Epílogo

TaeHyung veía a su esposo bailar con su bebé en brazos. Era una canción lenta, así que a JungKook le bastaba con moverse de un lado a otro con JunSang, quien lo despegaba sus ojos grandes de su padre, moviéndose y contorsionándose para bailar como bien le permitía su pequeño cuerpecito.

JungKook rio y colocó una mano en una de las mejillitas de su bebé, quien abrió la boca y babeó uno de sus dedos, mordisqueando y rozando entusiasmadamente la mano de su papá con sus pequeños dientes de leche.

Su papá le otorgó un besito en la nariz, uno que le hizo arrugarla hacia JungKook e hizo a TaeHyung reír enternecido al ver la preciosa interacción entre ambos.

Los seguiría viendo si no fuera porque su hermano mayor tocó su hombro y TaeHyung lo miró.

—Mira la empresa, mejor que antes —infló su pecho sonriendo. TaeHyung bufó una risa al verlo tan orgulloso y entusiasmado, pues sabía que ese siempre había sido el sueño de su hermano: manejar la empresa sin presiones—. No sé qué hubiera hecho sin ti, hermano

—Definitivamente estarías en la calle, no hay duda —rieron juntos mientras NamJoon lo abrazaba por los hombros.

—Tae, estaba pensando... —TaeHyung lo miró atento—. Siempre hemos estado juntos los tres y SeokJin y yo los extrañamos mucho a ambos —comenzó.

—No nos mudaremos juntos otra vez —alzó una ceja, pero NamJoon negó.

—No, no juntos pero si cerca —TaeHyung se separó un poco para verlo—. Hay una casa desocupada en el mismo terreno que la nuestra, podrían modificarla a su gusto y estaríamos cerca —propuso NamJoon y TaeHyung sonrió de lado—. No sé, si ustedes quieren —TaeHyung asintió con una sonrisa.

—Lo hablaré con JungKook, pero no creo que se oponga a vivir cerca de ustedes —NamJoon miró a su hermano con una sonrisa llena de felicidad por la afirmativa.

—Muchas gracias.

TaeHyung se dejó abrazar y correspondió de igual forma. Aunque se separaron cuando escucharon a Suni llamar a NamJoon. TaeHyung rodó los ojos, pero NamJoon fue de lo más feliz hacia donde estaba su mamá.

Volvió a voltearse hacia JungKook y JunSang, pero se horrorizó al ver como justo JiMin le colocaba un chupete a su hijo. Cabe recalcar: un chupete horroroso.

Vio a JiMin entusiasmado moviendo las manos y su cuerpo, seguramente alardeando de lo hermoso que se JunSang con ese regalo, pero no, TaeHyung no podía permitir que su precioso y delicado hijo llevara esa atrocidad.

Dando zancadas se acercó a ellos mientras YoonGi se reía junto a JiMin, divirtiéndose con el dichoso chupete.

—Quítale esa cosa tan horrible a mi hijo —sentenció severo.

—Mi amor, es un chupete —dijo JungKook.

—Uno muy feo —recalcó con desdén. JungKook se le quedó viendo y TaeHyung quitó la vista de su bebé para posarla en su omega, pues sintió en su pecho que su esposo quería decirle algo.

Y estaba por preguntar cuando escuchó a NamJoon llamarlo para que fuera a hablar con unos invitados, así que volvió a mirar a JungKook y le dio un beso rápido en los labios seguido de un "te amo", para después irse a donde su hermano.

YoonGi y JiMin se alejaron un poco, conversando seguramente de su bebé, pero JungKook se quedó en ese mismo lugar, viendo la espalda de su esposo alejarse.

—¿Cuándo vas a decirle? —JungKook vio a su hermano mayor detenerse a su lado.

—¿Decirle qué? —inquirió frunciendo el ceño, y HoSeok lo miró con una ceja alzada, indicándole un "tú a mí no me engañas" muy claro. JungKook suspiró, arrullando a su bebé—. Ha estado muy estresado, no quiero aumentarle el estrés... —se excusó.

—Sabes que eso no es cierto, dile ya antes de que se dé cuenta solo —aconsejó HoSeok, acariciando el cabello de su sobrino antes de irse.

JungKook vio hacia el frente, donde pude ver como su esposo se despedía de las personas con las que hablaba y se dirigía al piso de arriba, a lo que JungKook supuso que era su nueva oficina.

Vio a JunSang restregarse un ojito somnoliento y mostrar un puchero. JungKook le dio un beso y colocó una de sus manos en la cabeza del bebé para que se recostara en su hombro antes de volver a llevar la mirada hacia donde había ido su alfa.

Y solo le quedó inhalar y exhalar nervioso.

TaeHyung se adentró a su oficina de su nueva sede principal y se sentó en la silla tras el escritorio, cerrando los ojos mientras exhalaba y se aflojaba la corbata.

Quería alejarse del bullicio y la música por un momento, y poder buscar algo que lo desestresara de todo el ajetreo de estas largas y tediosas semanas.

Gracias a JungKook y sus contactos habían podido dar el paso inicial para volver a levantar la empresa en banca rota y pudieron encontrar nuevos socio. Además, JungKook había recibido la herencia de MinSoo al ser su familiar más cercano, cuyo dinero JungKook no estaba dispuesto a usar para él, así que se dedicó a ayudar a la empresa y donar el resto al orfanato.

Pero había sido un año planeándolo todo, trabajando sin descanso para poder invertir en la empresa, para poder volver a recuperar clientes e intentar no clausurar el lugar. Así que TaeHyung estuvo muy estresado por casi todo ese tiempo. Sin embargo, todo resultó ser un éxito y los esfuerzos dieron sus frutos. Y su vida normal iba a empezar desde ahora que ya no tenía tanto trabajo.

Seguía sumido en sus pensamientos cuando vio por el rabillo del ojo a una figura venir rápidamente y luego dirigirse a su oficina. Pero se levantó rápidamente de su silla cuando vio que esa persona estrelló su cuerpo contra la puerta de vidrio.

—¿JungKook? —habló TaeHyung angustiado y se inclinó al escritorio para presionar el botón que abría la puerta y así JungKook pudiera entrar con una mano en la frente y un JunSang malhumorado por el rebote torpe que había tenido su padre y que había irrumpido su preciada siesta.

—Mi amor, ¿qué fue eso? ¿Por qué corriste? Sabes que es peligroso para ti —se acercó y le apartó suavemente la mano de la frente para revisarlo y apartó su cabello de la zona, ese que había cortado hace poco tiempo atrás. Se acercó y sopló el golpe para darle después un besito sanador.

—Lo siento, todo es tan transparente...

TaeHyung se alejó un poco para acomodarle los lentes correctamente.

—¿Por qué viniste así? —preguntó con más cuidado, acomodando su cabello y bajando la mano.

—Tengo algo muy importante que decirte...

TaeHyung ladeó la cabeza.

—¿Qué es?

JungKook miró hacia un lado, mordisqueando levemente su labio inferior mientras pensaba antes de volver a mirarle e inclinarse para darle un beso y después separarse y carraspear.

—Sé que no hablamos de esto pero yo... —buscó sus palabras antes de seguir—, yo quería darte este regalo porque te amo y quiero entregar mucho amor... —TaeHyung frunció el ceño ligeramente, sin entender a qué quería llegar—. Seguramente tendremos que mudarnos y comprar más comida... —divagó nerviosamente.

—¿Por qué quieres que hagamos-

—¡Estoy embarazado!

—... eso —completó, descendiendo su tono de voz hasta que no salió de su boca, mirando como su esposo mordisqueaba su labio. Escucharon a JunSang gruñir por el ruido y JungKook le dio una palmadita en la espalda para que se durmiera—. ¿Seremos papás otra vez? —boqueó TaeHyung con los ojos más abiertos y JungKook asintió, sacándole una enorme sonrisa al contrario—. ¿De verdad?

JungKook exhaló el aire que estaba conteniendo al verlo sonreír, dejando que poco a poco el nerviosismo que había tenido al pensar que TaeHyung reaccionaría negativamente se esfumara.

TaeHyung se le acercó y plantó un sonoro beso en sus labios mientras reía lleno de júbilo, abrazándolo fuerte.

—No lo puedo creer, mi amor —balbuceó TaeHyung con sus ojos de medialuna, sintiendo como JunSang pateaba un poco entre ambos. TaeHyung se separó y tomó el rostro de su omega entre sus manos—. Tendremos otro bebé —repitió emocionado, pues él realmente quería otro hijo, pero no se había atrevido a decirle a JungKook porque no sabía si él estaba dispuesto a ello. Pero ahora que JungKook le haya dicho que va a ser papá otra vez lo hace sentir ese tipo de alegría especial que no se compara con ninguna otra.

JungKook volvió a mordisquear su labio.

—TaeHyung... —El nombrado inmediatamente notó el tono de JungKook, preocupándose al no verlo del todo cómodo—. Fui al médico porque me sentía mal y ellos, los doctores me hicieron un ecograma

—¿Tiene algo el bebé? ¿Es eso? —colocó su mano en el vientre de su pareja, angustiado.

—Mi amor, son mellizos

—Ah —Pasaron unos segundos—. ¡AH! —sus ojos se abrieron en grande—. ¡Mellizos! —Ahora fue su boca la que se abrió, soltando una risa y un pequeño grito—. ¡Dos! —sonrió—. Dos bebés hermosos, tres hijos, JungKook.

JungKook lo miró con una sonrisa, sintiendo sus ojos brillar. TaeHyung acunó su rostro y le dio un beso.

—Soy el alfa más feliz de este mundo —festejó TaeHyung, dando otro beso más, aun asombrado—. Dos hermosos bebés —volvió a colocar su mano en el vientre plano de JungKook.

—Te amo tanto —exhaló JungKook, contento por la reacción de su pareja, TaeHyung negó todavía con una sonrisa.

—Yo los amo a todos ustedes, infinitamente —lo abrazó—. JungKook, eres increíble, amor —se separó un poco del abrazo para ver a su hijo, quien tenía una cara de mal humor increíble—. Serás hermano mayor de dos hermanitos —hizo el numero dos con sus dedos y empezó a darle muchos besos en su mejilla.

Pero JunSang se hartó y empujó a su papá por el pecho, logrando que sus dos padres lo miraran con las cejas alzadas.

—JunSang, no trates así a papá Tae —reprendió JungKook, quien fue el primero en reaccionar ante la grosera actitud de su hijo. JunSang escondió su cara en el cuello de JungKook, molesto—. JunSang —lo llamó serio, pero el bebé lo estaba ignorando—. Kim JunSang —regañó severo, dándole una pequeña nalgada.

Inmediatamente JunSang comenzó a llorar, pero no por el golpe, JungKook sabía que no, sino porque tenía sueño y JunSang podía llegar a ser un ángel siempre, pero se ponía de muy mal humor cuando no lo dejaban dormir.

JungKook suspiró y caminó hasta la silla más cercana donde se sentó y acostó a JunSang en sus brazos para empezar a mecerlo para que durmiera.

TaeHyung se le quedó viendo con una sonrisa, pero también notó que JungKook seguía nervioso, así que dio unos cuantos pasos hasta detenerse frente a él y agacharse para verlo desde abajo.

JungKook veía a su bebé quedarse dormido poco a poco, para después levantar la mirada hacia su esposo. Y TaeHyung no tuvo que preguntarle lo que pensaba, pues JungKook ya sabía por la marca en su cuello que los unía.

—Estoy feliz, estoy muy feliz —acarició la frente de su bebé ya dormido, justo en el pequeño y suave espacio entre sus cejas—. Pero pasaron tantas cosas con JunSang que me pongo nervioso y más ahora que son dos... —murmuró JungKook, sin dejar de mordisquear sus labios.

TaeHyung lo miró y agarró su mano para darle un besito en el dorso de la misma.

—Nada pasará en este, podremos vivirlo juntos y tendremos una gran familia ahora —sonrió para darle consuelo, consiguiendo que JungKook sonriera de labios cerrados y asintiera.

JungKook se le quedó viendo desde arriba, encantado y cada vez más conmovido por sus palabras de aliento, que no pudo contener un pequeño sonidito que salió de su garganta antes de echarse hacia adelante para abrazarlo y descansar su frente en el hombro de su alfa y esposo, fundiéndose en un abrazo cuidadoso por el bebé dormido entre ambos.

TaeHyung soltó unas risitas suaves que hicieron temblar su pecho.

—Por eso me has peleado tanto estos días —comentó burlón, ganándose un pequeño mordisco en su clavícula de parte de su omega malhumorado. Hizo un pequeño sonido de queja, pero luego siguió riendo en voz baja.

—Tengo la razón, llegas tarde, te vas temprano y ni siquiera desayunas con nosotros —refunfuñó ronco y TaeHyung rió.

—No lo volveré a hacer

Pero luego escucharon un gruñido y ambos vieron como JunSang —ahora despierto por culpa de ambos—, los miraba con las cejas fruncidas con ímpetu en disgusto y con su cara toda roja de la rabia.

—Aww, hasta enojado te ves lindo, bebé —balbuceó tontamente TaeHyung antes de apretarle suavemente sus dos cachetitos, y solo consiguiendo que JunSang inhalara con potencia y comenzara a llorar fuertemente, inhalando de nuevo para soltar otras cuantas lágrimas. Él solo quería dormir, ¿tanto les costaba?

JungKook tenía una sonrisa en los labios. Sin embargo, sintió como sus ojos comenzaron a picarle, así que llevó una mano para restregárselos un poco, obteniendo la mirada de su esposo, con la que chocó al abrir los suyos.

JunSang se calló casi un instante después, acomodándose para sentarse y ver a su papá omega. TaeHyung tomó la cara de su omega entre sus manos y lo acercó un poco, exhalando una sonrisa al verle los ojos.

Y JungKook sonrió al ya saber lo que significaba.

Ojos color amatista y azul cerúleo.

TaeHyung los abrazó a los dos y le dio un besito a cada uno.

—Los amo —murmuró TaeHyung, refiriéndose también a las otras dos pequeñas criaturitas que comenzaban a formarse dentro del amor de su vida.

JungKook veía a sus tres hijos jugar con su padre en el jardín de su nuevo hogar. TaeHyung perseguía a un JunSang de cinco años, y acompañado de su hija SunHye y su hijo HyoIn.

Ambos mellizos reían a carcajadas dulces mientras perseguían a su hermano mayor sin soltar sus manitas y JungKook vio que ambos aceleraron el paso para alcanzar a JunSang hasta que lo abatieron y lo hicieron caer al suelo, cayendo ellos también encima de él entre muchas risas.

TaeHyung llegó a ellos y se arrodilló en el pasto con ellos, y poco después los tres niños abrazaron a su papá, riendo traviesamente antes de también tumbarlo de espaldas en el pasto.

Poco después, JungKook vio que sus SunHye y HyoIn se acercaron a él entre risitas, todos sucios de tierra. JungKook les sonrió tiernamente y pasó su dedo pulgar por la mejilla regordeta de su hijo y así quitarle restos de barro de la zona. Y a la preciosa niña le dio un beso en la cabeza.

Si JunSang se parecía a JungKook, los mellizos eran su copia exacta. Mismos labios, mismos ojos, mismos cachetes y ahora la nariz era muy parecida. Y por si quedaba alguna duda, incluso serían dos preciosos omegas.

Los dos asomaron sus cabecitas al cuerpecito delicado que JungKook sostenía en sus brazos: La pequeña Kim ShinHye, quien sería una linda omega también. JungKook extendió un poco a su hija recién nacida para que la vieran.

Ambos mellizos sonrieron al ver a su hermanita dormida y JungKook hizo lo mismo, viendo los parpados cerrados que tapaban los preciosos ojos almendrados idénticos a los de su papá TaeHyung. De hecho, ella era igual a su papá.

TaeHyung se acercó a sus tres hijos y a su esposo con JunSang en sus hombros y lo bajó sonriente antes de mirar a sus tres cachorros.

—Vayan a su cuarto, hay que bañarse —Les dijo y los niños asintieron y salieron corriendo al interior de la casa.

—No se suban en las camas —JungKook habló alto, recibiendo un "Sí, papi" al unísono de parte de sus tres revoltosos hijos a los que vio subir las escaleras entre risas para asegurarse de que no se hicieran daño.

Luego, JungKook miró a su esposo y vio que se inclinaba para acariciarle la cabeza a su delicada hija para darle un beso suave antes de colocar un dedo sobre su nariz, consiguiendo que ShinHye estornudara tiernamente, haciéndolos sonreír a ambos.

—Vamos a bañar a nuestros hijos —dijo TaeHyung, alzando la vista hacia su marido.

—A ti también te hace falta uno —rio JungKook.

Comenzaron a caminar, escuchando los gritos y las risas de sus hijos en el piso de arriba. Y con sus manos entrelazadas, se quedaron hablando todo el trayecto entre cariñosas risas para tener pronto su momento familiar que incluía chillidos, jabón y mucha agua.

Ambos amaban a su gran familia y no necesitaban más en la vida, ya que ahora tenían muchas razones para vivirla, y esas eran sus cuatro pequeñas marmotas, las mismas que todos los días llenaban de alegría y amor su preciado hogar.



FIN.



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