66. Celo

Las manos de TaeHyung tapaban sus ojos suavemente, privándolos de otra vista que no fuera aquel negro emocionante de la espera. Ambos soltaban risitas risueñas que retumbaban en los oídos ajenos, caminando torpemente, sintiendo como unos brazos cálidos lo rodeaban, esos que podían proporcionarle esa tranquilidad y calma.

Una de las manos del mayor había quedado un poco más abajo, permitiendo que JungKook besara uno de sus dedos mientras ambos soltaban risitas tontas.

—Me estás llevando a una cama, ¿verdad? —se mofó socarronamente el menor, haciendo que ambos rieran.

—Eso para después.

Ambos se siguieron riendo, hasta que TaeHyung los hizo subir una rampa que daba hacia el lugar de la cita, en la cual se tropezaron y por poco caen al suelo.

—No vuelvo a confiar en ti para esto, Tae —dijo, reprendiéndolo entre risas.

No tardaron mucho más en detener su andar, por lo que JungKook pudo deducir que ya habían llegado a su destino, y no confirmó cuando recibió un rápido beso en su nuca, y sus ojos fueron destapados.

JungKook sonrió en grande y levantó las cejas de la impresión al ver tal lugar.

Se trataba de nada más y nada menos que un yate. TaeHyung los había guiado hasta quedar en frente de una mesa de tablones de manera elegante que tenía a su lado un sofá blanco adherido a la propia estructura del yate, y del otro lado, tenía dos sillas simples pero bonitas que acompañaban a la mesa.

Sobre ella, había un florero para la decoración y algunos pequeños platos con almendras, galletas y demás. El ambiente que irradiaba el lugar, era uno ameno y agradable, perfecto para pasar un buen rato.

Toda la zona era iluminada gracias a un camino de linternas de aceite en el suelo y en algunas superficies del yate, dándole un ambiente más especial mientras poco a poco se iba dando la puesta de sol en el cielo.

JungKook volteó para mirar a TaeHyung, quien lo miraba en espera de su reacción.

—¿¡Tu armaste todo esto!? —dijo, impresionado y sonriente.

—Quería impresionarte —TaeHyung le sonrió, pero JungKook alzó una ceja, divertido.

—No lo hiciste tú, ¿cierto? —dijo, viendo como TaeHyung expandía exageradamente su sonrisa.

—Lo mandé a hacer —admitió, y JungKook le sonrió, acercándose.

—Está hermoso, gracias —y se inclinó enroscar sus brazos alrededor del cuello del mayor y besar sus labios.

TaeHyung hizo lo mismo, enroscando sus brazos alrededor de la cintura del omega para atraerlo lo más posible hacia sí, pudiendo disfrutar un poco más de sus labios. Al rato, le dio paso a un roce de lenguas que los hizo suspirar, ladeando la cabeza hacia lados opuestos para continuar con el beso.

Cuando se separaron del beso, JungKook volteó ligeramente su cuerpo sin ser soltado, solo para volver a ver todo el lugar con una sonrisa, para después volver a mirar al alfa que lo sostenía.

—¿No sentamos? —le preguntó el menor, mirándolo a los ojos, y TaeHyung asintió, dándole un beso en la mejilla antes de soltarle.

El menor fue el primero en sentarse, mientras que TaeHyung iba a la rampa del yate, indicándoles a los empleados que se retiraran del yate aparcado para después recoger la rampa y emprender camino a la cocina.

TaeHyung tenía puesto un suéter de lana blanco con un cuello de tortuga algo suelto y sobre él, tenía un abrigo al estilo gabardina con cuadros color ocre y otros de color marrón, acompañado con unos guantes color blanco que tenían una abertura a la altura de los dedos. Portaba un jean color negro junto con unos zapatos del mismo color.

Con los platos en mano y una botella de champaña, volvió a la mesa, colocando todo sobre ella para después sentarse. Pero al hacerlo, JungKook tomó su propio plato y se levantó, caminando hacia el otro lado de la mesa para sentarse en el regazo de TaeHyung.

El mayor sonrió, tomando las dos copas que había en la mesa para llenarlas con un poco de champaña, dándole una al menor.

—¿Quieres brindar por algo? —le preguntó, abrazando su cintura entre tanto.

—Por nosotros —sonrió en grande, alzando un poquito la copa—. Para que tengamos momentos así siempre.

TaeHyung sonrió en grande.

—Y yo quiero brindar porque tengo al mejor novio —habló el alfa, haciendo que JungKook sonriera y se sonrojara un poco más de lo que ya estaba gracias al frio.

TaeHyung se echó a reír y ambos chocaron suavemente sus copas, tomando un trago luego de eso. Dejó su copa sobre la mesa y le quitó la copa a JungKook, también dejándola sobre la mesa ya que el trato de no beber seguía en pie, más TaeHyung sabía que no era fácil dejar algo así de un día para otro, así que lo ayudaría a ello.

Elevó un poco la cabeza y depositó un beso en los labios del omega. Luego de eso, TaeHyung se tomó un momento para observar a su novio, maravillándose.

JungKook había pintado las puntas de su cabello de color rubio hace unos días, y se veía hermoso con el suéter de lana que portaba, en el que predominaba el color gris azulado, con algunos detalles en blanco y un bordado en forma de rombo de azul más oscuro. Sobre ese suéter, tenía un abrigo largo y holgado de color negro. Su pantalón era un jean de color azul naval oscuro y usaba unos zapatos oscuros.

Ambos comenzaron a comer sus respectivos platos, hablando de trivialidades y riendo de vez en cuando. Entre tanto, TaeHyung volvió a quedarse mirando a JungKook, pero esta vez por una razón más traviesa que la anterior.

Movió sus labios llenos de salsa hacia la mejilla del omega, depositando un sonoro beso que manchó la piel con la salsa.

—¡Hey! —se quejó JungKook, mirándolo y haciendo que TaeHyung riera por su travesura.

—Gracias por el regalo que dejaste en la puerta la otra noche, me gustó mucho —dijo con sinceridad, y JungKook sonrió suavemente para después tomar una de las servilletas que había sobre la mesa para limpiarse.

Pero TaeHyung fue más rápido y le quitó la servilleta solamente para volver a acercarse a la mejilla de JungKook y lamer los rastros de salsa en ella. JungKook se estremeció ante aquel gesto, riéndose junto al mayor cuando ya terminó de hacerlo.

Siguieron comiendo tranquilamente hasta que sus platos se vaciaron y solo quedó el sonido del agua que acompañaba al cielo, que poco a poco iba ocultando el sol en el oeste, pintando el cielo de colores anaranjados e incluso rosados.

JungKook se abrazó un poco mejor a TaeHyung, descansando su barbilla en el hombro del mayor para poder mirar el agua moverse mientras TaeHyung sostenía su cintura y acariciaba tranquilamente parte de su muslo, ascendiendo hasta colar una de sus manos por debajo del suéter de lana para rozar con sus dedos fríos la cálida piel del menor, logrando que se estremeciera.

Pero JungKook arrugó el ceño al sentir un malestar creciente, acompañado de una ola de calor que lo hizo alterarse un poco, porque él sabía que había frío, se lo decía el vaho que salía de su boca al exhalar suavemente el aire.

Sus sentidos se agudizaron y comenzaron a captar mejor el aroma a menta y tierra mojada de TaeHyung, así como intensificar la sensación del tacto frio de TaeHyung sobre su piel, sintiendo como si casa centímetro que delineaba, hirviera.

JungKook se levantó de las piernas de TaeHyung, intentando que no se notara como su respiración se volvía irregular.

—Voy al baño —se apresuró a decir, y TaeHyung asintió, indicándole donde se encontraba el baño.

Una vez estuvo ahí cerró la puerta y se apoyó en el lavamanos con ambas manos, subiendo la vista hacia el espejo y jadeando al verse en él. Estaba totalmente rojo, sus ojos estaban brillosos y comenzaban a titilar en color violeta.

—Mierda —murmuró para sí mismo, sintiendo como el calor comenzaba a aumentar descomunalmente.

Sus prendas abrigadas comenzaron a sofocarlo y las feromonas comenzaban a esparcirse sin control por el aire. Soltó un jadeo y cerró los ojos, pero al abrirlos y volver a observarse en el espejo...

Eran violetas.

TaeHyung tenía una pequeña sonrisa en el rostro mientras recogía los platos vacíos de la mesa y esperaba a que el menor saliera del baño. Pero comenzaron a pasar los minutos y el menor no salía, por lo que TaeHyung decidió encaminarse hacia el cuarto.

—¿JungKook? —inquirió en voz alta una vez estuvo en la habitación, pero el menor no estaba ahí.

Pero un fuerte e hipnotizante aroma a cerezas y chocolate se hizo presente. Parpadeó algunas veces antes de acercarse hacia la puerta del baño, de dónde provenía aquel aroma.

Al girar la perilla y abrirla, quedó algo choqueado.

JungKook estaba con la ropa a medio quitar, apoyándose con una mano sobre el lavamanos mientras que con la otra intentaba aliviar la calentura de sus partes íntimas. Gemidos guturales y desesperados salían de su boca.

El omega volteó su rostro hacia él al sentir su presencia, y TaeHyung pudo ver como sus ojos se había pigmentado en color violeta, decorando su rostro junto con el rubor en sus mejillas.

—Alfa... —jadeó JungKook, viéndolo.

Pero TaeHyung se movió rápidamente, cerrando la puerta con los ojos más abiertos de lo normal.

Sacó su teléfono con algo de torpeza de su bolsillo y marcó al único número que podría ayudarlo en estos momentos.

—JiMin —dijo algo alterado cuando la línea fue respondida.

Kim TaeHyung llamándome, eso es nuevo —contestó el omega—. ¿A qué se debe tu llamada, joven? —dijo con su usual tono de broma.

—JiMin, creo que JungKook entró en celo.

—¿Y qué quieres que haga yo? Anda a cogértelo —dijo con obviedad.

—Pero —rebatió el alfa, contrariado—. No sé qué hacer y qué no hacer —dijo—. ¿Siquiera JungKook quiere pasar su celo conmigo? Nunca lo hablamos

JiMin puso cara de póker a pesar de no poder visto y respondió.

Eso es obvio, TaeHyung —TaeHyung puso una cara de susto—. Prepara ese pene porque JungKook nunca ha pasado su celo sin supresores, así que se va a poner muy intenso —dijo—. Va a haber momentos en los que su lobo va a hacer aparición mediante sus ojos, y así sabrás cuando está excitado y cuando no lo está —explicó el omega, puesto que ya había captado que la angustia de TaeHyung se debía en parte a que nunca había pasado un celo con un omega—. Va a querer faltar a la universidad estos días, pero está en época de exámenes y estoy seguro de que no ha estudiado una mierda, así que cuando no quiera coger contigo, dile que se ponga a estudiar y recálcale que tiene que ir a la universidad. Te va a hacer caso en todo —aquello asombró a TaeHyung, porque quizás por primera vez JungKook le haría caso en algo—. Y TaeHyung, escúchame bien —el alfa acató—. Por nada del mundo le niegues darle pene.

TaeHyung puso cara de espanto.

—¿Por qué?

Pues porque si a mí me molesta eso, a JungKook igual —TaeHyung hizo una mueca—. Y ya no sé qué más decirte porque no me lo he cogido, tú sabrás —dijo con tono algo burlón—. ¡Ahora, suerte! ¡Adiós!

—¡Espe-! —exclamó el alfa, pero se cortó al momento en el que JiMin finalizó la llamada.

Dudoso, puso su celular sobre una de las mesas cercanas y volvió su mirada hacia la puerta del baño, estirando su mano para tomar la perilla y abrir la puerta. Pero antes de que pudiera hacerlo, ésta fue abierta, dejando ver al menor nuevamente tras ella.

—Te estaba esperando —dijo el omega con un tono de voz más bajo al que solía usar, y jaló a TaeHyung del abrigo, haciendo que entrara al baño.

Una vez estuvo dentro, cerró la puerta y puso sus manos en el pecho de TaeHyung mientras sus miradas se encontraron fervientemente. TaeHyung estaba algo mareado cuando JungKook comenzó a quitarle lentamente cada prenda de ropa, comenzando por el abrigo, el cual retiró mientras se aseguraba de tocar lo más posible su pecho, sus hombros y parte de su espalda.

La respiración de JungKook era pesada y sus ojos estaban dilatados y violetas, cosa que denotaba la excitación que le causaba estar en pleno celo.

Mientras las manos del menor lo iban desvistiendo, deshaciéndose de su abrigo totalmente y dejándolo caer en el suelo del baño sin cuidado, TaeHyung se fue tranquilizando, comenzando a sumirse en el aroma dulce del menor, y dejando que poco a poco su lobo fuera tomando un poco más de control.

JungKook ahora estaba retirando su suéter, deslizando sus manos por debajo de este mientras lo miraba a los ojos y terminaba de quitarle el abrigo, dejándolo desnudo de cintura hacia arriba. El omega comenzó a depositar besos húmedos en el cuello del mayor, buscando que se dejara llevar totalmente.

—Tócame... —susurró ardientemente cerca de su oído, tomando ambas manos del mayor para llevarlas a su trasero, haciendo que colocara sus palmas en él.

TaeHyung tardó un poco en mover sus manos, pero cuando lo hizo, presionó sus palmas en el trasero del menor, moviéndolas en círculos para moldearlo. JungKook suspiró sobre su cuello, con las manos en el pecho de TaeHyung, quien al poco rato le dio un apretón sacándole un jadeo a JungKook junto con un respigo que lo hizo despegarse de su cuello para que pudieran verse a la cara.

Y justo en el momento en el que sus pupilas hicieron contacto visual, TaeHyung terminó de dejarse llevar por la excitación. Sus ojos se pigmentaron en azul y sintió un desenfrenado deseo hacia el omega, gruñendo por lo bajo.

TaeHyung los hizo caminar a ambos, haciendo que JungKook diera cortos pasos en reversa para no cortar en contacto visual, ni tampoco menguar el agarre que sostenía con firmeza su cintura. Mientras tanto, JungKook llevó sus manos al pantalón del mayor, desabrochando el cinturón y abriendo el cierre del pantalón mientras respiraba pesadamente al igual que lo hacía el alfa.

El cuerpo desnudo del omega chocó con la fría losa del lavamanos, haciendo que soltara un jadeo por el cambio de temperatura y quedara acorralado contra el lavamanos. Aprovechó el momento para bajar el pantalón del mayor, haciendo que cuando cayera al suelo, TaeHyung levantara los pies para sacarlo totalmente de su cuerpo.

Se quedaron viendo con los labios entreabiertos, las miradas conectadas y sus cuerpos muy cerca del contrario. Y de un momento a otro, la escasa distancia que ambos mantenían se rompió, dando paso a un beso lleno de fogosidad e intensidad que incluía manoseos de parte de ambos.

JungKook tomó con sus palmas abiertas los hombros y espalda del mayor mientras que el contrario volvía a mover sus manos al trasero del menor, apretándolo en el proceso mientras sus lenguas chocaban sonoramente, soltando más chasquidos que retumbaban en toda la fogosa habitación.

El omega bajó sus manos hasta la cintura del alfa, tomando entre sus manos el tirante del bóxer, bajándolo poco después y gimiendo al ver su erección. Su espalda se inclinó hacia atrás cuando TaeHyung terminó de unir toda la distancia entre ellos, tomando su cintura una vez el bóxer ya no estuvo cubriendo sus partes, y lo hizo moverse hacia la puerta de cristal de la ducha, acorralándolo contra ella sin siquiera despegar sus labios.

JungKook levantó una de sus piernas, enroscándola en la cadera de TaeHyung para refregarse contra él, echando la cabeza hacia atrás por la fricción. TaeHyung llevó su boca hacia el cuello del omega, chupando y mordisqueando mientras estiraba uno de sus brazos para tomar la puerta de la ducha y abrirla.

Volvieron a besarse, y TaeHyung aprovechó ese momento para hacer que ambos entraran en la ducha. Apretó su agarre en la cintura del menor y una vez adentro, lo estampó contra la puerta de cristal con algo de fuerza, haciendo que JungKook jadeara ante el golpe.

El mayor abrió la regadera y cerró la puerta de la ducha, permitiendo que poco a poco el lugar fuera empañándose con el vapor de agua.

Se acercó con un andar sensual y masculino y volvió a acorralarlo contra el cristal, poniendo una mano en su cintura y su antebrazo en el cristal para dirigir su boca al cuello del omega para dar besos húmedos y mordidas ahí, mientras que el menor colocaba sus manos en su espalda, apretándolos a medida que más jadeos saliendo de su boca gracias a la sensibilidad de su estado.

TaeHyung levantó la vista mientras seguía besando su cuello, viendo a través del cristal como ambos se reflejaban en el espejo del lavamanos, y no pudo evitar gruñir de excitación al ver como todo el cuerpo del omega se pegaba al cristal.

Volteó bruscamente al omega, haciendo que JungKook tuviera que apoyar sus manos sobre el cristal cuando se pegó totalmente a su cuerpo fogoso. Con una mano sostuvo su cadera, mientras que con la otra le tomó el cuello, haciendo que alzara la vista para también ver al espejo.

JungKook estaba todo rojo y jadeante. Sus ojos estaban llorosos producto de la excitación y sus feromonas seguían brotando en busca de la saciedad.

TaeHyung se acercó lujuriosamente al punto atrás de su oreja, respirando pesadamente sobre su cuello antes de llegar ahí para luego lamer la zona, haciendo que JungKook se estremeciera, soltando un jadeo entre tanto.

Llevó sus manos a los muslos del omega y con ayuda de su pierna, separó las de JungKook, haciéndolo jadear.

El sonido del agua de la ducha impactado contra el suelo era bastante notorio, y ya bastante parte de la misma estaba llena de vapor, y poco a poco los cristales se iban empañando.

TaeHyung paseó su mano por la espalda del omega, descendiendo hasta llegar a su trasero y posteriormente a su parte más íntima, acariciándola superficialmente mientras se veía a los ojos mediante el espejo.

Introdujo dos de sus dedos, haciendo que soltara un gemido gutural bajito y arqueara un poco la espalda por la intromisión. Comenzó a moverlos de a poco, pero usando la fuerza suficiente para sacarle más jadeos al menor, y poco a poco fue aumentando su velocidad, haciendo que JungKook se reafirmaba el cristal, jadeando con cada embestida que le proporcionaban los dedos del mayor, quien no tardó en comenzar a hacer tijeras con sus dedos para terminar de estirar su interior.

TaeHyung no podía dejar de mirar las expresiones lujuriosas y candentes que ponía el menor con cada movimiento de sus dedos, notando como su boca se entreabría de vez en cuando para sacar jadeos. Su respiración también estaba agitada, y las feromonas que lo cubrían ayudaban a que su libido aumentara tras el cuerpo del omega.

La conexión de sus ojos pigmentados a través del espejo ardía como las propias llamas del infierno, arrasando aquella excitación que los llevaba a otro mundo diferente al del resto.

JungKook bajó una de sus manos con el fin de llevarla a sus partes para calmar un poco el calor, pero TaeHyung le agarró el brazo, colocándolo detrás de su espalda. Pero TaeHyung no se movió, o al menos lo suficientemente rápido para que la desesperación de JungKook no iniciara.

—Ya métela, maldita sea —habló bajito mientras sus ojos estaban cerrados y su cabeza estaba arriba, jadeando, causando que una sonrisita ladina surcara los labios del alfa y haciendo que exhalara una risita ronca.

TaeHyung agarró su cadera con ambas manos y pegó el trasero del omega a su entrepierna. JungKook gimió por el brusco movimiento y no tardó mucho en empezar a refregarse en él, sacándole a TaeHyung gruñidos y ganándose un apretón en el agarre de su cadera.

Finalmente hizo que JungKook detuviera sus movimientos y se separó un poco para alinearse con el omega. Comenzó a empujar tortuosamente en su interior, pero cuando ya la punta estuvo dentro, el menor se echó para atrás, gimiendo cuando se empaló totalmente en él. TaeHyung apretó los dientes y se acomodó mejor, sosteniendo con una de sus manos el brazo atrás de la espalda del omega, y con la otra la cadera.

Bajó su mirada hacia el trasero del menor antes de dar la primera embestida, sacándole un gemido a JungKook. Subió su mirada hasta el espejo, embistiendo de nuevo con algo de fuerza para ver las expresiones del omega y como su rostro se contraía con cada fogoso movimiento.

TaeHyung reafirmó su agarre, comenzó a embestirlo mejor, aumentando la velocidad con cada movimiento de pelvis y cada empujón de JungKook hacia él. Los gemidos comenzaron a intensificarse, al igual que los sonidos de palmadas que generaba el choque de sus cuerpos al permitir que TaeHyung entrara y saliera de él con bastante facilidad gracias al lubricante natural que JungKook estaba produciendo.

Sus cuerpos estaban sudados y más jadeos y gemidos salían de sus bocas. El agua de la ducha los había empapado también, haciendo que las sensaciones fueran más intensas con cada movimiento, cada caricia y cada agarre firme.

Soltó el brazo del omega, quien automáticamente volvió a colocar su mano en el cristal, y levantó la mano mientras con la otra sostenía la cadera. No dudó en impactar con fuerza su palma en el trasero de JungKook, haciendo que un gemido más alto se escapara de los labios del omega.

Más impactos comenzaron a venir después de varias embestidas, haciendo que inevitablemente mucho más gemidos, jadeos y respingos se hicieran presentes, acompañados con las marcas que estaban dejando las palmas de TaeHyung sobre su trasero.

JungKook se mordió el labio al sentir aquel ardor caliente en su trasero, gustándole la sensación. TaeHyung no hallaba donde mirar, no sabía si mirar las expresiones de JungKook o mirar su trasero impactar con su pelvis. Sentía que iba a explotar por las sensaciones mientras jadeaba y gruñía de vez en cuando.

Volvió a tomar su cuello, logrando que la espalda del omega quedara pegada a su pecho, y continuó embistiendo, oyendo como de la boca del menor salía gemidos guturales y algo ahogados mientras que sus ojos conectaban a través del espejo.

Cuando TaeHyung salió de él por accidente debido a la velocidad, JungKook, ni corto ni perezoso, aprovechó ese momento para voltearse y mirar a TaeHyung directamente a los ojos, totalmente excitados. Colocó una de sus manos en el pecho del alfa y fue empujándolo hasta que sus pantorrillas chocaron con una banca que había dentro de la ducha, logrando que cayera sentado ahí.

Se subió encima de él, sentándose a horcajadas sobre su miembro mientras se miraban intensamente. JungKook se levantó un poco sobre sus muslos cuando TaeHyung puso sus manos en sus caderas, y tomó la extensión de TaeHyung con una mano para alinearla. Comenzó a descender poco a poco.

TaeHyung tomó su rostro con una mano y estampó sus labios con los contrarios, creando un beso húmedo mientras que su miembro terminaba de entrar en el omega, quien soltó un gemido entre el beso, seguido de su espalda retorciéndose levemente.

Separaron sus labios y JungKook comenzó a subir y bajar encima de él, con ayuda del agarre de TaeHyung, quien automáticamente después, fue hacia su hombro, comenzando a besar, chupar y mordisquear desde ahí hasta subir por su cuello y llegar hasta el lóbulo mientras subía su pelvis para seguir introduciéndose en él.

Mientras embestía, llevó sus manos al trasero del menor, apretándolo cada que lo ayudaba a subir y bajar encima de él. JungKook se impulsaba sobre los hombros del alfa, comenzando a intensificar sus movimientos.

—Quiero que me hagas venirme —gimió el omega, saltando con más desesperación sobre su miembro.

TaeHyung lo besó nuevamente, mordisqueando sus labios mientras seguía embistiendo con más velocidad y fuerza. Apretó los dientes al separarse de los labios del menor, manteniéndolos así mientras que sentía como el orgasmo era inminente en ambos.

JungKook enroscó sus brazos alrededor del alfa y gimió contra el cuello del mayor, mientras TaeHyung tomaba su cadera y con otra sostenía su espalda para seguir embistiendo con desesperación.

Con una mano, jaló el cabello de JungKook hacia atrás, haciendo que su cabeza saliera del cuello y su barbilla quedaba elevada para después comenzar a morder su cuello con algo de fuerza, y luego comenzó a besarlo, lamerlo y chuparlo.

Cuando el orgasmo ya se estaba terminando de formar en la parte baja de ambos, TaeHyung contuvo sus impulsos de marcar su cuello y lo besó con lujuria y fogosidad, pudiendo controlarse ya que a pesar de que su lobo estaba presente, aún seguía consciente.

Y cuando finalmente sintieron venirse, JungKook aruñó con ambas manos parte de su espalda y hombros, soltando un grito alto antes de dejarse caer sobre el cuello de TaeHyung. El alfa gimió también, sintiendo el ardor en su espalda y hombros hacerse presente.

El omega se quedó quieto mientras el nudo del alfa iba creciendo en su interior, creando varios espasmos que hicieron temblar su cuerpo. Hizo una mueca de dolor, acompañada de un quejido, al sentir como el nudo se hinchaba en su interior, doliéndole.

TaeHyung, quien tenía la respiración agitada también, acarició su espalda para intentar calmar los pequeños espasmos del omega, y comenzó a repartir pequeños besos en su hombro para calmarlo mientras el nudo se liberaba poco a poco en su interior.

JungKook salió del cuello del mayor para que ambos quedaran cara a cara. Tenía los ojos cerrados mientras terminaba de calmar un poco más su respiración, pero al abrirlos, conectaron sus miradas al instante. El mayor pudo ver que los ojos del menor seguían violetas, pero los suyos ya habían vuelto al color almendrado de siempre.

—Vamos a la cama —dijo TaeHyung una vez el nudo se deshizo en su totalmente, pero JungKook negó con la cabeza, comenzando a besar su mandíbula.

—Aún no... —murmuró roncamente, y volvió a besar sus labios.

MinSoo bajó el teléfono de su oreja y lo apretó con fuerza entre su mano mientras daba zancadas hacia la habitación. Sentía como su sangre hervía y la vena de su sien se intensificaba gracias a la cólera.

Cuando estuvo dentro de la habitación, vio a DongGun sentando tranquilamente en uno de los sofás.

—¿¡Por qué no me dijiste que los bastardos fueron a hablar con tu ex-chofer!? —vociferó, furioso.

DongGun volteó la cabeza hacia él, luciendo despreocupado mientras sus codos estaban apoyados sobre el espaldar del sofá.

—¿Qué importa si fueron? No nos afecta en nada.

MinSoo apretó la mandíbula, preparando sus cuerdas vocales.

—¿¡Que no nos afecta en nada!? ¡Puede que tengan las malditas grabaciones de como apuñalabas a Suni, además de las de Viktoria! —exclamó.

—¿Qué va a importar a estas alturas mi esposa muerta y tu hermanita muerta?

MinSoo oscureció su mirada y lo tomó del traje, levantándolo del sofá y zarandeándolo entre tanto con furia.

—Aún no entiendes a JungKook, ¿cierto? —dijo entre dientes, viéndolo desde cerca—. Él es capaz de rebuscar en cada maldito fragmento de nuestro pasado para destruirnos, y ¡tus! Descuidos pueden joder todo lo que he creado —lo miró con el ceño fruncido—. Ya estaba más tranquilo después de lo que le hicimos a TaeHyung, y mostrándole al hombre que lo violó, pero ahora, si consigue esos videos, DongGun... —dijo, amenazante—. Va a levantarse con todo lo que tiene para seguir amargándonos nuestros planes —lo soltó con brusquedad—. ¿Qué vas a hacer? Dime cómo vas a solucionar esto —dijo con voz gruesa.

—¿Y qué tiene él, MinSoo? —dijo, acomodándose el traje—. A los idiotas de mis hijos y a un abogado.

MinSoo se le acercó más, amenazante.

—Al parecer no entiendes —dijo entre dientes, apretando la mandíbula—. No me interesa, hay que volver y vas a hacer lo que yo te diga —se dio media vuelta para irse, pero DongGun habló antes.

—¿Por estas fechas no es el celo de JungKook? —soltó una risita y MinSoo volteó hacia él—. Tenemos más que tiempo, MinSoo.

—Cuatro días no son suficientes —vociferó.

—En cuatro días podemos hacer mucho, y créeme, estoy seguro que no solo tendremos cuatro días —sonrió sádicamente.

MinSoo lo miró serio, impasible y frío.

—Mañana nos vamos a Seúl y vas a resolverlo tú —dijo secamente antes de finalmente caminar hasta la puerta y salir, azotándola en el proceso.




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top