08. Nada parece real
JungKook bajó las escaleras con letargo. Apenas eran las seis de la mañana, pero decidió levantarse porque no lograba volver a conciliar el sueño luego de despertarse hace aproximadamente una hora por culpa de los ronquidos de NamJoon.
Se frotó los ojos y entró a la cocina, pero se topó con que aquel alfa también estaba allí, sirviéndose un poco de cereal en una taza. Y sin camisa.
JungKook lo miró raro, haciendo una mueca mientras se le quedaba viendo. TaeHyung subió la mirada de su cereal y la posó en el omega, notando que este observaba su torso desnudo.
—¿Qué? ¿No puedo estar sin camisa en mi casa? —dijo con un tono odioso, más JungKook cambió su expresión a una sonrisa despreocupada.
—¡Claro que puedes! Ya sabía que eras la puta de la casa. —Le guiñó un ojo y comenzó a carcajearse.
JungKook se apoyó en uno de los mesones de la cocina mientras se reía. TaeHyung lo miró con cara de pocos amigos, pero eso no detuvo las carcajadas del menor.
NamJoon entró por el umbral de la cocina, con la intención de saludar a los presentes, pero al ver que JungKook se estaba riendo estrepitosamente mientras TaeHyung lo miraba raro, se detuvo.
Miró a su hermano, quien también lo miró, y NamJoon puso una cara de interrogación, mirando extraño a JungKook. TaeHyung bajó una comisura de sus labios y subió los hombros, haciéndole entender a NamJoon que tampoco entendía nada.
JungKook se le quedó viendo a NamJoon mientras se calmaba.
—¡Oh! Buenos días —dijo JungKook, terminando de calmarse.
—Veo que ya conociste a mi hermano menor: TaeHyung —dijo NamJoon mientras se servía un poco de café que al parecer había hecho TaeHyung.
—Así es, estábamos hablando de su exitosa carrera como exhibicionista. —Y JungKook explotó nuevamente en carcajadas, tomando su estómago con una mano e inclinándose hacia adelante.
NamJoon, al escuchar ese comentario, se carcajeó igual de fuerte.
—Disculpa a mi hermano, a veces puede ser un poco... ostentoso.
NamJoon le siguió el juego, explotando en carcajadas mientras miraban a TaeHyung. El alfa menor ahora los miraba a ambos con una línea fastidiada en los labios que luego hizo crecer en una sonrisa de labios cerrados bastante falsa.
Al ver su rostro, JungKook y NamJoon volvieron a mirarse y rieron aún más fuerte.
Pero justo en ese momento, Kim SeokJin apareció por la puerta de la cocina. NamJoon dejó de reír al instante, cosa que no pasó desapercibida para JungKook, quien observó atentamente la situación: SeokJin no había siquiera mirado hacia donde ambos estaban y NamJoon no le despegaba la vista.
Cortando el momento incomodo, apareció Kim DongGun, saludando a los presentes.
—Vaya, pero si están todos aquí —comentó, sentándose en la mesa principal—. Vamos, siéntense. Esperemos a que SeokJin prepare nuestro desayuno —pidió mientras revisaba el periódico.
JungKook, NamJoon y TaeHyung se miraron entre sí para después dirigirse a la mesa también. Un silencio incómodo se formó alrededor de los jóvenes. Ninguno de ellos sabía bien cómo escapar de la incomodidad en esas sillas, por lo que JungKook optó por juguetear con las mangas de su camiseta. El silencio duró hasta que SeokJin sirvió los desayunos de todos excepto de TaeHyung, quien ya iba por su segundo plato de cereal.
—Dime JungKook, ¿cuándo tienes que ir a la universidad? —preguntó DongGun, haciendo que JungKook casi se atragantara por la sorpresa.
—Voy en las mañanas, de lunes a viernes —contestó, tomando algo de jugo para terminar de tragar lo que casi se le atoró en la garganta.
DongGun asintió.
—La universidad queda algo lejos... —dijo el alfa, pensativo—. NamJoon te llevaría, pero él y yo tenemos asuntos que atender en la empresa. —Miró a su hijo menor—. TaeHyung podría llevarte.
En ese momento, TaeHyung se levantó de la mesa para dejar el plato junto a los demás platos sucios que SeokJin estaba lavando ahora.
—No, no puedo —respondió TaeHyung—. También tengo importantes asuntos que atender —dijo mientras se acomodaba el cabello y se dirigía a la puerta de la cocina.
JungKook, quien lo miraba con recelo, viró los ojos. NamJoon por su parte, miró a TaeHyung con los ojos achicados, denotando desaprobación.
—No quisiera ser una molestia, no se preocupe señor Kim, voy a pedir un taxi —JungKook terminó rápidamente su plato, sintiendo verdaderamente incómodo—. Bueno, ya se me hace tarde, que pasen un buen día. —Y se puso de pie con intenciones de salir de la cocina lo más rápido posible.
—JungKook, espera.
DongGun le impidió la huida. JungKook frenó antes de cruzar el umbral y se giró al alfa mayor.
—¿Sí?
—A SeokJin no le molestaría llevarte, él también tiene clases en la universidad, ¿verdad, SeokJin? —dijo con una sonrisa, mirando hacia donde se encontraba SeokJin.
Los hermanos compartieron miradas tensas, después NamJoon miró a SeokJin, notando la tensión en sus hombros y cómo había parado de lavar después de que su padre dijera aquello.
—Sí, no hay problema —dijo secamente, continuando con su labor.
—Ahí está —rio DongGun por lo bajo—. Que tengan un buen día en la universidad, entonces.
DongGun se retiró de la cocina poco después, con porte altivo. Solo quedaron ellos cuatro en la cocina, con un JungKook de lo más incómodo.
El omega rascó su brazo nerviosamente y habló:
—Ya es tarde —repitió y salió prácticamente corriendo de la cocina.
Solo cuando estuvo en la habitación, pudo respirar con tranquilidad después de unos cuantos minutos. Después, se preparó para salir.
A los quince minutos, SeokJin lo estaba esperando impacientemente al pie de la escalera.
—Vámonos —dijo secamente, comenzando a caminar hacia la salida, sin siquiera esperar al omega menor, quien tuvo que trotar para alcanzarle.
Ambos subieron a uno de los autos en el estacionamiento de la mansión. Ninguno decía palabra, puesto que el ambiente era de pura tensión. Tanto, que JungKook no podía evitar demostrarlo en sus facciones, lo que hacía que sus ojos se expandieran un poco más de lo normal.
SeokJin comenzó a conducir el silencio, por lo que JungKook buscó distraerse, mirando hacia la ventana mientras apoyaba su barbilla sobre su mano y la golpeaba nerviosamente con sus dedos.
—¿Qué estudias? —preguntó el omega mayor de repente, ocasionando que JungKook diera un respingo y se volteara hacia él.
—¿Ah? ¿qué dijiste? —preguntó nervioso.
SeokJin lo miró por unos segundos con una línea en los labios.
—¿Qué estudias? —repitió con fastidio—. Es para saber a dónde tengo que dejarte —dijo mientras golpeaba repetitivamente el volante con sus dedos.
—Ah, sí, claro —rio ansiosamente, sintiéndose estúpido—. En la Facultad de Derecho.
SeokJin asintió.
—Bien, no está lejos de la mía.
—¿Y tú qué estudias?
—Administración de empresas.
JungKook hizo una "o" con la boca mientras asentía y volteaba lentamente la cabeza hasta clavarla hacia adelante.
—Bonito auto —dijo sin darse cuenta, a causa de los nervios.
SeokJin bufó.
—No es mío, es de la empresa de los Kim —dijo de mala gana.
JungKook se quiso golpear mentalmente y prefirió no decir nada más para no arruinarlo cada vez más como estaba haciendo.
Sorpresivamente, fue SeokJin el que habló después, diciendo:
—Me lo dieron sólo porque te tengo que llevar a ti, pero siempre suelo irme el bus.
JungKook se sintió mal de inmediato, justo cuando la luz roja les obligó a detenerse.
—Mi papá nunca me llevó a la universidad —comentó normal, para luego aclararse la garganta para seguir hablando—. A veces me iba en metro, a veces en taxi y otras escasas veces mi mejor amigo iba a buscarme cuando no tenía que llegar tan temprano al trabajo. —Frotó ambas manos en sus pantalones y miró a la ventana.
SeokJin posó su mirada en el omega contrario, quien, al sentir que era observado, se giró y ambos se miraron.
—Pensé que como tu padre es de dinero tenías un chofer o algo así.
—No —rio poquito—. Mi papá ni siquiera muestra interés por mis estudios. Estoy en la universidad por una beca que me gané gracias a la academia de arte en la que estoy. —Sonrió levemente, rascando su cabello antes de voltearse nuevamente hacia la ventana cuando el semáforo volvió a ponerse en verde, forzando a SeokJin a avanzar.
SeokJin se impresionó un poco ante la mención de arte y por un momento se sintió mal por su mal trato hacia el omega.
A los minutos finalmente llegaron a la universidad, por lo que JungKook se alistó y abrió la puerta del auto luego de decir un "gracias", pero la voz de SeokJin lo detuvo.
—Lo siento... —se disculpó el mayor.
JungKook sonrió genuinamente y negó con la cabeza.
—El que debería decir lo siento soy yo, nunca he querido ser una molestia para alguien y mucho menos para ti —dijo sinceramente, manteniendo la sonrisa.
SeokJin bajó la cabeza, notando la sinceridad en sus palabras y sintiéndose peor por haber pensado mal de él
—Te veo en un rato —se despidió JungKook para finalmente bajarse.
SeokJin se quedó observando como el omega se iba con la imagen de su sonrisa grabada en su memoria.
Suspiró antes de arrancar, porque JungKook no parecía el malo que creía que era.
Luego de un día bastante pesado de trabajo en la empresa, los hermanos Kim bajaron a tomar algo a la cafetería de la empresa y se sentaron en una de las mesas del lugar, pero TaeHyung había notado que su hermano estaba más silencioso de lo usual. Estaba extraño.
El alfa mayor se encontraba mirando a un punto muerto con una cara de estrés y fastidio. Cara que no había cambiado desde que TaeHyung lo vio después del trabajo.
—Hey —llamó el menor, haciendo que ambos conectaran miradas por unos segundos antes de que TaeHyung hiciera una mueca chistosa para hacerlo reír como siempre hacía desde que eran unos niños y NamJoon tenía los ánimos por el suelo, más solo se ganó una risa suave de parte del mayor antes de volver a poner una cara de estrés.
TaeHyung suspiró y dejó la Tablet que tenía entre sus manos en la mesa. Arrimó la silla, poniéndose en frente de NamJoon, quien lo miró extrañado, pero pegó un chillido cuando el menor metió sus dedos en ambas axilas del mayor.
—Qué. —Metió sus dedos en las axilas—. Te. —Los sacó—. Pasa. —Volvió a repetir lo mismo una vez más y para ese punto, NamJoon ya se estaba retorciendo a causa de las cosquillas y riendo un poco.
—¡Está bien, está bien! Te diré. —Detuvo al menor, quien se acomodó en su silla nuevamente, esperando. NamJoon se calmó y suspiró abatido—. No le he dicho nada a Jin...
TaeHyung explayó los ojos.
—¿Cómo qué no? Yo pensaba que ya lo habías hecho.
—Le iba a decir el mismo día en el que JungKook se mudó, pero la mudanza me tomó de imprevisto —dijo con arrepentimiento.
—Por eso se le veía tan afectado esta mañana... —comentó más para sí mismo, encajando las piezas causantes del comportamiento de SeokJin.
NamJoon asintió y apretó los labios.
—No pude mirarlo a la cara y decirle lo que ocurría después de eso... —Bajó la cabeza.
—Tienes que decirle lo más pronto posible, hoy preferiblemente. Pedirle disculpas y explicarle las cosas.
NamJoon lo miró con ojos brillosos y TaeHyung sintió su corazón estrujarse al ver a su hermano tan afectado.
—No te pongas así, el único culpable es papá. —Intentó tranquilizar TaeHyung, acariciando su brazo—... Y tal vez ese omega tenga la culpa también.
NamJoon frunció el ceño y lo miró con extrañeza.
—¿JungKook? Pero si él no se ve mala persona...
—¿Tú qué sabes? El señor Jeon siempre ha querido nuestro dinero, el hijo debe ser igual.
—Tae... —dijo NamJoon, arrastrando la última letra mientras lo miraba a modo de advertencia.
TaeHyung rodó los ojos.
—Bueno ya, vamos a casa.
Una vez en casa, TaeHyung le dio una palmadita en el hombro a su hermano, dándole ánimo y luego subió las escaleras hasta su habitación.
NamJoon se quedó al pie de la escalera, esperando a que su hermano terminara de subir. Cuando lo hizo, respiró hondo y se dio la vuelta para dirigirse al cuarto de SeokJin en la planta baja.
Una vez frente a la puerta, tomó la perilla, volviendo a respirar hondo. Al entrar en ella, se encuentra con SeokJin tocando su guitarra sentado en su cama.
El omega, al notar como NamJoon había abierto la puerta, levantó la vista y lo miró con indiferencia.
—¿Qué quiere, joven Kim? —dijo SeokJin, hablándole formalmente.
Aquello fue como un golpe para NamJoon, quien arrugó las cejas y se acercó un paso más a SeokJin.
—No puedo más con esto, Jin. Estoy enamorado de ti... —dijo con voz que denotaba tristeza, pero se calló cuando SeokJin se levantó furioso de la cama, dejando la guitarra sobre la misma para luego pararse frente a él con la cabeza en alto.
—Tan enamorado de mí que te comprometiste con otro, ¿cierto? —dijo apretando los puños. NamJoon estaba a punto de responder, pero SeokJin alzó una mano—. Cállate, cállate la boca —espetó el omega—. "Jin, estoy enamorado de ti..." "Jin, eres lo más especial para mí..." "Eres mi vida..." "Te amo, SeokJin". —Comenzó a repetir con rabia y negó con la cabeza—. He estado escuchando toda esa mierda desde hace años ya. Dime tú, ¿esas palabras han valido de algo? —NamJoon intentó hablar, pero SeokJin nuevamente lo detuvo—. Que te calles.
SeokJin negó con la cabeza y apretó más los puños, casi clavándose las uñas en sus palmas.
—No te quiero escuchar más. No te quiero escuchar decir un montón de palabras y promesas vacías, estoy cansado de siempre recibir lo mismo —masculló con cólera, mirándolo directamente a los ojos.
Los ojos de SeokJin estaban cristalizados, rotos y heridos. Aun así, rio con sorna al mismo tiempo que sus lágrimas se derramaban por sus mejillas. SeokJin las apartó bruscamente, enfocando mejor a NamJoon, quien parecía en trance, como si no supieras cómo reaccionar.
—De verdad creí que podíamos tener algo sólido, algo oficial. —Soltó una risa irónica—. Me viste la cara de estúpido todo este tiempo, puras mentiras eran las que salían de tu boca. —Señaló la cama con furia—. Cada vez que me cogías en esta cama, me decías que me amabas y yo como el idiota que soy me lo creí todo.
Aquello le terminó de quebrar el corazón del alfa. Ver a su omega de esaa manera, soltando todas esas cosas con tanta furia y sentimiento, lo rompía en mil pedazos. Se sentía una mierda. Si tan solo... por su culpa él ahora estaba pasando por esto.
—Pero eso ya se acabó. Se acabó toda esta mierda del "romance" que había entre usted y yo —dijo robóticamente mientras se volteaba para agarrar nuevamente su guitarra y sentarse en la cama sin expresión alguna.
«No, no...», pensó NamJoon para sus adentros, con los ojos bien abiertos de miedo.
—Váyase, su futuro esposo está arriba, no lo deje solo —completó el omega, con un sabor amargo en la garganta.
NamJoon lo observó con el corazón en la boca y el pecho doliendo. Frunció la boca y se dio la vuelta, saliendo por la puerta para después cerrarla tras de sí. Agitado, se apoyó en la pared contigua mientras una lágrima se derraba por sus ojos.
Todo había salido mal. Todo.
Caminó perezosamente hacia su habitación y desganado se encontró con un JungKook durmiendo plácidamente en el sofá de la habitación, aquello solo le recordó más a lo que acababa de pasar.
Con cuidado de no hacer ningún ruido, se acostó en su cama e intentó conciliar el suelo. Dio vueltas en la cama por minutos o quizá horas, pues no dejaba de pensar en las palabras de SeokJin y todo lo que ellas acarreaban.
Respiró hondo y, rindiéndose, se levantó de la cama. Salió en silencio de la habitación y bajó las escaleras hasta entrar a la cocina, pero, para su sorpresa, alguien más tampoco había conseguido dormir. SeokJin estaba cortando una manzana en uno de los mesones de la cocina, más el omega simplemente ignoró su presencia.
Con dolor, NamJoon caminó hacia la nevera y tomó un vaso de agua.
Al terminarse el agua, se dio cuenta de que SeokJin ya había terminado de cortar la manzana, lo que indicaba que el omega probablemente iba a irse ya. Por lo que NamJoon, en un movimiento rápido, acabó tomándolo del brazo y jalándolo hasta acorralarlo contra la nevera.
—Suélteme —dijo el omega con voz ahogada.
SeokJin se negaba a cruzar miradas con el alfa, comenzó a forcejear para intentar liberarse, pero NamJoon era claramente más fuerte, por lo que no logró liberarse.
NamJoon lo volvió a inmovilizar y estampó sus labios contra los contrarios, besándolos con fervor. SeokJin abrió los ojos cristalizados de par en par e intentó separarse, rechazando el beso y permaneciendo rígido, más NamJoon no se dio por vencido y SeokJin sin poder evitarlo, se dejó llevar, correspondiendo el beso.
NamJoon separó sus bocas y tomó su rostro.
—Te juro que yo no sabía que me habían comprometido hasta hace una semana. —Escuchó a su omega sollozar, por lo que acarició su rostro con lentitud y se aseguró que el omega volviera a mirarlo para que notase la sinceridad en sus palabras—. Yo te amo y no sabes cómo me duele verte así. Yo no quiero a JungKook ni a nadie más, yo te quiero a ti. —Juntó sus frentes—. Nunca te he usado y nunca lo haré.
—Ya nada me parece real, todo es una mentira —dijo SeokJin con voz rota.
NamJoon negó y lo besó nuevamente, sosteniendo su cintura y llevándolo hasta uno de los mesones que no utilizaban con frecuencia y lo acostó en él.
Ambos se dejaron llevar esa noche, saciando sus penas en el otro, entregándose. Olvidaron todos los problemas y obstáculos que los separaban y se fundieron en uno solo, sacando a relucir sus más sinceros sentimientos mediante caricias y besos llenos de amor.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top