37. Pasión y desenfreno

TaeHyung había llegado tranquilamente a su casa después de trabajar ese día y se topó con SeokJin al entrar a la mansión. No dudó en aprovechar la oportunidad de saciar la duda más importante que tenía por el momento.

—¿Dónde está JungKook?

—Está en la zona de licores... —Hizo una pausa—... con Shin Hwan —TaeHyung puso cara impasible, helada como la nieve, y su lobo se retorció en su interior, irritándolo.

TaeHyung no se lo pensó dos veces y salió disparado hacia la zona de licores.

—¡TaeHyung, TaeHyung! —exclamó SeokJin, alarmado. Corrió hacia él y lo tomó del brazo para detener cualquier locura que fuera a hacer.

—¡Qué! —más como un grito que como una pregunta.

—Dijo que no quería que los interrumpieran...

Aquello hizo que TaeHyung se enfureciera más, bufando y poniéndose rojo hasta la médula. Su lobo gritaba dentro de él, rasguñando por reclamar lo que era suyo, así que sin prestarle atención a lo demás, caminó dando zancadas hasta la zona de licores, ignorando los gritos de SeokJin en un intento por detenerlo.

Abrió la puerta con brusquedad, viendo como ambos estaban muy juntos, justo chocando sus copas. Brindando.

Eso lo hizo enfurecerse, y no dudó en mirar con rabia a JungKook antes de salir del lugar y cerrar la puerta con mucha fuerza, pasando de largo a SeokJin, quien observó su reacción con los ojos abiertos.

Subió las escaleras de dos en dos hasta entrar a su habitación, azotando la puerta para después dirigirse al baño para lavarse la cara e intentar menguar sus impulsos de cometer alguna locura.

Se quedó un buen rato mirando a la nada, pero la cólera no se iba, por lo que, exhalando aire con fuerza, se dio media vuelta y salió de su habitación, caminado hasta la contigua y entrando sin siquiera tocar.

JungKook ya estaba ahí, sentando en su escritorio, comenzando a estudiar para sus exámenes. El omega levantó su mirada una fracción de segundo para mirar de reojo al alfa y luego volver a bajarla hasta sus libros y cuadernos.

TaeHyung cerró la puerta tras de sí y se le quedó viendo, con la respiración descontrolada a causa del enfado.

—No te preocupes, ya se fue —se limitó a decir JungKook, monótono, mas TaeHyung siguió mirándolo molesto y se acercó hasta el escritorio. JungKook bufó y alzó la vista—. ¿Qué quieres? Habla rápido que tengo que estudiar y no tengo tiem-

JungKook pegó un brinco cuando la palma de TaeHyung se estampó con fuerza sobre el escritorio, asustándolo.

—¿¡Qué te pasa!? —exclamó JungKook, con el ceño fruncido, sorprendido pero molesto.

TaeHyung le sonrió, cínico.

—¿¡Por qué ese alfa estaba aquí!? ¡Creí haberte dejado muy en claro que no me agrada! ¡No es bienvenido en esta casa! ¿¡Aún no lo entiendes!? —vociferó—. ¿¡Por qué mierda lo sigues invitando!? ¿¡Acaso te estás revolcando con ese tipo también!?

—¡Ahí vamos otra vez! —exclamó JungKook, levantándose de su asiento con brusquedad y poniéndose en frente de TaeHyung—. ¡Otra maldita vez tachándome de puta! ¿¡No te es suficiente, TaeHyung!? ¿¡Con qué derecho me tachas de eso!? ¿¡Acaso te duele en tu puto orgullo que él si me trate como es debido, mientras que tú me tratas como la mierda!? —le reviró—. ¿¡Te duele que me lleve mejor con él que contigo!? ¡Porque te recuerdo que tú fuiste el me que me humilló! ¡Me usaste y me botaste como un desperdicio, como si yo no sintiera! ¿¡Tienes idea lo mucho que eso me dolió, maldito imbécil!?

—¡Tú me dejaste siempre en claro lo que querías de mí, JungKook! ¡Ya no tuviste, ¿de qué te quejas?!

—¡Tú no entiendes, ¿Verdad?! ¡Si yo solo hubiera querido eso de ti, ni me hubiera molestado en entablar algo que consideré amistad contigo! ¿¡No te tomaste al menos un momento para pensar en tus acciones!?

—¡Eso no era amistad! ¡Claramente te querías acostar conmigo y yo contigo, nada más!

—¡No me trates como a las putas con las que te has acostado, Kim TaeHyung! —advirtió, gritándole—. ¡Por si no te ha quedado lo suficientemente claro, yo no me ando acostando con cualquiera, ¿Entiendes?! ¡Yo tengo el orgullo y la capacidad suficiente como para decidir con quién acostarme y con quien no! ¡Pero al parecer fui un estúpido al pensar que tú serías el indicado para eso, porque me trataste como la mierda, Kim TaeHyung, y eso no te lo voy a perdonar tan fácil-!

TaeHyung se lanzó a sus labios, moviéndolos con enfado sobre los contrarios. JungKook frunció el ceño, furioso y lo empujó por los hombros. Acto seguido, impactó con fuerza su palma sobre la mejilla de TaeHyung, haciendo que su cabeza girara hacia un lado.

El mayor cambió su cara a una de cólera pura y se volteó a ver a JungKook con ojos filosos, y una vez más, se acercó, atacando sus labios con furia y desespero.

Solo que esta vez JungKook correspondió de la misma manera.

TaeHyung tomó las caderas de JungKook y lo empujó, hasta tirarlo sobre el escritorio con fuerza, causando que varios libros y cuadernos cayeran en un sonido seco al piso.

JungKook jaló el cabello de TaeHyung mientras que ambos se comían la boca con lenguas de por medio. TaeHyung recorrió la cintura y cadera de JungKook con fuerza, queriendo marcarlo y poseerlo. JungKook gimió cuando TaeHyung le mordió el labio y posteriormente lo alzó, haciendo que enroscara sus piernas en sus caderas, sin cortar en ningún momento el beso.

El mayor estampó a JungKook contra el estante de los zapatos, ocasionando que varios de ellos se cayeran al suelo y logrando que el omega jadeara de dolor al sentir tremendo golpe en su espalda, pero aquello, por alguna razón, lo hizo excitarse más. TaeHyung apretó sus muslos, pegando con fuerza sus pelvis, haciendo presión en ambos miembros.

JungKook echó su cabeza hacia atrás al sentir la fuerte presión en su parte baja, gimiendo. TaeHyung aprovechó el momento para atacar con fiereza su cuello, lamiéndolo y mordiéndolo, sacándole un pequeño alarido de dolor al omega, cosa que lo hizo reírse sobre su cuello. JungKook jadeó al sentir el aliento caliente de TaeHyung chocar estrepitosamente contra la humedad en su cuello.

El mayor volvió a atacar su cuello, marcándolo con varios chupetones e incluso mordidas que hacían jadear de dolor y placer al omega. Comenzó a realizar embestidas sobre la ropa, haciendo que ambos miembros chocaran consuetudinariamente.

Movió sus besos hasta la mandíbula de JungKook, la cual mordió. El omega clavó con fuerza sus uñas cortas en los hombros de TaeHyung.

JungKook empujó a TaeHyung, haciendo que se separara y lo volvió a empujar hasta que cayó sentado sobre la cama, momento en el cual, ambos se miraron a los ojos, llenos de molestia y excitación, y JungKook se sentó a horcajadas sobre él, tomando su corbata y jalándola en un solo movimiento para desatarla con brusquedad.

Lo siguiente que hizo, fue jalar la camisa de TaeHyung, haciendo que varios de los botones se desprendieran y salieran volando. TaeHyung gruñó y tomó su trasero, apretándolo con fuerza, para luego subir sus manos a la camiseta de JungKook, metiendo sus manos por debajo de ella para luego quitársela con fuerza. Ambos mordieron sus bocas, y TaeHyung hizo que JungKook se levantara para poder tomar el borde de sus pantalones y bajarlos junto con su bóxer en un movimiento tan rápido, que hizo a JungKook sisear por el ardor del roce.

TaeHyung también se levantó una vez el omega sacó el pantalón por sus pies, y JungKook le desabrochó el cinturón y le abrió la cremallera, bajándole todo de un solo movimiento también. TaeHyung tomó su cara con fuerza y lo besó con la misma intensidad, mientras que sus pantalones terminaban de salir por sus pies.

Recorrió el cuerpo ajeno con sus palmas abiertas, deteniéndose en su trasero para después atraer el cuerpo del menor hacia el suyo, haciendo que sus erecciones se friccionaran y un gemido saliera de ambos labios. TaeHyung lo alzó nuevamente y se subieron ambos sobre el colchón, besándose sin parar.

Ambos estaban de rodillas, por lo que ahora JungKook jaló el cabello de TaeHyung para separarse de sus labios.

—Acuéstate —dijo justo antes de empujar el pecho del alfa, haciendo que su espalda chocara contra el colchón.

JungKook no dudó ni un segundo en subirse sobre él, justo sobre su miembro. La fricción los hizo gemir, cosa que llevó a que TaeHyung le agarrara de las caderas, casi rugiéndole por más.

El omega lo miró con lujuria y enfado y se levantó sobre sus rodillas, para después asegurarse de que todo estuviera donde debía estar al momento de bajar. Y, Dioses, volverlo a sentir dentro suyo era...

Ambos gimieron y JungKook echó su cabeza hacia atrás antes de apoyar sus palmas sobre la pelvis de TaeHyung para comenzar a moverse con avidez.

TaeHyung gruñía sin parar. Clavó sus dedos en la cadera del omega, ayudándolo en sus movimientos, mientras que él acompañaba sus bruscos saltos con embestidas que eran igual de bruscas. Intentó subir su espalda para que sus pechos quedaran juntos, pero el omega se lo impidió, poniendo una mano en su pecho y empujándolo de vuelta al colchón sin menguar los saltos y los movimientos circulares.

Era rápido, duro y pasional.

El mayor levantó a JungKook por las caderas, y se puso de rodillas, tomando su cintura para atacar sus labios antes de voltearlo, haciendo que quedara mirando al cabezal de la cama, y se colocó detrás.

TaeHyung acarició con fuerza los brazos del menor, llegando hasta sus manos, las cuales guio para que se apoyaran en la pared, mientras que él besaba y mordía sus hombros sin piedad. Acto seguido, se alineó de nuevo e ingresó, tomándolo de las caderas con entusiasmo.

JungKook gimió alto, y no pudieron dejar de menguar aquellos sonidos placenteros después de que TaeHyung comenzara a penetrarlo con una rapidez y dureza impresionante. El menor podía sentir a la perfección el doloroso pero placentero choque de la pelvis del mayor contra su trasero, creando un ardor picoso por tan duro impacto.

Cada movimiento llegaba a su próstata, y la furia con la que los hacía, era demasiado excitante para ambos, por lo que no fueron muchos más los minutos que duraron realizando el acto.

JungKook se corrió en un grito de placer, ocasionando que inevitablemente, manchara el cabezal y parte de las almohadas con su esencia y desplomó su cabeza sobre el hombro de TaeHyung, respirando entrecortadamente. Sin embargo, TaeHyung aún no acababa, por lo que intensificó sus movimientos cuando sintió que el omega lo apresaba ahogadamente, haciendo más placenteros los últimos segundos antes de que finalmente también se corriera en su interior.

Ambos terminaron de caer sobre sus rodillas y TaeHyung salió de su interior, moviendo sus manos de la cadera a la cintura del menor.

—No te reúnas más con Shin —habló el alfa, raspándole las orejas con su grave voz.

—No vuelvas a humillarme —dijo casi mordaz.

—JungKook...

—Si te quedas, me puedes convencer con lo de Shin —habló.

TaeHyung se lo pensó unos instantes, antes de suspirar y asentir. Acostó a JungKook en la cama, tapándolo con las mantas, para después apagar la luz y volver a la cama, acostándose a su lado.

JungKook llevó una de sus manos al brazo del alfa, acariciándolo suavemente con la yema de sus dedos.

—Ya sabía que Shin me engañaba, siempre lo supe —habló—. Te enfadaste mucho, TaeHyung, y sin razón...

—Si siempre lo supiste, ¿por qué no lo alejaste? —dijo, mirándolo fijamente, con un deje de queja en el tono de voz.

—Quería ver que tan lejos iba a llegar, pero hoy decidí enfrentarlo y decirle que lo sabía todo —contó—. Lo amenacé con pruebas que conseguí en su contra, para que se decidiera poner de mi lado, y lo hizo.

TaeHyung suspiró y colocó una mano en su cintura, acariciándola tenuemente.

—Todavía no me parece que estés reuniéndote con él...

—TaeHyung, necesito a Shin para esto, es el único que me puede ayudar... —lo miró—. Sólo pido que confíes en mí... —Pero TaeHyung lo miró con algo de duda, como si no estuviera convencido todavía. JungKook endureció la expresión, con ojos tristes—. Pero nunca lo harás, ¿cierto? —Su ánimo cayó y dejó de acariciar al alfa—. ¿Sabes qué? Mejor vete...

—JungKook...

—Cometí un error. No debí dejar que tuviéramos sexo de nuevo y menos pedir que te quedaras después de lo que me hiciste. —Alejó el tacto ajeno que el alfa ejercía sobre su cintura—. Confié en ti, TaeHyung, decidí entregarme porque confié en ti... y tú me humillaste así —Negó, decepcionado—. Pensé que yo era para ti lo que tú eres para mí...

—¿Qué soy? —preguntó TaeHyung, conteniendo el impulso de arquear las cejas.

—Eres el primer alfa al que puedo considerar cercano —murmuró JungKook—. Con casi la misma confianza que con un mejor amigo, ¿sabes? —soltó una risa triste—. TaeHyung, ya vete, ¿sí? —Pero TaeHyung se acercó con intenciones de arreglarlo de alguna forma que desconocía, pero JungKook se alejó—. No, vete.

Pero TaeHyung lo ignoró.

—No me voy a ir —sentenció, sin ser brusco. Se acomodó mejor sobre las sábanas, bajo la mirada intensa y fruncida que el omega le daba—. No creo que quieras que me vaya realmente.

—Por algo te lo estoy pidiendo.

TaeHyung bufó suavemente y se sentó, también, ganándose la atención de JungKook.

—Escucha, JungKook... —carraspeó TaeHyung, algo avergonzado—. Yo nunca he tenido una amistad con alguna persona de las que me he acostado... No sé cómo hacerlo...

—Pues yo tampoco, pero me gustaría probar —murmuró el omega, mirándole a los ojos.

TaeHyung conectó miradas con JungKook y ambos se quedaron así por un rato. Cuando el alfa pareció encontrar una respuesta, suspiró y apretó los labios.

—Entonces vamos a probar... —accedió, asintiendo—. Y lo siento, no me enorgullezco de lo que te hice más temprano.

JungKook comenzó a reír suavemente. Al menos al principio, porque después se convirtió en una risa abierta.

—¿De qué te ríes ahora, loco? —preguntó el alfa, mirándole como si verdaderamente estuviera loco.

—¿Sabías que el sexo te alarga la vida? —Se carcajeó JungKook.

TaeHyung se rio, arqueando las cejas en extrañeza.

—¿De dónde sacaste eso? —habló entre risas.

—Me lo dijo JiMin —explicó JungKook, casi ahogándose—. Parece como si te hubieran hecho un exorcismo —TaeHyung alzó una ceja, menguando su risa para verle con curiosidad—. Hace unos minutos parecías un energúmeno gritándome y ahora estás todo manso.

TaeHyung volvió a carcajearse y se acercó al omega, plantándole un beso en los labios y luego le acarició la cintura, descendiendo hasta su cadera y luego a su muslo.

—¿Qué haces? —murmuró JungKook sobre sus labios, con ojos grandes.

—Haciéndonos inmortales... —murmuró, uniendo nuevamente sus labios entre risas guturales mientras acostaba al menor nuevamente sobre la cama.




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top