*Pov Jungkook*

A llegado el verano por fin, con el sol ardiendo con fuerza desde el amanecer hasta el atardecer, sin dejar paso a un ambiente más frío.
Ahora todo se pinta de verde y azul brillantes, y la gente sale de sus casas directo a unas merecidas vacaciones.

¿Sabes lo que significa TaeTae?, sí, ¡iremos a la playa!
Ese viaje que planeamos desde hace un año por fin se podrá cumplir, sorprendentemente, las cosas en el trabajo han estado tranquilas y todo a ido sin percances. Hay que aprovechar los buenos ratos que la vida nos da, y que mejor que llendo al mar.

Ésta mañana empacamos dos maletas para pasar una semana en la playa, en donde ya habíamos reservado una habitación de hotel hace algunos días.
Pedí que tuviera una bañera grande, ya que sé que te gusta entrar allí conmigo. Según las fotografías, todas las ventanas tienen una hermosa vista del mar, por lo que será lo primero que veamos al despertar.

Que tierno te veías cuando te quedaste dormido en el avión, recargado en mi hombro y con tu mano sobre la mía. Recosté mi cabeza sobre tu esponjoso cabello y me quedé mirando por la ventana, sonriendo, pues aún no puedo creer lo afortunado que soy al estar contigo.
Tener el privilegio de sentir tu aroma suave y tocar tus tiernas mejillas, es algo que siempre voy a agradecer.

Pasamos toda la tarde en la playa, jugando con la arena y disfrutando del sol.
Aunque hubo un momento en que te sentiste mal, te escuché sollozar, todo porque unos idiotas dijeron cosas sobre tu ropa y el cómo lucías con ella. Los encaré, y prácticamente huyeron cuando lo hice, evidentemente mi expresión no era nada amigable.

Me giré a verte, te abracé, besé tu frente y te dije que nada de lo que ellos decían era verdad. Para mi, con esa camisa holgada y shorts largos, te ves como una obra de arte. Nadie tiene el derecho de apreciarte cuando deseas descubrirte más, ni siquiera yo me siento totalmente merecedor de ese privilegio.
Siempre me a encantado observarte detalladamente, pues todo lo que te pongas encima te queda de maravilla.

Con eso, volviste a sonreír.

Más tarde, fue tu turno de encarar a alguien, cuando un par de chicas se acercaron a nosotros al verme sin camisa y comenzaron a coquetear conmigo, a pesar de que yo les dije que venía con mi pareja. Luché por evitar reír cuando te pusiste frente a mi, eres tan lindo incluso cuando te pones celoso.

Bien sabes, que yo jamás tendría ojos para nadie más que no seas tú. Eres la belleza personificada, y todas las demás personas dejaron de ser visibles para mi cuando te conocí. Me abrazaste con un puchero formado, y entonces seguí a mi impulso de besarte dulcemente, y decirte al oído un "te amo".

Entramos al agua, sin separarnos mucho del borde, y no nos importó cuanta gente nos viera. Bailamos como dos niños enamorados a la orilla del mar, con la luz del atardecer iluminando tu angelical presencia.

Te besé cuando te acerqué más a mi, tuve que esforzarme demasiado para controlar mis ganas de llevar ese beso meloso a algo más. Al parecer, notaste mis intenciones, porque en cuanto nos separamos algunos milímetros, susurraste que fuéramos al hotel con una sonrisa juguetona.

Me tomaste de la mano, y justo cuando estaba ocultándose el sol, entramos a la habitación.

Fue muy difícil ponerle seguro a la puerta mientras te besaba, pero no quería separarme ni para respirar correctamente.
Casi caemos por ésto mismo, alcancé a recuperar el equilibrio y te hice reír por mis caras raras, lo lamento por matar el momento, fue culpa de la maleta que se atravesó en el suelo.

Llegamos a la cama matrimonial, ésta vez sin besos en el trayecto, para ver por donde íbamos.
Te recosté con cuidado, y antes de continuar me regalaste una sonrisa más.

Cada vez que nos unimos de ésta manera tan íntima, siento que tengo a un dios etéreo entre mis brazos. El poder apreciar, besar y tocar tu cuerpo a mi gusto es una de las maravillas que la vida me regaló, eres un ángel en todo sentido Tae, y la gran mayoría del tiempo me pregunto si es que realmente merezco ésta dicha.

Si alguna vez te has preguntado porque siempre lo hago lentamente, con mucho cariño y deteniéndome a besarte cada minuto, es porque quiero atesorar las ocasiones en que me permites verte así.
Quiero disfrutarte sin prisas, unirme contigo suavemente y hacerte sentir el chico más hermoso y amado del mundo.

Me encanta recorrer cada parte de ti con parsimonia, mirarte de reojo, y dejar pequeñas marcas poco visibles en mis sitios favoritos de tu piel.
Escuchar los sonidos que salen de tu bella boca es uno de los mayores placeres de mi existencia, aunque tú digas que son raros, para mi son la mejor pieza de música que hay.

Y al final del acto amoroso, siempre prefiero quedarme a tu lado, cubrirte con las sábanas y abrazarte por la cadera, dejándote dormir tranquilamente.
La escasa luz de Luna que entraba por la ventana, combinada con el oleaje del mar que se escuchaba de fondo, dio el toque romántico necesario para culminar nuestro primer día en la playa.

Sólo quiero decirte, amor mío, gracias por estar conmigo a pesar de lo difícil que puede llegar a ser.
Te amo más que a nada ni nadie en el universo entero, mi príncipe.

*Pov narradora*

Jungkook disfrutó totalmente de aquellas vacaciones en el mar, junto a su Taehyung todo era perfecto.
Veía el mundo de colores rosas, aún cuando su alrededor era anaranjado.

Caminar con su novio, tomados de la mano, a lo largo de la orilla del océano, era un deseo que siempre había querido cumplir, y gracias a que la vida pareció sonreírle por fin, lo logró realizar. Su trabajo se había vuelto más ameno, sus ocupaciones se veían reducidas al igual que su estrés, y por alguna razón había tenido mayor flujo de dinero que antes.

Si entendiera el porqué todo parecía ser perfecto, seguramente no estaría tan feliz como ahora lo está.

❝ En verano, caminaré junto a ti en la playa, te besaré a la luz del atardecer, y te diré que eres aún más maravilloso y brillante que aquel paisaje tropical❞