy y mañana debe levantarse temprano para ir al entrenamiento otra vez. Deberé acostumbrarme a esta vida, fútbol, estadios y entrenamientos.
Sonreí al imaginar mi vida al lado de Leon, esto es como un sueño del que no quiero despertar jamás.
—Cariño ¿por qué no tratas de dormir un poco? —preguntó mi novio, mirándome con expresión de cansancio.
—Sí, mi amor, es solo que estoy muy emocionada por todo esto y me cuesta mucho trabajo conciliar el sueño. —confesé sonriendo y él también sonrió.
—Yo también estoy feliz mi amor, no tienes idea de lo feliz que me hace que estés aquí conmigo. —me abrazó y acercó mi cuerpo desnudo al suyo.
—Yo siento que estoy soñando. Pero debes tratar de dormir, mañana tienes que entrenar.
—Ven conmigo, no quiero dejarte. Amor, por favor y después del entrenamiento podemos ir a conocer Múnich juntos ¿Te gusta la idea? —preguntó.
—Sí, me encanta la idea. También quiero conocer a tus compañeros de equipo. —respondí besando su rostro.
—Por supuesto que sí cariño, haremos todo lo que tu quieras. Desde este momento, yo dedicaré mi vida a hacerte feliz. —declaró y se puso sobre mí otra vez.
(************)
Llegamos al campo de entrenamiento del Bayern Munich, es un lugar enorme y muy bonito.
Leon toma mi mano y entramos juntos, él lleva su maletín con sus cosas y saluda a todas las personas con las que nos cruzamos, parece que les contó a todos sobre mí, lo cual me encanta.
—Ven por aquí, amor. Debes quedarte aquí mientras yo me cambio de ropa en el vestuario ¿de acuerdo?
—Está bien, amor, te esperaré aquí. —respondí sentándome en las gradas.
Miré a mi alrededor y verdaderamente es un lugar muy bonito. Me alegra mucho saber que Leon juega en un equipo tan importante.
Minutos más tarde, salió el equipo, acompañado por quienes parecen ser el cuerpo técnico. Leon volteó a verme y me envió un beso volado, yo hice lo mismo sonriendo. Uno de sus compañeros le dijo algo y empezaron a reír juntos, parece ser una persona muy alegre, todos ríen con él y su risa es muy contagiosa.
Es alto y bastante fornido, su cabello es castaño y desde lejos pude ver que tiene una vibra muy agradable, me quedé mirándolo por varios minutos, no sé por qué, es muy extraño, pero siento algo que no puedo explicar. Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de mi celular.
—¡Oli! —exclamé alegremente.
—¡Emi! ¿Cómo estás? —preguntó mi amiga.
—Muy bien, Oli. Leon es maravilloso conmigo y estoy feliz. Ahora mismo estoy en el entrenamiento con él y luego saldremos a conocer Múnich.
—¿Estás en el entrenamiento del Bayern Munich? Por Dios Emi, tienes que enviarme una foto de esos hermosos hombres. ¡Por favor! —exclamó mi amiga.
—Oli, no hay forma de que les tome fotos, van a pensar que soy una pervertida. Quiero causar una buena impresión. Leon me presentará con ellos en cuanto terminen de entrenar. —respondí riendo.
—Está bien, querida. Aunque definitivamente deberás presentarme a algún amigo de Leon. De todas maneras necesito una cita para ir a tu boda.
—¡Es cierto! Le pediré a Leon que me diga cuál de sus compañeros sería buena idea que te presente.
—Gracias, cariño. —respondió alegremente.
Luego pasamos unos minutos más hablando, ella me contó cómo van las cosas en el hotel (mi antiguo trabajo) parece que por fin va a obtener el ascenso por el que se esforzó tanto.
—Me alegra mucho que por fin vean todo el talento que tienes. —exclamé muy contenta.
—¡Gracias, amiga! ¿Y tú haz pensado en tu vida profesional? ¿Vas a buscar trabajo allá? —preguntó.
—La verdad me encantaría hacerlo. Es sólo que no creo que Leon esté de acuerdo.
—¿Leon? Él no debería influir en tus decisiones. Emily, tú eres una excelente profesional y no sería justo que no pudieras tener éxito por ti misma.
—Gracias Oli, yo te prometo que hablaré con Leon sobre eso, solo esperaré un poco de tiempo, literalmente acabo de llegar aquí.
Hablamos un rato más y luego colgamos.
Me quedé pensando en lo que dijo Olivia. Yo debería poder trabajar, no obstante la última vez que hablé del tema con Leon, él dijo que cuando yo me mude con él, no tendría que volver a trabajar nunca más. El único problema es que yo amo mi trabajo.
—¿Amor? —la voz de mi novio me hizo volver a la tierra. Está abajo en el campo de juego mirándome un poco extrañado.
—¿Uh? Uhm. Discúlpame, cariño dime. —pregunté.
—Te decía que iré a ducharme y luego volveré por ti ¿está bien? Solo serán unos minutos. —informó.
Luce muy cansado y su ropa de entrenamiento está empapada de sudor, sonreí al recordar las palabras de Oli, debo recordar pedirle a Leon que me diga a quién presentarle a mi mejor amiga.
—Está bien, yo te espero aquí. —respondí sonriendo.
—Bueno amor, ya regreso.
Minutos más tarde me arrepentí de no haberle dicho que hubiera sido mejor que yo lo esperara adentro, aquí afuera hace demasiado frío. Me levanté cuando ya no pude aguantar más, me puse mi gorro, guantes y toda la indumentaria que traje conmigo, pero nada era suficiente así que me levanté y fui adentro.
—¡Uff Dios mío! —exclamé frotando mis manos y saltando un poco para entrar en calor.
—Tendré que reprender a Leoncito por haberte abandonado allá afuera con este clima.
Escuché una voz detrás de mí con un acento muy particular. Me di vuelta y me encontré con uno de los compañeros de Leon, parece ser el mismo que vi hace un rato bromeando con todos en el campo. Me sorprendí por lo que sentí al ver sus ojos y su sonrisa, es muy agradable y transparente.
—¿Uh? No, uhm de hecho, yo sólo quería conocer aquí adentro. —respondí tratando de proteger a mi novio. No me gustaría que ellos lo fastidien por mi causa.
—¡Oh! ¿Entonces esa es la razón por la que estabas haciendo ese extraño «baile» hace un momento? Más parecía un ritual extraño ¿eres de alguna tribu en especial? —rio nuevamente y por lo que puedo ver, es muy guapo, aunque eso no es importante para mí.
—No, soy de Londres y debería estar acostumbrada al clima helado, sin embargo no sé por qué nunca me acostumbré, soy muy sensible al frío. Me gusta mucho más el verano. —acepté sonriendo con timidez.
—¡Oh! entonces lamento mucho informarte que estás en la ciudad equivocada. Por cierto, soy Lucas, compañero de Leoncito. —se acercó más y extendió su mano para estrechar la mía.
Cuando lo vi de cerca, me di cuenta de que no estaba equivocada cuando pensé que era guapo, pues realmente lo es, también es muy alto, aunque lo más lindo de él son sus ojos, tienen un color miel muy bonito.
—Mucho gusto, yo soy Emily. —lo saludé sonriendo y estreché su mano.
Creo que él también sintió algo cuando nuestras manos se tocaron. Fue una sensación extraña que no logro explicar, lo dejé ir como algo sin importancia.
—Mucho gusto, Emilia. —sonrió, su vibra es muy contagiosa y siento que podremos llevarnos bien.
—Uh no, es Emily. Mi nombre es Emily. —sonreí corrigiendo su manera de pronunciar mi nombre.
—¡Oh! Pero sabes algo, soy de Francia, y me crie en España, tengo varios idiomas mezclados en mi cabeza y no soy fanático del idioma inglés. Se me ocurre que tu nombre en español es Emilia ¿no te parece? Además, tienes un rostro que me dice que te llamas Emilia. —bromeó.
—Osea que según tú ¿Yo me veo como una Emilia? —pregunté sarcástica.
—Exacto. Así que de ahora en adelante para mi, tú eres Emilia. —afirmó riendo y yo no pude evitar seguirlo.
—Está bien, no me molesta, Luka. Sabes que se me ocurre que tú te ves como un Luka. —bromeé sonriendo.
—Ajá, eres buena «Pequeña Leoncita» —respondió riendo a carcajadas.
—Bueno, en eso no tengo nada qué decirte, sé que soy muy pequeña, al lado de Leon debo verme como una «miniatura» —acepté riendo.
—Una miniatura muy bonita. —añadió sonriendo, yo estaba a punto de agradecerle el cumplido cuando alguien llegó.
—Lucas, cariño, estaba esperándote afuera. —señaló una hermosa mujer, que parece haber salido de una revista de moda.
Sinceramente, parece una modelo de esas de lencería fina. Su cabello rubio cae perfectamente en ondas definidas, usa unos lentes oscuros de diseñador y toda ella parece una modelo de alta costura.
—Jessica, te presento a Em... a Emily, es la novia de Leon. —señaló Lucas y su expresión de alegría y despreocupación cambió, en cuanto vio aparecer a esta mujer, aún no entiendo por qué no le dijo mi nombre de la manera «española» bueno, no creo que eso sea algo importante.
-Oh Emily, mucho gusto soy Jessica, la novia de Lucas. Bienvenida a Múnich. —exclamó la mujer de una manera un poco exagerada, igual agradecí su bienvenida.
—Muchas gracias. —respondí y traté de escapar de la situación.
Lucas parece estar muy incómodo, su sonrisa ya no está y sostiene la mano de Jessica de una manera muy incómoda.
—Emi, me alegra que estés conociendo a todos. —Leon apareció de la nada, viéndose absolutamente guapo como siempre.
Él también parece salido de una revista y a veces me pregunto cómo fue que se fijó en mi.
—Sí amor, uhm Luk... Lucas, me estaba presentando a su novia Jessica. —respondí obviando el nombre de broma que le asigné a Lucas.
Sentí su mirada y sin poder evitarlo volteé a verlo, hay una sonrisa cómplice en su cara, yo también sonreí.
—Qué bueno que ya se conozcan. De hecho los demás quieren conocerte también, ¿vienes conmigo amor? —preguntó Leon tomando mi mano.
—Claro que sí, me encantará conocerlos a todos.
—La verdad es que ya conociste al más importante del equipo, así que no te preocupes Emi-ly. —afirmó Lucas volviendo a bromear.
—Deberías ser un poco menos vanidoso, Fernández, eso no te haría daño. —respondió Leon riendo.
—Pero Leoncito, eso es parte de mi maravillosa personalidad. Es lo que me hace «especial» —bromeó nuevamente el francés.
Todos reímos juntos menos Jessica. No entiendo por qué su expresión es de molestia si su novio es muy divertido.
—Bueno Luquitas, nosotros nos vamos para que Emily conozca a los demás. —informó mi novio.
—Fue un gusto conocerlos a los dos. —saludé sonriendo.
Lucas sonrió ampliamente y Jessica fingió reír, eso lo noté inmediatamente, bueno al parecer no es una persona muy alegre.
—Fue un gusto Emi-ly. De hecho Leoncito, estaba pensando en que podríamos hacerle una fiesta de bienvenida a tu «Pequeña Leoncita» —exclamó Lucas alegremente a mi novio.
—¿Ya tienes ganas de fiesta, Lucas? Pero creo que esta vez tienes razón. Este sábado daré una fiesta en casa, para darle la bienvenida a mi Emi —exclamó mi novio abrazándome, yo pasé mi brazo por su cintura abrazándolo y sonriendo.
—Excelente idea. Bueno, hablamos luego de la fiesta. —exclamó Lucas.
—Muchas gracias. Realmente no es necesario que me hagan una fiesta. —dije con timidez, yo nunca he sido una persona a la que le guste ser el centro de atención.
—Por supuesto que es necesario cariño. Estás viniendo a vivir aquí conmigo y nos casaremos pronto. Yo quiero dar esa fiesta en tu honor.
—No se diga más, el sábado será tu bienvenida «Pequeña Leoncita» —exclamó Lucas y no tuve más remedio que aceptar la situación.
—Muchas gracias.
—Lucas ¿nos podemos ir? La reservación en el restaurante está por expirar. —insistió Jessica, en tono de fastidio.
—¿Qué reservación? Jessica, yo quería volver a casa, estoy cansado. —respondió Lucas, su novia le dijo algo al oído y él sonrió inmediatamente. Yo me sentí muy incómoda, no entiendo esta sensación.
—Cariño ¿vamos? —afirmó mi novio.
—Claro que sí. Vamos, uhm hasta luego. —me despedí.
Nos despedimos de ellos y fuimos en búsqueda de los demás compañeros de Leon, caminamos tomados de la mano en silencio por los pasillos.
—¿Emi, estás bien? Estás muy callada, ¿algo te molestó?
—¿Uh? No, estoy bien, es sólo que pensé que no le caí muy bien a la novia de Lucas.
—No te preocupes por eso, mi amor. Lucas es una persona muy, cómo te lo digo ¿voluble? Jessica ha intentado durante mucho tiempo que ellos formalicen esa relación, pero él no lo hace, siempre dice que ella no es la mujer para él, esa relación de ellos es muy rara. —señaló Leon.
—Oh entiendo, él es agradable, aunque ella parece muy estirada.
—¿Sabes qué? Tienes toda la razón amor, yo también pienso lo mismo. Lucas debería conocer a alguien más. —exclamó Leon y yo me quedé en silencio.
Luego pensé en alguien a quien le encantaría conocer a Lucas.
—¡Olivia! —exclamé alegremente, Leon volteó sorprendido.
—¿Qué? ¿Qué pasó con Olivia?
—Ella sería perfecta para Lucas.
—Amor ¿desde cuándo te volviste cupido? —preguntó mi novio riendo.
—Si tan solo ella viviera aquí. Ellos harían una pareja excelente.
—Sí, mi amor, seguro que sí, pero por el momento Olivia está en Londres. —respondió Leon.
Seguimos caminando y yo me quedé pensando en la posibilidad de que mi amiga y Lucas se conozcan, me emociona mucho la idea y también hay otro sentimiento que no puedo distinguir, lo dejé pasar, pues no es importante, yo soy feliz y quiero que todos a mi alrededor también lo sean, debe ser eso.
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