💫Alguien Que Amaba.

Nota: Realmente planeaba que hubiera dos parejas, las cuales era: Katsudeku y Kirideku.

Pero cuando empecé a escribirlo, las terminé mezclando, formando un "Katsuki + Kirishima + Izuku" y siendo sincera me agrado la idea, así que lo deje tal y como estaba.

Mención de sangre y muerte de personaje, lo siguiente se podría decir que está ambientado en el futuro.

Y tiendo a cerrar los ojos cuando me duele, a veces caigo en tus brazos, estaré a salvo en tu sonido hasta que regreses.

Pero sé que ya no lo harás.”

[K A T S U K I R I D E K U]

Observa las gotas de lluvia golpear la ventana, la luz provocada por los relámpagos es suficiente para iluminar la oscuridad de la noche unos segundos.

Por un momento, compara el clima de afuera con los sentimientos que tiene.

Sabe que debe ser de madrugada pero no le importa.

No quiere cerrar sus ojos, no quiere volver a ver aquel líquido carmín cubriendo sus manos, es sangre y no es la suya.

¿Fue un castigo? ¿Estaban pagando el precio del pasado con tanto dolor y tristeza?

¿Por qué? Quisiera gritar.

¿Lo merecían?

Por momentos, en su mente se repite la escena. La misma que causó que su mundo se destruyera en sólo unos segundos.

Tiene vagos recuerdos de la batalla, explosiones, gritos tanto de pelea como de ayuda, la destrucción y tragedia rodeandolo.

Y la sangre derramandose sin parar proveniente de la herida en el pecho de su amado, al igual de sus ojos abiertos, rojos como el mismo fuego, ahora apagados, sin señal de vida.

Niega con su cabeza, desearía olvidar la imagen.

Solloza de nuevo, en el silencio del cuarto que sólo es interrumpido por el pitido de la máquina de signos vitales. Siendo la lluvia testigo del pesar que cargaba sobre sus hombros.

Levanta su mirada esmeralda asustada por el sonido de la maquina que cambia volviéndose alarmante, algo está mal. Rápidamente se levanta de la silla para salir del cuarto al pasillo del hospital.

—¡Enfermera! ¡Doctor! ¡Alguien! ¡P-Por favor! —exclama, rogando por ayuda.

Inmediatamente se acercaron a su llamado, mientras el doctor encargado daba órdenes e intentaban estabilizar al pelirrojo que estaba postrado en la cama.

Mientras unas enfermeras le impedían el paso a la habitación.

¿Cómo fue que hace menos de unos días reía y ahora sólo podía llorar?

Ante eso, no puede evitar recordar.

Es lo que le queda, sólo puede recordar los instantes en el que estaban ellos tres.

Cuando despertaba todos los días por el olor del desayuno, junto a un pelirrojo dormido que lo abrazaba por la cintura, recuerda que cuando intentaba zafarse de sus brazos en un intento de no despertarlo terminaba con un Kirishima somnoliento que lo apegaba a su cuerpo.

Hasta que entre pucheros y sonrisas de parte suya, finalmente Kirishima lo soltaba y ambos iban a hurtadillas a la cocina para asomarse por la puerta y ser testigos de la escena de todas las mañanas.

Y lo veían.

Usando un mantel de cocina mientras servía el desayuno en sus respectivos platos, teniendo la radio encendida en un volumen bajo. Con su cabello rubio despeinado, usando una playera negra holgada y sus boxers.

Siempre querían sorprenderlo pero sólo terminaban recibiendo regaños de su parte, mientras él y Eijiro reían sin tomarle importancia.

Ese era el pasado, ahora tenía su presente cubierto de tristeza y lágrimas.

Cuando estabilizaron a Kirishima, se apresuró a entrar de nuevo a la habitación y sentó en la silla junto a la cama, donde estaba anteriormente, y tomó su mano.

Lo observó, su rostro con raspones y algunas cortadas, una venda cubría su frente y sus ojos estaban cerrados, su respiración era tranquila, como si lo de hace unos minutos no hubiera pasado.

—P-Por favor, Eiji, no me abandones —su voz se volvió un susurro en el aire y aprieta la mano del pelirrojo, antes de sentir las lágrimas bajando por sus mejillas—. N-No lo hagas tú también... No me dejes solo. T-Te necesito... los necesito.

Vuelve a caer en llanto, colocando la mano de Eijiro de forma que estuviera acunando su rostro pecoso mientras cierra sus ojos.

°×°×°×°

Despierta con su respiración agitada y se incorpora en la cama con rapidez, pasea su mirada por la habitación a oscuras, posa su mano en su pecho en un intento de tranquilizarse.

Sucedió de nuevo, había tenido esa pesadilla.

—¿Izuku? —sintió la cama removerse y volteo a ver a Kirishima que se incorporaba en su lugar mientras tallaba sus ojos.

Conoce la reacción del pecoso, la mirada asustada y sus ojos que comenzaban a acumular lágrimas. Lo abrazo, acercandolo lo más que podía a él, sintiendo al contrario corresponder con fuerza.

—¿Fue la pesadilla? —cuestionó en un murmullo. Izuku asintió, sin moverse de su lugar, así era capaz de sentir los latidos del corazón provenientes del pelirrojo, eso lo calmaba.

—... ¿Lo extrañas? —preguntó Izuku en voz baja, sabía la respuesta pero aún así, quería escucharla de nuevo.

—Siempre, cada día y noche pero debemos ser fuertes por él —contestó Eijiro—, Bakugo no hubiera querido que nos derrumbaramos, nos estaría... No, nos está gritando en este momento que debemos continuar.

Ambos ya no querían sentir la ausencia de Bakugo en sus vidas, de su Kacchan.

Pero debían seguir, debían continuar por él.

Me atrasé con los días, perdón :'v

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top