Capítulo 18 "Viejos amigos"

Estaba en frente de mi casa, tenía mucho miedo de entrar, mis padres entraron agarrados de la mano, Stacey los siguió, Steve se quedó a un lado mío.

— ¿Estás bien?

—Sí, solo le tengo miedo a mi pasado.

— ¿Eh?

—Tengo miedo a entrar ahí y ya no verla como mi casa, me trae tantos recuerdos...

—Anabelle déjala ir. — Me agarró de los hombros.

Entramos a la casa era igual, ese sillón viejo, el televisor, la mesa con fotos familiares, todo.

— ¿Hija por qué no van y se instalan?, les avisaré cuando la cena este listo.

—De acuerdo ma.

Les hice una señal para que me siguieran, subimos las escaleras de mármol, fui hasta el último pasillo, abrí la puerta y estaba una cama tendida con una colcha blanca con dorado, las ventanas abiertas dejando que entrara la luz, dos buros donde sostenían un florero y una lámpara, un pequeño ropero blanco y un peinador.

—Este será tu cuarto Steve, acomódate, desempaca, cuando acabes nos ves en mi cuarto, es al final del pasillo.

—De acuerdo.

Salimos de la habitación de huéspedes para dirigirnos a la mía, en la puerta blanca había un cartelón con dos nombres escritos "Evi y Ana, prohibido el paso, si no eres gemela". Duré mucho en abrirla, pero al final me arme de valor, agarré la chapa y lo gire, después entramos, todo estaba idéntico de cómo lo había dejado. Las dos camas estaban tendidas de ese color rosa pastel, Evi las había escogido, las paredes estaban rosa con blanco, las cortinas estaban abiertas dejando entrar los cálidos rayos del sol, el peinador con todas las cosas de maquillajes y para peinarnos.

Me acerqué para ver las dos camas, en la cabecera estaban escritos nuestros nombres, ¿Por qué rayos les pusimos nombre a todo?, mantuve la respiración regular, después puse la maleta en la cama de Evangeline.

—Yo dormiré en esta cama, tú puedes dormir en la mía.

—Genial.

Puso su maleta sobre la que era mi cama y empezó a desempacar las cosas, metiéndolas en los cajones, de mi ropero. También hice lo mismo.

— ¿Quién es Evangeline?

—Es mi hermana gemela.

— ¿Qué y dónde está?

—Ella murió, hace un año, en un accidente de automóvil.

—Lo siento mucho, no tenía idea. —Dijo con amabilidad.

Me sentí en la cama, agarrando la muñeca favorita de ella, era una muñeca de trapo era toda rosa, yo tenía una igual pero era de color morado. Respire hondo, Stacey se sentó a un lado mío y me abrazo.

—Ella está en un lugar mejor...

—Lo sé, espero que, en su cielo, haya maquillaje y chicos lindos, si no se volverá loca.

—Yo sé que en su cielo habrá todo lo que le gustaba.

—Sí, ¿te puedo dejar sola?, quiero hablar con mi mama. Por cierto hay algo que no te dije.

— ¿Qué? — Preguntó.

—Alison es mi tía, es hermana gemela de mi mama.

Después de eso me fui, solo se lo quería decir ya que había recordado que no se lo habíamos mencionado. Baje las escaleras y entre a la cocina donde estaba mi mama picando la verdura mientras veía su película favorita por septuagésima vez.

— ¿Qué pasa hija?

—Madre, fui al sótano de la escuela y encontré esto. —Dije dándole el collar.

Mi madre lo tomo con tanta delicadeza, se le salieron algunas lágrimas. Después se sacó una cadena, donde tenía el mismo collar pero con M.

—La extraño tanto... —Dijo mi madre.

—Lo sé, yo también extraño mucho a Evangeline.

Las dos nos sonreímos y nos abrazamos dejando que nuestras lágrimas recorrieran nuestras mejillas.

—Hija, basta de lágrimas, hay que vivir en el presente, ellas están en un lugar mejor, quiero creer en eso. — dijo mi madre secándose las lágrimas.

—Si ma, te extrañe un montón lo sabes.

—Igual tu padre y yo, escucha aún falta mucho para la cena, si quieren vayan tú y tus amigos a dar una vuelta, aún recuerdas las calles ¿verdad?

— ¿Dónde queda todo? Si, bueno, vendremos en una hora, adiós. —Le di un beso y salí de la cocina, subí las escaleras y me dirigí a mi cuarto, donde Stacey ya se había puesto una falda, con una blusa de tirantes, en el lugar donde nací era muy caluroso, aun en invierno lo era. Cuando me vio, me sonrió.

— ¿Quieres dar un paseo? — pregunté desde la puerta.

—Claro.

—Bien solo deja que me cambie.

Me puse unos shorts con una blusa de tirantes, después me puse mis converses, fuimos a decirle a Steve que íbamos a conocer la ciudad.

Las calles eran iguales que como era antes, solas y las casas todas iguales, íbamos bromeando por las calles, hasta bailando, yo iba caminando hacia atrás y riendo como foca, cuando me topé con alguien que casi tropiezo, solo solté un quejido.

—Auch, fíjate por don... ¿Anabelle? — Preguntó Lindsay— creí que estabas en el internado.

—Volví por vacaciones de semana santa.

—Mi amor, ¿Dónde habías estado? —Preguntó Fabián, agarrándola de la cintura— Anabelle, no sabía que habías vuelto.

—Le estaba diciendo a Lindsay que volví por vacaciones de semana santa. Chicos ella era mi mejor amiga, cuando vivía aquí, y él era mi novio. Ellos son Stacey y Steve.

—Mucho gusto. — Dijeron todos al mismo tiempo.

— ¿Entonces son novios? — Pregunté con miedo de la respuesta.

—Si, después de que te fuiste pasamos mucho tiempo juntos y después me enamore de ella y le pedí que fuera mi novia ¿tienes novio Ani? —Pregunto Fabián

Como me pudieron hacer esto, las dos habíamos hecho un trato donde no andaríamos con los ex de la otra, supongo que creyó que jamás volvería, aun así, me dolía.

—Amm.... —en eso interrumpió Steve.

—Nosotros, andamos— Dijo agarrando mi mano.

—Sí, él es mi novio. —Le sujeté la mano más fuerte.

—¡Que bien!, oye mañana en la noche haremos una fiesta nos encantaría que estuvieras ahí, así podrás ver a todos de nuevo. —dijo Lindsay.

—De acuerdo ahí estaremos, fue un gusto volverlos a ver.

Ellos se despidieron y se alejaron agarrados de la mano.

—Gracias Steve por cubrirme

—De nada, oigan creo que es mejor volver.

Volvimos a casa, ya estaba la cena lista, nos sentamos todos en el gran comedor, hace mucho que no estaba en una comida así, mi madre comenzó a dar gracias a Dios por los alimentos que ella había preparado, de que yo estuviera de vuelta, después comenzamos a comer.

—Muy rica la cena señora Hamilton. — Dijo Steve.

—De nada señorito...

—Johnson.

—De pura casualidad...Tú madre no es Elisa.

Yo observe como era la conversación, nuestras madres se conocían, estaba segura.

—Sí, ¿la conoce?

—Por supuesto las tres éramos mejores amigas o bueno lo éramos ella y yo, Eli siempre odio a mi hermana.

Mire a Steve que estaba enfrente de mí, él pensó lo mismo que yo, mi madre se percató de nuestras miradas llenas de misterio y secreto.

— ¿Qué pasa?, ¿Por qué se miran así? — Preguntó mi madre.

—Nada, ¿en serio la madre de Steve odiaba a mi tía?

—Por supuesto le tenía mucha envidia, tu tía era muy hermosa tenia a cualquier hombre que pudiera desear, además de que siempre era el centro de atención, ella generó mucho odio y envidia, cuando se combinan esos dos suele ser peligroso.

— ¿Entonces muchos la odiaban? — Pregunté.

—Si, incluyendo a su madre.

Todos nos quedamos callados después de eso, no lo podía creer teníamos otro sospechoso, lo lamentaba mucho por Steve, pero teníamos que hacer justicia.

—Madre no te conté, vi a Lindsay y Fabián, nos invitaron a una fiesta mañana, me gustaría ir.

—Bueno, está bien, creo que te hará bien ver a tus amigos.

—Si, por cierto, Lindsay y Fabián son novios.

Seguí comiendo como si eso no me afectara en nada, la verdad era así, no me importaba hasta era feliz, porque ellos dos estaban juntos, a Lindsay la conozco desde que era pequeña, somos mejores amigas hasta ya somos hermanas.

Al fin termino la cena, mi padre y mis amigos ayudaban a recoger la mesa, mi madre y yo estábamos lavando los trastes, cuando todos acabamos, mi padre y mis amigos se fueron a la sala para ver un partido, al parecer a los tres les gustaba mucho, en cambio a mi madre y a mí no mucho que digamos.

Salimos afuera, al patio, estaban los juegos donde jugaba con mi hermana cuando éramos niñas, mi madre y yo nos acostamos en el césped, viendo las estrellas, las dos nos quedamos calladas.

—Steve se ve un buen chico.

—Lo es, ¿Por qué lo dices?

—Porque... es obvio que te gusta, pero además de eso, a él también se le nota.

Creo que me sonroje como una idiota, no lo podía creer, mi madre me estaba diciendo que Steve me quería cuando no era así ¿o sí?

—Ma creo que te equivocas él tiene novia y la quiere.

—No lo creo, sé que está confundido, por ti, por ella y sé que hay alguien más, pero apuesto todo que dos de esas tres personas son tú.

— ¿Todo eso lo supiste con una mirada? — Dije en torno burlón.

—Por eso y porque lo escuche hablando por teléfono con alguien más.

—Ma, no puedes escuchar conversaciones ajenas — Le di un codazo y reímos como hace tanto que no lo hacíamos.

—Bien, no lo hare de nuevo, creo que es mejor que entremos el clima este frío.

Las dos nos paramos y fuimos directo a la sala, ahí estaba mis tres personas favoritas gritándole al televisor, me sentía de nuevo como una familia, me senté en el sillón junto Stacey, el otro se sentó mi mamá, mi papá y Steve.

Todos gritaban y se emocionaban, en cambio yo solo reía mientras los observaba, ellos eran mi familia y no los cambiaría por nada.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top