CAP 8: ¿CUANTO VALE TU FELICIDAD?
Lugar: El cielo.
En el enorme y hermoso templo de Dios, se encontraban las almas que el creador había considerado buenas y por ello tenían un puesto en el paraíso.
El templo es totalmente blanco, la fauna y flora lo adornan haciéndolo ver agradable, el canto de las aves, la amabilidad y el amor de todos lo hace un lugar ameno, alrededor del templo hay un hermoso bosque llamado "felicidad" donde las almas comparten con los ángeles y animales.
(...)
Mientras en el mundo humano Lucifer, estaba siendo rastreado por la furiosa Ariela, en cuanto a Lilith, estaba siendo sometida por el poderoso Astaroth, aunque intentará resistirse el seguía siendo mas fuerte.
Volviendo al cielo, en donde la tristeza como ninguna otra emoción negativa no tiene espacio, se encontraba Eva, madre de la humanidad, la primera mujer ante la biblia y los ojos de Dios, ya que Lilith, decidió desobedecer y abandonar todo creyendo que encontraría una felicidad lejos de Adán y su creador.
La chica rubia con piel pálida, delgada, cabello rubio como el sol y con curvas de jarrón se encontraba en aquel bosque, recostada sobre el duro tronco de un árbol con sus piernas recogidas y las abrazaba mientras observaba el césped, lágrimas caían de su rostro, la verdad el nombre del bosque no era el adecuado cuando la chica sentía todo lo contrario a felicidad.
-- Donde estas pequeña? -- Una voz femenina se escucha a lo lejos, en su voz se transmitía amor y amabilidad
Rápidamente la rubia se levanto de la hierba y con ambas manos limpio sus lágrimas y trato de formar una sonrisa y aparentar que todo estaba bien, pero no le salio muy bien, ya que no parecía una sonrisa, mas bien era una mueca.
-- Estoy aquí! Maria -- Responde Eva, mientras acomoda un poco su blanco vestido.
-- Oh, aquí estas! Porque estas aquí sola?.. Y Adán? Todo esta bien? -- Pregunta la madre del mesías mientras toma de las manos a la rubia.
-- Solo vine a respirar aire fresco.. En cuanto Adán, el esta acompañando a las nuevas almas que llegan -- Responde un poco nerviosa.
-- Pero estas bien no? Te veo un poco rara hoy, no tienes esa sonrisa que te caracteriza, esa amabilidad que.. -- La interrumpe de nuevo con lágrimas en los ojos, no podía ocultar mas, lo que estaba sufriendo.
Mientras las chicas hablaban una brisa empezaba a jugar con sus cabellos y las aves que estaban posadas sobre los arboles que rodeaban a las mujeres empezaban a cantar, tratando de tranquilizar aquella angustia tan grande de Eva.
-- La verdad es que los he engañado! Me he engaño a mi misma! No soy feliz.. Todo este tiempo he vivido bajo la sombra de Adán y estoy cansada de mostrar quien no soy.. Quiero ser yo misma, por primera vez.. --
La rubia se abalanza sobre la castaña y la abraza muy fuerte mientras seguía llorando, la mujer mayor se arrodilla junto a la chica aun abrazadas, para con sus manos limpiar sus lágrimas y acariciar sus manos.
-- No sabia que te sentías de esta manera.. Por eso te ayudare a buscar esa felicidad que tanto buscas, pequeña. --
Maria, había decidido ayudar a la pobre Eva, ya que cree en la verdad, felicidad y en la justicia. Además ambas habían sido humanas y por ello se entendían cada una de sus angustias, ya que para los ángeles e incluso para Dios mismo esos sentimientos seguían siendo complejos.
(...)
De nuevo en el mundo humano, el arcangel sostenía sobre sus fuertes brazos al pequeño demonio, volaban ocultándose con las nubes blancas, el fuerte viento de estar allá arriba y el poder sentir la fría brisa chocar con su rostro, le traía recuerdos de cuando poseía sus hermosas alas que le fueron arrebatadas.
Sus pies colgaban ya que el apuesto ángel tenia sus brazos rodeando el pecho de Lucifer, de repente el rubio se dirigió con tal velocidad que apenas y el demonio logro reaccionar, ahora se encontraban dentro de una fabrica abandonada, aparentemente había entrado por uno de los cuantos ventanales rotos del lugar.
-- Vaya lugar tan lindo! Porque me trajiste aquí? -- Dice en un tono sarcástico el demonio.
-- Enserio te parece lindo? Este lugar es horrible.. -- Dice el inocente ángel.
-- Es sarcasmo idiota! Que es este lugar? --
-- Era necesario el insulto? Este sera tu lugar seguro, Ariela, no se detendrá hasta cortarte la cabeza.. Y en cuanto a mi, me comerá vivo.. -- Dice con un tono preocupado.
Lucifer, lo mira y luego suelta una carcajada, para después caminar hacia la salida de la pequeña fabrica.
Khamiel, por otro lado se fue tras el y lo tomo del brazo para detener lo que sea que haría, haciéndolo girar y quedar cara a cara, el ángel abre bien sus ojos sintiéndose muy apenado por el acercamiento tan inesperado, el demonio vio el acto como una oportunidad para tener mas la atención de Dios y no dudaría en aprovecharla.
Se acerco aun mas al chico rubio y con su mano derecha lo tomo de la mandíbula y como siguiente acción se acerco lo suficiente para rozar sus labios con los de aquel ángel, haciendo que la tensión inunde el momento.
Quien no creía lo que estaba sucediendo y sin pensarlo se dejo llevar, su corazón se aceleraba, sus manos sudaban y se encontraba con sus mejillas en un tono leve de enrojecimiento. El demonio ya tenia sus intenciones centradas, se acerco aun mas besándolo para con su mano izquierda meterla bajo su armadura sintiendo su desarrollado abdomen para empezar acariciarlo mientras aun se besaban.
-- P-porque me besaste? No logro entender. -- Pregunta Khamiel, aun nervioso y emocionado por el beso.
-- Acaso hay una ley que prohíbe hacerlo? No puedo besarte es lo que me quieres decir? --
-- No, digo si, ahg! Solo.. No lo hagas, ya todo esta mal, esto podría empeorar todo --
-- Si ya todo esta mal, no tienes nada mas que perder -- Se lo dice cerca al oído en un tono seductor.
-- Eh.. Espera aquí! -- Por alguna extraña razón el ángel había dicho eso antes salir volando de la fabrica, un acto muy grosero.
-- Que!? Idiota! Me dejo solo! Pero... Porque? -- Se pregunta así mismo el demonio tratando de encontrarle lógica al asunto.
La respuesta al extraño comportamiento del arcangel fue la llegada al mundo humano de la preciosa Eva, quien había salido del paraíso con ayuda y ahora estaba en el mundo humano nuevamente en busca de su felicidad, tal y como lo había deseado desde siempre..
Ella se encontraba en ropa interior dentro de una bolsa negra que ocultaba completamente su escultural cuerpo, sentía miedo al sentirse atrapada, sola y sin escape, trata de moverse y romper de ella con las uñas pero parecía imposible, su respiración se agitaba y el tiempo se agotaba, pero quien habría hecho algo así?
Cuando parecía no haber esperanza para ella,sintió como le movían y rompían la bolsa desde fuera, la luz del día se hacia presente frente a sus azules ojos, el rostro de un apuesto chico rubio estaba frente a ella, poco a poco se le hizo conocido, su hermoso cuerpo pálido estaba expuesto ante el ángel, rápidamente se cubrió con la bolsa rota.
-- Quien eres? Porque estaba envuelta en esta cosa? --
-- Soy Khamiel, realmente no se porque estabas en esa bolsa --
-- Khamiel! Eres tu! Como no te reconocí antes! -- Grita un poco emocionada la rubia.
-- Me conoces? Quien eres? -- Pregunta el arcangel confundido.
-- Soy Eva, estoy viva, de nuevo! --
-- No, no logro entender, como es posible.. Te llevare con alguien que le encantará saber esto -- Responde Khamiel, mientras le sonríe.
-- De quien hablas? Lucifer? Es cierto que esta acá? Y por eso todos en el cielo están preocupados? --
-- Son muchas preguntas, el te responderá todas ellas --
El rubio la toma por las piernas y rodea su brazo izquierdo por su cuello, y sacándola de donde se encontraba, en las afueras de los túneles de un enorme alcantarillado donde había sido abandonada dentro de una bolsa del tamaño de un cuerpo humano, con moretones en sus cuerpo, lápiz labial corrido y el rímel derramado por su cara como si hubiera llorado desesperadamente..
¿Algo extraño, no creen?
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