Capítulo 2: "Rumores "
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Recosté mi cuerpo en el banco de clases, ciencias es la materia más aburrida de este mundo. La señorita Chesteflick escribía en la pizarra las formulas químicas explicando cada cosa que colocaba en la pizarra, pero como yo había algunos que no les prestaban atención.
Resoplé aburrida haciendo que Lottie mire en mi dirección y ría.
-¿Aburrida?-pregunta ella.
-Como no tienes idea...-murmuré. Cuando me decidí agarrar mi lápiz y empezar a anotar los apuntes, porque sabía que esto lo iba a poner el siguiente examen, un ruido secó hizo eco en toda la sala de nuestro curso. Alcé mi cabeza y un chico misterioso con su mirada seria estaba parado en medio de la entrada de la puerta. Una mirada verde con un poco de amarillo fulminaba a la profesora que lo único que hizo al sentir ese ruido, fue regañarlo.
Tragué saliva sintiéndome como un oso panda en plena cacería, aunque no tengo ni la menor idea porqué pensé eso y como me sentía. Él chico tenía un tribal en su brazo derecho, varios tatuajes hacían presencia en su brazo y algunos en su cuello. Esa grandiosa obra en su cuerpo hacía que muchos miraran más que a su rostro.
Entró a la sala e ignorando la mirada regañadora de la profesora, se sentó detrás de mí. Tensé mi cuerpo cuando sentí su respiración en mi cuello y un cuaderno aterrizó en mi mesa. Elevé mi ceja confundida y un poco enojada, me dí media vuelta mirando al recién llegado que sonreía de lado.
-Haz tu trabajo, bonita.-su voz era grave pero a la vez sensual. Volví la mirada a mi banco, cambié de cuaderno y empecé a tomar apuntes. La clase siguió y de vez en cuando sentía su sonrisa.
Maldito idiota...
Sonó el timbre para el receso. La profesora Chesteflick caminó rápido saliendo del salón como si nosotros tuviéramos peste negra. Reí guardando mis cosas observando de reojo al chico misterioso. Dejé su cuaderno en su banco y agarré a Lottie de su brazo caminando rápido para llegar al comedor.
Antes de salir del curso, asomé mi cabeza para ver la reacción del chico tatuajes, reí al verlo levantar su cabeza y fulminarme con su mirada. Espero que el "estudia" le quepa en su cabeza. Yo no soy una máquina de escribir. Ni mucho menos de un chico lindo con muchos tatuajes.
-Eso fue bueno.-murmuró Lottie riendo a carcajadas.-Tengo algo que decirte.-chilló.
Coloqué mis ojos en blanco sabiendo que empezaría con sus chusmerios o una fiesta nueva para el fin de semana.
-Dime. -respondí concentrada en la comida tan extraña que nos daban en Santa Mónica.
-Tienes que ponerle un poco más de alegría, Alice. ¿ Y sabes que me enteré para este fin semana?
-Dime-repetí caminando a nuestra mesa habitual. Nos sentamos en las sillas y moví mi tenedor con una mueca de asco en mi rostro.
-¡Hay una fiesta este sábado, tenemos que ir!-Resoplé dejando los cubiertos en la bandeja y miré a sus ojos verdes.
-Ni sueñes. Es sábado de maratón de Harry Potter. No es reemplazable. -murmuré entrecerrando mis ojos. Lottie sonrió y sus ojos brillaron.
-Ten cuidado.-alcé mi ceja confundida.
-¿Y ahora qué hice?
-Vi lo que pasó con Foster.-respondió sonriendo de lado. Alce mi ceja -Foster, idiota. Él chico tatuajes.
-¿Y su apellido?
-Foster es su apellido-susurró acercándose un poco. -Escuché rumores que no puedes nombrarlo ni mirarlo. Es la definición de Peligro, hay varios rumores que asesinó a gente inocente y que estuvo varias veces en prisión.
-¿Y tu crees eso, Lottie? Solo son rumores.-contesté.
Ella alzó sus manos al aire y se recostó en la silla cruzando sus brazos sobre su pecho. Hizo un puchero con sus labios y luego lanzó una carcajada.
-Eso es lo que dice la gente. Foster es peligroso y está metido en cosas raras. -hice una mueca con mis labios y miré a la chica loca que tengo de amiga.
-No creo en eso. Solo son rumores ¿Verdad?
-Eso es lo que dice la gente, para inventar rumores tienen que haber indicios de algo. Y él no se ha tomado el tiempo en desmentirlos.
**********
Al salir de la escuela, como de costumbre, todos los adolescentes hormonales salen corriendo como si hubiesen estado encerrados más de veinticuatro horas en un lugar sin comida ni agua. Blanqueo mis ojos al escuchar frases como >>Oh, si. Al fin salimos de la cárcel>> o como >>No veo la hora de que llegue el fin de semana para ir a esa fiesta>>
Me detuve al notar que Lottie no estaba conmigo a mi lado como de costumbre, cada vez que salimos del instituto vamos a mi casa a armar la siguiente fase de romance de mi mejor amiga, pero la loca de pelos de colores, no está.
Observo con mi ceño fruncido a mi alrededor, pero con tanta gente no se puede observar demasiado quien es quien. Pero si reconozco al "chico tatuajes" de esta mañana. Y me da un poco de cobardía al sentirlo tan cerca, y los rumores que me contó Lottie esta mañana, llegan a mi mente haciendo que me imagine cualquier cosa de este chico tan atractivo.
Pero la curiosidad me ganó y me atiné a observar sus acciones. Él parecía esperar a alguien, quien desconozco, sus tatuajes estaban a la vista y tenía una campera de cuero colgando de su mano, tenía puesta una remera blanca pegada al cuerpo, haciendo que el tribal en su cuerpo se note mucho más y se pueda apreciar la obra maestra que habrá hecho alguna persona que tenga demasiado coraje para acercarse a cinco centímetros de él.
Y me enamoré de sus tatuajes. Y aún más de una flecha cruzada con otra y las puntas de estas tenían como plumas colgando. Entrecerré mis ojos por causa del sol que no me dejaba ver demasiado. Suspiré cautivada y seguí mirando lo que hacía, pero lo único que se dignaba a hacer, era teclear su teléfono con rapidez y demasiada furia.
¿Quién habrá despertado al lobo?
Shh. Ahora no, conciencia.
Pero si él chico es lindo. Ve y dile tu nombre.
Por supuesto que no, aún soy joven para morir.
Tu te lo pierdes...
Sacudí mi cabeza alejando esos pensamientos de mi mente y vi como una camioneta negra se acercaba hacia el chico misterioso y se detuvo frente a él. El conductor bajó el vidrio y sonrío y creo que juré morir en ese momento. Su sonrisa era perfecta.
-Hasta que te dignas venir, idiota.-murmura enojado Foster abriendo la puerta de la camioneta.
-Estuve haciendo algunos trámites.-Y supe que no eran trámites muy legales por motivo de su sonrisa maliciosa. Foster fulminó con su mirada al conductor de cabello negro y como el misterioso chico de tatuajes, llevaba una remera mangas cortas pero de color negra. Y sus brazos estaban tatuados.
Cuando Foster abrió la puerta, el chico conductor, que suponía que tenía mi misma edad o tal vez un año mayor que yo, conectó su mirada con la mía.
Abrí mis ojos y traté de esquivar la mirada, pero ya era demasiado tarde.
-Tienes una acosadora.-murmuró el chico mirando a Foster. Este último se media vuelta y me observó por un largo rato pero suspiró y se metió a la camioneta. Dio una palmada en la nuca a su acompañante y este arrancó para desaparecer entre los alumnos que se mezclaban entre tantos automóviles.
¿Qué rayos fue eso?
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