Capítulo 16 "Peleas, peleas everywhere"

Era finales de febrero, y cada día, sentía que alguien me estaba siguiendo, trato de ignorarlo, pero aun sentía esa sensación. No hemos averiguado nada nuevo sobre Alison, más que ese estúpido diario, no lo hemos podido abrir, así que como no teníamos sospechosos, ni ninguna pista, decidí hacer una reunión en mi cuarto en la noche, cuando nadie nos interrumpiera. Ordené todas las pistas que teníamos, además de hacer unas diapositivas sobre todo lo que sabíamos hasta ahora, en eso escuche a alguien que toco la ventana, la abrí dejando que Steve entrara.

—Creo que ya se te ha hecho costumbre entrar por mi ventana— Dije riendo.

—Sabes que te encanta que, entre así, es lo que me identifica, traje papas y bebidas enérgicas.

—Solo vamos a tardarnos un par de horas, no toda la noche.

— ¡YOLO! — Dijo casi gritando.

—Está bien, iniciamos la primera reunión de... —Iba a terminar, pero Steve me interrumpió.

—Bueno tengo dos dudas.

—Está bien, dilas— Dije un poco enojada.

—Alison ¿está aquí?

—Sí — Estaba sentada junto a él, le dedico una sonrisa, después me miro.

—Muy bien y la segunda es ¿Cómo nos llamamos?, creo que necesitamos un nombre.

—Que tal, ¿el club de los investigadores? —Dijo Alison

—No, ese nombre no— Dije con tono bufón.

— ¿Los indestructibles? —dijo Steve con una enorme sonrisa.

—Jamás— reí— que tal... E.D.A.B.A.S

— ¿Qué? — dijeron los dos al mismo tiempo.

—Escuadrón

De jóvenes

Amigos, que

Buscan la

Autenticidad

Sobre la muerte de Alison.

Los dos me sonrieron y me felicitaron.

—Muy bien hoy iniciamos la primera reunión de E.D.A.B.A.S. primero que nada, —Encendí el proyector que apunto hacia la pared blanca que dejaba ver la primera diapositiva. — Lo único que sabemos es que Alison es mi tía, la mataron en este edificio tirándola del azotea, que tuvo un hijo, que el maestro Collins sabe algo y la mayor incógnita de todas es:

1- ¿Quién es el papá de ese bebe?

2- ¿Por qué la mataron?

—Además de eso, no tenemos ningún sospechoso, pero yo si tengo a alguien, creo que es el maestro Collins, porque actuó muy raro cuando lo interrogamos, además de que él te conoció, sé que él sabe algo.

Steve levanto la mano. Y en seguida dijo: yo también lo creo, pero lo importante de aquí, es como le sacamos lo que sabe.

—Buena pregunta, haremos un plan, donde, lo acorralaremos y le preguntaremos todo lo que sabe, haremos lo viejo del policía bueno y malo.

—De acuerdo, mañana lo haremos, por ahora estoy muy cansado, si son todos los asuntos a resolver, me voy.

—Solo un tema, —Dije— el diario no sabemos cómo abrirlo.

—Tranquila, encontraras la llave aquí, te lo apuesto, solo búscala bien, pero si es todo me largo.

Me beso en la mejilla se despidió de mi e Alison y se fue, dejándome sola, en esa habitación, yo también estaba cansada, así que me dormí.

A la mañana siguiente, era martes, un horrible martes, hice la rutina que hago todas las mañanas, que consiste en cambiarme, arreglarme.

Llegue al salón del maestro Collins, pero no estaba Steve, me preocupe mucho al no verlo sentado. Así que me arme de valor y le pregunte a Alondra sobre él.

—Sé que me odias, pero sabes donde esta Steve.

—Si te odio, —Escupió las palabras como si nada, además de sonreírme malévolamente— pero yo tampoco sé nada de él.

Transcurrió la clase con bastante normalidad, cuando salí de mis clases me dirigía a mi edificio, cuando Stacey llego corriendo como si hubiera visto un fantasma, llego hacia mí, trato de formular palabras, pero no tenía aire, se esperó un momento y dijo:

—Ste-ve—Dijo entre silabas.

— ¿Qué pasa con él?

—Está en enfermería, al parecer ayer en la noche, lo atacaron y muy feo, pues casi no sale vivo de aquello.

Corrí lo más rápido que pude, hasta que llegue a la enfermería, me dejaron pasar, pero me dijeron que tuviera mucho cuidado, me acerque a su cama, en mi cabeza rodaban muchas dudas, sobre ¿Quién lo golpeo? ¿Por qué?

—Anabelle—Dijo muy débil.

—Sí, Steve aquí estoy, que pasa, ¿Quién te hizo esto?

—No lo sé, solo me acuerdo de que iba caminando, alguien me tomo y me empezó a golpear, después desperté en este lugar.

—Me preocupé mucho Steve, pero ¿quién te haría algo tan horrible?

Antes de que él pudiera hablar entro Alondra corriendo hasta Steve lo comenzó a besar, me hice para atrás, le dedique a Steve una gran sonrisa y me fui de ahí.

Iba caminando por todo el internado, cuando sentí que alguien me toco, era Ali, quería abrazarla, pero no podía, ella me dedico una gran sonrisa, diciendo.

—Me enteré de lo de Steve, lo lamento mucho—Dijo.

— ¿Por qué lo lamentas? —Pregunte.

—No lo sé, debo de cuidar a los dos, me están ayudando, si yo hubiera...

—Tranquila, esto no fue tu culpa, no te sientas así, oye hace frio, mejor volvamos a la habitación.

Estábamos subiendo las inmensas escaleras, me percaté de que no había nadie ¿Dónde están todos?, llegue hasta mi habitación, cuando entre, estaba todo en orden, simplemente que en mi espejo estaba escrito con un marcador rojo.

Deja la investigación o se pagara con sangre, comenzó con tu amigo, no querrás que tu amiga Stacey le ocurra un accidente... piénsalo.

¿Qué rayos?, vi todo con claridad, a Steve lo habían golpeado y por mi culpa, todo esto era mi estúpida culpa, me tenía que alejar de Steve, más ahora, él no debía de pagar por mí, nadie, esto era un asunto entre yo, Alison y el asesino.


Han pasado semanas, Steve me ha tratado de buscar, pero lo evitó, no puedo permitir que le hagan daño, a veces Alison lo visita y me informa de cómo está el, al parecer está feliz pero triste por mí.

Estoy buscando pistas sobre Ali, pero no he encontrado nada, sigo pensando que Collins es el sospechoso, hay algo que nos está ocultando, lo sé, lo veo en su mirada.

Clase de historia es lo más aburrido, no paro de ver la ventana y ver como caen las gotas, me acuerdo que mi hermana y yo, apostábamos que gota caía primero, ella siempre ganaba. Supongo que era demasiado obvio que no estaba poniendo atención, ya que la maestra, me preguntó.

— ¿Señorita Hamilton, me podría decir que estuve hablando durante los últimos 45 minutos?

—Lo lamento señora no preste atención, no hay excusa, si quiere mándeme a detención.

Ella pareció estar sorprendida, solo dijo que después de la clase hablaría conmigo, siguió con la clase, muchos se me quedaron viendo, pero no tenía cabeza para nada. La campana sonó, todos habían salido, metí mi cuaderno a la mochila, me acerqué a la profesora.

—Bien ¿Cuál será mi castigo? — Pregunté resignada.

—Ninguno Srta. Hamilton, quiero hablar con usted ¿Qué tiene? ¿Está enamorada? ¿Triste? — Pregunto seria. —sabes que me puedes contar lo que sea.

—Es que, soy una.... Espina... una aguja, a todos los que se me acercan les pasa cosas malas o los daño.

— ¿Cosas malas?

—Sí, primero mi hermana fallece, TODO POR MI CULPA, después golpean a mi mejor amigo POR MI CULPA, no quiero que nadie salga lastimado por mi culpa.

La profesora se quedó callada meditando lo que iba a decir, yo estaba respirando muy rápido, no pude evitar llorar, había sacado meses y meses de desahogo, quería huir, irme lejos para no hacerle daño a los que quiero, prefiero mil veces que me lo hagan a mí, que me hubieran golpeado a mí, que me hubiera muerto yo, entonces recordé una frase de Bajo la misma estrella "el mundo no es una fábrica de conceder deseos", entonces fue como si me hubieran golpeado, como si hubiera un foco en una habitación oscura, que esta así desde hace tiempo. Descubriré quien es el asesino y lo hare pagar por todo, por lo que le hizo a mi familia y a Steve, se metió con lo más sagrado que tengo, el pagará.

— ¿Qué le paso a Steve? —pregunto anonada.

—Lo golpearon.

—¿Y porque dices que fue tu culpa?

—Maestra si le contara, todo lo que he vivido, he sacrificado mi amistad o amor, lo que sea que tengamos Steve y yo...

— ¿Sacrificado?, todos en la actualidad, creen que sacrificar es malo, pero en realidad es de valientes, porque estás pensando en las otras personas en vez de ti, eso demuestra que eres una verdadera valiente.

—Yo no me siento así, creo que he cometido, el más grande error de toda mi vida.

Ella me sonrió, se rio, después me abrazo para ultimo decirme unas últimas palabras.

—Así es la vida, es para cometer errores, pero ¿sabes?, el verdadero sabio, aprende de sus errores, no los vuelve a cometer, el verdadero ganador es el que se levanta después de una caída.

—Tiene mucha razón, muchas gracias maestra, le prometo que no volveré a distraerme en su clase. —le di un abrazo.

Le sonreí y me retire antes de que la profesora pudiera hablar, era un poco descortés, pero quería estar sola, con mi laptop investigando lo más que pudiera.

Entre a mi cuarto, Alison, está revisando todo lo que teníamos hasta, ahora, todas las noticias, todo, pero ella no dejaba de ver una foto vieja, jamás la había visto en mi vida.

—Ali, ¿Qué es eso?

—Fui a ver al sótano, encontré esta vieja foto en las cajas, tranquila no hay nada más, antes de que te lo preguntes, pero esta foto es mi favorita, toma—me extendió la vieja foto.

La observe estaban las dos, eran hermosas, tenían una inmensa sonrisa, estaban abrazándose, traían la misma ropa, por alguna razón, me acorde de mi hermana, las dos éramos igual de unidas, no pude evitar que salieran lágrimas de mis ojos, en eso me di cuenta de algo, mi madre era fría, porque primero perdió a su hermana, que eso lo había experimentado en carne propia, después perdió a una de sus hijas, debió de ser horrible para ella, me dieron tantas ganas de abrazarle, a pesar de todo, ella y mi padre era la única familia que tenía, así que agarre mi teléfono y busque en mis contactos el número de teléfono de mi mama.

— ¿Bueno quien habla? —Dijo con una voz que hace mucho que no recordaba.

— ¿Mamá?

— ¿Ana?

—Sí, mama, te extraño demasiado— Me senté en el sillón mientras Alison se ponía a un lado para tratar de escuchar la conversación.

—Igual yo, hija que tal si vienes en tus vacaciones de semana santa...

—Claro, mamá, eso me encantaría.

—Muy bien, compraré los boletos y todo, me tengo que ir...

—Ma, te amo...

—Igual yo, TE AMO demasiado.

Sonreí por dentro, en eso ella se despidió y colgamos, vería a mi madre después de tanto tiempo, no lo podía creer. Me emocioné tanto, que salí a dar un paseo, era tarde, pero no me importaba.

Creo que fue una muy mala idea, estaba muy solo el lugar, no lo podía creer, parecía como en vacaciones de invierno, lo mejor será volver al dormitorio, pero en eso vi algo que me puso la piel chinita, era alguien vestido de negro, encapuchado, en su mano tenía un martillo, camino hacia mí, lo único que pude hacer fue correr y correr, hasta que llegue a un edificio, toque la puerta como loca, alguien me dejo entrar, le pedí que cerrara la puerta inmediatamente, me calme un poco, vi que Axel, estaba enfrente mío tratando de calmarme.

—¿Qué paso? —Era lo único que él me preguntaba.

—Al-guien, me trato de matar, no quiero salir.

—Bien, vamos a mi habitación ¿de acuerdo?

Asentí con la cabeza, fui atrás de él, hasta que llegamos al sexto piso, entramos a su cuarto, era muy ordenado, más que el mío... Me acerqué a ver sus fotos que tenía en su peinador, algunas eran de él con su familia, otras eran con Stacey, me senté en la cama, él se acercó, con unas tazas de té, cuando se tropezó tumbándome y el quedando arriba de mí. En eso se escuchó la puerta, era Stacey, estaba muy roja como un tomate, entonces me di cuenta, ella creía que yo estaba a punto de acostarme con Axel. Él se quitó arriba de mí.

—No es lo que parece— Dijo Axel.

—Él tiene razón, so... —No pude terminar ya que Stacey me dio una gran y fuerte bofetada, que me dejo tirada en el piso.

Axel me ayudo a pararme.

—USTEDES SON UNOS IDIOTAS, MUNDANOS, MUTOS ASQUEROSOS, creí que eras mi amiga.

—Stacey, lo soy, esto es un mal entendido, que cuando te lo explique dirás que tengo razón.

—No quiero escuchar, te quiero lejos de mí, igual a ti Axel, no los quiero volver a verlos en mi vida.

Ella se fue, Axel, me corrió después de eso, otra vez lo había arruinado, me di cuenta que todo lo que toco destruyo, ¿alguna vez se han sentidos solos? ¿Qué nadie en esta tierra los amara? ¿Qué no merecen amor?, pues así me sentía en este momento, sin Stacey, sin Steve y la peor de todas, sin mi hermana.

Llegue a mi cuarto, me lance a mi cama y llore, debería de ser fuerte, pero estoy sola, no tengo amigos, Alison, estaba a un lado mío abrazando y dando todo su apoyo.

—No te preocupes, ellos te perdonaran, los dos te quieren mucho para dejarte ir.

—Creo que es lo mejor, yo destruyo todo, ellos están mejor sin mí, lo sé.


1 mes después.

Ha pasado mucho, Stacey no me ha dirigido la palabra, Steve ha hecho hasta lo imposible para hablarme, pero yo lo evito a toda costa, me siento muy sola y frustrante no poder hablar con nadie, pero bueno, me tengo que acostumbrar.

Ha pasado un largo mes y aun no puedo encontrar nada sobre Alison, más bien no me podía concentrar. Entre a mi cuarto, me senté, en esa vieja silla, y me puse a leer, el libro que nos había dejado la de español, el famoso "Don quijote de la mancha" de Miguel de Cervantes. Jamás en mi vida lo había leído, solo pude leer dos páginas, deje el libro en el sillón, me fui al baño, me lave las manos y me eché agua en la cara, entre a mi cuarto y vi sentado a Steve en mi cama ¿Cómo se había metido?, debo de cerrar esa ventana.

Recordatoria mental: ponerles cerrojo a las ventanas, si no se puede meter Steve.

— ¿Qué haces aquí? —Pregunte.

—Pues no me hablas, no contestas mis llamadas, ni mis mensajes, ¿Qué pasa? ¿Por qué no me quieres cerca?

Okey, Anabelle, este es el momento por el que te has preparado toda tu vida, tantas mentiras que has dicho, por fin te servirá de algo.

—Porque ya no te quiero en mi vida.

—Mientes. — Dijo mirándome con esos ojos azules, mierda, tantos años de entrenamiento desperdiciado— Lo veo en tus ojos, dime la verdad.

—No, porque si te la digo, te querrás quedar.

—Anabelle Hamilton Payne.

—De acuerdo.

Me senté en la cama, para pensar en cómo le iba a decir que, por mi culpa, lo golpearon, que fue una advertencia para mí, creo que será mejor que se lo diga, después se alejará de mí.

—Bueno, recuerdas cuando te golpearon y casi mueres,— Claro que lo recuerda, que tonta forma de empezar el discurso— bueno, pues cuando volví a la habitación, en el espejo me dejaron una nota, donde decía que si seguía investigando, le harían daño a ti y a Stacey, no quiero que les hagan daño, son mis mejores amigos y si les llegará a pasar algo... Jamás me lo perdonaría.

— ¿Y por qué no me lo dijiste?, pudiste haber pedido mi opinión, escucha no me alejaré de ti, aunque un maniático me quiera matar, no me alejare, eres parte de mi vida y no te iras tan fáciles de ella.

—Es que no quiero perderte, si a ti te pasa algo y por mi culpa, no sé si me lo pueda perdonar...

Se levantó quedando a pocos centímetros de mí, después me abrazo, se sentía reconfortarte estar entre sus brazos fuertes, no tan musculosos, después se alejó un poco, pero aun sus brazos estaban envueltos en mi cintura, por un momento los dos nos quedamos observando, él se acercó a mi lentamente, nos íbamos a dar nuestro tercer beso, pero en eso, alguien toco la puerta, eso hizo que nos alejáramos bruscamente, alguien había abierto la puerta, estaba alguien parada, era Stacey.

—Solo venía a decirte que, es hora de comer, tampoco te puedes matar de hambre.

—Stacey, —Corrí y la abrace, ella abrió los ojos como plato—perdóname, por favor déjame explicarte, no te soltare y si necesito amarrarte a la cama con un calcetín lo hare, hasta que escuches mi historia.

—De acuerdo, te doy dos minutos.

Se sentó en la cama, Steve estaba a su lado, comencé contando toda la historia, desde que me persiguió alguien, hasta que ele tropezó, mientras iba avanzando mi historia, ella quedaba más convencida, al final de la historia, ella se me acerco hasta quedar unos pocos centímetros de mí, me acorde de Alison, cuando le había dicho que no y se me puso igual que ella.

— ¿Estás diciendo la verdad? — Dijo mirándome a los ojos.

—Sí, esa es la verdad, te pido perdón, además de que creo que deberías de volver con Axel, él te quiere honestamente.

—Hablare con el ¿creen que me perdone? — Dijo tímidamente.

—Por supuesto, él te quiere y sé que lo hará.

—Gracias, Anabelle, oigan lo siento, interrumpí algo importante lo mejor será que me vaya.

Antes de que pudiera decir algo, ella ya se había ido, era muy rápida. Steve, abrió la ventana e iba a la mitad cuando hablo:

—Creo que le deberías de decir, seriamos un cuarteto muy bueno, además de que es tu mejor amiga, escucha, si nosotros morimos, es nuestra decisión, que ni dios quiera que nos pase algo malo.

Después de decir aquellas palabras salió de mi habitación, creo que debería de decirle.

Son las 11 de la noche, estoy esperando a Stacey, hoy le contaría toda la verdad, ella nos ayudara yo lo sé, Steve estaba sentado en el sillón, leyendo una revista de deportes, yo caminaba por toda la habitación con un manojo de nervios, ¿Cómo empiezo?, ¿Qué le digo?, Alison me miró, se acercó a mí y me dijo que me calmara. En eso entró Stacey.

—¿Qué pasa? ¿Para qué me pidieron que viniera?, hola Steve.

—Hola, es porque, ahora serás parte de E.D.A.B.A.S—dijo Steve con cierto aburrimiento.

—Bien y que es ¿E.D.A.B.A.S? —dijo muy confundida y con una sonrisa en su boca.

—Escuadrón

De jóvenes

Amigos, que

Buscan la

Autenticidad

Sobre la muerte de Alison.

—Okay, ustedes dos son raros y sí esto es un broma, les aseguro que no es buena. — Dijo Stacey caminando hacia la puerta.

— ¡NO!, escucha.—Ella volvió— Steve te dije que me permitieras contarle desde el principio, para después contarle de E.D.A.B.A.S, te pasaste hasta la fase tres.

— ¿Cuál era la fase uno? — dijo Steve.

—Era contarle lo de Alison.

— ¿Y la dos?

—Mostrarle que existe Alison y la tres era mencionarle de E.D.A.B.A.S.

Una gran "o" se formó en los labios de Steve, Stacey parecía demasiado confundida en cambio Alison parecía divertida, se estaba riendo.

—Escucha ¿recuerdas a la chica fantasma que vi en la noche de mi iniciación?

—Sí, ¿pero esto que tiene que ver?

—Pues esta chica, la puedo ver como tú o como Steve, ella me habla, solo yo la puedo ver. Alison así es su nombre, estamos tratando de descubrir quien la mató.

—Chicos, okey, esto es raro y creo que necesitan ir con un psicólogo

Voltee a ver a Alison, ella se paró y comenzó a tirar las cosas, Stacey dio un gran salto con un gritó.

—Stacey, esto es real, sé que parece todo sacado de una película de suspenso, pero no lo es, Steve y yo estamos de acuerdo en contarte, los cuatro nos ayudaremos a descubrirlo, si no quieres pertenecer a E.D.A.B.A.S, te entenderemos.

—Por supuesto que quiero pertenecer, pero necesitó más pruebas.

—Alison, sabes que hacer.

Ella se acercó a Stacey, comenzó a leer su pasado, después se quedó congelada.

— ¿Alison? — me acerqué a ella, la toque, mierda lo olvidé, al tocarla todo se volvió negro.

— ¿Anabelle? —Dijo Steve.

— ¿Qué le pasa a Anabelle? —Pregunté

—Por qué hablas de ti en tercera persona— Preguntó Stacey.

—Un momento ¿pueden verme?

— ¿Anabelle? —Preguntó Steve— ¿Qué le paso al color de tus ojos?

Corrí hasta el espejo, pude ver que otra vez era Anabelle, otra vez me debió de haber tocado, no recuerdo nada, más que estaba recorriendo la infancia de Stacey, pero cuando llegue a su nacimiento, todo se volvió borroso. Me estaban observando preocupados.

—Chicos, no sé cómo explicar esto, pero yo soy Alison, cuando Anabelle me toca, entro a su cuerpo, como lo estoy haciendo ahora, es por eso que tengo los ojos de color verde, Stacey lo que te dijo Anabelle es verdad, soy real, estoy atrapada en este mundo, sería un gran honor que pertenecieras a este escuadrón.

—De acuerdo, pero queremos a la verdadera Anabelle. —Ella parecía apunto de desmayarse.

—Fue un gusto hablar con ustedes.

Cerré los ojos, dejando que mi espíritu saliera de su cuerpo.

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