61. Juntos

TaeHyung se removió algo adolorido sobre el colchón, abriendo los ojos poco después. Tuvo que parpadear algunas veces para poder enfocar por la luz que entraba por las ventanas.

Le dolía la espalda, por lo que no pudo moverse más de la cuenta, solo lo suficiente para ver a JungKook con la cabeza acostaba sobre sus brazos en el colchón, sentando aún en la silla.

TaeHyung sonrió chiquito y estiró una mano para acariciarle el cabello. JungKook fue despertando a medida que las caricias continuaban, y luego de abrir los ojos tuvo que tomarse un momento para caer en cuenta de donde se encontraba.

JungKook no había dormido mucho porque TaeHyung se queja mucho entre sueños por el dolor punzante en su cuerpo, y el no pudo evitar estar pendiente siempre, echándole un poco de crema cada tanto para ayudarlo con el dolor.

Algo adormilado se apoyó en la cama para sentarse correctamente sin hacerle más daño a su espalda y procurando no hacer ningún gesto que denote el dolor que le causo dormir en esa posición, solo para no preocupar a TaeHyung.

Acercó la silla un poco más a la cama y miró a TaeHyung con ojos grandes, tomando suavemente su mano.

—¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?

TaeHyung no pudo pasar por alto las ojeras que llevaba el omega. Sus ojos también parecían hinchados, como si hubiera estado llorando. Pero prefirió no decir nada para no incomodar a JungKook, sabiendo que odia que lo vean llorar.

—Me siento un poco mejor, pero aún me duele la espalda...

—¿Quieres que te la revise? —se apresuró a decir JungKook—. Puedo echarte más pomada si quieres, o puedo traerte algo para comer o tomar —dijo, quizás hablando un poco desesperado—. Oh, pero no hay nada de comer, ¿quieres que te compre algo y te lo traiga?

TaeHyung sonrió, queriéndose reír mientras miraba hermosamente al omega. Colocó una de sus manos sobre las del omega.

—JungKook, estoy bien —habló TaeHyung, pero esa afirmación solo hizo que JungKook mordisqueara su labio inferior con insistencia.

—Pero puedo traerte algo su quieres...

TaeHyung negó suavemente, no queriendo que el omega saliera.

—Estoy bien.

JungKook tardó unos instantes en responder.

—Bueno, yo sí tengo hambre así que voy a salir —dijo, consiguiendo que TaeHyung pusiera cara de póker ante lo terco que podía llegar a ser el omega—. Ahorita vuelvo —. Se levantó de la silla—. Le envié a Jin la ubicación más temprano, seguro ya deben venir —avisó, inclinándose para darle un pequeño beso en los labios.

Y TaeHyung había quedado tan embobado por ello, que ni se fijó en que el omega había agarrado su tarjeta de crédito.

JungKook salió del apartamento y cerró, dejando la tarjeta del apartamento debajo de la alfombra en caso de que SeokJin y NamJoon vinieran mientras él no estaba.

Salió a comprar algunas cosas para comer ese almuerzo y otras para mantener de reserva y poder cocinar ahí. Se encargó de elegir cosas que sabía que le gustaban a TaeHyung, incluso comprándole piñas para que no la pasara tan mal en la recuperación. ¿Y por qué no? Digamos que se excedió un poco y terminó comprando un montón de cosas para ello, empezando con utensilios, platos y demás elementos que había notado que faltaban en el apartamento.

JungKook había decidido no asistir a la universidad esos días para poder estar con TaeHyung todo el día y atenderlo en caso de que necesitara algo.

Volvió pasadas unas pocas horas y notó que la tarjeta en la alfombra no estaba, por lo que supuso que ya estaban ahí SeokJin y NamJoon. Tocó el timbre y efectivamente, SeokJin fue el que abrió la puerta.

Se saludaron con una sonrisa y el omega mayor se hizo a un lado para dejar pasar a JungKook y de paso ayudarlo con algunas cosas.

Dejó algunas bolsas sobre uno de las encimeras de la cocina y JungKook fue casi al instante después a la habitación con algunas bolsas aún en mano, topándose con NamJoon y TaeHyung, quién seguía acostado.

—¿Cómo estás? —sonrió suavemente—. Traje comida. —Alzó una de las bolsas.

—Estoy bien, gracias —dijo TaeHyung, sonriéndole.

JungKook volvió a salir, sonriendo de labios cerrados y dejó el resto de las bolsas sobre la encimera, notando que NamJoon había salido de la habitación tras él.

—JungKook —llamó NamJoon.

JungKook volteó solo un momento para verle antes de seguir sacando los utensilios.

—¿Ah? —dijo JungKook, algo sonriente, y por andar sacando las cosas de las bolsas, no se dio cuenta de lo serio que lo estaba mirando el alfa.

—¿Viste cómo está TaeHyung? Parece como si lo hubiera golpeado el mismo Bruce Lee, ¿Cómo dejaste que eso pasara?

JungKook frunció el ceño un segundo.

—Si hubiera podido evitar que lo molieran a golpes como lo hicieron, lo hubiera hecho sin pensarlo los dos veces —recalcó, siguiendo con lo suyo—. Agradece que tenía un cutter y los corté con él.

SeokJin puso una cara disimulada de espanto.

—¿Cómo que los cortaste? —preguntó, algo turbado.

—Le rajé la muñeca a un tipo, la cara a otro y luego se lo clavé a uno en el tobillo —dijo como si nada, pero volteándose a verlos para continuar—. Pero tranquilos, me encargue de cortarles en zonas de arterias.

NamJoon lo miró mal y bufó, haciendo un gesto con las manos que indicaba un "Me rindo", pero JungKook si notó eso.

—¿Qué es lo que te pasa? Si no fuera por el cutter, nos hubieran dado con un bate —dijo nuevamente como si nada.

Antes de que NamJoon tuviera tiempo de responder, TaeHyung hizo acto de presencia, apoyándose con dificultad en el marco de la puerta. JungKook vio aquello y no dudó en dejar todo lo que estaba haciendo para trotar hacia a él y ayudarlo a mantenerse de pie.

—¿Qué haces? No debes levantarte —murmuró JungKook con expresión preocupada.

TaeHyung no contestó, pero miró a NamJoon mientras se sostenía del omega.

—No le intentes echar la culpa de eso a JungKook, Nam, porque si hablamos de culpables, ese sería yo —dijo, serio—. Yo fui el que decidió ir a ese lugar sin pensar en que podría encontrar ahí, y si no hubiera sido por JungKook y su cutter, probablemente no estaría aquí —miro al omega—. Él se tiró encima de mi cuando me estaban golpeando, me protegió y a causa de eso lo golpearon a él.

—El cutter estaba oxidado, así que si no se colocaron la anti-tetánica... Triste —dijo con una sonrisa, y luego murmuró más para sí mismo—. Ojalá les dé tétanos a esos malditos...

—Bueno, lo importante ahora es que están a salvo —dijo SeokJin.

JungKook asintió.

—¿Quieren algo? Compré comida —ofreció amablemente.

—Gracias, pero tenemos que irnos —sonrió SeokJin—. NamJoon tiene que ir al trabajo y yo a la universidad.

JungKook asintió, comprendiendo, y ayudo a TaeHyung a sentarse en uno de los sofás.

—Voy a suspenderte del trabajo por dos semanas mientras te recuperas.

Poco después, la pareja salió del apartamento y volvieron a hablar una vez en el ascensor.

—¿Cómo será una cortada de JungKook con un cutter? —preguntó NamJoon, algo perturbado.

—Espero nunca tener que comprobarlo —se río SeokJin—. No quiero que me dé tétanos.

Y luego de eso, ambos rieron.

—Puedo picarla yo, tampoco estoy mocho —dijo TaeHyung, viendo como JungKook le pica la comida.

Ante el comentario, JungKook alzó la vista con un gesto algo triste y me devolvió el plato, pero TaeHyung lo miró hermosamente y volvió a arrastrar el plato por la mesa para que JungKook lo siguiera cortando, sacándole una sonrisa.

Comenzaron a comer tranquilamente poco después, o al menos tranquilamente hasta que JungKook habló.

—MinSoo se coge a DongGun

TaeHyung se ahogó con su comida al instante, viéndolo con los ojos abiertos de par en par.

—¿Que dijiste? —intentando calmar su tos.

—Pues que nuestros padres son pareja —dijo, dándole otro bocado a su comida.

—JungKook, tú no me puedes soltar cosas así de repente —dijo, horrorizado—. ¿Cómo sabes?

—Ayer mientras dormías me puse a pensar en una manera de joderle el día a MinSoo por lo que te hicieron. Y pensando me di cuenta de que sus interacciones son muy extrañas, así que llegué a esa conclusión y decidí llamarlo —explicó—. No me dijo que sí, pero tampoco me dijo que no, y eso es un confirmado.

—¿O sea que el amante del que hablaba Shin que le dijo mi mamá era él? —inquirió, perturbado, y JungKook asintió—. Estoy muy perturbado.

Al poco rato, JungKook comenzó a reírse a carcajadas y TaeHyung lo miró interrogante.

—MinSoo intentó sacarme a la cara que me acuesto contigo, pero yo le dije que lo haces muy rico —se siguió riendo.

—JungKook —dijo a modo de reprimenda, controlando la risa y la vergüenza.

JungKook rió suavemente y se le acercó, dándole un beso.

En la sala estaban reunidos todos los encargados de la misión en curso, informando que pronto sería tiempo de volver a Corea para tomar verdaderas cartas en el asunto.

—Disculpa. —Una persona más se hizo presente en la conversación amena entre los agentes, mirando a alguien en específico—. Descubrimos el lugar de entregas de los negocios de Jeon y Kim. —Todos prestaron atención, incluyendo a la omega a la que le había hablado—. Es en el callejón de Myeongdong.

Uno de los agentes presentes fue el que decidió hablar.

—¿Cómo lo consiguieron? —el agente que trabajo la información volteó a verlo.

—Seguimos a Jeon JungKook junto a Kim TaeHyung hasta el lugar.

La omega veía el ventanal que daba hacia la ciudad mientras escuchaba todo atentamente.

—¿Kim TaeHyung está ayudando a Jeon? —inquirió, sin voltearse.

—Sí, señora. —Hizo una pausa—. Según fuentes cercanas, el alfa TaeHyung y el omega JungKook mantienen una relación íntima.

La omega alzó una ceja.

Hubo un breve silencio en la sala antes que un beta hablara.

—¿Pasó algo más?

El agente respondió al instante.

—A ambos les tendieron una trampa. —La omega volteó con el ceño fruncido—. Los acorralaron y según logramos por los micrófonos de la zona, uno de ellos le dijo al omega JungKook que su padre les había ordenado darle un espectáculo inolvidable. Le dieron una paliza a Kim TaeHyung... El omega JungKook atacó a algunos de ellos con un objeto punzante y logró zafarse. Luego se tiró encima del alfa TaeHyung para hacer de escudo humano. Actuamos antes de que las cosas llegaran mucho más lejos y dispersamos a los maleantes por amenazas en mensajes de texto, no demoraron en marcharse.

—¿Cuál es el informe psicológico de Jeon? —preguntó uno de ellos, sabiendo que varios estaban impresionados con la violencia.

—Nos costó conseguir información del psicólogo que lo atendía de más pequeño, pero logramos conseguirlo —dijo antes de comenzar a explicarlo—. Sufrió estrés postraumático desde pequeño causado por la muerte de su madre, y a medida que fue creciendo con todos los maltratos que recibir de parte de su padre y de otras personas, fue desarrollando una personalidad manipuladora. Sabe identificar las debilidades de los demás, y cuando se presenta la oportunidad, utiliza eso a su favor. También sufre de ansiedad y toma medicación para mantenerla a raya. Muestra complejos de superioridad cuando se enfrente a su padre a modo de mecanismo de defensa.

—Es cierto, logramos observar cuando mató a uno de los hombres de su padre —dijo un agente. La omega bufó, incrédula—. No logramos obtener la ubicación de Jeon MinSoo, pero si escucharla.

El agente que estaba explicando todo asintió.

—Jeon JungKook no teme infringir la ley para conseguir lo que desea, y por lo que hemos observado, su único deseo es acabar con Kim y Jeon —explicó—. Es inteligente y calculador, y presenta conductas pasivo-agresivas, al nivel de que sus actos malintencionados pueden pasar desapercibidos al mostrarse como una persona tranquila y despistada, cuando realmente es alguien que sabe siempre muy bien lo que hace. Es reservado y algo apático con las personas, menos con los que siente aprecio o comodidad. Muestra rasgos de personalidad antisocial pero no se le puede dar un diagnóstico como tal ya que no presenta todos los signos de tener un trastorno de la personalidad.

—JungKook debe estar recibiendo ayuda de alguien más, una persona que le da información para poder actuar —habló la omega.

—Así es —dijo un agente experto en el hackeo—. Recibe información del abogado de las empresas Jeon, Shin Hwan.

La omega enserió más su rostro.

—Quiero que mandes a algunos hombres en cubierto a custodiar el lugar en el que se están quedando ahora mismo, no quiero saber que algo más les ha pasado a ese par. Los necesitamos vivos —ordenó la omega, recibiendo un asentimiento del agente, quién no demoró en retirarse para cumplir las órdenes.

—No sabemos dónde se están quedando MinSoo y DongGun, no podemos movernos hasta entonces —habló otro de los agentes y la omega asintió.

—Solo hay que esperar un poco más...

JungKook salió del baño en bata de seda, dispuesto a buscar otra muda de ropa, ya que SeokJin les había llevado algo de ropa para algunos días.

TaeHyung estaba en bóxer en la cama, con mitad de su cuerpo bajo la manta y con la espalda apoyada en el cabezal de la cama, amortiguado por algunas almohadas que le había colocado el omega antes de irse a bañar.

—JungKook —llamó el alfa, haciendo que JungKook volteara a verle y se acercó a él, viéndolo atentamente.

—¿Necesitas algo? —preguntó, inclinando la cabeza ligeramente hacia un lado. TaeHyung se remojó los labios antes de hablar nuevamente.

—Déjame ver tu espalda —dijo, y JungKook se enderezó.

—¿Para qué?

—Te golpearon, JungKook —dijo, mirándolo.

—Estoy bien, no hay necesidad —sonrió, pero TaeHyung se le quedó viendo, quizás con un poco de insistencia que el omega notó.

JungKook suspiró y se dio la vuelta, bajándose la bata hasta antes del trasero. TaeHyung contrajo el rostro al ver los numerosos moretones que tenía en su espalda, especialmente en la espalda baja, donde se había dado cuenta que lo habían golpeado más.

—Ya no duele —dijo, pero al sentir como TaeHyung apenas pasó suavemente la yema de sus dedos por la zona afectada, arqueó la espalda, haciéndole saber el mayor que sí que dolía. JungKook cerró los ojos y estuvo a poco de chasquear la lengua—. Estoy bie-

Se cortó cuando comenzó a sentir los tersos labios de TaeHyung besando suavemente sus moratones, logrando que sus cejas se curvearan hacia arriba ante la acción. Se permitió relajarse ante los besos, soltando uno que otro suspiro, y cuando el alfa terminó de besar la zona, JungKook se volteó hacia él, acariciándole la mejilla.

TaeHyung le tomó la mano y lo hizo sentarse en sus piernas, quedando JungKook sentado a horcajadas en su regazo. Se quedaron viendo, JungKook acariciando suavemente uno de los brazos de TaeHyung, mientras que TaeHyung acariciaba su cintura.

—¿Qué es este apartamento? —inquirió el omega, viendo unos segundos a su alrededor.

—Lo compré hace dos años —contó—. Quise intentar vivir solo, pero no aguanté la soledad —rio suavemente.

—Es muy hermoso —dijo, refiriéndose al apartamento.

—Podemos venir cuando tú quieras —elevó las comisuras de sus labios—. De hecho, estaba pensando... —JungKook vio atentamente cuando el alfa miró donde sus dedos acariciaban su cintura, y luego volvió subió la vista para volver a verle a los ojos—. Podríamos venir a vivir aquí cuando todo esto termine, y tener algo juntos.

JungKook lo miró estupefacto, con ojos brillantes.

—¿En serio? ¿Los dos? —dijo con sorpresa—. Lo dices porque te di dos pastillas para el dolor, estás drogado, ¿verdad?

TaeHyung rio bajito.

—No estoy drogado, JungKook.

—Eso dicen los drogados. —Alzó una ceja.

TaeHyung soltó su cintura y tomó sus manos, acercándolas a su boca para besar el dorso de ambas.

—Estoy hablando totalmente en serio, JungKookie

JungKook quedó absorto en los ojos ajenos, los cuales captaban a la perfección el brillo que emanaban los ojos del omega, como si fueran miles de galaxias destellando sobre un color marrón, casi negro. Y así se quedaron unos largos instantes hasta que...

—Estoy enamorado de ti

JungKook lo soltó de repente, en medio de una exhalación, tal y como si se le hubiera escapado todo el aire.

Y TaeHyung se quedó unos instantes viéndolo, antes de mostrar la sonrisa más grande y cuadrada que había mostrado en toda su vida.

—Yo también estoy enamorado de ti, JungKook —llevó ambas manos a sus mejillas, acunando su rostro con suavidad mientras aquellos ojos cafés lo veían intensamente.

Se tomó un momento para observar cada detalle del rostro de JungKook, recorriéndolo minuciosamente. El omega era hermoso, TaeHyung lo admitía, y mentiría si algo en él quisiera observa ese rostro, quizás..., por el resto de su vida.

Su mirada se posó en los labios del omega, y se fue acercando a él como si de un imán se tratara. JungKook por inercia cerró los ojos y cuando sus labios colisionaron suavemente, TaeHyung apresó apenas su labio inferior, suspirando poco después.

Cuando ya sus labios comenzaron a moverse a la par, con parsimonia, JungKook se acercó más a TaeHyung, apoyando sus manos en sus hombros y procurando no hacer mucha presión para no hacerle daño debido a los moretones en el cuerpo del alfa. Sus pechos rozaron y sus bocas se juntaron un poco más, permitiéndoles que se probaran más.

TaeHyung acarició suavemente su espalda, también cuidando no hacerle daño por los moretones en ella.

Movió su mano suavemente hasta colarla entre la fina tela que cubría su cuerpo, hasta llegar a aquel lugar que tantos suspiros y placer brindaba. JungKook soltó su primer jadeo, sintiendo como el mayor apenas acariciaba el lugar.

—No podemos tener sexo, estás herido —dijo entre un jadeo.

—No vamos a tener sexo... —murmuró TaeHyung antes de volver a besarlo, pero luego de corresponder un rato, JungKook volvió a separarse.

—No podemos tener nada que conlleve penetración porqu- —jadeó cuando los besos bajaron a su cuello—. Olvídalo, sigue

JungKook jadeó cuando TaeHyung introdujo suavemente su dedo en él, notando que estaba algo empapado. Lo movía lentamente, haciendo que JungKook se estremeciera en su lugar, disfrutando también de los suaves besos que eran depositados en su cuello.

Luego esos besos descendieron hasta llegar a sus pezones, con los que el mayor jugueteó un poco, logrando que un jadeo saliera de los labios del omega gracias a que lo acompañaba el movimiento de su dedo.

Subió su cabeza, mirando a JungKook y quedando embelesado con su belleza. Su cara estaba colorada, sus ojos estaban cerrados y su boca soltaba algunos suaves jadeos temblorosos.

Era hermoso.

JungKook abrió los ojos, conectando sus miradas, y se acercó al mayor, besando sus labios suavemente, momento en el que TaeHyung retiró su dedo, volviendo sus caricias a la espalda del omega.

El omega comenzó a besar con delicadeza cada moretón de su rostro, descendiendo hasta su mandíbula y pecho hasta besar todos y cada uno de los moretones a la vista desde esa posición, bajando un poco más hasta llegar a su abdomen.

TaeHyung observaba las acciones del omega totalmente maravillado, encantado con todo él. Con su belleza, con su personalidad, con su forma de ser, con sus jadeos y besos... Con todo. JungKook era una de las mejores personas que había conocido, porque no le importaba el dolor propio, sino el que pudieran sentir los demás, tal y como lo demostró hace unos instantes con él.

Estaba más que seguro de que sentía algo más allá de lo que se imaginaba,

Por su parte, JungKook se sentía especial por primera vez en su vida, sentía que de verdad pertenecía ahí, junto a ese alfa que era capaz de causarle todo ese revoltijo de emociones que aún no conseguía definir del todo. Podía sentir parte de los sentimientos de TaeHyung por la marca. TaeHyung ahora se había vuelto su prioridad, esa persona que deseaba tener en todo momento porque sabía cómo suministrarle más y cariño.

No sabía si esos sentimientos que estaba sintiendo en ese instante eran una intensificación gracias a la marca que los unía, o era lo que sentía.

Pero la marca ya estaba esfumándose, entonces...

El omega nunca pudo llegar a imaginar sentir todo eso por una persona, y ahora esa persona se había convertido en una de las más importantes para él.

JungKook volvió a enderezarse para mirarse mutuamente mientras el omega le bajaba el bóxer con cuidado de no hacerle daño, compartiendo ese contacto visual tan íntimo que los estaba acompañando esa noche.

Arrastró el bóxer hasta sacarlo de las piernas del alfa, y lo tiró a algún lugar de la habitación. Volvió a acercarse a él, sentándose nuevamente sobre su regazo, y besó sus labios con cariño y lentitud, comenzando a moverse suavemente sobre él. Sostuvo suavemente su cara con ambas manos, mientras TaeHyung acariciaba sus brazos hasta llegar donde la tela de la bata se sostenía, despojándolo de cada centímetro de ella con delicadeza.

Cuando la bata cayó sobre su regazo, desató el nudo y tiró la bata a un lado, quedando ambos desnudos mientras se miraban intensamente. TaeHyung colocó sus manos nuevamente en las caderas de JungKook, alzando un poco la zona mientras depositaba pequeños besos en su mejilla, bajando un poco hasta depositarlos atrás de su oreja mientras se alineaba a él.

Se miraron a los ojos y juntaron sus frentes mientras JungKook comenzó a descender. Sus bocas se entreabrieron en el proceso, y cuando ya estuvieron totalmente juntos, TaeHyung ascendió sus manos hasta acariciar su cintura, acercándose para darle un beso corto en los labios, separándose solo unos instantes para volver a besarlo, esta vez un poco más pasional, pero igual de suave.

Ambos comenzaron a moverse, complementándose en cada pequeño movimiento que realizaban entre besos y caricias que les sacaban más y más jadeos a ambos.

JungKook se sentía como nunca antes. Jamás en su vida alguien lo había hecho sentir de esa manera, nadie lo había tratado así. Se sentía extasiado, eufórico y feliz por dejarse querer como TaeHyung lo estaba haciendo, y además corresponderle de igual manera.

TaeHyung se sentía pleno a su lado, tan alegre de haber conseguido a una persona que lo complementara de esa manera, y que, a pesar de que sus personalidades eran diferentes y chocaban muchas veces, no podía sentirse más feliz como ahora, encajaran así de bien juntos.

Saber que tenía a alguien que lo quería y que iba a estar siempre con él.

El mayor movió un mechón de cabello que tapaba el rostro del omega, dejándolo detrás de su oreja para luego dejar su mano acunando su mejilla mientras seguían moviéndose.

—Eres hermoso —acarició su mejilla con el pulgar, haciendo que JungKook casi se derritiera ahí mismo, en sus brazos.

JungKook movió un poco su cara, dándose un suave beso en la palma entre jadeos.

Miró hacia arriba, gimiendo bajito y ahogado, mientras que TaeHyung jadeó, viéndolo. El omega bajó la vista nuevamente a él, con su frente suavemente sudada al igual que el contrario.

—Me voy a venir —jadeó bajito, apoyando sus frentes juntas.

—Juntos... —dijo TaeHyung también entre jadeos, y JungKook colocó su mano sobre la mano de TaeHyung que estaba en su muslo.

Se miraron cuando se sintieron en la cúspide, pudiendo apreciar por una fracción de segundo un destello en los ojos de ambos, el destello de sus lobos haciendo presencia justo antes de finalmente venirse, juntos.

JungKook dejó caer suavemente su cabeza en el cuello de TaeHyung, aspirando su olor, y sintiendo como TaeHyung se liberaba en su interior. No dejaron de moverse hasta que toda la esencia de TaeHyung estuviera liberada, instantes en los que TaeHyung le daba besos en el hombro y algunos en la marca casi cicatrizada de su cuello.

Detuvieron sus movimientos, quedándose en esa posición mientras respiraban. TaeHyung acarició su espalda con cuidado y JungKook sacó su cabeza del cuello de TaeHyung para mirarse mutuamente, dándose un corto beso en los labios seguido de un suave beso esquimal.

JungKook suspiró y acunó su rostro, juntando sus frentes.

—Vamos a acostarnos —murmuró, quitándose de encima del alfa para acostarse a su lado y ayudarlo a él a recostarse.

TaeHyung se apoyó de lado, sosteniendo su cabeza con un brazo mientras veía al menos, quien estaba boca arriba, mirándole.

Comenzó a acariciar suavemente su vientre, moviendo su mano por su abdomen y cadera, apenas tocándolo.

—Me encanta esta parte de ti, justo donde el vientre se une con la cadera... —murmuró TaeHyung, acariciando la zona mencionada con la yema de sus dedos

JungKook suspiró gustoso con una pequeña sonrisa en sus labios y cerró los ojos, sintiendo como la mano del mayor recorría la hendidura entre su vientre y su cadera, para después acariciar su cintura y parte de su estómago.

—Tae —lo llamó luego de un rato, causándole algo en el corazón a TaeHyung al oírlo decirle así por primera vez—. ¿Qué somos?

El alfa lo miró bonito y le acunó la mejilla.

—¿Qué quieres que seamos? —lo dijo tan suavemente que JungKook lo sintió como una caricia que lo hizo suspirar, más no respondió de inmediato, primero mordisqueó su labio inferior con constancia,

—Yo quiero... —lo miró directamente a los ojos—. Yo solo quiero ser todo para ti, y que tú lo seas todo para mí —dijo, logrando que sus mejillas se colorearan de rojo intenso.

TaeHyung sonrió en grande, embobado.

—Pero tú ya lo eres todo para mí —confesó, haciendo que JungKook sonriera conmovido, tan grande que estaba seguro que si seguía sonriendo tanto, le iban a doler las mejillas—. No sé en qué momento te convertiste en alguien tan especial.

—No me digas esas cosas —rio, totalmente avergonzado y rojo.

TaeHyung también rio suave, mientras lo miraba hermosamente.

Y ambos se quedaron un rato así, TaeHyung acariciándolo y JungKook relajándose con sus caricias sin dejar que esa felicidad que los estaba abrazando se esfumara.

TaeHyung acarició su brazo hasta llevar a su mano, levantándola y entrelazándola con la contraria. JungKook sonrió ante el gesto y no dudó en corresponderlo.

—¿Sabes? —habló JungKook, mirándolo con ojos brillantes—. Eres como el rayito de luz que ilumina mi vida... —confesó—. Siento como si el destino, o la vida, no sé, te hubiera puesto junto a mí para eso...

TaeHyung lo miró bonito y luego miró sus manos entrelazadas, acariciando la mano del omega con su pulgar y luego depositando un beso en su dorso.

—JungKook —dijo, aun mirando sus manos unidas.

—¿Sí? —preguntó el omega, mirándole.

—Quiero estar contigo —dijo TaeHyung, volteando para mirar a JungKook a los ojos, quien lo miró algo confundido.

—Pero ya estás conmigo —más TaeHyung negó suavemente con una sonrisa.

—Quiero que seas mi omega —inclinó suavemente su cabeza—. Y yo quiero ser tu alfa

JungKook abrió los ojos más de lo normal, totalmente estupefacto. Abrió ligeramente la boca, moviéndola sin formular palabra alguna. Se sentó de golpe, choqueado y lo miró.

—¿Tu y yo? —dijo, logrando que TaeHyung asintiera y se notara la emoción que pronto comenzaba a crecer en el interior del omega—. ¿Juntos? —TaeHyung seguía asintió, con una sonrisa—. ¿Cómo alfa y omega? ¿Cómo pareja? —abrió más los ojos, viendo como TaeHyung seguía asintiendo, enternecido.

—¿Quieres, JungKook? —dijo dulcemente.

Y eso fue la bomba que activó a JungKook.

—¿¡Que pregunta es esa!? ¡Si quiero, si quiero-!

Se lanzó sobre él, besando sus labios con fervor y emoción, logrando que la espalda de TaeHyung chocara contra el colchón y soltara un quejido por el impacto en su dolorido cuerpo mientras que mientras sonreía en grande entre el beso, que pronto se transformaron en pequeños piquitos que depositaba cada pequeño instante sobre sus labios.

Luego de terminar de besarse, JungKook se abrazó a él como un koala, haciendo reír y quejar a TaeHyung, quien lo abrazó a pesar de haberle dolido el cuerpo por el impacto, pero JungKook simplemente no le prestó atención a eso, demasiado ensimismado en abrazarlo sin siquiera moverse, no queriendo soltarlo.

—¿No me vas a soltar? —dijo con un tono burlón y lindo.

—No —respondió simplemente, restregando un poco su mejilla en el pecho del alfa, quien poco después acarició su cabello, demasiado contento y extasiado.

Muy felices, muy muy felices.




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