En un callejón de la ciudad de Nueva York se encontraban 4 tortugas y una sombra.

-Muy bien ¡A pelear! Miguel Ángel saco sus nunchuk's.

Ésta amenazó con su katana a las 3 tortugas restantes de no intervenir en la pelea.

-Creo que no quiere que intervengamos. Dijo Donnie tomando de los hombros a su hermano para apartarlo.

Nadie sabía aún si lo que dijo Leonardo era verdad, pero todos sabían que se descubriría muy pronto...

Raphael sacó sus sais y empezó a correr hacia su oponente, éste lo esquivó fácilmente.

'Que rayos' se decía así misma la tortuga mientras hacia otro ataque. Se acercaba rápidamente, se abalanzó contra su desafiante, pero este bloqueó el ataque colocando su katana entre uno de los espacios de los sais, empujó sus armas hacia abajo para después darle una patada en la cara, la cual Raphael evitó bajando la cabeza.

Era tal la fuerza que ponía que al chocar los metales de las armas empezaron a salir algunas chispas. Raphael le dio una patada en la muñeca donde sostenía su katana, haciendo que la soltara, el atacante se colocó rápidamente en posición de ataque pero recibió una patada de la tortuga haciendo que saliera volando hacia el final del callejón y chocara contra el muro.

-¿Aún no tienes suficiente? Dijo desafiante la tortuga roja.

'La sombra' vio hacia todos lados, pero fijó su vista hacia unos contenedores de basura. Agarró una de las tapas y la lanzó hacia la cabeza de Raphael, éste oculto su cabeza en su caparazón. Su contrincante le arrebató uno de sus sais, haciendo que el combate fuera, por decirlo así 'justo'.

Se miraban fijamente hasta que Raphael decidió atacarlo nuevamente, ambos hicieron el mismo ataque, patear la muñeca de su contrincante. Ambos sais salieron volando muy lejos de donde se localizaba la pela.

Se convirtió en un combate cuerpo a cuerpo. Había patadas, puñetazos, etc. La pelea no cesaba, ninguno se rendía. Raph, ya harto, dio un golpe muy acertado en la cabeza de aquella sombra haciendo que esta cayera al suelo mientras hacía presión con sus manos a su cabeza para detener el dolor que le causo aquel golpe.

Se levantó y miro a la tortuga, ya vencedora.

-Debo admitir que eres bueno, pero ahora dime quien eres.

-Sabes, es gracioso de mi parte que hayas dicho 'bueno'.

-Pero que...

Aquel guerrero que resultó ser 'guerrera'. Ya se sabía la identidad que se encontraba adentro de esa armadura. Las 4 tortugas miraban impresionadas por varias razones entre ellas: 'Era una chica' 'Pelea tan bien' 'Leo tenía razón'

En efecto, era una chica tortuga mutante.

-Peleas muy bien. Me llamo Yenedib, mucho gusto. Le decía a Raph mientras le extendía su mano.

-Ah...Raphael. Le correspondía el saludo.

-U-un momento, primero nos lanzas una bomba y después apareces actuando como un amigo. Decía Donatello dirigiéndose a la chica

-Uh? OH! Jeje, lo siento, fue un error de puntería. Sé que no es cosa de risa, pues pude haberlos matado...pero no los maté.

-Les dije que era buena, dije que era bueno, pero es una chica, así que...

-Ahora es buena, porque es una chica, lo sabemos, no continúes. Le decía Raphael a su hermano menor.

-Hace mucho que no peleaba así. Decía la chica mientras ponía sus manos en su nuca.

-Sigo sin entender, ¿Por qué primero peleaste con Raph y luego mostraste tu identidad?

-Bueno, aquella noche vi que el que peleaba mejor era el de la cinta roja. Después pensé un poco y me decidí a tener un combate con él. Al no saber si me lo volvería a encontrarlos decidí en volver aquí. No creí que fueran tan tontos para ir por una pizza.

Las 3 tortugas miraban a su hermano menor.

-Perdón

-Eh...okey. No mostré mi identidad antes porque pensé que eran de esos chicos que no golpeaban a mujeres pero fue estúpido pensar eso. Así que me dio igual si recibía unos golpes.

-¿Tienes donde pasar la noche? Le preguntaba Mikey a la chica interrumpiendo la respuesta de su hermano Raphael.

-Pues en realidad...

-¿Estás bien? Estas sangrando de la cabeza. Dijo Donatello a la tortuga.

-¿Sangrando? En efecto, pasó una de sus manos en su cabeza y sintió un líquido brotar de allí-Si estoy bien, no se preocupen sólo en un golpe.

-Déjanos curarte, ven a la guarida con nosotros. Por favor.

-Lo siento...eh...

-Miguel Ángel

-Sí, Miguel Ángel, no puedo ir conti, eh...con ustedes.

-¿Por qué no?

-Porque no, y ya... Decía mientras miraba al suelo, con ojos de remordimiento.

-¿Por qué esa mirada? Dijo el líder del equipo.

-Eh...no, por nada. Me tengo que ir

-No, espera...

No pudo terminar la frase ya que Yenedib subía uno de los muros del callejón para después desvanecerse por las sombras.

(En la guarida)

-Bueno, al menos ya descubrimos que lo que dijo Leo fue verdad. Decía Mikey -Que lástima que no pudo venir.

-Fue algo extraño. Dijo Donnie.

-Si, me pregunto cual fue su razon para no venir. Decía Leonardo a Donatello

-...Bueno, hoy fue, un día largo, iré a entrenar un poco. Pronunciaba Raphael mientras iba al dojo.

Las cuatro tortugas quedaron muy pensativas por lo que paso esa noche ¿Una tortuga mutante, además de nosotros? Extraño, pero demasiado extraño que el que más quedó atrapado en su mundo de pensamientos fue Raphael.

-Hey! ¿A dónde fuiste que te sangra la cabeza?

-Ah... A ningún lugar...

-...Si claro, ya di que te paso

-No te pienso decir, así que ya déjame en paz Karai

-Hmp, tarde o temprano averiguare que es lo que escondes. Decía mientras avanzaba por el obscuro pasillo.

La tortuga dio un suspiro antes de entrar a su habitación.

Recostada boca arriba Yenedib se quedó (al igual que los otros 4 ) pensante, 'HAY ALGUIEN MAS IGUAL A MI, hay alguien más igual a mí, hay alguien más igual a mi...

El dolor de aquella herida que le dejó la tortuga roja la sacó de su mundo de pensamientos.

-Hmp, Raphael eh?

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hola!!! se me olvido subirlo ayer. ya saben 7-7 en mi escuela ya se va a acabar el año y proyectos bla bla bla lo de siempre -_-U pero aquí esta xDDD