CAP 7: EL AMOR ES UNA MIERDA


Lugar: Torre de comunicación

La brisa era helada, se encontraban en lo mas alto de una torre de comunicación hecha de madera, su roble con el que fue hecha era clara, tenia una especie de sala donde habían una radio, un teléfono, una mesa, una silla y un par de linternas, el lugar era acogedor y había mucha tranquilidad dentro.

-- No te haré daño, solo quiero ayudarte y comenzare por liberarte, esta bien? --

El pequeño demonio solo lo observaba desde el suelo de la habitación mientras en su mente perversa imaginaba diferentes formas de asesinarlo y escapar, esperaba el momento adecuado y no dudaría en irse de allí.

El atractivo chico rubio se sentaba frente al demonio para ayudarlo, empezó cortando las cadenas que ataban sus piernas para posteriormente seguir con sus manos y quitarle lo que lo amordazaba quedando a escasos centímetros de su cara.

-- No piensas decir nada al respecto? Algún ángel te comió la lengua? -- Pregunta Khamiel, queriendo romper el hielo

Lucifer, se encontraba algo confundido por las acciones del ángel, solo se disponía a mirarlo atentamente, su mirada era tan penetrante que hacia sentir raro al rubio, haciendo que mire a sus alrededores a cada minuto porque se sentía incomodo.

-- Alguna vez.. Has sentido que te has enamorado? -- Pregunta cabizbajo el rubio
-- No, el amor es el mas estupido y repugnante de los sentimientos -- Responde con repudio en sus palabras.

Ambos se levantan de la superficie de madera y se quedan frente a frente, mientras la brisa choca con las ventanas del lugar y se escucha como se sacuden los arboles.

-- Y.. Como sabes que es así? Si nunca lo has experimentado? --
-- Simplemente lo se, mejor dime porque me ayudaste? --
-- Porque siento dentro de mi, que no eres el malo -- Responde en un tono serio y seguro el ángel.
-- Porque estas tan seguro? podría hacer que sangres con solo pronunciar mi nombre --
-- Porque de ser así, no estaría en este momento hablando contigo -- Le sonríe al demonio de cabello castaño

Con esa respuesta se había quedado básicamente mudo, no sabia que responder ante eso, pues era muy cierto lo que el ángel dijo. Es así que ambos optaron por quedarse hasta que saliera el sol.

Mientras tanto en el infierno se encontraba Astaroth, sentado en el trono de Lucifer, mientras otros demonios inferiores a el lo observaban con envidia, odio, rencor y pobre del que se atreviera a desafiarlo, pero no todos serian sumisos ante el, algo que jamas seria Lilith, es ser sumisa, es por esto que ella quien había caído al infierno anteriormente seria quien gobernaría, eso seria lo mas apropiado.

Astaroth, se dio cuenta que la hermosa e inigualable peli roja había sido devuelta al infierno y la teletransporto frente a el, ya teniéndole frente a sus ojos quiso humillarla con algo que ella jamas estaría de acuerdo y llegaría hasta las ultimas consecuencias para no hacerlo.

-- Oh, mi hermosa Lilith, porque volviste? Lucifer se canso de tener a su perra al lado? -- Exclama el hombre mientras ríe.
--No tengo tiempo para tus idioteces, así que dejame en paz -- Responde la chica

En sus ojos verdes se podía notar su descontento en quien tenia el poder en ese momento, tenia sus puños cerrados con fuerza conteniendo sus ganas de darle un golpe del cual se acordaría toda su existencia, es así que se giro para ordenar sus pensamientos.

-- Detente! Quiero que te arrodilles frente a mi -- Dice una voz burlona.

Era del apuesto Astaroth, pero su belleza física era solo eso, puesto que era uno de los mas despreciables demonios y su arrogancia y machismo era inmenso.

-- No lo haré, ni ante ti, ni ante nadie -- Responde ya furiosa.
-- Te obligare! Que clase de idiota crees que soy? --
-- Uno muy grande! --

Esa fue la gota que derramo el vaso, ya que el se levanto del trono y en su rostro se veía una expresión de descontento y la sujeto del cuello y la levanto, ella pataleaba al ser mas baja de estatura que el.

El sol empezaba a iluminar desde el horizonte, las aves empezaban a cantar, el día estaba cálido, un hermoso amanecer, en el suelo de madera se encontraban ambos casi que abrazados uno al otro, el primero en levantarse fue Khamiel, quien se encontraba frente a frente al demonio, bostezo un poco y estiro su cuerpo aun estando sobre la madera, apreciaba la belleza del castaño y en lo tierno que se veía durmiendo.

Lucifer, empezaba a despertar y el ángel al notar eso, fingió estar dormido de nuevo, el demonio al ver que estaba tan cerca su rostro del de Khamiel, se incomodo y lo empujo un poco fuerte.

-- Que? Porque estabas tan cerca de mi!? Cuando me quede dormido? -- Pregunta Luzbell
-- Calmate! No es para tanto, simplemente.. Te quedaste dormido(? -- Responde y en su tono de voz se escuchaba inseguro.

-- Bien, ya no importa.. Mejor solo vámonos de este lugar --
-- Esta bien por mi, pero me gustaría hacerte una pregunta mas --
-- Es enserio!? No estoy para responderte, tu papi Dios, no te responde? --
-- No, el mantiene ausente.. Pero es solo una pregunta, por favor! --
-- Solo pregunta -- Dice el demonio mientras gira sus ojos

-- Porque tanto odio hacia Dios? -- Pregunta Khamiel, mientras observa atentamente al de cabello castaño
-- Enserio lo preguntas?.. Es porque se cree perfecto, envía niños al infierno, le encanta el sufrimiento humano y es un dictador --
-- No sabia que habían niños en el infierno.. Que hicieron para terminar en.. -- Es interrumpido por el pequeño
-- Simplemente no conocieron a Dios y murieron o no fueron bautizados bajo una jodida iglesia -- Dice casi gritando, estos recuerdos le producían una cólera rápidamente

El rubio un poco sorprendido por su repentino cambio de actitud al hablar sobre ese tema en especifico, es así que se acerco a el y lo abrazo sin decir una sola palabra.
Aquel acto tan tierno le producía un poco de incomodidad al demonio, es por eso que intento evadirlo con una rápida excusa.

-- Es hora de irnos y por cierto, odio los abrazos --
-- Quisiera preguntar el porque, pero se que no responderás --
-- Y estas en todo lo correcto -- Dice el demonio

Ambos salen al pequeño balcón afuera de la cabina de comunicaciones mientras observan el amanecer tan hermoso que se les mostraba, el cielo estaba azul claro, sus nubes blancas con tonos amarillentos y rosa e incluso unos parecían algodón de azúcar.


-- Que hermoso se ve el cielo, no crees? --
-- Realmente me parece una mierda -- Dice en un tono sarcástico el demonio
-- Eso fue sarcasmo? --
-- Que!? Claro que no! Jamas me gustaría ver un montón de nubes con colores --
-- Claro.. Se que te parece lindo! -- Empieza a reír el apuesto ángel
-- Ya basta! No es así! -- Hace un puchero.
-- Oye! Te ves súper tierno! -- Exclama el rubio
-- Callate! Claro que no y deja me en paz! Mejor vamonos-- Dice un poco exaltado el castaño.

Khamiel, extiende sus enormes y emplumadas alas para posteriormente tomar al pequeño chico de las piernas y poner su brazo izquierdo por debajo de su cabeza cargándolo ya que Lucifer, fue castigado con perder sus alas, llevándoselo por los aires hacia la ciudad nuevamente.


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