43. Jeju pt. 3

Después de aquel día tan agitado, ambos se durmieron, despertando a la mañana siguiente. El primero en levantarse fue TaeHyung, quien pidió comida para la habitación.

Al rato despertó JungKook, pudiendo recibir la comida que ya había llegado a la habitación, y sin más, ambos se centraron en desayunar.

—Me llamó YoonGi —informó TaeHyung—. Viene para acá en unas horas más.

—¿YoonGi?

—Sí, sí, viene a informarme que han estado haciendo nuestros padres con cotidianidad estos días que llevan aquí en Jeju, o al menos que hacen en la zona de construcción. YoonGi fue el que me consiguió la dirección del lugar donde nos encontramos, los siguió hace días y luego me informó de la ubicación. Antes de que nos encontráramos, me topé con varias salas donde había infinidad de documentos, también había un montón de rollos de papel moneda, el que usa para hacer las identificaciones falsas... Les tomé foto —dijo, dejando los cubiertos a un lado para después sacar su teléfono.

JungKook curioso, arrimó más la silla hasta el alfa, para poder observar con más comodidad el teléfono ajeno. TaeHyung la galería y fue pasando las fotos que había tomado mientras JungKook observaba cada una de ellas.

—Mi padre tiene un negocio de falsificación de documentos —habló JungKook—. Invierte en esos negocios con el dinero que entra a la empresa, se encarga de que ese dinero caiga en cuentas fantasmas o cuentas que tiene en el exterior a un nombre ajeno para pasar desapercibido por las autoridades —Hizo una pausa—. Sospechaba esto, pero ahora con estas fotos que me muestras, ya puedo confirmarlo —Se acomodó en su silla—. No sé cuántos años lleva en esto, pero sé que ahora tu padre se le ha unido, y eso no puede significar nada bueno. Tu padre es uno de los personajes con más influencia en Corea ahora mismo y eso definitivamente los beneficiará.

JungKook sacó su teléfono del bolsillo y lo alzó sobre la mesa, metiéndose a la galería de fotos.

—Ayer encontré un listado con todos los empleados trabajando actualmente en este negocio —añadió el omega.

Seleccionó la foto y se la mostró a TaeHyung, quien frunció el ceño después de leer un nombre en específico.

—Choi Jun —dijo TaeHyung, para después mirar a JungKook con el ceño fruncido—. Es el hombre al que se le han estado realizando las últimas transferencias no autorizadas...

—Debe ser alguien importante... —Frunció el ceño—. En la reunión que grabé, había un hombre que aportaba mucho, como si les ordenara a los demás... Quizás era él.

—Puede que sea uno de los jefes junto a tu padre —supuso TaeHyung.

JungKook asintió y guardó su teléfono.

—Hay que averiguar más sobre él, estoy seguro que nos será útil... —Hubo un breve silencio antes de que JungKook mirara a TaeHyung intensamente—. TaeHyung, tú debes tener cuidado —habló—. ¿Has reportado las transacciones?

—No, quería saber de qué se trataba todo esto antes de reportar alguna de ellas.

JungKook asintió.

—Tu padre no es tonto, es muy probable que ya se haya enterado de que no estás reportándolas —dijo con seriedad—. Es muy probable que ya sepa que estás investigando e incluso, puede que sepa que estás aquí en Jeju —JungKook se quedó pensando unos instantes—. Si las reportas te puedes ver involucrado en esto... Y si descubren que no has dicho nada, también... Lo mejor es que no hagas ningún movimiento que pueda delatar esto, al menos por el momento. Ellos son capaces de destruirte si te pones en su camino —habló con firmeza—. Hay que ser discretos.

TaeHyung observaba al menor, impresionado por las capacidades que no había podido presenciar anteriormente. Se notaba que era muchísimo más inteligente de lo que buscaba aparentar a simple vista... Y eso lo encendía demasiado.

JungKook se dio cuenta de su falta de habla y lo observó, viendo como su cara denotaba lujuria.

—¿Qué te pasa?

—¿Cómo puedes lucir tan ardiente diciendo todas esas cosas? —dijo, mirándolo con hambre.

JungKook hizo de sus labios una línea.

—Prácticamente te estoy diciendo que puedes ir a la cárcel y tú te excitas.

—Entonces ponme las esposas —propuso juguetón, alzando ambas cejas.

JungKook le pegó un manotazo en el hombro y se rio, seguido de TaeHyung.

—Aja, volviendo a la seriedad... —dijo el alfa, calmándose—. ¿qué hago si no las puedo reportar?

—Seguir monitoreando las transacciones nuevas que se realicen. Siempre guarda el comprobante —contestó JungKook—. Es importante tener cada una de ellas —TaeHyung asintió, mirando a la comida para después volver a asentir—. Después me encargo de que no termines en la cárcel.

TaeHyung miró a JungKook nuevamente, alzando una ceja con los ojos un poco más abiertos de lo usual.

—¿Planeas hacer cosas ilegales, JungKook?

JungKook se tensó casi imperceptiblemente, sabiendo que él ya había hecho algo como eso... Pero no se lo diría a TaeHyung.

—Hasta que no me descubran, no es ilegal... —se limitó a decir, sabiendo que realmente las cosas no eran así.

TaeHyung soltó una risita antes de acercarse hacia él y besarlo con la fogosidad que había estado controlando luego de ver a JungKook hablar de esa forma, siendo correspondido por el menor.

Horas después, la puerta fue tocada y TaeHyung se levantó del sofá para dirigirse a la puerta y abrirla. YoonGi estaba tras ella, y no dudaron en saludarse y permitirle el paso dentro de la habitación. YoonGi entró, siendo seguido por TaeHyung y poco después, ambos se sentaron en los sofás de la suit.

—Tu padre y el señor Jeon han estado comportándose con normalidad, acuden a las respectivas revisiones, aportan datos y ayudan en varios aspectos —comenzó a informar el más pálido—. No he notado nada raro además de la dirección que te pasé, pero está más que claro que son puras apariencias... ¿Qué encontraste en ese lugar?

—Las sospechas que tenía sobre el lavado de dinero son mucho más claras, tienen el negocio organizado para ello. —explicó TaeHyung.

La puerta del baño se abrió, dejando ver a JungKook ya vestido, secándose el cabello con una toalla. YoonGi lo vio con desconcierto. ¿Qué hacía el omega ahí?

—No solo hacen eso, sino que también tienen un negocio montado para la falsificación de documentos —continuó TaeHyung como si nada.

—TaeHyung... ¿no crees que no deberías estar diciendo esto frente a JungKook? —casi susurró YoonGi.

JungKook dejó la toalla a un costado y comenzó a servir tres vasos de bourbon, dándole la espalda a ambos.

—No te preocupes, YoonGi —habló el omega tranquilamente, volteándose hacia ellos con los tres vasos—. Sé mucho más de lo que sabes —sonrió suavemente, con una ceja alzada y se acercó hacia donde se encontraban ambos alfas, entregándole a ambos sus vasos de bourbon para después detenerse al lado de TaeHyung, quien lo tomó de la cintura con su mano libre—. No me han intentado matar por nada.

TaeHyung jaló un poco de su cintura, haciendo que se sentara a su lado.

—Necesitamos investigar más sobre un tal Choi Jun, creemos que es uno de los jefes de todo este negocio —agregó JungKook, sacando su teléfono para mostrarle una foto del hombre, justo la que se encontraba en la lista que había conseguido el día de ayer—. ¿Lo conoces? —Le extendió el teléfono.

YoonGi observó minuciosamente la imagen, con el ceño fruncido.

—Sí, es uno de los hombres que acompañaban a sus padres hace unos días —afirmó—. Lo dejaron a él supervisando unas zonas de la construcción.

—¿Tienes acceso a los empleados autorizados para entrar a la construcción?

YoonGi asintió.

—Sí, le diré a JiMin que la busque...

El más pálido se levantó, sacando su teléfono para comenzar a llamar a su pareja. Por mientras, JungKook observó a TaeHyung, quien todavía sostenía su cintura, pegándolo a él.

—Llamé a Shin —avisó JungKook. TaeHyung automáticamente puso mala cara, pero JungKook lo ignoró—. Le pedí que cambiara la fecha de mi boleto de regreso a Seúl, para que podamos irnos juntos —dijo, acariciándole un poco el pecho.

—Bien, pero me lo hubieras dicho a mí —dijo, algo irritado.

JungKook se acercó a él y depositó un lento y corto beso húmedo en una de las comisuras de sus labios.

—Tenemos un día más... —murmuró JungKook con voz ronca, muy cerca.

TaeHyung lo vio con ojos lujuriosos.

—¿Saben? Yo estoy aquí —YoonGi habló, incomodo con la situación y logrando sacar a ambos de su burbuja candente.

—Ah, ya terminaste de hablar por teléfono —dijo TaeHyung y JungKook se alejó un poco de TaeHyung.

—Hace media hora, sí —dijo, exagerando para demostrar su incomodidad—. Les voy a pasar la lista mañana, ya JiMin la está buscando.

—Perfecto —asintió TaeHyung.

—Bueno, me voy para que hagan sus cosas —dijo, pero todos se quedaron en la misma posición que antes, expectantes, hasta que TaeHyung pegó un pequeño brinco, comprendiendo lo que YoonGi esperaba.

—Oh —dijo TaeHyung y se levantó, entregándole su vaso a JungKook. Se dirigió a la puerta.

—Adiós, YoonGi —se despidió el omega, siendo correspondido por asentimiento antes de salir por la puerta que TaeHyung le había abierto.

Ambos alfas se despidieron y TaeHyung cerró la puerta, acercándose con una sonrisita hacia JungKook, quien había dejado ambos vasos en la mesa para después sentarse en el borde de la cama, y ahora le sonreía de la misma manera.

Cuando TaeHyung llegó hasta donde estaba el omega, automáticamente tomó sus mejillas con algo de ímpetu y lo besó, haciendo que su espalda cayera sobre el colchón y TaeHyung cayó sobre él, usando su lengua para abrirse paso dentro de la cavidad húmeda del menor.

JungKook comenzó a excitarse y a desesperarse, queriendo tocar cada parte de TaeHyung.

—JungKook, espera —dijo TaeHyung, separándose del beso, para después depositar un corto beso sobre sus labios—. Me voy a bañar.

Y se levantó tranquilamente, caminando hacia el baño, mientras que JungKook tenía una línea en los labios y un problema en su entrepierna.

Pasaron algunos minutos para que TaeHyung saliera del baño ya vestido. JungKook bajó su teléfono y lo vio dirigirse hacia él.

—Vamos a salir, ponte algo lindo.

—¿A dónde vamos? —preguntó JungKook con curiosidad y TaeHyung le sonrió, dándole un beso corto en los labios. JungKook sonrió poquito y se levantó, pero recordó que solo había traído su mochila—. No tengo que ponerme, solo traje mi mochila con dos cambios de ropa...

—Entonces ven, vamos a comprar ropa —habló, dirigiéndose hacia la puerta de la habitación, siendo seguido poco después por el omega.

Ambos bajaron hasta la planta baja del hotel, donde había una zona de tiendas. Recorrieron los pasillos hasta que se adentraron en una de ellas, saliendo minutos después, con dos conjuntos. Volvieron a subir a la suit y se comenzaron a arreglar.

El atuendo de TaeHyung constaba de una camisa blanca y algo holgada hecha de satén de seda opaca. Un saco de color cobre que, con una buena iluminación, se dejaba ver un poco más brilloso en algunas zonas por la tela, y era un poco más largo que los sacos comunes. Aquel saco hacía juego con el pantalón, el cual era del mismo color y tela, ciñéndose a su cintura. Sus zapatos de vestir eran negros, portando una fina cadena en la parte superior. Como accesorios, se había puesto un collar fino, junto con otro que poseía una esmeralda en forma de gota. Y su cabello estaba peina de tal manera de que la mitad de su frente quedara sutilmente a la vista.

En cambio, JungKook mostraba un estilo totalmente opuesto, portando cabello desprolijo, con pequeños rulos sobresaliendo de él. Tenía puesto un suéter de lana grueso, con patrones de líneas con relieves verticales y diagonales, junto con un jean negro que se amoldaba a su cuerpo, a pesar de no ser tan pegado a sus piernas. El atuendo era acompañado por tenis negros, con una franja blanca y algo gruesa que conectaba con la suela del zapato.

Una vez listos, se sonrieron mutuamente y salieron del hotel, montándose en el auto de TaeHyung, quien no hizo mención al lugar al que irían y simplemente se estacionó en el estacionamiento del lugar para después bajar ambos.

JungKook se quedó unos momentos observando el lugar, notando como en la entrada había un cartel que decía: Aewolian.

Poco después, ambos entraron y JungKook confirmó que se trataba de un restaurante, uno de mariscos específicamente. TaeHyung lo guio a una de las mesas de dos, un poco alejada de la demás clientela, y ambos se sentaron.

—Me trajiste a un restaurante... —dijo, apoyando ambos codos sobre la mesa mientras le sonreía. TaeHyung le sonrió, pasándole uno de los menús que estaba sobre la mesa, para después abrir el propio.

Uno de los empleados se acercó a ellos después de que ambos escogieron que iban a comer, para después retirarse y anunciarles sus pedidos al chef.

No fueron muchos los minutos que se tardaron en entregarles sus respectivos platos y JungKook, quien había traído su cámara desde Seúl, le tomó fotos a ambos platos, para después colocar la cámara en su regazo.

—¿Te gusta tomar fotos? —preguntó TaeHyung, mientras le daba un sorbo a uno de los vasos con jugo de toronja que les habían traído por mientras esperaban la comida.

JungKook alzó la vista hacia él, con sus ojos brillando por la pregunta, y no dudó en asentir.

—Cuando tomo una fotografía y después veo el momento exacto que logre capturar, siento que las palabras no me alcanzan para describir los sentimientos que me expresan a pesar de que para muchos es solo una simple fotografía —sonrió, emocionado por estar compartiendo esto con alguien—. Prefiero guardar mis recuerdos en una foto, a solo mantenerlos en mi mente, porque de alguna forma... Siento como si fueran reales, y no algo lejano

TaeHyung había escuchado atentamente todas las palabras que salían de los labios de JungKook con una emoción fascinante, y no pudo evitar apoyar su cara sobre una de sus manos, mirándolo maravillado. Salió de su trance cuando JungKook habló nuevamente.

—¿Te apasiona algo, TaeHyung?

TaeHyung se pensó su respuesta un tiempo, pero terminó respondiendo.

—Me gusta pintar...

El menor lo miró sorprendido, formando un pequeño círculo en su rostro que luego se transformó en una sonrisa emocionada.

—¿En serio? —dijo con ilusión.

TaeHyung asintió.

—El cuadro que está en el salón de la mansión lo hice yo —dijo, sonriendo poquito al notar como el menor lo miraba.

—¿Cuál de tantos?

—Cuando volvamos te lo muestro. —Le sonrió.

—Ya quiero verlo —sonrío hermosamente, y fue inevitable para TaeHyung no hacerlo también, sonriendo mientras asentía.

El tiempo fue pasando y sin darse cuenta, sus platos estuvieron vacíos, puesto que se habían dejado llevar por el momento entre risas y charlas que les permitieron conocerse un poco más.

—Voy a pagar la cuenta —dijo TaeHyung con una sonrisa de labios cerrados, levantándose de la silla una vez la conversación se detuvo unos instantes, pero JungKook atrapó su mano, haciendo que se detuviera un momento y ambos se miraran.

—Gracias —dijo sincero el omega.

TaeHyung acaricio el dorso de la mano de JungKook con su pulgar.

—No hay de qué —sonrío suavemente y ambos se soltaron, permitiendo que TaeHyung fuera a pagar la cuenta.

Luego de pagar, ambos se miraron y JungKook se levantó para que poco después ambos caminaran hacia la puerta del establecimiento. TaeHyung abrió la puerta y después le dio paso a JungKook, quien le agradeció una sonrisa.

Cuando la puerta fue cerrada, JungKook habló.

—Oye, sobre lo de nuestros padres...

—No hablemos de eso esta noche, ¿mh? —dijo, sonriendo de labios cerrados, y JungKook lo miró, apretando los labios para después asentir—. Ven, vamos, te quiero llevar a un lugar —expandió su sonrisa, dirigiéndose hacia el auto.

JungKook lo siguió curioso y ambos se subieron, no esperando mucho para que TaeHyung comenzara a conducir. El menor no conocía Jeju en absoluto, por lo que tenía mucha curiosidad hacia donde quería llevarlo el mayor.

Cuando TaeHyung se estacionó, se quitó el cinturón y se bajó del auto, dando la vuelta para abrirle la puerta al menor, pero al parecer este último no se había dado cuenta de ello, y abrió la puerta, listo para salir, pero se sorprendió en demasía al notar las intenciones del mayor.

—Espera, ya me vuelvo a meter para que me abras la puerta —metió su pie nuevamente en el auto y cerró la puerta. TaeHyung se rió por aquello y dio un paso al frente para abrir la puerta—. Gracias, eres muy atento —halagó el menor, saliendo del auto, para después reír juntos.

Ya fuera del auto y con cámara en mano, el menor pudo observar en qué lugar se encontraban, sonriendo en grande al notar que se trataba de una playa. Se volteó con esa sonrisa para ver a TaeHyung, quien ya había cerrado la puerta y ahora se acercaba a él, con una suave sonrisa en sus labios.

—Ven, caminemos —dijo el alfa, comenzando a adentrarse en la playa junto con el menor, quien no dudó en avanzar a su lado.

La playa estaba vacía y lo que principalmente la alumbraba era la intensa luna, aportando rayos blancos que reflejaban en el agua, que se movía en un suave oleaje.

De pronto, JungKook escuchó un quejido de parte de TaeHyung y detuvo andar. Buscó a TaeHyung con la mirada, no pudiendo ver bien por la oscuridad de la noche.

—¿TaeHyung? ¿Dónde estás?

—Aquí abajo.

JungKook siguió el sonido de la voz, viendo al mayor tirado en el suelo, ya que se había tropezado con una roca. El omega explotó en carcajadas, dejando caer sus rodillas sobre la arena y sosteniendo su estómago.

TaeHyung lo miró raro, viendo como el menor apenas podía respirar de la risa. Tuvo que esperar algunos minutos para que JungKook se calmara, hablando después de eso.

—Se parece a cuando nos conocimos —comentó el omega, limpiándose una lagrimita de risa—. Solo que esta vez fuiste tú el que se cayó sobre su trasero —dijo con voz comprimida, para después volver a reírse, solo que esta vez TaeHyung hizo lo mismo.

Al rato, cuando ambos se calmaron, se levantaron del suelo para seguir caminando y ambos se acercaron a la orilla, donde se detuvieron para mirarse y después quitarse los zapatos, dejándolos sobre la arena junto a la cámara.

Ambos acercaron un poco más al agua, dejando que el frío oleaje mojara las plantas de sus pies, acariciándolos como un leve cosquilleo.

Se miraban de vez en cuando, disfrutando de cómo la suave ventisca nocturna impactaba con sus rostros y el sonido de las olas llenaba el lugar. Era tan cómodo...

Luego de un rato, recorriendo lentamente la playa, JungKook observó nuevamente el agua, para después observar a TaeHyung y sonreír traviesamente. Sin que el mayor se diera cuenta, fue reduciendo la velocidad de sus pasos y se agachó un poco, salpicándole algo de agua al mayor, quien se detuvo cuando sintió las frías gotas impactar su costado.

TaeHyung se volteó hacia JungKook con una ceja alzada y una sonrisita, viendo como el menor se reía travieso. No dudó en acercar a él y hacer lo mismo, salpicándole algo de agua. JungKook chilló y se agachó, salpicándole más agua al mayor.

Y pronto ambos estuvieron agachados, salpicándose más y más agua entre risitas.

Cuando ambos estuvieron empapados, se sentaron en la arena, cansados, y observaron aquel punto en el que unen el cielo y el mar.

JungKook se levantó y corrió por su cámara, para después volverse a sentar junto al mayor. Ilusionado, comenzó a tomar fotos a la luna, al agua, a la playa y... A TaeHyung.

Sacó una foto de él, capturando su perfil relajado y como algunos mechones de mecían a causa del viento.

Pero JungKook se sonrojó y sonrío avergonzado cuando TaeHyung volteó a verle, pues se había dado cuenta de la foto.

—Lo siento, la voy a borrar... —dijo, abochornado, y bajó la vista hacia la cámara, buscando la foto para borrarla, pero la mano de TaeHyung se posó en la de él, haciendo que detuviera sus movimientos y subiera su mirada hacia el mayor.

—Está bien —tranquilizó el alfa, sonriéndole suavemente.

Subió su mano hacia el menor, quien se quedó quieto en su lugar, mirándole. TaeHyung, con delicadeza, quitó algunas hebras de cabello algo decolorado que caían sobre los ojos del menor a causa del viento y movió su mano hacia la mejilla del contrario, casi rozándola y haciendo que JungKook se acercara a él, a pesar de no ser él el que lo acercaba.

TaeHyung se acercó de igual manera, y ambos cerrar los ojos cuando sus narices rozaron y sus labios se unieron, iniciando un compás calmado y relajante. TaeHyung rozó suavemente su lengua con el labio del omega, quien abrió la boca y sus lenguas hicieron contacto.

Al rato, JungKook mordió suavemente el labio del mayor, separándose para después mirarse a los ojos, para después levantar suavemente sus comisuras y volver a sus posiciones iniciales, observando el mar.

—¿Te puedo preguntar algo? —dijo TaeHyung. JungKook miró al mayor, expectante por su pregunta—. Antes... ¿lograbas mantenerse con el dinero que te dejó tu mamá? ¿MinSoo nunca te compraba las cosas que necesitabas?

—Lo lograba, lo que había dejado mamá era suficiente como para pagar mis necesidades y algunas cosas más, cómo mi cámara. —Acomodó la cámara en su regazo—. De hecho, tenía suficiente para pagar todos mis estudios, pero no me preocupaba mucho por ello porque estaba becado... —Hizo una pausa—. Cuando era más joven, mi padre nunca se preocupó por mi ropa ni por mis estudios, lo hacía porque así lo exige la ley, y él necesitaba mantener una apariencia frente a la sociedad, por eso es que me dejó vivir en su casa todos esos años, a pesar de odiarme —suspiró—. Pero cuando alcancé la mayoría de edad, me entregaron todo lo que me había dejado mi mamá y en ese momento, mi padre dejó de atenderme. Llevaba comida a la casa solo porque él no se iba a morir de hambre.

TaeHyung miró a JungKook, quien parecía no querer dejar de ver el hermoso cielo estrellado que acompañaba a la luna.

—¿Sabes? —se rio algo apagado—. Cuando tenía catorce años, MinSoo me llevó a un orfanato y me dejó allí... Estuve en ese lugar por varios meses, y no podré decir que fueron los mejores meses de mi vida, ciertamente, pero no tuve que estar mucho tiempo después de aquellos meses porque MinSoo me sacó casi obligado, porque las personas comenzaban a hablar —dijo con amargura—. No sé cuánto dinero tuvo que pagar, pero el orfanato ocultó todo lo que indicara que yo realmente estuve ahí por meses, para que los que todo quedara en "simples rumores".

TaeHyung lo miró, enfureciéndole las acciones del padre de JungKook.

—Que maldito... —dijo, molesto.

JungKook sonrió con amargura.

—No me gusta ver eso como la peor etapa de mi vida, conocí muchos niños y pude encariñarme de ellos —sonrío suavemente, mirando a TaeHyung, quien lo miraba y escuchaba atentamente—. De vez en cuando voy a visitarlos, y cuando me entregaron el dinero que me dejó mi mamá, empecé a comprarles juguetes y ayudarles con todo lo que el orfanato requiriera —sonrío, recordando las sonrisas sinceras de los niños—. Pero ahora que no cuento con el dinero, solo voy para allá algunas tardes y juego con ellos un rato, o les ayudó a las encargadas a hacer las comidas...

—Llévame un día —dijo el alfa, mirando con ojos maravillados al omega.

JungKook, quien hace algunos instantes se había volteado a ver el agua, movió rápidamente su cabeza para mirar a TaeHyung con los ojos abiertos e ilusionados.

—Me gustaría conocer a los causantes de esas sonrisas que estás mostrando —sonrió hermosamente TaeHyung.

JungKook sonrío en grande y se removió en la arena, acercándose un poco más hacia TaeHyung para volver a hablar, entusiasmado.

—Pronto va a haber una recolecta de fondos para el orfanato y me invitaron... ¿Quieres ir? —preguntó con ojos brillantes.

—Por supuesto —accedió TaeHyung.

—¡Gracias! —Se acercó para plantarle un sonoro y corto beso en los labios.

Ambos se quedaron viendo un rato luego de eso, pero el viendo comenzaba a impactar contra las mejillas sonrojadas del menor, haciendo que pequeños escalofríos se hicieran presentes en su cuerpo.

—¿Por qué no vamos al hotel? Está empezando a haber frío... —habló JungKook.

TaeHyung asintió, levantándose para después ayudar al menor a pararse del suelo.

Se subieron al auto, volviendo al hotel. Llegaron escasos minutos después, subiendo el ascensor y entrando a la habitación con grandes sonrisas grabadas en sus rostros.

—Iré a bañarme —anunció JungKook, dejando la cámara sobre la mesa y dirigiéndose al baño, para después cerrar la puerta.

TaeHyung cerró la puerta y se adentró a la habitación, quitándose toda la ropa empapada para sustituirlas con una bata temporal para bañarse después de que el menor saliera del baño.

Aprovechó el momento y se semi-acostó en la cama, colocándose los lentes y poniendo la laptop en su regazo para adelantar un poco de trabajo.

Al poco rato, JungKook salió del baño en bata, dirigiéndose al armario de la habitación para tomar algunos jabones.

—¿Qué haces? —preguntó TaeHyung, quitándose los lentes y poniendo la laptop a un lado de la cama, para después levantarse y seguir al menor, quien volvía a ingresar al baño.

—Voy a probar el jacuzzi —TaeHyung tomó las caderas del menor cuando se detuvo, y JungKook se volteó, momento en el cual, TaeHyung buscó besarlo, pero JungKook habló—. ¿Vienes? —miró, antes de salir del agarre de TaeHyung y volver a colocarse de espaldas, abriendo el nudo de su bata para luego bajarla por sus hombros y finalmente dejarla caer al suelo bajo la mirada del alfa.

JungKook entró en el jacuzzi, sentándose en uno de los lados. TaeHyung salió del baño y tomó una botella de champaña y dos copas, para volver a entrar al baño y dale las tres cosas al menor para que las sostuviera mientras se quitaba la bata y se adentraba en el jacuzzi, sentándose junto al omega.

TaeHyung tomó la botella y la abrió, para después servir ambas copas. Luego tomó su copa y dejó la botella en uno de los extremos del jacuzzi que no hacía contacto con el agua.

—Quiero brindar por nuestro repentino encuentro aquí en Jeju, y porque a partir de ahora, estamos junto en esto —dijo JungKook—. Salud.

—Salud —sonrío el alfa y ambos chocaron suavemente sus copas. Bebieron y consolidaron el brindis con un beso fogoso.

Se separaron y se sirvieron más champaña.

—¿De verdad quieres acompañarme al orfanato? —preguntó el omega, viendo con ojos grandes e ilusionados al mayor.

—Claro, ¿Por qué mentiría sobre eso?

JungKook pegó un pequeño chillido de felicidad, haciendo sonreír al mayor.

—Es que me emocionó que me dijeras eso —rio JungKook después de decir aquello.

Ambos continuaron disfrutando del ambiente burbujeante y relajante que proporcionaba al jacuzzi, que les compartía pequeñas burbujas de hidromasaje. JungKook miró a TaeHyung a su lado.

—TaeHyung, ¿te gusta tu trabajo? —preguntó curioso, dándole un sorbo a su bebida.

TaeHyung hizo un sonido pensativo y se acercó un poco más a él, rodeando su cintura desnuda con un brazo y haciendo que parte de la espalda del omega que apoyara en su hombro.

—No me quejo, no vivo mal y a veces es entretenido manejar cuentas —respondió, bebiendo un poco de champaña.

—¿Tu papá te obligo?

—Desde siempre nos puso un lugar en la empresa —acarició suavemente la cintura del menor—. No teníamos más opciones.

—¿Y no te gustaría ser algo más?

—No, actualmente no... —sonrío suavemente, con algo de melancolía—. Pero antes quería ser músico.

—¿Sí? —dijo JungKook, fascinado, volteando un poco la cabeza para verle. Luego lo miró, travieso—. Pensaba que querías ser la puta de la casa.

Ambos se carcajearon y TaeHyung le dio un suave empujón a JungKook, riéndose.

—TaeHyung —llamó el omega cuando las risas pararon, pero las sonrisas no menguaron y ambos se miraron a los ojos—. ¿Ya te di las gracias por todo?

—¿Ya te dije que eres increíble? —respondió TaeHyung.

Las mejillas de JungKook se ruborizaron un poco y las miradas no se cortaron, ms las sonrisas fueron desapareciendo hasta dejar en ambos rostros una expresión de calma y plenitud que los envolvió.

TaeHyung dejó su copa sobre la superficie del jacuzzi sin cortar miradas y acunó suavemente su mejilla, para después agarrar su barbilla y acercarlo lentamente hacia sí.

Sus respiraciones calmadas se juntaron, dando paso a un suave roce de narices que llevó a que sus ojos se cerraran con lentitud y ambos se dejaran atrapar por la atmósfera, intensificando el momento cuando sus labios rozaron suavemente con los contrarios.

Ambos suspiraron y comenzaron un beso lento, sin ningún apuro, tal y como el que habían compartido en la casa del árbol. Era una sensación tan diferente a la usual, que de alguna manera lograba envolverlos en un manto de curiosidad y compartiéndoles el deseo de seguir manteniendo aquel contacto de labios tan íntimo y único.

Sus lenguas se saludaron nuevamente, simplemente rozándose sin intenciones del beso.

Como si se trataran del reflejo de un espejo, ambos se levantaron, separándose del beso y TaeHyung tomó suavemente la copa vacía del menor y la dejó sobre la superficie, sin dejar de mirarse intensamente.

Se volvió a enderezar y ambos cuerpos quedaron muy juntos, incluso juraban sentir como los pequeños e imperceptibles vellos de sus cuerpos se rozaban, generando una electricidad que se expandía por el resto de sus cuerpos.

TaeHyung le tomó ambas mejillas al menor, y atrajo su cara nuevamente hacia él, para volver a besarlo con la misma lentitud que hace un rato, moviendo sus labios en una sincronía maravillosa. JungKook dejó caer suavemente ambas manos sobre los hombros del mayor, sosteniéndose de ellos sin hacer mucha fuerza, y seguir correspondiendo el sosegado contacto.

El alfa fue caminando hasta la orilla del jacuzzi sin dejar de besar al omega, y luego se salió del mismo.

Se quedaron unos breves instantes así: JungKook viendo a TaeHyung desde arriba, quien hacía lo mismo, viendo a JungKook desde abajo. Ambos con las respiraciones levemente aceleradas por el sentimiento de gozo del momento.

TaeHyung tomó con suavidad la cintura del menor sin dejar de mirarse a los ojos y JungKook tuvo que sostenerse suavemente de los hombros contrarios cuando TaeHyung lo levantó y lo depositó en el suelo a su lado.

Cuando eso ocurrió, JungKook sintió algo que su corazón latía a mil por hora y aquello lo alarmó un poco.

El mayor acarició una de sus mejillas, moviendo ligeramente el pelo de la cara del menor, mientras que su otra mano estaba sosteniendo con suavidad su cintura desnuda.

Volvió a juntar sus labios y JungKook juró que iba a derretirse allí mismo, sintiendo como los labios contrarios probaban su boca con lentitud, como sus lenguas rozaban y como su estómago chispeaba en sensaciones que nunca antes había experimentado.

Por eso mismo se espantó cuando TaeHyung hizo el amago de levantarlo estilo princesa y se separó del beso, dando dos pasos atrás y casi trastabillando. La expresión de JungKook denotaba desconcierto y algo de miedo, pero más aturdido que otra cosa.

—Hoy no, por favor... Mejor vamos a dormir —susurró JungKook, agobiado por el latir de su corazón. Se agachó y tomó la bata del suelo.

Salió del baño agitado y nervioso mientras se colocaba la bata y se acostó en la cama, dándole la espalda al lugar del alfa.

TaeHyung apretó los labios. Estaba confundido por todo lo que acababa de pasar. Al rato salió del baño sin colocarse nada encima, y se acostó junto a JungKook, colocándose a modo de cucharita y abrazándolo.

—¿Estamos bien?

—Sí, estamos bien... —respondió JungKook y TaeHyung se arrimó un poco más hacia él omega, abrazándolo de tal manera de que su mejilla reposara sobre la del menor—. Eso fue raro —dijo el omega.

—¿No te gusta que te abrace así?

JungKook rio suavemente.

—No hablo de eso... ¿Qué ibas a hacer? —preguntó ahora.

TaeHyung acarició un poco su estómago, justo por donde lo estaba abrazando.

—Te iba a hacer el sexo pasional de tu vida —contestó para animarlo, y logró su cometido, puesto que el omega se carcajeó y le dio un manotazo en el brazo. TaeHyung rio—. No me hagas así porque tú sabes cómo me pongo —advirtió con voz gruesa, pero JungKook le volvió a pegar, queriendo provocarlo—. Te lo advertí —dijo, antes de atacar al menor con un sinfín de cosquillas que lo hicieron chillar y reír fuertemente.

—¡Ya, ya! ¡TaeHyung! —exclamó JungKook entre risas ahogadas. El alfa continuo riéndose, mientras sus manos se movían para continuar haciéndole cosquillas al menor—. ¡Ya, para!

JungKook se carcajeó y TaeHyung detuvo las cosquillas, para volver después a la posición inicial, apoyando su mejilla en la contraria, solo que esta vez ambos tenían una sonrisa plasmada.

—Si no quieres hoy, no importa, yo lo único que quiero es que estés bien —dijo, acariciando suavemente su mano.

—Gracias...

—Pero mañana sí que no te vas a librar de mí —anunció, haciendo que JungKook se riera y se acurrucara un poco más.

—Buenas noches... —y cerró los ojos.

TaeHyung se acomodó mejor e imitó la acción.

—Descansa...




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