Lean la nota al fina.

Todos caminamos protegiéndonos la espalda, era una noche muy fría y solitaria, hasta parecía que era una película de terror.

Creo que debería de dejar de ver esas películas, con eso y con lo de Alison, me estaba volviendo muy paranoica.

—Anabelle, te vez pálida. —Dijo Axel.

—Es que este clima me pone los pelos de punta. —Dije abrazando mis brazos.

—Tranquila nosotros te protegeremos —Dijo Steve con una inmensa sonrisa en su cara.

—Lo sé.

Salimos de la escuela y metimos el paquete en el buzón, inmediatamente nos fuimos a nuestros edificios, yo me fui con Stacey, Steve y Axel se fueron juntos ya que sus edificios están juntos.

—Señorita Hamilton ¿Está poniendo atención? —Preguntó el maestro Collins.

—Sí, Sr. Collins.

—Bien, podría decirle al resto de la clase lo que estaba diciendo.

Todos se me quedaron viendo esperando la respuesta, ¿Qué rayos había dicho?, me puse muy nerviosa.

Solo me quedé callada.

—Muy bien, al final de la clase iras a detención. —Dijo agarrando una hoja del block de notas de castigó y comenzó a escribir en él.

—Maestro, perdón, le prometo que le prestare atención, pero no me mande a detención. —Empecé a jugar con mis propias manos.

—Lo siento Srta. Hamilton, pero usted hizo algo incorrecto, tendrá que asumir las consecuencias. Ahora hágame el favor de retirarse.

Metí mis cosas en la mochila, me dirigí hasta el profesor y agarre la hoja de castigo que tenía en la mano, lo peor de todo, es que todos me estaban observando, no lo peor es que no continúo hasta que me retire.

Inmediatamente empezó a sonar mi celular, lo saqué y vi que era un mensaje de Steve.

DEL NOVIO MÁS LINDO DEL MUNDO:

¿Estás bien?, nos vemos a las ocho para pasarte los apuntes

Steve se cambió el nombre en mis contactos, rápidamente tecle el mensaje lo guardé, y comencé a estudiar para la siguiente clase.

Anabelle:

Si, solo que no es justo que me haya sacado de la clase -.-, si nos vemos a las ocho.

Terminé todas las clases así que me dirigí a la sala de castigo. No había nadie, estaba muy solo, entre dejándole el papel a una señora que parecía enojada ya que me miraba como si fuera una delincuente.

Me senté en una butaca y saque mi libro "La selección", lo compre cuando fui a mi casa, solo llevaba pocas páginas y era hermoso.

Tenía miedo, estaba sola en aquel salón, cuando alguien familiar entró, le dio él puso el papel en la mesa y se sentó junto a mí.

— ¿Cristal? —Pregunté.

—Anabelle, ¿Cómo has estado?

—Muy bien ¿y tú?

—Bien.

En eso se escuchaban los ronquidos de la profesora, se había quedado profundamente dormida.

—Escuche que eres novia de Steve.

Me sonroje como tomate.

—Si... llevamos como tres días... es poco... —dije tartamudeando.

—Que bien... Oh por cierto, una chica de segundo me entrego esta nota para ti.

Subió su mochila a sus piernas y busco algo.

Sacó una pequeña carta, estaba en un sobre. Me la entrego, no sé porque, pero me puse nerviosa, en la parte de atrás venía mi nombre, pero era impreso.

Abrí el sobre, saque la hoja que estaba doblada en cuatro partes, desdoble la carta, hasta que por fin estuviera visible.

Anabelle:

Deja de investigar, aunque no lo parezca estoy más cerca de lo que parece, estoy en todas partes y en ninguna, deja la muerte de Alison en paz, al menos que quieras sufrir las últimas consecuencias. Esto no es juego, pero si quieres jugar adelante. Solo recuerda que en este juego yo ganaré. Deje de investigar o sangre se derramará.

Me quedé petrificada, ¿Quién le había dado la nota?

— ¿Quién te dio esta nota?

—Una joven de segundo.

— ¿Cuál es su nombre?

—Lizbeth, pero si quieres hablar con ella, es imposible hoy es su último día, si no me equivoco, ahorita va hacia Los Ángeles.

¿Qué rayos es todo esto?, el asesino sabía que esa chica se iba, por eso se la dio a ella, para que no le pudiera preguntar. ¿Quería jugar? Que comience el juego.

Al fin terminó la hora de castigo, iba caminando sola por el internado, eran las siete y media, pero aun así ya estaba oscuro y solo.

Sentí la misma sensación que la vez de la pijamada de Stacey, sentía que alguien me estaba siguiendo, pero en este momento sentía como si estuviera a un metro de mí.

Volteé disimuladamente hacia atrás, vi a alguien, estaba vestido de negro y era muy alto, mi corazón latía muy rápido, sentía como la sangre se me helaba, mis piernas no reaccionaban, esa figura se estaba acercando y muy rápido, lo único que hice fue correr y correr hasta que mis piernas resistieran, me metí en un callejón donde no había salida. Iba a morir, aun tenía oportunidad, salte adentro de un bote de basura y lo cerré. Rezando porque el asesino no me encontrara.

Escuche pasos afuera, definitivamente el asesino se encontraba ahí afuera esperando como un león a su presa.

Tenía miedo, no quería morir y menos en un basurero, menos siendo virgen, no quería morir.

Escuche que se acercaba al basurero, agarre una botella de vidrio, la pegué a mi pecho.

Se comenzó a abrir lentamente la tapa y mi corazón aun latía como loco.

N/A

Hola, al fin les dejare con un duda (ríe como maniática) Bueno... a partir de ahora sera todo muchos más intenso... porque a partir de ahora se van a dedicar más al misterio, además de que el asesino la acechara más.... Me encantaría saber quien creen que es el asesino.. eso sería todo.

Uh casi me olvido, gracias por leer hasta aquí, ustedes inconscientemente me ayudan a seguir escribiendo. Si les gusto por favor denle me gusta y comenten ¿QUIÉN CREEN QUE ES EL ASESINO? 

Ahora si eso es todo chau chau (inserten voz de Germán Garmendia)... Nos leemos el otro lunes.