Plan C
Akutagawa llevaba un par de semanas sin Higuchi, Chuuya había llegado aquel día a dar ordenes como era normal, y a la rubia la llevaron al sector de manejo de nuevos reclutas, en Japón Osaka.
Atsushi había aprendido una que otra cosa de Dazai, dejo a Akutagawa teniendo mucho trabajo, comenzó a llevarse bien con Gin, hicieron tanta química que empezaron a congeniar. El mafioso estaba molesto e iba de un lado a otro, sobre todo por el estrés de ver a su hermana con el hombre tigre.
Las pocas veces que lo vio, Atsushi siempre sonreía a Gin, y Gin con él. Parecían llevarse bien y por algún motivo, incluso Dazai le llamaba a su hermano. El mafioso comprendido que algo había, pero no entendía del todo, odiaba la sensación de ser déjalo de lado, pero ¿Cómo enfrentarse a su hermana?
Ese día tomo a Atsushi del brazo – Jinko
- Akutagawa, ¿Qué necesitas? – pregunto sonriente
- Aléjate de Gin
- Oh, pero, hoy tenemos una cita para uñas, le arreglaran sus uñas y después iremos por café. No podemos cancelar la cita
- No me importa lo que hagan – se quejo miro a otro lado
Un chico pasaba en su bicicleta, Atsushi sonrió, jalo a Akutagawa hacia él, Atsushi había quedado pegado a la pared del edificio mientras Akutagawa no pudo evitar terminar sobre la piel del agente – disculpa, - menciono cerca de sus labios, mirándose uno al otro a los ojos – el ciclista casi de arrolla
- S-sí, cierto...
- Me voy por ahora – menciono alejándolo. – te llevo a Gin en la noche
Atsushi se alejó. Akutagawa estaba confundido, trago saliva, tenia un sutil olor a higos, pero era embriagante, probablemente toxico. El mafioso miro hacia la dirección sonrojado. No podía entenderlo.
Akutagawa pronto estaría bajo las garritas del tigre.
Atsushi llego ese día a casa del mafioso, sorprendiéndole en realidad, él y Gin había llegado más bien – Jinko
- Hola Akutagawa
- Gin ¿Por qué lo traes? – se quejo
- Es mi amigo – menciono Gin – vamos Atsushi, hagamos esos pastelillos
- Sipis
- Maldición
Gin comenzó a preparar todo, Atsushi la ayudaba. Akutagawa se acercó - ¿Qué hacen?
- Haremos pastelitos hermano
- De chocolate y dulce
- ¿van a hacer ruido?
- No – respondieron ambos
- Mmm... los ayudaré, así terminan más rápido y Jinko se va
- De acuerdo – respondieron ambos
La verdad, es que terminaron jugando los tres, un poco de harina, un poco de vainilla, hasta que llego el huevo. Los tres terminaron muertos de la risa, con los pastelillos en el horno y super sucios.
Gin fue a su habitación para limpiarse.
Atsushi tomaba sus cosas, el azabache lo miro - ¿Qué haces?
- Los pastelillos estarán en una hora, debo ir a limpiarme
- ¿te vas?
- Si – respondió yendo por sus botas
- ¿Por qué no tomas un baño aquí?
- ¿seguro?
- Si, digo, no importa
- Si tú lo dices...
- Si, ven. Te muestro
El azabache llevo al menor hasta el baño, allí Atsushi lo miro un momento – espera – menciono – no puedo bañarme aquí, no tengo que ponerme
- Solo quítate la ropa, lavaré esto con lo mío y lo de mi hermana, te pasaré una muda
- ¿se-seguro?
- Apresúrate Jinko
- S-si
Atsushi termino quitándose su ropa, el mafioso lo esperaba y no perdió la oportunidad para sacar lo mejor de su pequeño cuerpo, pero al final del día, piel era piel. Cuando por fin se iba a quitar los pantalones en una posición inclinada y algo juiciosa, miro al mayor - ¿puedes voltearte?
- Eh, si
Akutagawa se volteo esbozando una sonrisa en Atsushi, el mafioso estaba nervioso.
Se termino de quitar la ropa y la extendió frente a Akutagawa de espaldas – lo lavaré
- Gracias
Akutagawa salió del baño, Atsushi solo entro a la regadera a lavar su cabello y parte de su cuerpo, debía ideárselas ahora, había dejado al mafioso de lado para pagarle el favor a Dazai y Chuuya, pero convivir con ellos le había ayudado para llevar al cabo su plan, estaba seguro de que atraparía al mafioso entre sus piernas y no lo iba a soltar.
Salió de bañarse encontrándose con una sudadera, se la puso sorprendiéndolo de lo grande que era, pero no había otra cosa. Para cuando salió, se topa a Gin con playera de tirantes y short, mientras el mafioso llevaba una playera, un pans y una sudadera atada a la cintura - ¿Por qué soy el único pornográfico? – se quejo el agente haciendo reír a Gin
- Mi hermano y yo hablábamos de eso, iba a comprar un paquete de bóxer nuevos, pero él no me deja ir a comprarte eso
- Eres una dama, ¿Por qué harías eso? Iré yo
- Es tarde, esta frio te hará daño.
- Solo me di un rápido baño, no estoy tan fresco
- Vamos Atsushi, ayúdame a convencerlo o se va a resfriar más de lo que suele hacerlo
- No hagas preocupar a tu hermana Akutagawa, Gin tiene razón
- Tu – le llamo molesto – no te metas Jinko
Gin y Atsushi se quedaron riendo – bueno, la ropa estará en un rato, entonces ¿puedes vivir tapándote?
- Puedo perfectamente – dijo Atsushi – esta sudadera es tan amplia
- Ryu la ocupa en navidad
- ¿Ryu?
El mayor de ellos estaba totalmente rojo – es mi nombre – respondió
- Suena lindo
- Bien – dijo Gin – tengo esto – menciono sacando un nuevo de mesa
- Uuh, lo conozco, Dazai-san siempre insiste en jugarlo
- ¿Dazai-san? – pregunto Akutagawa
- Si
- Juguemos los tres
Lo tenía y era tan fácil, y predecible.
Pasaron lo que quedaba de la hora jugando, en realidad, Akutagawa parecía ser el más entretenido en ello. Los pastelillos estuvieron, los probaron, pero siguieron jugando, ahora con chocolate y vasos de leche, el juego duro hasta la madrugada.
Gin se había dormido sobre le mueble mientras Akutagawa y Atsushi siguieron jugando.
Atsushi puso en marcha su plan, Gin estaba dormida y el comenzó a hacerse el cansado, estiro su cuerpo y se recargo en la mesa – bien, te toca
Atsushi bostezo amplio – bien. – tiro, se movió. La verdad, aprendió de Dazai a tirar los dados. Había tenido un par de semanas de tantas enseñanzas que estaba seguro de lo que hacía.
Akutagawa celebro, Atsushi debía pagarle. – Akutagawa me quede sin dinero – menciono cansado
- Tienes que pagar, sea como sea
- Ni que tuviera cuerpo para pagarte así
- Lo tienes
Atsushi lo miro, el azabache se sonrojo, - o sea, de juego, como sea, llevaré a Gin a su recamara
- Si
Atsushi miro su celular – oh por dios, son las 2:53 de la madrugada – hablo preocupado
- Quédate a dormir – dijo el azabache – traeré unas sabanas para el mueble
- De acuerdo, gracias.
Mientras el mafioso llevo a su hermana a su habitación, Atsushi guardaba el juego, espero el momento donde Akutagawa regresará, seguía sin ropa interior debajo, y necesitaba una buena pose para atraer el mayor, la cual, si, si hizo. Akutagawa al regresar logro ver ligeramente los glúteos de Atsushi mientras el "buscaba" un carrito del juego que cayo bajo el mueble.
Akutagawa por inercia y sincera curiosidad se acercó, claro, Atsushi no era tonto, se levanto con ese carrito y sonrió – lo encontré
- Qu-que bueno
- Sip
Atsushi termino de guardar todo y miro al azabache - ¿y las sábanas?
- Ah, sí, no, ven conmigo
- ¿A dónde?
- Solo ven
- Pero Akutagawa – le acerco su taza – no te has acabado tu leche
- ¿no? – cuestiono.
Akutagawa se empino lo ultimo de su vaso, el mafioso odiaba desperdiciar, y claro, Akutagawa ya se había terminado su leche hace rato, Atsushi simplemente puso algo extra en su bebida y relleno un poco.
En la habitación, el mafioso movió su camisa, sentía mucho calor mientras Atsushi se hacia el tonto - ¿entonces? ¿Dónde dormiré?
- Solo quédate en la cama – menciono
- Yo tengo mucho calor, quizá me de otro baño
- ¿seguro? – pregunto acercándose, tomo su brazo y con su mano toco su frente – no estas caliente
- Suéltame Jinko, solo súbete a la cama
- Esta bien, esta bien
Se inclino en la cama para acostarse, Akutagawa trago saliva.
...
¡Gracias por leer!
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