Desde que era pequeño he tenido una duda constante rondando por mi cabeza una y otra vez... ¿Cuál es el significado de la vida? Una pregunta absorbente, ¿cierto? Pero creo que luego de años, finalmente la resolví.

Para mí, la vida es algo subjetivo, algo que algunos ven como algo único y hermoso, mientras que otros la ven como un martirio y un constante sufrimiento. Pero yo la veo como algo sin ningún propósito, realmente.

Existimos por el simple proceso evolutivo y biológico que nos acompaña desde los inicios de todo.

La vida es una constante batalla de supervivencia que define a los más débiles como escoria, y a los más fuertes como ganadores. Y solo muy pocas personas son capaces de cumplir lo que necesita para sobrevivir.

Muchas personas dicen que nadie es dueño del mundo, y lo dicen porque se basan en reglas prescritas que hablan sobre lo que es bueno y lo que es malo, pero... ¿Cómo ellos saben que está bien y que no?

El mundo le pertenece a las personas que saben cómo pasar por encima de otras sin hacerse notar. Porque, no olvidemos que nadie es un santo, desde los asesinos seriales como Charles Mason, hasta aquella persona que miente para su beneficio.

Dime, ¿No lo has hecho alguna vez? Mentir para sacarle provecho a algo o para esquivar tus acciones.

No me considero una persona con un trastorno antisocial de la personalidad, creo que solo soy una persona que tiene capacidades mentales mucho más altas que las de los demás, y por eso soy superior a todos.

En el mundo hay personas débiles, personas que no son capaces de enfrentarse a lo que se les presenta en el camino. Lo he visto durante toda mi vida, gente desmoronarse por el asqueroso sentimiento del amor, el de la empatía y el cariño. Hasta por cosas estúpidas como aceptar una derrota. ¿Por qué creen que hay tantas personas fracasadas en este mundo?

Hay que saber plantar un pie firme en el suelo para enfrentar lo que trae consigo la vida, y pisotear a los otros de ser necesario.

Esto es supervivencia, simple y pura supervivencia.

Pero las personas no son capaces de entender esa simple afirmación por andar sumidos en todos esos sentimientos y emociones, cuando ambas son cosas realmente innecesarias. Lo único que se necesita en esta vida es saber valerse por sí mismo, ya sea siendo impulsado por el odio y el rencor, o por la jugosa ambición.

¿En qué me impulso yo? Me impulsa la ambición, el deseo y la obsesión de obtener mi más grande anhelo...

El poder.

Y probablemente se pregunten... ¿Qué es DongGun para mí?

DongGun no es más que un peón. Alguien a quien puedo mover a mi antojo, alguien que tiene las capacidades necesarias para lastimar a las personas de forma física que sin duda me resultan muy atractivas. ¿Qué por qué me lo cojo? Porque quiero y porque puedo.

Lastimosamente siempre fue alguien muy impulsivo, y esa es una de sus desventajas. Pero si de algo me ha servido, es para no ensuciarme ni un pelo.

Está tan empeñado en un "juntos", que no es capaz de ver lo que hay delante de sus propios ojos marchitos.

Cuando lo vi por primera vez, no era una persona tan corrompida como ahora, pero si era una persona llena de traumas. Yo podía ver algo en su interior, algo oscuro que anhelaba ser sacado a la luz.

Siempre me he querido aprovechar de él y de su pasado oscuro. Un pasado colmado de ira, rencor, sangre y potencia.

Su padre alfa era un borracho que disfrutaba maltratar a su padre omega, y él fue el que se encargó de inculcarle a DongGun todo ese odio y toda esa ira que ahora residen en su cuerpo.

De ahí su odio a los omegas, de ahí su desprecio hacia la gente inferior. Tal cual su padre le enseñó: "Los alfas son los únicos capaces de llegar alto, los únicos fuertes e inteligentes".

Sin embargo, el pequeño DongGun se dejó llevar por toda su ira, descontrol e impulsividad, y terminó asesinando a su padre con un martillo en mitad de una paliza que había dejado a su padre omega casi inconsciente. Cuando su padre omega pudo captar mejor lo que ocurría, vio a su marido tirado en un charco de sangre y a su hijo con el martillo en la mano. Y no tuvo más opción que proteger a su hijo y ayudarlo a esconder el cuerpo de su maltratador.

Pero jamás fue un padre ejemplar, y a larga eso le costó su propia vida. Era alguien adicto a las drogas que llevaba alfas a su casa cada semana, y por sobre todo, descuidaba a DongGun.

Yo siempre estuve al tanto de su situación, y por eso parecía una persona perfecta para estudiar y manipular.

Viktoria y yo nos tomamos la tarea de hacerle saber que ese omega no era más que un estorbo para su vida, y DongGun, como un buen perro faldero, acabó con el problema justo delante de nuestros ojos.

Lo manipulamos para explotar su potencial.

Lo convertimos en uno de los nuestros.

Mi esposa y yo vimos como lo apuñalaba repetidas veces frente a nuestros ojos, y en ese momento tuve la total certeza de que sería una perfecta maquina manipulable.

"Siente el poder, DongGun, déjate llevar por él" Le dijo Viktoria cuando el filo del cuchillo que portaba DongGun reposaba sobre la garganta de su propio padre.

Mi Viktoria, mi hermanita. O como ustedes la conoce: Jeon Chaeyoung, mi omega y esposa.

Ella era la perfección personificada. Era la única en este mundo capaz de cumplir todos mis estándares, e incluso superarlos. Ella sabía lo que quería y sabía cómo obtenerlo.

Sus ojos profundos eran el rasgo que más resaltaba en ella. Esa maldad excitante que guardaba en su interior se podía ver perfectamente a través de ellos, como un cristal. Un cristal opaco por esa oscuridad que la caracterizaba.

Todo en ella era oscuridad pura.

Una oscuridad que solo yo fui capaz de observar y admirar. De tratarla como lo que era: alguien superior, alguien... Perfecto.

Si pensaban que yo era un manipulador y mentiroso experto... Créanme que no han visto nada, e incluso podría reírme aquí mismo por eso, pero creo que ya pueden imaginárselo.

Ella sobrepasaba todo eso, toda esa manipulación y poder que vivía en ella como si fueran uno solo. Ella logró engañar a todas las personas que la rodeaban, haciéndose pasar por una omega débil como cualquier otra. Hasta logró engañarme a mí y hacerse la inocente.

Se hizo la ignorante con respecto a mi plan para poseerla y hacerla mía.

Su único error fue crear el plan de dar a luz a la maldición en persona, Jeon JungKook. Quien en un futuro se convertiría en su propia perdición.

El día que murió, se dejó llevar por sus instintos de omega, dando como resultado su muerte... Una muerte que jamás he olvidado.

Desde entonces me he dedicado a manipular a DongGun de distintas maneras, en especial para hacerles daño a sus hijos y a su difunta esposa. Porque créanme que no soportaba ver la maldita sonrisa de Suni cuando tenía a sus hijos. Ver a esa mujer que Viktoria tanto odiaba, me enfermaba.

Así que, ¿Qué mejor manera de quitarle esa sonrisa a todos ellos que mediante DongGun?

Ver a esa zorra morir es una de las cosas que me ha dado más placer a la largo de mi vida, y me regocijo al saber que el causante de todas sus desgracias fui yo. Es enteramente satisfactorio.

Mi problema con JungKook no es la gran cosa. No lo veo como alguien que podría superarme, porque él no va a ser capaz de destruir en unos meses, lo que yo tardé años en construir. Él simplemente es un obstáculo, una espinilla o un simple chicle en el zapato.

Quiero que aprendan algo, y es que el muerto no te molestará, es del vivo de quien tienes que cuidarte.

Y en fin, esa es la vida desde mi punto de vista, un lugar lleno de grises donde cada quien pinta un color como le parezca.

El ser humano es una persona libre de hacer lo que quiera, así como es libre de tener distintos puntos de vista sobres su existencia y el propósito de ella. Cada quien vive dependiendo de sus capacidades para hacerlo, y mis capacidades están mucho más elevadas que las de una persona promedio. Y las utilizo para causar dolor y conseguir todo lo que quiero.

Porque después de todo, nadie que esté vivo tiene la capacidad de vencerme a mí y a mis ambiciones.

No se puede ser un personaje que lleva una vida secreta con éxito, si no se manipula a veces...

Y aún queda mucho por contar, pero dejaré que disfruten un poco más toda esta felicidad de estos personajes secundarios.

¿Para ustedes quién soy? ¿Jeon MinSoo o Viktor Petrov?

Nota:

Y como pregunta de hoy... ¿Les parece que MinSoo tiene razón?