Tengo Una Teoría.

Tengo una teoría, los momentos de impacto son los que nos definen por completo.

Ese día nada fue planeado, tal vez fue culpa mía, debí de haber trazado todo a la perfección para que nada saliera mal al final, siempre sacas esa parte de mi en la que se deja llevar improvisandolo todo.

Siempre me molestó, era como dejarse llevar por la marea fuerte y perderse en medio del océano, nunca me gustó sentirme perdido, y tú siempre supiste que me molestaba así que de vez en cuando me dejabas hacer mis planes perfectos y te incluías en ellos aunque terminaras furiosa, seguir las reglas y los planes perfectos no va contigo, siempre te dejas llevar por lo que venga y te adaptas a ello.

Por eso te amé desde el principio y te amaré hasta que la muerte venga a separamos.

Ese era mi plan perfecto para nuestra vida juntos, un plan que solo la muerte arruinaría.

O eso creí.

Pensé en muchas cosas que pude arreglar para que nada saliera mal, veo todo en cámara lenta desde que desperté en el hospital.

Al salir de aquella película de fantasía que tú seleccionaste y ver que la nieve había cubierto todo a nuestro alrededor.

Mientras yo pensaba en lo molesto que era tener que llegar a casa y quitar la nieve de la entrada tú sonreiste divertida por seguramente imaginarte en una guerra de bolas de nieve a la mañana siguiente.

Hacía frío y los dos nos quejamos de eso hasta que subimos al carro y puse la calefacción de inmediato, y aún así temblaste, tomé tus manos de inmediato aprisionando las tuyas, junté mi boca y soplé aire para que entraras en calor, tú sonreiste tiernamente y me diste las gracias.

Entonces te sonreí, ahora que lo puedo pensar con más detenimiento eres la única persona que siempre hace que sonría más de la cuenta, normalmente me molesta expresar mis sentimientos a otros, al principio porque pensaba que era débil al mostrarlos y luego con el tiempo se me hizo molesto que a veces la gente se aprovecha de eso, para mí lo emocional siempre causa problemas, prefiero tener mi mente clara y pensar en soluciones más coherentes a las situación que dejarme llevar por lo que siento.

Tú por supuesto eres todo lo contrario, y no mentiré, el verte llorando por la cosa más mínima o el verte sonriendo de emoción por cosas pequeñas a veces causa un conflicto en mí, cuando tomas decisiones emocionada o enojada no siempre son las mejores.

Era hora de ir a casa, ya pasaban más de las once de la noche y ahí tal vez fue el primer error que pude corregir en mi plan perfecto, quizás si no hubiéramos entrado a esa película, quizás si hubiéramos ido a una con un horario más temprano, las calles no estarían tan vacías y la nieve no causaría que las ruedas de los vehículos se deslizaran provocando accidentes.

Tal vez el camión a toda velocidad que nos pegó por detrás mientras estábamos en el semáforo parados esperando el cruce no nos hubiera pegado a nosotros ni a nadie, quizás ese camión hubiera llegado a su destino aunque el conductor estuviera ebrio como probablemente siempre lo estaba sin tener percances por pura suerte.

Pero no puedo hecharle la culpa completamente a lo que no pude controlar, quizás si tú no te hubieras quitado ese cinturón de seguridad todo hubiera estado bien, debí haberte regañado de inmediato pero al acercarte a mi asiento a darme un beso rápido hablaste divertida sobre que tenías la teoría de que si una pareja hacía el amor en un automóvil entonces tendrían un hijo.

Si mi mente no hubiera estado tan ocupada al sorprenderse de que querías formar una familia conmigo al fin, tal vez yo hubiera hecho que te volvieras a poner el cinturón de seguridad, tal vez al ocurrir el impacto eso hubiera evitado que tu cuerpo saliera impulsado hacía el parabrisas rompiendo el vidrio en el proceso y quedando totalmente inconsiente con un traumatismo craneal severo del que no despertarías en semanas.

Esos pequeños detalles hacen la gran diferencia en los momentos de impacto.

Y fue cuando yo hice mi propia teoría al igual que a ti siempre te gustaba inventar algunas.

Ese momento de impacto nos definirá apartir de ahora, así como los pequeños momentos nos definieron antes para que terminaramos juntos.

Desperté antes que tú, nuestros amigos ya se encontraban preocupados por nosotros ya que tengo a Lee en mi contacto de emergencia, así que ahí estaban como siempre apoyando en lo que necesitaramos, si los hubieras visto te emocionaría tanto recordar su apoyo incondicional que los abrazarías por horas.

Entonces cuando la doctora me hablaba por primera vez mi mente se llenó de términos médicos que quise investigar de inmediato, tú sabes que siempre quise estudiar medicina y lo hubiera hecho de tener el dinero para lograrlo.

En momentos como estos agradezco mis planes perfectos, el ahorro de dinero que tenía para emergencias del que siempre te quejabas pagaron todos los gastos del hospital, el dinero del seguro que vendría después y la indemnización de parte de la empresa  responsable del conductor que nos golpeó nos ayudaría a recuperarnos, te pusieron en una habitación compartida con otros pacientes, quise llevarte a casa de inmediato para cuidarte yo mismo, sin nadie observando o un horario restringido para estar siempre contigo.

Te pusieron en coma a propósito, la doctora mencionó que tu cerebro debía desinflamar lo necesario primero por el impacto tan fuerte que sufriste, aunque me dieron el alta yo nunca abandoné el hospital, regresar a casa sin ti simplemente no pude soportarlo.

No quería que cuando abrieras los ojos nadie estuviera ahí, sé lo mucho que te asusta la soledad Tenten, así que me aseguré de nunca irme ni un momento, incluso en uno de mis momentos contigo puse de nuevo el anillo de compromiso en tu mano derecha, sé cuánto significa para ti jamás quitartelo, siempre estoy diciéndote que exageras con eso.

Ese día en que supe que este sería el momento que lo cambiaría todo me levanté de la sala de espera y fui a la máquina instantanea de café barato para tomar un poco, la doctora encargada de ti se me acercó diciendo que ya habían quitado los medicamentos que te hacían dormir y que despertarías en cualquier momento del día a partir de ahora.

Me sentí aliviado por completo, cuando entré a la habitación y vi tus hermosos ojos café chocolate mirándome con atención.

Apenas y hablé para preguntar cómo te sentías, no quería atascarte de cosas tan pronto, tu mirada se notaba algo confundida.

Y entonces todo me golpeó de la nada, al principio no lo creí, ya me conoces, si no tengo una prueba con explicación lógica para creer en algo siemplemente no lo hago.

Pero entonces tu mirada de confusión cobró sentido y la doctora intervino para explicar, me dijo que te dejáramos descansar un poco más así que me apartó de tí para explicarme de nuevo más términos médicos.

—¿Por qué no está recordándome?, ¡A mí, a su propio esposo! —mi carácter estaba saliéndose de control, inclusive hasta había levantado la voz a la doctora, mi respiración se agitó y traté de tranquilizarme pero solo podía recordar tu mirada hacia mi, como cuando ves a un desconocido frente a ti y lo miras con cierta curiosidad que te delata.

—Es normal, démosle tiempo su cerebro todavía está inflamado, si no te recuerda ahora puede que lo haga después, la neurología es algo incierta, no sabemos el daño exacto que tienen los pacientes hasta que ellos mismos nos lo hacen saber —la doctora me miraba con lástima, lo odié— debemos tener paciencia.

Fue lo último que quise escuchar en ese momento, me alejé de ella, me alejé de todo, terminé tomando otro café de la máquina instantánea, mi cuerpo se sintió tan débil que se deslizó por la pared hasta sentarme en el suelo con las piernas dobladas, cerré los ojos.

Ese momento de duro impacto no solo me definiría a mi, si no a ambos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top