No lo vi en todo el día, ni siquiera en el almuerzo. Ya había terminado mis clases, así que iba con Stacey y Axel, les platique todo lo que paso ayer, desde la nota hasta que Steve se enojó y me dijo que dejara la investigación, le dije a ellos que, si no querían continuar, se podía ir.

Ninguno de los dos quiso irse.

Llegamos los tres al edificio de Steve, tocamos la puerta y nos dejó entrar un muchacho.

Subimos las escaleras hasta el piso de Steve. Toqué la puerta lo suficiente fuerte para que me oyera, pero nadie abrió, ni siquiera se oía que alguien estuviera en esa habitación.

— ¿Buscan a Steve? —Preguntó un muchacho que jamás había visto en mi vida.

—Sí, de pura casualidad ¿no sabes dónde está?

—Solo vi que salió con una mujer del edifico, creo que iban a la cafetería.

¿Con una mujer?, ¿Me estaba engañando?, me puse roja como un tomate de la ira. El muchacho ya se había ido, simplemente me quede estupefacta.

— ¿Anna, éstas bien? —Pregunto Stacey.

—Sí, vamos a la cafetería.

Salimos del edificio de Steve y caminamos hasta la cafetería, todos estábamos callados, no quería hablar solo quería golpearlo, si me estaba engañando.

Llegamos por fin a la cafetería, me quede observando la puerta durante un par de segundos, respire hondo y entré.

La campanilla aviso que había entrado, pero nadie se percató de mi presencia, muchos estaban con sus computadoras, otros platicaban y tomaban café.

Busque a Steve en todo el lugar, hasta que lo vi en la caja pagando dos cafés, me acerque a él.

—Steve —Dije gritando su nombre.

—Hola mi vida ¿Qué pasa?

— ¿Qué pasa?, no asististe a ninguna clase, no me dejaste ningún mensaje, te hacía en la cama con cuarenta grados de temperatura, vamos a verte y nos dicen que viniste aquí y con una mujer ¿Me estas engañando?

El simplemente se río y me abrazo, yo le quite sus brazos para demostrarle que está muy cabreada.

—Mi amor, no fui porque estuve con mi madre todo el día, no te mande mensaje porque mi celular se descompuso y con la mujer que vine es mi madre. —Dijo señalando a una mujer que era muy hermosa, tenía el pelo rubio con caireles y unos ojos azules, con un vestido blanco muy pegado y un saco negro. Era hermosa, se parecía mucho a Steve.

Una "o" se formó en mis labios, me sentía como una mujer celosa y controladora.

Un momento dijo que era su madre, ella también era sospechosa, la podía entrevistar.

—Lo siento, es que...

—Tranquila —Me dio un abrazo y luego me dio un beso en la boca.

—Oye, tu tranquilo, estamos enfrente de tu madre, no quiero que piense que soy mala influencia para ti.

—Tú nunca lo serías y ahora ven para presentarte.

Nos acercamos a la mesa de la mamá de Steve, que estaba escribiendo un mensaje de texto.

—Madre, ella es Anabelle mi novia.

Ella se volteó para verme fijamente, estar cerca de ella me daba mucho miedo.

—Mucho gusto conocerte, mi hijo me ha hablado mucho de ti.

—Igual de usted. —Sé que era mentira, pero quería quedar bien con su madre, la verdad pienso que no se le puede considerar madre, nunca esta para Steve, pero bueno.

—Steve me ha contado que eres hija de Madison.

Sonreí por dentro, era perfecto pasa sacer el tema de Alison.

—Sí, en estas vacaciones, supe que usted y mi madre son o eran amigas.

—Sí, lo éramos, pero por cosas del destino perdimos contacto. Pero creó que pensamos igual, pues mandamos a nuestros hijos al internado donde estudiamos cuando estábamos jóvenes.

—Sí, ¿Usted era amiga de mi tía? ¿Alison?

Ella se quedó callada y se me quedó viendo. Se disculpó y se retiró al baño.

— ¿Qué haces? —Pregunto Steve confundido.

—Recuerda ella también es sospechosa, por su actitud, sé que esconde algo.

Él abrió la boca para decir algo, pero en eso llego la madre de Steve y se sentó en la silla.

—Steve, he olvidado mi bolsa en tu edifico ¿Podrías ir? —Preguntó su madre.

—De acuerdo, vuelvo en veinte minutos.

Se paró y salió del café.

Dejándome sola con su madre.

Esto es malo y muy malo.

—Bien ahora hablemos sin rodeos. —Dijo la madre de Steve poniéndose lo suficiente cerca de mí.

—Estoy lista y estoy completamente de acuerdo con usted. —Dije dándole mi gran sonrisa.

—Escucha, tu tía no me caía bien lo admito, pero yo no la mate, estimaba mucho a tu madre, era mi única amiga. Jamás haría nada para lastimarla.

Parecía decir la verdad, me estaba mirando con esos ojos azules, trague saliva y hable.

—No confío en lo que dice.

Ella río y se recargo en el respaldo, tomo un poco de su café.

—Escucha, no sé si te lo comento tu madre, pero su hermana tenía muchas personas que la odiaban. Ella hermosa era como una luz que te deja ciego. Tu madre, era diferente, era mucho más tranquila, claro hasta que se fue y se casó con tu padre, pero el punto es que tu tía era una niña berrinchuda, arrogante y una superficial.

—Usted no puede decir eso sobre mi tía, es una mentirosa.

—Piensa lo que quieras, me da completamente igual, sabes te pareces mucho a ella, no físicamente, si no en sus actitudes, las dos son muy valientes, hermosas y por supuesto creen que se la saben todas, cuando la verdad es que solo ven lo que quieren ver.

Eso me dejo sin palabras, esto no podía ser verdad.

Respire hondo antes de hablar.

—Solo júreme, mirándome a los ojos que no mato a mi tía.

Ella quedo muy cerca de mi cara, me miro directo a los ojos y dijo: Te lo juro.

Era cierto lo podía ver en sus ojos, si ella hubiera sido, lo hubiera dicho tartamudeando, o se hubiera puesto nerviosa, pero no lo hizo, lo dijo con tanta naturalidad, tenía que ser verdad.

—Bien, gracias. Me podría decir, si sabe quién era su novio misterioso.

—Se algo, pero no sé si decírtelo.

Me tenía en su poder.

— ¡Dilo! —Exigí.

—Lo lamento, pero tendrás que averiguarlo por ti misma. Y sé que pronto lo harás.

Se paró dejándome con la duda y totalmente sola.

Cuando iba saliendo le dio la bolsa a su madre y se fue.

Steve se sentó en la silla enfrente de mí.

— ¿Qué paso? —Preguntó Steve.

—Tu madre sabe algo, pero no me quiso decir, ¿cuándo se va?

—Hoy en la noche.

Le sonreí, me paré demi silla, le di un beso a Steve y salí corriendo de la cafetería al edificio deSteve