Volvimos a casa, me dijo que me pusiera ropa neón, así que opte por una falda rosa neón, con una blusa blanca, además de pintarme los labios neón, él también tenía ropa neón cuando baje, él me abrió la puerta de su auto y nos fuimos la verdad estaba emocionada de saber a dónde me llevaría, cuando llegamos lo supe, era un antro el más popular de ahí, era el mejor, según Cristian.

—Pero no tenemos 18 ¿Cómo pasaremos?

—Tú confía.

Bajamos del carro y caminamos hacia la puerta trasera, Cristian tocó la puerta, abrió un señor, le dio dinero y nos dejó entrar, cuando entramos estaba todo neón se veía súper genial, el ambiente estaba súper genial, inmediatamente me invito a bailar, después bailamos, casi toda la noche música muy buena movida. Entonces hablo el DJ.

—Es hora de cambiar un poco de ritmo a algo más lento, señores, chavos, agarren su pareja y no la suelten.

Pasaron una canción lenta, los dos nos quedamos ahí viéndonos.

—¿Quieres bailar? —Dijo Steve.

Asentí con la cabeza poniéndome más roja, al saber que estaría cerca de él, aunque fuera de esa forma.

Después nos acercamos a la pista donde me agarro de la cintura y yo del hombro y nos dejamos envolver por la hermosa melodía, que sonaba, cuando termino la canción todos aplaudieron y pusieron como otras cinco canciones lentas y después pusieron Radioactive de Imagine dragons ,empecé a saltar y bailar disfrutando de la música, después tomarnos unas margaritas, nos dirigimos a la playa, ese sería nuestro último día, así que lo disfrute como loca, al llegar a la arena me quite los zapatos y me fui corriendo hacia el mar, sintiendo como el agua se metía entre mis dedos, me senté a disfrutar de la brisa, de la luna y las estrellas, Steve se sentó a un lado mío y me trajo un tequila los dos los chocamos y no los tomamos, después nos fuimos a la casa.

Cuando llegamos nos acostamos en el césped a observar las estrellas entonces Steve hablo:

—Amo observar las estrellas.

—Igual yo, son hermosas e inalcanzables — Dije.

—Igual que tú. —Dijo él, lo cual me tomó de sorpresa.

—Creo que tenemos que irnos a dormir mañana nos tendremos que ir temprano....

—Está bien, tenemos que irnos.

Al entrar a mi habitación, me senté en la enorme ventana que había en mi habitación, logre ver el mar y toda esa hermosa playa. No podía dejar de pensar en Lisa, no la había visto en todo el viaje, la verdad una parte de mi quería volver. Sin darme cuenta me fui quedando dormida poco a poco.

Me desperté en la mañana un poco asustada y me di cuenta que Steve estaba afuera tocando la puerta, con la voz más despierta dije:

—Ya estoy despierta.

—Muy bien porque nos vamos en 20 minutos.

Respire hondo y me quite la sabana de encima, me dirigí hacia el baño donde me lave la cara y me di una rápida ducha al salir me puse una blusa azul, un pantalón y mis converse, después me cepille mi pelo, después eche todas mis cosas en la pequeña maleta que me había llevado, cuando acabe, baje las escaleras, Steve estaba sentado en el sillón leyendo el periódico.

—Buenos días.

—Buenos días. —Dijo.

— ¿Ya nos vamos?

—Sí, solo hay que subir las maletas.

—Okay.

En unos minutos ya había subido las maletas y estábamos adentro del carro dirigiéndonos hacia el instituto, mientras el carro conducía, yo veía el mar por última vez, lo que pensaba era adiós, nos veremos de nuevo.