Capítulo 7: "Entre el puño y la pared" -Parte 1-

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Solamente se escuchaban los pasos de Liam en la casa vacía. Mamá estaba de turno de la mañana en el hospital y había prometido, que a penas le dieran un tiempo libre, vendría a casa a ofrecerme un lindo y hermoso sermón de casi dos horas.-Que era el tiempo que duraba su tiempo libre.-

Mi hermano mayor pasó sus manos por su cabello y siguió caminando sin emitir palabra alguna. Fruncí mi ceño cuando pasaron veinte minutos sin que nadie dijera algo. Liam estaba más que preocupado, afectado por algo. Y yo no sabía que era.

-¿Liam?-él me señaló con sus dedo y miró fijamente a mis ojos. 

-Cállate, maldita sea, haz silencio. Estoy procesando que pudiste haber muerto en esa fiesta. ¿Qué hacía allí? Yo te di permiso para que salieras con tu amiga, no a una fiesta.-

-Liam.

-¿Puedes, alguna vez en tu vida, actuar con razón y maduración? Nos fuimos de California, por esta misma razón y ahora vuelves a cometer los mismos errores.

-Sabes que nos fuimos de California por otra razón. Yo no tuve nada que ver con la decisión de mamá y dejar la casa de nuestra infancia, Liam.-Él tomó aire y pasó sus manos por su cabello. Estaba demasiado enojado como para hablar sensatamente.-¿Qué te sucede? Has estado callado, y cuando cometo un error, tú eres el primero en recriminarme lo que hice y no dejas de hablar hasta que convences a mamá para que me ponga un castigo. -me acomodé en el sillón observando fijamente a mi hermano.-Y ahora estás en silencio, como si algo te molestara. 

-¿De donde conoces a Foster?-mi respiración se cortó. 

¿Cómo Liam sabía de Foster? 

¿Sabe su nombre verdadero?

-¿Qué...-

-Dime y te ayudaré para que mamá no te diga nada. Le diré que ya hablé contigo y que estás bien, no hace falta que venga. La llamaré por teléfono y le diré lo que quieras, pero antes dime de donde conoces a Ma...Foster. -estaba desesperado por conseguir una respuesta. Lo observé sin despegar mis ojos de los suyos.

Liam sabía algo. 

-Liam, yo no conozco a nadie con su nombre. ¿Quién es?- mentí. Tenía que averiguar lo que sabía Liam. Con la actitud que estaba teniendo en estos momentos, era obvio que no le iba a decir que él me había besado y mucho menos que yo le había devuelto el beso. Se volvería loco y me condenaría cuando mamá llegase del trabajo. 

Pero ahora la pregunta es esta. ¿Qué sabe Liam de Foster? ¿Y cómo lo conoce?

-Sé que es mentira lo que me estás diciendo, Alice. Quiero...quiero saber de donde lo conoces o si has escuchado su nombre. He escuchado algunos rumores y quiero saber si son verdaderos. Con la muerte de ese chico anoche, todo se revolucionó.

-¿De qué estás hablando?-pregunté confundida. Liam tenía su cabello revuelto por todas las veces que él había pasado sus manos en el. Parecía un lunático en busca de respuestas.

-Alice...

-¿Liam?-¿Acaso estaba jugando conmigo?

-Alice, él es peligroso, por favor, aléjate de él. Supe que estuvo en la fiesta y sus amigos ocasionaron el incidente con algunos chicos del bando contrario. Algo así. Supe que el chico al que mataron era del bando contrario...-¿No me digas? ¿En serio, Liam?-Y...-se calló de repente como si lo que estuviera por decir, era algo prohibido o algo por el estilo.

Luego de volver de la fiesta, llena de pánico y sola, entré a la cocina por algo fresco y cuando estaba caminando hacia mi habitación y encerrarme por el resto de mi vida, vi a Liam sentado en las escaleras dormido con su celular en su mano. Me extrañé que estuviera en casa, ya que pensé que luego que nos fuéramos nosotras, él se iría a alguna fiesta o algo así. 

Lo desperté con una patada en su pierna y le conté lo sucedido en la fiesta-obligadamente.-obviamente omití la escena del beso y la frase del famoso peligro de la cuidad de Santa Mónica. "Mis enemigos quieren a lo que es mío y yo no quiero que te lastimen" 

Esa frase no dejaba de sobresalir en mis pensamientos y hacía que volviera al momento de ese beso donde revolucionó la historia. 

Liam se sentó en las escaleras y yo en el sillón donde empezó a preguntar sobre Matthew, mejor conocido con Foster.

-Esta noche tengo que salir.-alcé mi vista de mis manos y miré a mi hermano. Fruncí mis cejas y lo miré dudosa.-No voy a hacer nada ilegal, supongo...-blanqueó sus ojos y yo lo miré rendida. Estaba acostumbrada a ese tipo de respuestas.-Te aviso, ya que sabes de mis salidas a la madrugada por la ventana de mi habitación. Quiero que te duermas temprano y no me esperes despierta, vuelvo al otro día, si es que sigo vivo de tanto alcohol que tendré en ese momento.-

Rodé mis ojos y subí las escaleras recordando esos ojos marrones llenos de recuerdos y esos tatuajes que guardaban tantos secretos. ¿Se podría contar una historia con solamente tatuajes?

****

Guardé mi teléfono en el bolsillo de mi campera y salí de casa sin avisarle a Liam. Estaba durmiendo tan cómodamente en las escaleras que no me animé a despertarlo. Mamá no había vuelto del hospital, así que mi vida seguía segura hasta el momento.

Giré la esquina de la cuadra del instituto y el gran susto que me llevé me costó tres de la vida que tenía. Era un chico, castaño y alto con ojos verdes. Miré alarmada a mis costados pero no había ni una persona en la calle. 

¿Dónde estaban todos cuando se los necesita?

Debe ser que son las siete de la mañana de un día martes, genia. Todos se encuentran durmiendo. Hasta tu hermano. 

Gracias, conciencia. 

Voy a morir. 

-Alice, querida. Tanto tiempo. -¿Lo conozco? Mi silenció me pareció que lo molestó ya que apretó su arma en mi frente, y estaba segura, que cuando todo pasara, tendría una marca de la punta de aquella pistola.

Si es que salgo viva. 

-¿Conoces a Matthew?- negué con mi cabeza. El solo se limitó a sonreír desquiciadamente.-Está bien, probemos con otra pregunta. ¿Conoces a Foster?-negué con mi cabeza observando el lugar en donde ocurriría mi muerte. No lo conocía, apenas ayer me enteré de su nombre y solamente nos besamos. Él no era ni mi amigo, solo... una persona que compartimos labios y un tiroteo anoche.-¿Siempre mientes cuando te preguntan algo?-esta vez, no contesté. 

El desquiciado que me apuntaba con un arma, hizo un movimiento que ni siquiera sé como lo hizo, que terminé de espaldas contra la pared y él al frente de mi, aún con su arma en mi cabeza. 

Este chico estaba loco. 

¿A que persona normal se le ocurre asesinar a alguien a las siete de la mañana?

Los asesinos no tienen horarios para asesinar, querida.

-Probemos con la última pregunta y para tu buena suerte, responde con la verdad, sino voy a tener que empezar a descontar puntos, querida.-se aclaró su garganta y su sonrisa empieza hacerse más grande. Y desquiciada.-¿Conoces a un tal Liam Moretz?-esta vez, no contesté ni moví mi cabeza. 

¿De donde conocían a Liam?

Joder.

Ese chico me debe millones de explicaciones.

El chico que me apuntaba no quitó su sonrisa de su rostro y yo no dejé de sentir pánico.  

Maldita sea, debí de haber despertado a Liam. 

-Di tus últimas palabras, querida. Respuesta incorrecta. 

-Palabras equivocadas, amigo.-Abrí mis ojos sorprendida de verlo con un arma en sus manos. El chico que me apuntaba abrió sus ojos al oír la voz de Liam y cuando se estaba dando media vuelta, una bala atravesó su cabeza, así tirándolo al suelo. 

Llena de pánico- al presenciar dos muertes en dos días seguidos y por dos personas que pretendía conocer y realmente son totalmente desconocidas- me alejé 

-Alice...

-No. Así me dijo él y mira como todo resultó.-dije en un murmuro caminando lentamente hacia atrás, recordando las palabras de Matthew al momento del asesinato de aquel muchacho.

-¿Quién te dijo eso?-preguntó Liam pateando el cuerpo del chico que hace unos segundos tenía una sonrisa en su rostro. A pesar de que era un psicópata.-Está muerto.-anunció en un suspiro. Escondió su arma detrás de su espalda, como Matthew había echo anoche, luego de la muerte de ese chico.-Que sorprendentemente también nos apuntaba con un arma.- y llevó a rastras al chico recién asesinado hasta detrás de un arbusto.-Aquí no lo van a encontrar fácilmente, solo los de su bando. 

-¿Qué haces con un arma? ¿Cómo sabías que estaba aquí y en peligro?-Él alzó sus hombros despreocupadamente.

-Instinto de hermano.-sonrío de lado y avanzó un paso, haciendo que yo avance un paso también pero hacia atrás.-No te voy a hacer daño, Ali. Vamos, te llevaré al instituto y luego te pasaré a buscar cuando salgas. Y esta vez...-me apuntó con su dedo achicando sus ojos de manera sospechosa.-No quiero que te vayas con alguien que tenga tatuajes.-

¡Lo sabía! Liam se había enterado-de una manera muy sospechosa.-que yo había ido a tomar un café con Matthew. 

Joder.

-Liam.-dije caminando detrás de él en dirección de su auto.- ¿Sabes que me tienes que explicar muchas cosas?

-¿Ah si? ¿Cómo cuales?-se hizo el desentendido mientras arrancaba el auto y empezaba a conducir. 

-No te hagas el idiota. ¿Cómo sabías que estaba en ese lugar y porque llevas una arma contigo?

-Hoy respondiste una de mis preguntas con una mentira, así que tengo el derecho de responderte con una gran mentira que te pondrá a salvo hasta que yo resuelva unos asuntos.- lo miré confundida. Había echo esa pregunta para ve que respondía, a pesar de que ya sabía la respuesta. 

Joder. 

-¡Hey! Tú me hiciste una trampa. Querías ver que respondía. Por supuesto que conozco a Foster, todo el mundo lo conoce. Además dicen que va a mi instituto.-

-Ya lo sé, Alice. No hace falta que me respondas ahora para que yo te responda con la verdad. Y con respecto a tus preguntas, llevo un arma para defenderme de los chicos malos de la cuidad. Dicen que Santa Mónica es una cuidad de criminales. 

Lo miré con mis ojos abiertos. Estaba atónita a lo que estaba escuchando. 

¿Había dicho lo mismo que yo creí escuchar?

Santa Mónica es una cuidad de criminales.

Foster, me había dicho la misma frase que Liam en este momento. 

-¿Lo conoces?-dije apresuradamente. Liam dobló en una esquina remojando sus labios. Solo faltaban algunos minutos para llegar hasta el instituto. Dudó en responder, pero su silencio me dio la respuesta.

Gracias, Liam. 

-¿A quien?-él sabía a quien me estaba refiriendo, pero prefirió en hacerse el desentendido. 

-¿Lo conoces, Liam?-

-Llegamos. Es mejor que te bajes, llegarás tarde a tu clase.-miré a sus ojos fijamente, casi obligandolo a que me respondiera, pero él me índico con su cabeza para que bajara de su auto.-¡Ah! Ni una palabra a mamá, Alice. No me obligues a hablar, mi cabeza está en juego. Por favor, enana. -asentí cohibida por todo lo que había sucedido en estos días. 

Y todavía estamos martes. 

****

-Entonces...-Lottie tragó el pedazo de carne que había llevado a su boca antes de empezar a hablarme sobre la fiesta.-Empezaron a discutir algunos chicos y cuando todo el mundo estaba viendo a esos chicos que se estaban golpeando, ¡Pum!-alzó sus manos al aire haciendo un circulo con ellas.-Empezaron los disparos, gritos e insultos.-ella se acostó en la mesa con sus manos sobre esta, un nuevo secreto viene  a mi.-Dicen que los enemigos de Foster eran los que habían empezado la disputa por una chica.-dejé mi tenedor de plástico sobre mi plato y ahora si le presté atención.

-¿Una chica?-me hice la desentendida. Lottie asintió con su cabeza.-¿Foster tiene una chica en la mira?-ella volvió a asentir con su cabeza.

-La están buscando.-se encogió de hombros.- dicen que él la besó en la fiesta, pero ya sabes, son solo rumores de la gente.-volvió a comer su carne con papas al horno-exclusiva de la cocinera-despreocupadamente, mientras que yo, por dentro, moría de ganas de golpear al desgraciado.

-¿Y donde estuviste toda la noche, Lottie? Desapareciste, así que me fui temprano a casa. Liam no se encontraba, me ahorró toda la charla sobre esa fiesta y todos los acontecimientos que sucedió anoche. -mentí. Ella achicó sus ojos observándome fijamente. 

-Iba a hacerte la misma pregunta, pero te adelantaste. Estuve con Lancaster toda la noche, ya sabes...-alzó y bajó sus cejas de manera perversa, dándome a entender lo que habían echo durante la madrugada. 

Asentí sin emitir palabra alguna. 

Antes de que pudiera decirle algo, un silencio abundó la cafetería  dándonos a entender quien estaba llegando. 

-Ahí vienen.-dijo mi amiga a mi lado en medio de un susurro. Frotó sus manos y sonrío. La observé confundida por su actitud. Pero no tuve tiempo de preguntarle que le estaba sucediendo, ya que Foster y su manada entraron a la cafetería con sus rostros serios. 

Todo el mundo empezó a moverse nervioso y a disimular que no lo estaban viendo caminar hasta su mesa habitual. Cuando pasó cerca de la mesa en donde estábamos Lottie y yo, sentí su mirada potente y la de algunos de su manada. Lottie me codeó fuertemente sonriente.

-Mañana a la noche tiene una pelea con su gran enemigo, fuera y dentro del ring, Tristán Evans.-remojó sus labios y me observó perversa.-Espero que aceptes ir conmigo mañana en la noche, escuché que habrá otras peleas que te interesarán observar, pero te mantengo la sorpresa para la noche de mañana-Mordió su labio inferior ladeando su cabeza. Asentí con mi cabeza mirando de reojo esa mesa misteriosa, especialmente, al que no sacaba su mirada de mi. 

-Estate segura que allí estaré, Lottie.-murmuré bajando mi mirada a mis manos lastimadas.

Demasiadas sorpresas para hoy.

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