> > > > 

-¿Qué carajos estás haciendo a esta hora?-dijo Liam levantándose de las escaleras con todo su cabello despeinado. -Te estuve esperando toda la noche, hasta pensé en aceptar ver a Matthew contigo.-sonreí de lado abrazando a mi hermano.

-Lo siento, Liam. Lo arruiné todo.-él se alejó de mí y me miró confundido. 

-¿Qué pasó?-suspiré y me senté junto a él en las escaleras. 

-No puedo hacerlo, él mató a una persona por mí, me sentí la peor basura del mundo.-Pasé mis manos por mi rostro y miré a sus ojos. -¿Cómo pueden vivir de esa manera?-

Liam se quedó en silencio y luego de unos segundos-que fueron eternos- sonrío y me contestó.

-Al principio duele y cuesta demasiado, pero luego te acostumbras. Y antes que digas que lo estamos haciendo no es normal y que no está bien, yo te diré que para mí es un escape de toda la realidad y si yo le disparo a alguien es solamente cuando alguien me está disparando o la vida de un ser querido, sea un amigo, novia o hermana, lo que sea, esté en peligro. Y no me importa matar a alguien, porque esa persona que quiero, está viva. Gracias a mí. 

-Matthew me dijo que no voy a verte si no me uno al grupo.-Liam tomó mis manos y sonrió de lado.-

-Puedes verme todas las veces que quieras, enana. Eres mi hermana, mi mayor tesoro eres tú y no voy a dejar que nadie te haga daño, incluso Matthew. 

-A él no le importo.-murmuré. Liam tiró su cabeza hacia atrás soltando una carcajada.

-Créeme que cuando él se preocupa por alguien, es porque eres importante. Y si dices que Matthew puso su pellejo en riesgo por ti, eres más que importante en su vida. -palmeó mi hombro y se puso de pie.- Algún día te contará su historia y sabrás por que te lo digo y porque actúa de esa manera con la gente que no es de su entorno. 

-¿A dónde vas?-pregunté confundida. Sacudí mis pantalones y lo miré subir las escaleras.-

-A preparar todo para la cacería de esta noche, si quieres ir, te recomiendo que duermas una buena siesta e inventes una buena excusa para ir. 

-¿Porqué? Tú sabes que voy a ir. No puedo dejarte solo ¿Recuerdas? Siempre juntos, idiota.-Liam sonrío y negó con cabeza.

-Piensa en algo mejor, hermanita. Mamá viene a la hora del almuerzo ya que tiene día libre.-dijo antes de encerrarse en su habitación. -

Joder.

Me había olvidado de mamá. 

> > > > 

-No estoy segura de esa teoría, Lottie. -abro la puerta de la cafetería y paso luego de mi amiga.

-Piénsalo así, Alice. Estoy cien por ciento segura que es así. Le importas, me contaste lo que pasó aquella noche, y ahora me dices que se encontraron en medio de un parque en donde estaba haciendo ejercicio con tu hermano y que te ignoró en presencia de Liam. Es obvio que a tu hermano le tiene respeto y que no sabe nada de la situación de ustedes dos. -dijo tomando asiento en mesa al lado de un ventanal, suspiré imitando su acción y haciéndole seña al camarero para pedir una buena taza de chocolate caliente. 

-Liam sospechó algo, me preguntó si lo conocía y obviamente le contesté que no. -murmuré tomando la carta que había sobre la mesa viendo que más podía pedir para acompañar mi bebida.- Un chocolate caliente y dos cupcake, por favor. 

-Entonces con más razón, Foster tiene miedo a Liam. Y a ti te quiere más que cerca.-abrí mis ojos al escucharla decir eso, miré al camarero que trataba de ocultar su sonrisa. Achiné mis ojos fulminándola con la mirada. Ella sonrío coqueta dejando sus lentes de sol en la mesa.-Un capuchino con dos tostadas, ahora vete, deja de escuchar conversaciones de mujeres.-hice una mueca y miré al castaño en modo de disculpa. 

-¿Qué tal la pelea?-murmuré observando al chico como hacía el café de mi amiga.-Lamento no poder ir, pero...

-Más que entretenida, querida.-dijo ella interrumpiendome.-Foster estuvo más que fantástico, llegó un poco tarde, no me preguntes el motivo, no quise saberlo. Tal vez se enrolló con una chica y se entretuvo más de la cuenta.-rió sacudiendo su melena. Bajé mi mirada al recordar la discusión que habíamos tenido. 

Y pensar que fui tan tonta en creer que él no iba a pelear más.

Dejó de hablar cuando el mesero vino a traer nuestros pedidos, le agradecimos y se marchó. Lottie dio un sorbo a su café y sonrío. No se que le pasaba hoy, pero estaba más que feliz y eso hacía que sospechara de ella. 

La última vez que estuvo así, fue cuando descubrí que Liam estaba peleando en sos lugares horribles. Y que era el mejor amigo del chico más temido de la ciudad. Y que yo había besado. 

-Lancaster me contó que está planeando un nuevo robo, no se sabe en donde, pero pronto quedará en la cárcel, así que no te hagas muchas ilusiones, Alice. -alcé mi ceja con curiosidad. ¿Cómo sabía eso Lancaster?

-¿Cómo se enteró tú novio, Lottie?-pregunté desinteresada. Ella sonrío de lado y dio otro sorbo a su café.

-A veces hay traidores entre nosotros.-bajé mi mirada y tomé de mi chocolate caliente. ¿Eso había sido una indirecta?  Tenía que contarle a Liam, ya que los Dragons sabían sobre la cacería de esta noche, pero no el lugar. A menos que Lottie esté diciendo la verdad a medias y me esté tendiendo una trampa. 

Estaba por volverme loca. 

Antes de poder decirle algo más, mi teléfono empezó a sonar y el nombre de Liam apareció en pantalla. Suspiré y apreté el botón para contestarle la llamada. 

-Dime, hermano. -murmuré llevando el teléfono a mi oído. Vi a Lottie que estaba prestando mucha atención a la llamada. Di un sorbo a mi bebida mientras escuchaba a Liam hablar.

-Mamá ya llegó, está cocinando. Me preguntó por ti y le dije que habías salido con tú amiga y que tenías planes para esta noche.-mordí mi labio al escuchar a Liam decir lo de esta noche. 

-Voy enseguida, estoy en la cafetería de siempre. Dile a mamá que llegaré para poner los platos y que tú los lavaras, te toca esta semana.-reí tratando de evitar el tema de la salida.

-Sueñas mucho, hermanita. ¿Ya pensaste que le dirás a mamá? Si le digo que sales conmigo y unos amigos tengo dudas que te deje, pero si lo intentamos, tal vez salimos ganando mucho más esta noche que lo planeado.-aclaré mi garganta masajeando mi frete. Liam, joder.

-No, Liam. No le he pensando, hablamos cuando llegue a casa, estas tomando de mi tiempo sagrado de Lottie y Alice. Mi chocolate se enfría.-Antes de que dijera algo más, corté la llamada. Guardé mi celular en mi cartera y empecé a tomar mi chocolate más rápido para irme lo antes posible. 

Si evitaba las preguntas de Lottie, estaría más tranquila.

-¿Te tienes que ir?-preguntó ella confundida. Asentí con mi cabeza debido a que mi boca estaba llena. Amaba estos cupcakes. 

-Mamá está en casa y tiene la cena lista. Tengo que llegar antes de que esté todo listo, para no lavar los trastes.-reí intentando buscarle algo de humor a lo que acabo de decir. Lottie sonrío de lado observándome como si fuese un bicho raro. 

-Antes de que te marches, ¿Porque no salimos esta noche? Hace mucho que no lo hacemos.-mordí mi labio mientras tomaba mi cartera y verificaba si estaba todo en orden.-¿Qué dices?-achiné mis ojos en busca de algo maléfico en su tono, pero no había nada. Solo Lottie. Ella  no sabía nada sobre los robos, los Dragons, ni nada sobre esa jodida mierda. Era yo la desconfiada que creía en palabras de otros y no de mi amiga.

Pero había hecho un trato con mi hermano y no podía romper con mi palabra. 

-Lo siento, Lo. Tengo planes esta noche, luego te cuento.-le tiré un beso al aire y me marché de esa cafetería sintiendo la mirada de mi amiga en mis espaldas. 

> > > > 

Abro la puerta de casa dejando las llaves en la mesa que está al lado de esta y cierro la puerta para luego ir a la cocina, en donde debería estar mi familia. Fruncí el ceño al ver a mamá colocando los platos sobre la mesa. No había rastros de Liam. 

-Hola, mamá.-sonreí al verla luego de una semana. El trabajo que tenía complicaba nuestra relación, pero ella siempre estaba cuando la necesitamos. 

Una vez no podía hacer unas ecuaciones de matemática y Liam se había cansado de explicarme y como yo no entendía su manera de explicar, me tiró el lápiz por la cabeza y se marchó dejándome sola con mi cuaderno. Ese día llamé a mamá que estaba en el hospital y dejó a un paciente que tenía abierta su mano para explicarme como se sumaban los números en esa ecuación. 

En fin, ella siempre estuvo.

Mamá levantó la cabeza y sonrío haciendo que dos hoyuelos aparezcan en sus mejillas. Besé su mejilla y le saqué los platos de las manos.

-¿Porque Liam no está ayudándote? Le convenía poner los platos, así se salvaba de lavarlos.-dije confundida colocando los vasos. Mamá fue a revisar la comida y se dio media vuelta observándome fijamente.

-Liam se marchó hace cinco minutos, dijo que no sabía si llegaba a comer porque su amigo había tenido un accidente. -mi respiración se atoró en mi garganta. ¿Acaso Matthew había tenido un accidente?

-¿No te dijo como se llamaba?-mordí mi labio tentando mi suerte. Ella negó con su cabeza y mi cuerpo se desinfló desilusionado. 

-Fue a llamarte para que vinieras a casa y luego recibió una llamada. Está más que raro, desde que vinimos aquí tiene una actitud diferente.-suspiró pasando sus manos por su rostro. Todavía tenía el uniforme de su trabajo.-He encontrado gasas con sangre en su cuarto, por eso mismo organicé esta cena, quiero saber que le pasa a mi hijo.-su voz sonaba temerosa. Suspiré haciéndome la desentendida, hacía una semanas yo actuaba de la misma manera, hasta que él me confesó todo. 

Joder, Liam. 

-¿Acaso tú sabes que le está sucediendo?-negué con mi cabeza sin saber que contestar. Joder, no podía mentirle a mamá. Ella suspiró y apagó la cocina. -Vamos a comer, Alice. Todavía me queda mi otro hija. ¿Ya empezaste a pensar que vas a estudiar?-

> > > >

Luego de la cena con mamá, me encerré en mi cuarto y llamé a Liam. La primera vez no me atendió pero, luego de insistir más de una vez, su voz hizo eco en la habitación.

-¿Dónde estás? Te estuve esperando toda la tarde. Son más de las ocho de la noche y tú estás desaparecido.

Silencio.

Liam no me contestaba y yo me estaba por volver loca. Saqué el altavoz y me llevé el teléfono a mi oído.

-¿Liam?

Se escuchó un suspiro del otro lado de la línea y supe que él estaba ahí.

-No quiero que vengas esta noche. No quiero que estés metida en esto. - suspiró dejándome helada.

-¿En donde estás? Quiero participar  de esto. Además ya estoy dentro desde hace mucho tiempo. Lo hubieras pensado antes de meterte en esta mierda. -dije enojada. Estaba harta de que me tratara como una nenita. -tienes que volver a casa porque mamá está muy preocupada. Encontró unas cosas en tu habitación y piensa que estás metido en un grave problema. Vuelve, Liam.

-Estoy en el lugar de encuentro, Alice. Ya no puedo volver.

Joder.

-¿Y me dejaste aquí como a una estúpida? Estuve preocupada toda la tarde y...

-Lo siento, Alice. -me interrumpió y cortó la llamada.

Joder.

Joder.

Joder.

Miré el teléfono enojada y un nombre apareció en mi mente. Busqué su nombre en la lista de contactos y marqué llevando mi celular a mi oído.

Descolgaron la línea y sonreí. Liam no se iba a salir con la suya. Esta vez no.

-¿Hola?

-Necesito un favor tuyo. Es urgente.

> > > >