Tiempo.
"Mi cuerpo...se siente tan pesado...cómo si estuviese amarrada a una cama... Mis ojos se sentían igual, débiles, en estos momentos era tan frágil. No se cuanto tiempo haya pasado, ni siquiera el cómo llegue aquí, o como sobreviví a esto... Pero algo es seguro, fue por alguna razón...
Es tiempo... Hoy me siento con más fuerzas, las suficientes como abrir los ojos y mirarlos..."
El panorama no había cambiado mucho, era el mismo laboratorio de siempre, sólo que a lado había una mesa llena de frascos y vendajes. Lentamente la chica miro de un lado a otro, mientras que empezaba a sentir su cuerpo; movía los dedos de a poco y sus piernas también. Logró sentir el respirador en su cara y la intravenosa en sus extremidades. En su lado izquierdo se encontraba un chico de cabellos rojizos, recargado en la camilla como si estuviese dormido; pero sus brazos empezaban a retomar fuerzas y despertó de ese sueño para después tomar la mano de la chica, apoyo su cabeza en ese lugar esperando paciente por ver despierta a su amiga. Esta simplemente sonrió con debilidad al ver que no había notado que estaba consciente, y simplemente apretó la mano del chico.
El rapidamente alzó la cabeza y quedó en shock al ver que por fin había despertado.
-...¡¡¡DONNIE!!! ¡¡¡CHICOS!!! ¡¡¡A despertado!!! ¡¡¡Vengan!!!
Al escuchar el llamado de Raphael todos fueron en manada para ver aquel milagro. ¿Acaso era posible? Todos sonreían por ver al fin despierta a Yenedib.
-Tranquilos, denle su espacio. Decía Donatello, ya que por sus heridas aún no podía ser tocada del todo.
-¿Como te sientes? Dijo mientras se acercaba a la.camilla.
-Débil...
-¿Pues como esperabas que se sintiera bro? Mikey mencionaba en tono burlon ante la respuesta, mientras el morado le daba un golpe en la cabeza.
-Necesito saber su estado, o si no existen más heridas. Una alarma empezó a sonar en la mesa con todo los medicamentos. -Disculpen interrumpir el momento, pero necesito cambiar los vendajes. ¡Fuera todos! Con dificulta los demás acataron al hermano para dejar a ambos solos. Ambos poseían su forma humana, al igual que Raph.
-Donnie...el cabello te ha crecido...tan rápido...
-No es que mi cabello haya crecido rápido. Mencionó serio mientras quitaba los vendajes. Ella sólo observaba como todo su cuerpo, menos ojo y boca estaban envueltos en vendas como momia.
-¿A que te refieres...? Decía aún con debilidad.
El chico sólo dio un suspiro apenas audible y paro de hacer su labor. -Yenedib. La miro. -Haz estado casi 4 meses en coma.
La chica sólo guardo silencio sin poder creer todo el tiempo que pasó en una camilla, a pesar de haber pensado que sólo fueron minutos, el tiempo había hecho de las suyas. -...¿Que?...
-Asi es. No hay nada más que decir. El continuaba quitando las vendas de su cuerpo.
-Eh-Eh-Espera, ¿¡Que estas haciendo!?
-Créeme que igual me incomoda, pero es necesario.
-Uh... Decía mientras volteaba su cara roja de vergüenza. -Preferiría seguir inconciente. El morado prosiguió quitando todas las vendas de su cuerpo, para despues limpiar con un paño húmedo sus quemaduras. -¿Cuál es el diagnostico?
-Quemaduras de segundo grado, una costilla rota, uh...varios moretones y heridas profundas... Que más puedo decir...
-Uh... El morado, después de limpiar su cuerpo, empezó a aplicarle una especie de crema. -No había mirado mi cuerpo hasta ahora...lleno de heridas, raspones...quemaduras... ¿No crees que están sanando rápido?
-Modifique y combine algunos medicamentos, se podría decir que creé mi propia fórmula. Sabes podría hacer una fortuna con esto.
-Me alegra...supongo...
-¿Y que tal tu nuevo corte? Dijo nervioso.
-Nah, no está mal. La chica suponía que tuvo que cortar su melena para ver si no tenía heridas, a parte de que algunas partes estaban quemadas.
"Y así fue. El tiempo pasaba y la rutina se hacía presente: despertaba, todos venían a desayunar conmigo, me aburría, trataba de levantarme y me detenía Donatello, cada 4 días el me quitaba las vendas, limpiaba, aplicaba su fórmula y volvia a ponerme nuevas. Supongo que ha estado haciendo esto desde que me aparecí. Durante casi cuatro meses...¿Que habrá pasado en todo ese tiempo?...Las semanas pasaron. Recuerdo ese día, cuando estaba sin hacer nada como siempre y Raph entró por la puerta con una bolsa."
-¿Enserio lo hiciste?
-Por supuesto. ¿Creiste que dejaría que tu postre fuera otra gelatina?
-Eres increíble. Dijo la chica mientras reía y recibía la bolsa en sus piernas. Había un pedazo de pastel con chocolate y tallarines del restaurante de Murakami. Ella saco un tenedor y empezó a comer junto con el chico.
-Yo... Hablaba con la boca llena. -Uh...te extrañe...
-Awww...esto seria lindo si no tuvieras la boca llena de chocolate. A lo cual empezó a masticar para pasarse el bocado.
-¡Que te extrañe!
-...Yo también te extrañe...
-Uhm... Raphael se acercaba torpe hacia el rostro de la chica. Ella simplemente no sabía que hacer, pero pensó "¿Que más da?" Si ambos sabian que correspondían sus sentimientos.
-Ugh... Ven aquí. Ella tomo la camisa del chico que estaba casi sobre la camilla, dándole un beso al comienzo brusco, pero empezó a suavisarse.
Alguien había aclarado su garganta en la entrada del laboratorio, era Donnie.
-Hm. Lamento interrumpir este...momento. Pero necesito cambiar las vendas otra vez. El sonreía, ya que en parte era obvio, sabía que ambos iban a terminar juntos.
-Ah... El pelirojo se alejaba con torpesa y bajaba de la camilla para dirigirse a la salida, cerrando la puerta.
-Uh...imagina que... No viste nada... Donnie sólo pudo soltar una carcajada.
-Yenedib era obvio que ustedes iban a terminar juntos.
-¿T-Tan obvio era?
-Bastante. Empezó a hacer lo de siempre, pero esta vez sólo se quedó observando su piel. -Yen...
-¿Que?
-Creo que ya es hora de dejar las vendas.
-¿¡Enserio!? Dijo feliz
-Tu piel se está curando rapidamente, a este ritmo sólo te puedo aplicar el medicamento. Una...semana más bastará. Obvio con la misma rutina de siempre.
-¡¡¡Que bueno!!! ¿¡Ya me puedo parar de esta camilla!?
-... No
-... Te odio...
-¿Después de todo lo que he hecho por ti? Cruzó sus brazos.
-Créeme que enserio lo agradezco pero... Ya no me quiero sentir una carga... Quiero aplicarme la medicina, y... ir por mi desayuno, prepararlo, ¡incluso lavar los platos!
-... UHF... Creo que... No estaría mal que caminaras un rato. Dijo mientras mostraba una leve sonrisa.
-¡¡Gracias Don!! Ella se acercó para darle un abrazo.
"Después de tanto tiempo...puede que las heridas de nuestros cuerpos hayan curado, igual que las del corazón. Después de tanto tiempo, la tranquilidad por fin había llegado... "
Todos estaban viendo TV en la sala, pero un sonido de la entrada de la guarida se hizo sonar. Entraron en alerta mientras tomaban sus armas. Los pies de alguien se hacían notar desde las sombras, y sin hostilidad salía de ellas.
-¿Karai?...
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Chan chan chaaaaaaaaaan!!!! ¿Que pensaban? Que iba a dejarlo así no'ma'?
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