Capítulo 22: " Locura" (Parte 2)

* * * *

Alice

Abrí la puerta de la casa y luego la cerré de un portazo. Liam había arreglado todo el desastre que había hecho Matthew y el idiota de Lancaster.

Solté un suspiro mientras tomaba rumbo a mi cuarto y desaparecer hasta mañana a la mañana tenía que ir a clases. Tiré mi mochila al sillón, pero antes de que pudiera escabullirme a mi habitación, Liam apareció desde la cocina con sus brazos cruzados por encima de su pecho.

Lo miré molesta. No tenía ni ganas de hablar con él. Joder, ¿La mano derecha del jefe de los Lions? ¿Cuántos secretos más me iba a ocultar?

— ¿Dónde estabas? — preguntó con un tono frío. Lo ignoré. Subí las escaleras pero su voz me detuvo. —Alice, te estoy hablando. — dijo entre dientes.

— No quiero hablar contigo, Liam. — dije mirándolo de reojo. — Estoy muy enojada contigo. Me ocultas cosas como si yo fuera una persona desconocida. — me giré sobre el escalón mientras iba bajando los que ya había subido. Estaba muy molesta. — Estoy metida en esta jodida mierda y tú estás tan tranquilo como si no estuviéramos en peligro. !Joder¡ Casi me matan hoy.

— No te va a pasar nada, Alice.

—¿Cómo estás tan seguro?— le pregunté desconfiada. Vi duda en su mirada y eso hizo que desconfiara aún más.  — Contestame, dime cómo estás tan seguro que no nos van a matar. Si no fuera por Matthew y Nathan, estaría en manos de los Dragons.

—Solamente lo sé. No tengo que darte explicaciones. — su tono de voz era tan distante, tan frío... Lo miré entre sorprendida y decepcionada. Negué con mi cabeza lentamente y solamente me dediqué a mirarlo.

—Entonces me voy a mi cuarto. No tengo más nada que hablar contigo. — di media vuelta y él habló. 

—No me has dicho donde estabas. Espero que no con Matthew porque me voy a enterar. — sonreí sarcásticamente mientras cerraba mis ojos.

Ten paz mental, Alice. Paz mental.

—No te interesa si estoy con Matth o no, tú no tienes papel en mi vida. Yo sé manejarme sola. — contesté fríamente y subí las escaleras dejando a mi hermano en la sala.

Apoyé mi cabeza en la puerta soltando un suspiro. No reconocía a Liam, no sabía que era lo que estaba pasando y estaba cansada de todo.

Caminé hasta mi cama y me recosté en ella pensando en todo lo que había sucedido en el día.

Matthew.

Se veía tan hermoso con la ropa que llevaba puesta,  luciendo sus tatuajes. Y la forma en que me miró cuando entró a la casa hizo que mi estómago diera vueltas.

Solté un suspiro. Ese chico me estaba volviendo loca. Cerré mis ojos por un momento con la idea de esos tatuajes y unos hermosos ojos.

Algo vibraba.

Vibraba fuerte.

Arrugué  mis cejas y moví mi cuerpo. Parpadee rápidamente y la oscuridad de mi cuarto fue lo primero que vi.

Me había quedado dormida.

No me digas, Alice ¿Enserio? Gracias por el graaaaan dato.

La luz de mi teléfono alumbró la habitación. Lo tomé entre mis manos y achiné mis ojos debido al brillo, pero se abrieron rápidamente al ver quien era que me estaba mandando mensajes.

— Joder. — murmuré para mi misma abriendo el mensaje. Mordí mi labio intentando ocultar una sonrisa.

Matth "chico peligro" 23:30pm.

Deja abierta la ventana, Bonita. O sin seguro, como tú quieras.

Matth "chico peligro" 23:40 pm

¿Alice?

Matth "chico peligro" 23:45 pm

¿En dónde estás, Alice? No contestas mis mensajes.

Matth "chico peligro" 23:50 pm

Alice, contesta el maldito teléfono. Me estoy preocupando y no quiero llamar a Liam.

Matth "chico peligro" 23:50 pm

Nath me dijo que te vio entrar a la casa y luego no saliste más. Contesta el teléfono.

Abrí mis ojos sorprendida por todos los mensajes, el último había sido hacía una hora. Joder ¿Nathan controlaba mi casa?

Bajé el brillo de la pantalla y apreté para escribir. Solté un suspiro antes de teclear mi mensaje. 

Estoy bien. Solo me quedé dormida y recién veo los mensajes. ¿En dónde estás?

Mordí mi labio y presioné el botón "enviar". Solté un suspiro. Listo. Lo había hecho. Un sonido de una vibración resonó en mi habitación y me senté en mi cama confundida.

Mi teléfono no era. Y tampoco creía que Matthew me contestara tan rápido. No es algo de su estilo.

—Ahora lo sé. — dijo alguien en la oscuridad. Giré mi cabeza rápidamente y grité al ver una sombra, pero cuando empezó a caminar pude divisar quien era por la luz que entraba por mi venta.

Solté un suspiro de alivio.

— Joder, que susto me has dado. — murmuré poniendo una mano en mi pecho. Matthew sonrió.

— Tú también me has dado un buen susto. - caminó lentamente y se sentó al pie de mi cama. Sonreí de lado y me acomodé sentándome en la cama, estaba un poco despeinada, pero no me importaba. 

Solo pensaba en los ojos de Matthew que resaltaban por la luz de la luna. Y que si seguía pensando así, iba a terminar llorando algún día por ellos. Unos ojos así de preciosos no conquistan a cualquiera. 

Foster se acercó lentamente, colocó ambas manos en mi rostro mordiéndose su labio, dudando, pensando y analizando su siguiente acción. Alcé mi ceja derecha mientras trataba de ocultar una sonrisa. 

— ¿Me vas a dar un beso o te vas a quedar ahí como un tonto?— Matthew sonrió negando con su cabeza como si yo estuviera loca. Miré a sus ojos haciendo que una sensación extraña fuera hacia mi estomago, como si estuviera lleno de nudos. 

— ¿Y porque no me besas tú? — sonrío pícaro. Negué con mi cabeza divertida y me acerqué juntando mis labios con los suyos, lo atraje hacia mí colocando mis manos sobre su cuello, rodeándolo para que no se separe de mí. Sentí la sonrisa del chico malo sobre mis labios que me respondía el beso. Matthew pasó sus manos debajo de mi blusa acariciando mi espalda, subiendo y bajando sus manos por todo mi cuerpo. 

Alcé mi pierna encima de la suya, Matthew se dio cuenta que es lo que quería hacer y colocó su mano debajo de mi trasero y me alzó colocándome encima suyo. Me separé por un momento para tomar aire pasando mis manos por su rostro mientras que una sonrisa aparecía en mi rostro.

— Dios mío, mujer. Me vas a matar —  suspiró y juntó su frente con la mía. Relamí mis labios y cerré mis ojos recordando sus caricias sobre mi cuerpo. —  Y tú hermano también. —  su agarre se hizo más fuerte apretándome hacia él.

—  Tratemos de no pensar en mi hermano esta noche. —  mordí mi labio dándole un pico en sus labios, él se aprovechó de eso y atrapó mi boca en la suya siguiendo el beso. Alcé mis manos para acariciar su pecho y de un momento a otro, los dos estábamos sin remera. Matthew acarició mi cuerpo, llevando una mano hacia mi trasero dándole un ligero apretón pero luego la subió la dejó en mi cintura.

Con mis manos lo fui acostando y me quedé arriba de él, pero de un momento a otro, el que estaba arriba era él y no yo. 

— Hasta en la cama eres así de posesivo. —  afirmé sonriendo como una tonta sintiendo sus caricias y su respiración sobre mi cuello. 

— Ya vas a ver qué mas puedo hacer en la cama —  murmuró besando mis pechos, acaricié su cabello sintiendo un placer que nunca antes lo había sentido. Apoyó su cabeza entre el hueco de mis pechos y se recostó en ellos soltando un suspiro. — Me vuelves loco, Alice. —  Mordí mi labio y seguí acariciando su cabello mientras cerraba mis ojos. —  Y me encanta estar así contigo. —  sonreí media dormida.

—  A mi también me encanta estar así contigo y no que me grites y me ignores. —  murmuré por lo bajo. Sentí un suspiro y se recostó al lado de mi, colocando su mano en mi cintura y la otra apoyaba su cabeza. Estaba de costado, observándome de una manera que me daba escalofríos, porque era tan intensa y podía notar el deseo en sus ojos. 

—  Lo siento si a veces soy muy duro contigo, es que me da miedo la idea de perderte para siempre. Y si me alejo de ti, puedes estar segura. —  subió su mano hasta mi mejilla y me acarició lentamente con su pulgar. —  Pero no puedo, porque estas siempre en mi mente, porque no puedo parar de pensar en ti. Me da miedo el perderte, pero también quiero estar contigo. 

— Matthew...—  tragué saliva tratando de ignorar lo que estaba diciendo. 

— Tú siempre serás mi excepción favorita, esa regla que he roto varias veces, eso que negué, lo imaginable, eso a lo que dije nunca más. Me vuelves loco... 

Me limité a mirarlo, sorprendida y a la vez temerosa.  ¿Lo estaba diciendo enserio? Mordí mi labio observando sus ojos, sintiendo sus caricias y apreciando la noche que nos había tocado. Estábamos en mi cuarto, recostados en mi cama en la oscuridad a excepción de la luz de la luna y del alumbrado de la calle. Sonreí de costado, temerosa, avergonzada y a la vez ansiosa por todo lo que estaba pasando. 

Me acerqué hacia él rápidamente y le di un ligero beso, alejándome con una sonrisa. Internamente, había aceptado lo que me estaba diciendo. 

— No, no, no. ¿Me expreso contigo y tú lo que me das como respuesta es un pequeño beso?— sus ojos decían " no te vas a librar de esta, Alice" Su mano que estaba en mi mejilla sostuvo la mitad de mi rostro y se acercó lentamente juntando sus labios con los míos. Abrí mi boca recibiendo su lengua, expresando todo lo que sentía por él en aquel beso de aquella noche con la luna de testigo. 

Abrí mis ojos sintiendo un portazo desde la parte de abajo de la casa. Empujé a Matthew haciendo que rebotara en el colchón, me observó confundido, lo miré alarmada.

— ¿Pero qué...? — Puse mi dedo índice en mis labios en señal de que hiciera silencio y observé la puerta de mi habitación tratando de escuchar algún ruido que proviniera de la planta de abajo pero no se escuchó nada. 

Coloqué mi mano derecha en mi pecho dándome media vuelta observando a Matthew que me miraba confundido. 

—  ¿Qué pasó, Alice? —  frunció sus cejas preocupado. Tragué saliva sintiendo un mala energía en el ambiente, algo malo estaba pasando, podía sentirlo. 

— Sentí que se cerraba la puerta de abajo con fuerza —  susurré sentándome a su lado, nuestras rodillas se tocaron y sentí un escalofrío por todo mi cuerpo. 

—  ¿La puerta estaba con llave? ¿La has cerrado? —  preguntó poniéndose en alerta. Empezó a buscar su remera y la mía pero no la podíamos ver debido a la oscuridad de la habitación. 

—  No recuerdo. Discutí con Liam y me encerré aquí hasta recién. No se nada de Liam desde esta mañana. —  mordí mi labio preocupada. —  Voy a prender la luz —  dije intentando levantarme, pero él tiró de mi brazo y volví a estar sentada. 

— No, no enciendas nada. Si hay alguien en la casa se pueden dar cuenta que estamos aquí. No quiero ponerte en peligro. — asentí sin rechistar, tenía razón. — La vez que me prestas atención, pasa algo malo que arruina el momento. Joder — pasó sus manos por su rostro en señal de frustración, reí bajito y besé su boca en un movimiento rápido. 

— Ponte la remera, vamos a ver quién es. —  me lanzó la prenda y él se puso la suya. Se agachó revisando su chaqueta y de ella sacó un arma. Abrí mis ojos asustada pero con la mirada que me dedicó Matthew, me quedé en silencio. Hice una acción de que cerraba un cierre en mi boca alzando mis brazos en son de paz. Matthew sonrió divertido y caminó hasta quedar delante de mí. 

— ¿Y si es Liam? Y si te ve aquí ¿Qué le decimos? 

— Shhh Si fuera Liam ya hubiera dicho algo o te avisaría que está aquí para no asustarte.—  Foster abrió la puerta lentamente pero esta hizo un chillido que retumbó por toda la casa. Sonreí de lado de manera inocente cuando él me miró frustrado. —  Hazme recordar que le ponga un poco de aceite a esto, porque si me tengo que escapar por aquí, estoy muerto, Alice. —  golpee su hombro y empezamos a caminar lentamente. Recordé como escapamos en el hospital junto con Liam y él, era la misma situación, solo que mi hermano estaba desaparecido. 

— Joder, hay alguien. —  Foster levantó su arma sacando el seguro y caminó lentamente conmigo pegada a su espalda. Tragué saliva sintiendo los nervios por todo mi cuerpo, mis manos me temblaban y mis piernas estaban caminando por instinto, pero si no, estaría tirada en el piso en el más allá. 

Solté un suspiro tratando de calmar mis nervios. Agarré la camisa de Matthew haciéndola un bollo en la parte de abajo y caminando lentamente como él lo hacía. Bajamos los últimos escalones tratando de no caerme y arruinar todo porque la casa estaba todo oscura, no había ni un poco de luz. 

Matthew caminó rápidamente pero a la vez en silencio hasta la persona que estaba en la sala, colocó el arma en la parte superior de la cabeza, haciendo que la persona alce las manos lentamente hacia arriba. Pero de un momento a otro, la persona que estaba usurpando mi casa, se dio medio vuelta y apuntó la frente de Matthew. 

Joder, en dos segundos dio vuelta la situación. 

************

¡Hola! Miren quien volvió (yo no, pero tu sí xD) 

He estado media perdida con esta historia, pero era porque estaba con exámenes y mi tiempo se agotó en dos segundos, así como a Matthew y Alice. 

¿Qué les pareció este capítulo? ¿Matthew seguirá enamorando a Alice o se alejará como hace siempre?

¿Quién será la persona que entró a la casa de Alice? ¿Amigo o enemigo?

Apuestas.... Apuestas por aquí. 

¡Espero que les haya gustado! Millones de gracias por todo y sobre todo, por la paciencia. No se olviden de dar su votito de amor y dejar un comentario si les gustó. A veces eso le hace saber a la persona que escribe que hay personas leyendo su historia y que les gusta, eso motiva a seguir escribiendo y que las actualizaciones no sea taaaaaaaaaaaan lentas. 

¿Qué dicen? ¿Les va gustando la historia? 



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