Foto

No.

Exasperado se alejó para poder tomar algo que le refrescara la garganta. Escuchó a su amigo disculparse ante el joven y pedirle que se retirara para luego ir en su dirección.

— ¿Qué está mal contigo, Jeon?

— Son ellos. Ninguno sirve.

— Vaya. Pues yo les he visto geniales. Hemos probado con rubios, pelirrojos, morenos, castaños ¡hasta con el cabello rosa! Y aún así ninguno logra gustarte.

— No es que no me gusten, Min. Simplemente no captan en mi cámara.

— Seguro.

El mayor y más bajo bufó.

Jeon JungKook era su mejor amigo, le quería como a un hermano pequeño, pero a veces era demasiado perfecionista. Como ahora. ¿Por qué no podía elegir a uno de aquellos apuestos chicos y hacer las 20 fotografías para la revista y ya? Ah claro, porque era él. Y el conformismo no existía en su vocabulario.

— Iré a ver si encuentro a alguien más.

— No sé si lo haya. Pero ya hasta me importa poco si no es modelo.

— Tampoco exageres.

Le tocó levemente antes de marcharse y dejar al azabache en el estudio.

— ¿Qué tal con él?

Un hombre rubio y de buena apariencia se el acercó con un sonrisa y un café.

— Estás más guapo callado, SeokJin.

— Claro que sí cariño. Y ahora desembucha.

El rubio le pasó el café mientras le acompañaba hasta el ascensor.

— Pues básicamente hoy hemos fotografiado a treinta y dos modelos. Y ni uno solo ha sido lo suficientemente bueno para JungKook, para su estúpida cámara y la "esencia" que busca.

— Oh. Vamos YoonGi. Ya sabes que él es así. Además sus fotos son las mejores.

— Es por eso que voy a ir y encontrar al estúpido modelo perfecto para él. 

— ¿Qué tal Park JiMin?

— ¿Park qué?

Se adentraron en el ascensor, para ir a la planta baja del edificio. SeokJin volvió a hablar cuando las puertas se cerraron.

— Ayer estaba viendo la televisión y en uno de los anuncios de esos que salen en la madrugada apareció el chico. Se llama Park JiMin y oh créeme, puede cumplir muy bien las expectativas.

— ¿Desde cuando le echas el ojo a otros?

— Shh. Sabes que puedo mirar a otros, celosillo. Pero solo te amo a ti.

— Prosigue.

— Pues resulta que el chico es bastante atractivo, no tanto como yo, pero está muy bien. Anunciaban algo que no recuerdo, pero no debe llevar mucho en la industria. Por eso leí la letra pequeña y ¡boom! ahí estaba su nombre junto al fotógrafo. Creo que era una línea de ropa. Ahg, no recuerdo. El caso es que le busqué y encontré sus redes sociales.

Le mostró una foto.

— Bien así puedo contactarme con él, a ver si vale la pena. Tiene un buen físico.

— Solo hay un problema.

Ambos salieron del ascensor y saludaron a Jisoo antes de abandonar el edificio.

— ¿Cuál?

— Es un crío.

— ¿Qué tiene 25?

— No. Apenas cumplió los dieciocho unos meses atrás.

YoonGi se atragantó con el café y tuvo que escupir una parte.

— No me jodas.

— Ambos sabemos que no me dejas.

— Yah SeokJin, no lo dije en ese sentido.

El rubio rió mientras le daba suaves golpes a esposo en la espalda, logrando que la tos se pasara.

— Sí, tiene esa edad. Jeon no estará muy feliz porque ya sabes que el solo trabaja con gente madura, pero quizás debas hablar con el chico y decidir por él.

— Me cortará las bolas.

— Eres mayor que él, imponte.

— Eso es fácil decirlo cuando nunca le has visto realmente cabreado. Que niño.

— Te aseguro que Park vale la pena. Yo si fuera un cliente, vamos...

YoonGi giró para mirarle con el ceño fruncido.

— Por suerte no lo eres. Ahora dime si tenemos alguna dirección o algo.

— Sé donde estudia, pero ni idea de si lo encontraremos allí.

— Por probar no perdemos nada y así me mantengo un rato alejado de JungKook.

Se introdujeron en el coche y SeokJin le marcó el camino. Min esperaba que aquel chico solucionara sus problemas.











— ¿Park JiMin?

El joven de cabellos castaños levantó el rostro para encontrarse con un hombre rubio junto a un peligrisáceo.

— Sí.

— Mi nombre es Min YoonGi y él es Kim SeokJin.

— Sentimos molestarte, pero queremos hacerte una oferta de modelaje ¿verdad, Min?

— Sí. Jin te vio en televisión y yo estoy desesperado por encontrar a un modelo para una campaña de mi empresa.

— ¿No requieren de modelos... con más experiencia?

El castaño dejó a un lado su bloc de dibujo y prestó atención a los contrarios.

— Créeme. El fotógrafo no está feliz con ninguno de ellos. Quiero ver si tú eres capaz de ello.

— Bueno...

— ¿Qué tal si vamos a una cafetería y charlamos más tranquilamente?

El castaño asintió ante el rubio. Los tres se dirigieron a una pequeña cafetería que se encontraba cerca de la universidad.

— Yo un expresso, él un capuchino y ¿tú Park?

— Estoy bien así.

El camarero se alejó y SeokJin extrajo una tarjeta de uno de sus bolsillos.

— Pertenecemos a la compañía Kim. Nuestro jefe es Kim NamJoon y nos ha encargado la sesión de prendas vaqueras. Sin embargo nuestro fotógrafo es un poco... perfecionista y quisquilloso. 

— Básicamente está siendo un grano en el culo. Le he llevado a los que a mi parecer son de los mejores modelos y ha rechazado a todos y cada uno de ellos. Sin embargo, y perdónanos, hemos visto tus redes sociales y chico tienes una prometedora carrera por delante.

JiMin rió ante aquello. Modelar era lo que siempre había querido hacer, pero no tenía los contactos suficientes para lanzarse al estrellato ni tampoco alguien que se fijara en él para al menos darle un empujoncito. Pero la empresa Kim era una de las mejores revistas. Tenía todas las revistas en su habitación. Jeon JungKook era un magnífico fotógrafo. ¡Y tenía enfrente a dos de sus trabajadores!

— Entonces creen que yo valgo para ello.

— Lo hacemos.

— Eres atractivo, no solo guapo. La guapura cansa. Y bueno, ahora mismo te ves adorable con esas gafas tipo nerd.

El castaño se sonrojó ante el comentario del rubio.

— SeokJin tiene razón. Supongo no tienes mucha experiencia.

— No señor, pero estoy estudiando y...

Respondió rápidamente. No podía perder aquella oportunidad.

— Ey, no te estoy reprochando nada. Tranquilízate. Eres muy joven así que es normal que apenas lleves tiempo. Sin embargo, quiero llevarte a la empresa, que Jeon te tire un par de fotos y él decida si vales o no para la sesión. Y chico, él será muy exigente, pero nosotros estaremos allí y si tienes talento quizás y solo quizás, le de tu nombre a un par de contactos.

Los ojos avellana se abrieron y sus manos tomaron la del pálido.

— Mil gracias, señor Min. Espero no decepcionarle.

— Algo me dice que no lo harás, pero todo está por verse.

— Dinos JiMin, ¿tienes ahora mismo algo que hacer? De verdad no urge un poco todo esto.

— Oh, no, no. Puedo ir ahora. 

Respondió emocionado.













— ¿Dónde demonios se metió ese enano?

Jeon bufó y observó una vez más la ventana. Lleva cerca de una hora esperando por el mayor que había desaparecido en busca de alguien. Min nunca tardaba tanto en hacer unas llamadas y lograr tener aquí a unos modelos.

Cuando la puerta se abrió, apenas tardó en girarse.

— ¿Dónde demoni-

Se calló cuando un chico de estatura media, cabello castaño y vestido con la ropa de la línea apareció en el umbral de la puerta.

— Impresionado ¿eh?

Min se quedó al lado del joven con una sonrisa ladina.

— Un poco.

Admitió.

Min le dio un codazo al joven y este hizo una reverencia.

— Soy Park JiMin.

— Jeon JungKook.

— Él es tu nuevo modelo. Así que ambos poneros en marcha y haced esas fotos.

Jeon se acercó al chico y le dio un asentimiento hacia la pared contraria donde ya estaba la cámara lista. Park obedeció.

— No seas duro con él ¿sí?

— Es muy joven. 

— Lo es, pero dale una oportunidad. Estamos un poquito desesperados ¿no crees?

— Solo por esta vez.

Caminó hacia su cámara y observó por el rabillo del ojo como SeokJin se adentraba. Negó con la cabeza antes de quedar frente a la cámara.

— Bien JiMin. Quiero que te apoyes sutílmente a la pared. Sí así. Ahora coloca tu brazo en un ángulo de 90º. Uhm, haz como si estuvieras echándote el cabello hacia atrás.

JiMin estaba algo nervioso. ¡Aquel hombre era Jeon JungKook! Y mentiría si dijera que no estaba babeando por él. Era demasiado hermoso para ser real.

Obedeció todas las indicaciones, pero por el ceño fruncido de Jeon supo que no lo estaba haciendo bien. Su corazón se aceleró cuando el hombre quedó a escasos centímetros de él.

— No trabajo con jóvenes sin mucha experiencia por esto. Estás sumamente nervioso. Necesito que te relajes ¿sí? Tienes talento y voy a hacer contigo la mejor portada de revista de esta empresa, pero necesito que hagas esto por mí.

— Sí señor, Jeon.

— JungKook.

— Sí, JungKook.

— Bien. Un consejo. Si quieres dedicarte al modelaje tendrás que ser a veces atrevido y otras super dulce. Vamos a trabajar en el primer concepto. Es normal que uno se sienta expuesto al principio e incómodo, pero todo forma parte de acostumbrarse. Eso sí. Nunca dejes que hagan contigo lo que quieran. Un fotógrafo está para sacar lo mejor de ti, no aprovecharse. ¿Entiendes?

JiMin no supo cómo logró asentir cuando las manos del hombre estaban en su cuerpo. Mientras había estado hablando le había desabrochado unos cuántos botones de la camisa y ahora se encargaba de bajar un poco los pantalones, viéndose así la cinturilla de sus boxers.

— Creo que Calvin Klein agradecerá la pequeña publicidad.

Rió antes de volver detrás de la cámara.

JiMin estaba alterado. Su corazón latía la máximo por haber tenido a JungKook tan cerca.

"Compórtate como un profesional y no como un crío hormonado".

— Ponte en la pose de antes, JiMin. Perfecto. Ahora entreabre un poco tus labios y entorna un poco los ojos. Perfecto. Ahora aguanta así un minuto.

El flash empezó a hacer su magia. Las fotos eran disparadas rápidamente, algunas veces JungKook realizaba modificaciones en la luz, pero tras un par de minutos se alejó  sonrió.

— La tengo.

Tanto SeokJin como YoonGi que habían permanecido a un lado de toda la situación se acercaron para ver la foto que tan orgulloso tenía a JungKook. Muy pocas veces habían visto aquella sonrisa de conejo.

— JiMin, ven acércate.

Le indicó el azabache al castaño.

— Wao. Está asombroso.

— Muy buen trabajo. Al fin podré echarme mi siesta.

— Oh vamos, Min.

JiMin solo se quedó allí en silencio, observándose a sí mismo. 

— ¿Sorprendido?

Giró su rostro para ver a JungKook. Tanto Kim como Min se habían marchado dejándoles solos.

— Un poco. No sé me veo... wao. No me lo creo.

— Como te dije antes. Los fotógrafos debemos sacar lo mejor de nuestros modelos, pero la belleza y el talento están ahí, solo lo mostramos.

Los ojos de JiMin se volvieron dos líneas cuando sonrió.

— Min me ha dicho que no va a hablar con sus contactos.

La sonrisa desapareció de su rostro.

— ¿Por qu-

— Tanto él como yo queremos que trabajes para la empresa y estoy seguro que NamJoon estará de acuerdo.

— Pero...

— Shh.

Posó su dedo sobre los carnosos labios del más bajo.

— Ahora que te he fotografiado, créeme quiero hacerlo aún más.

— Bueno... yo le dejaría.

— Me alegra escuchar eso, porque vamos a pasar mucho tiempo juntos y quiero conocerte.

— JungKook, yo... Le admiro muchísimo. Esto es como un sueño.

— Vas a despegar alto JiMin. Me encargaré de ello.

Ambos sonrieron. JungKook dejó que su rostro bajara un poco para quedar a centímetros del contrario.

— Al igual que me encargaré de conquistar el corazón del mocoso que me ha envuelto en su dedo.

Rozó sus labios con los rosados del JiMin. Éste cerró los ojos esperando el beso, uno que no llegó.

A cambio se escuchó una risilla. Jeon estaba ya en la puerta.

— ¿No prefieres ir a tomar algo antes de pasar a ese nivel?

JiMin se sonrojó y observó de nuevo la foto. Tomó aire y se acercó al mayor.

— Claro.





































Pues sí, así se acaba este oneshot. 

La verdad es que en un principio iba a ser solo lemon lol, pero vino la diosa inspiración y esto fue lo que salió, que la verdad me convence aún más.

Espero les haya gustado.

Les quiero.

-Yoon

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