70. «I'm back»
Su mirada estaba fija en el techo de la silenciosa oficina mientras su cuerpo se movía en círculos gracias al impulso que hacía estando sentada en su silla giratoria.
Pensaba en los años de vida perdidos y los momentos que nunca va a poder recuperar, pensando en todas las veces que confió y fue traicionada, pensando en todas esas cosas que arrastraba día tras dúa y que aún no la dejaban dormir en paz, y quizás nunca lo harían, no si no sucedía algo para impedirlo. Pensó en como su vida y su felicidad le fueron arrebatadas en un segundo.
La puerta fue tocada insistentemente, sacándola de su burbuja de pensamientos y recuerdos. Cuando estuvo de vuelta en la realidad y actualidad, se enderezó en su silla y la arrastró hasta llegar al escritorio, donde presionó el botón sobre la mesa que se encargaba de abrir la puerta.
Al presionarlo, uno de sus compañeros más cercanos apareció en escena, casi cayéndose al suelo por haber puesto tanta insistencia en entrar. La respiración del hombre estaba agitada y su expresión lucía alterada. La omega no dijo nada, esperando a que hablara, cosa que hizo básicamente un segundo después.
—El gobierno surcoreano nos dio luz verde para intervenir en el caso de Jeon MinSoo y Kim DongGun —la omega abrió los ojos de par en par, atónita.
—¿¡Qué!? —apoyó sus manos sobre la mesa y se levantó, casi tropezando por el rápido movimiento.
—Como escuchó —repitió el agente, respirando agitadamente.
—¡Holy shit! —exclamó, eufórica, y no dudó ni un solo segundo en rodear la mesa—. ¿¡Y por qué ahora sí!? —comenzó a dar saltitos en su lugar.
—No lo sé, solo me informaron lo que te acabo de dec-
Se cortó cuando la omega prácticamente se le lanzó encima, envolviéndolo en un abrazo asfixiante y matador, desde su punto de vista. La omega exclamó un grito de felicidad, apachurrándolo más. El hombre estaba a punto de formular palabra, puesto que realmente se le estaba dificultando respirar, pero para su suerte, alguien habló desde el umbral de la puerta abierta de la oficina.
—Agente —llamó otro hombre, quien era su superior, y la omega volteó al instante, soltando al hombre—. Quiero hablar con usted —volvió a hablar y la omega escuchó atentamente—. Supongo que ya se ha enterado, ¿Cierto? —la agente asintió repetidas veces—. Hablemos en mi despacho
Se despidió de su compañero y emprendió marcha al despacho de su superior, y al llegar, no esperó siquiera que se sentaran para hablar.
—¿Por qué ahora sí? No entiendo —expresó la omega, aun con la euforia en las venas.
—Siéntate —pidió amablemente el hombre, sentando él en su silla. La omega acató, sentando en una de las sillas que estaba frente al escritorio del hombre—. Nuestro informante en Seúl nos envió unos videos que muestran pruebas contundentes de lo que has estado alegando todos estos años —la omega alzó las cejas, impresionada—. Ya se está preparando todo para iniciar oficialmente la operación en Corea, pero se necesita que uno de los agentes la lidere desde allá... —la agente comenzó a inclinar su cuerpo hacia adelante con lentitud a medida que las palabras salían de la boca de su superior, ansiosa por saber lo siguiente—. Tú serás esa agente
La omega inhaló en voz alta, para después soltar un chillido que hizo al hombre entrecerrar los ojos por el dolor en sus tímpanos, pero aun así no dijo nada porque ya estaba acostumbrado a la personalidad que poseía ella.
Se levantó de su silla y se inclinó hacia adelante para después tomar la cabeza de su superior con ambas manos y moverla de tal manera de que su calva quedara accesible y pudiera plantarle un sonoro beso ahí, dejándole el lápiz labial rojo marcado.
—¡Thank you so much! —chilló antes de soltar su cabeza y caminar rápidamente hasta la salida de la oficina.
—Agente —volvió a llamar el hombre, tomando un pañuelo de su saco para limpiarse el lápiz labial de su cabeza—. Su vuelo sale en unas horas, alístese.
La omega pegó otro chillido antes de tomar la perilla de la oficina y salir finalmente.
Caminó de vuelta a su propia oficina para tomar su abrigo y su cartera. Volvió a salir al pasillo, solo que esta vez se colocó sus audífonos, poniendo una canción épica para salir triunfante de las instalaciones, tomando los lentes de sol que se sostenían sobre su cabello, para colocárselos como se debe mientras la brisa del exterior impactaba con su rostro, haciendo ondear su liso y corto cabello castaño claro.
Es extraño que los años nos enseñan paciencia; que cuanto más corto el tiempo, mayor será nuestra capacidad de esperar.
Ahora me encuentro en el jet privado que me llevará de vuelta a Seúl, el cual ya había despegado hace tan solo unos minutos y ahora el cielo azul y lleno de nubes era lo que se veía a través de la ventana a mi lado mientras retazos de mi pasado me acompañan tatuados en mi mente...
Jeon MinSoo... O mejor dicho, Viktor Petrov, ese hombre con quien tuve un pasado, una vez me preguntó: ¿Qué significa para ti la vida?
Parecía como si se hiciera esa pregunta constantemente en busca de una respuesta y no sé si a día de hoy la habrá conseguido, pero siempre solía preguntarme a mí misma: ¿Por qué se empeña en hacer algo difícil siendo la respuesta tan simple?
Nacimos para ser felices, no para ser perfectos, y para mí la vida consta de amar y de eso, ser feliz. Hay una sola, y por eso hay que saber disfrutarla y no desperdiciar el corto tiempo que tenemos en llenarnos de pensamientos negativos.
Si nos empeñamos en pensar cómo llegar a ser perfectos o como lograr ser poderosos, nuestras vidas pasarán frente a nuestros propios ojos y nunca nos daremos cuenta de ello hasta que es demasiado tarde.
Dejar una huella positiva en la vida de otras personas se siente mucho mejor que manipularlas y tratarlas a tu antojo. Hace años, fui una ingenua. Quise creer que todas las personas que me rodeaban eran buenas.
Pero me equivoqué, tuve que enterarme y aprender de la maldad y la perversión que me rodeaba de la peor manera posible...
Perdiendo a mi familia entera.
Aprendí a como no dejarme manipular por esas personas llenas de maldad y codicia, así como también aprendí a combatirlas sin un ápice de miedo. Cuando realmente quise hacer algo, todo se vino cuesta abajo, como una avalancha que me arrastró muy lejos de todo lo que amaba.
Ya era tarde, lo había perdido todo... Mis sueños, mis metas, mis esperanzas, e incluso...
Me perdí a mi misma.
Pero ahora... ahora tengo la oportunidad de empezar de nuevo, de hacer las cosas bien y no solo para mí, sino para todos los que han sufrido a manos de Jeon MinSoo y ni hablar de su sabueso, Kim DongGun. Ambos merecen pagar por sus actos, ya han hecho mucho daño.
Jeon JungKook no puede solo, se le escapará de las manos y podría tener un final terriblemente trágico.
Pero no se angustien que aquí llegué yo.
Vengo a derrotar a esos hijos de perra y me encargaré de que pasen el resto de su vida encerrados en una cárcel, así como también me aseguraré que les disparen todos los días con balines de goma, y que les metan un palo por el- ah, no... eso les gusta.
Ya basta de tantos abusos, ya basta de tantos maltratos. Han tenido lo suficiente todos estos años. Han gozado de libertad, de dinero y de hacer sufrir a tantas personas.
No solo JungKook, TaeHyung, NamJoon y SeokJin han padecido, sino también todos aquellos que trabajan para MinSoo y DongGun. Porque eso es a lo que se dedican, a infundirles miedo a las personas para que a final de cuentas hagan lo que ellos quieran.
Y ya basta.
Lánzame a los lobos y terminaré liderando a la manada.
Todos los días pienso constantemente en lo que me he perdido por culpa de esos infelices. ¿Si hubiera hecho las cosas de otro modo, mi vida fuera distinta? ¿Estaría con las personas que amo? ¿O seguiría viviendo bajo los abusos de personas que se creen superiores a los demás por tener mejores habilidades para hacer daño?
Me digo a mi misma que no debo pensar en esas cosas, ya mi tiempo está perdido y no hay vuelta atrás para eso, no hay manera de recuperarlo.
Estoy llegando a Seúl con la esperanza de hacer justicia y hacer felices a las personas que están sumidas en la agonía y el dolor. Incluyéndome...
Yo más que nadie he visto la maldad que se aloja dentro de Jeon y Kim. He sido víctima de sus mentiras y atrocidades desde el momento en el que los conocí.
Parecían personas sanas, agradables y empáticas, pero mientras más pasaba el tiempo y mientras más te involucrabas, te dabas cuenta de que solo les gustaba jugar con tu mente. Tras esa máscara, resultaron ser personas desalmadas que solo buscaban el bien propio, infundiendo el mal.
Lo único que nunca voy a lamentar es haberles dado la vida a mis hijos. Ellos no se merecían la vida que tuvieron, yo nunca hubiera querido que sufrieran tanto.
Pero me llenan de orgullo al saber que no siguieron los oscuros pasos de su padre y que son personas que saben defenderse de él.
Ahora mismo estoy observando una foto de cuando todos eran tan solo unos niños y me lleno de recuerdos. Me puedo imaginar lo grandes que deben estar y me lleno de emoción al saber que pronto voy a verlos otra vez.
Cuanto no daría por haber estado con ellos en su graduación de secundaria, para abrazarlos y darles todo el apoyo que se merecían en aquel entonces. Escuchar a mi hijo menor tocar el piano, a mi hijo mayor convertirse en el gran empresario independiente que tanto soñaba, y a mi otro hijo, verlo crecer con las oportunidades que yo le entregué con todo mi amor, y aunque yo no fui la que lo traje al mundo, lo amo como si fuera mío.
—Ya llegamos —habló uno de los tripulantes, y yo asentí, bajándome del jet una vez estuvimos en tierra.
Mis pies tocaron el suelo firme, y llené mis pulmones de aire, el aire de mi verdadero hogar, donde el cielo se pintaba de un azul inigualable que había extrañado tantos años...
Caminé por el pavimento mientras me ponía mis lentes de sol y una sonrisa ladina se formaba en mis labios.
¿Qué quién soy? Es muy sencillo...
Mi nombre es Bang Suni, madre de Kim NamJoon, Kim TaeHyung y Kim SeokJin, la única que conoce las verdaderas debilidades de Kim y Jeon, agente del Centro de Inteligencia para lograr un único propósito: devolverles todo el sufrimiento que han causado, justo como lo prometí esa noche hace quince años atrás.
Prepárense porque... I'm back, malditas putas.
Nota:
¡¡Siii!! ¡¡Al fin!! ¡¡Una de las partes que más estaba esperando de la historia al fin ha llegado!! QUE EMOCIÓN.
Suni sigue viva, ¿¡Cómo se sienten al respecto!?
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