✿07✿

:・* Alegrías guineanas*・:

Ese día la Min Soora se había levantado con muy buen humor, por lo que eligió al ayudarle a su hijo en su entrega de flores diario, ya que los últimos días había estado arrancando de mala forma sus flores, así dañaría terriblemente su jardín.

Sabía que su hijo no sabía que ella conocía su secreto, pero ya no podía aguantarlo más, quería apretarle las mejillas a su hijo y decirle que era un caballerito hermoso, por lo que ese día le armó un pequeño ramo con Alegrías guineanas, flores que estaba segura le gustarían al pequeño Jimin.

No le molestaba en lo absoluto que su hijo le de flores a otro niño, al contrario, le parecía muy dulce de su parte. No podía crear la teoría de que a su hijo le gustaba Jimin, porque era un niño y aún podía confundir aquellos sentimientos, pero no estaba en contra de que en algún futuro lo estuviera. Son niños, por lo que no puede pensar de más.

―Oh, mamá―la mujer dio media vuelta al escuchar la voz de su hijo, notando que la veía sorprendido. ―terminaste de arreglarte rápido.

Sonrió al darse cuenta que su hijo escondía, lo que podían ser, unas tijeras tras él.

―Preparé este ramo para que se lo lleves a Jiminie, sé que le has estado llevando flores―Yoongi sintió que podía explotar por la vergüenza que inundó su pequeño cuerpo, pensando en que su madre le regañaría por arrancar las flores de su jardín sin permiso.

―Y-yo, lo siento mucho―los ojos del menor comenzaron a llenarse de lágrimas, pensando en que iban a castigarle.

―Oh cariño, no llores. No estoy molesta contigo―Soora caminó hacia el menor, levantándolo y dándole un abrazo. ―solo quiero que de ahora en adelante, me digas cuando quieras tomar algo de la casa o el jardín.

Yoongi se limpió las lágrimas y asintió, dejando las tijeras sobre la encimera. Miró el pequeño ramo con una sonrisa, las flores eran muy lindas, como Jimin.

― ¿Por qué le das flores a Jimin, cielo? ―la adulta tenía mucha curiosidad de escuchar la versión de Yoongi, ya que ella podía interpretar algo, pero quería saber las razones de su hijo.

―Porque papá dijo que a las personas hermosas se les da flores, también a aquellas que están en mi corazón. Jimin lo está―la adulta hizo un puchero enternecido y abrazó a su hijo con una sonrisa dulce, guiñándole el ojo a su esposo, quien escuchaba con una sonrisa y una mano en su pecho.

―Tienes razón, cielo. Ahora vamos al colegio―Yoongi asintió y terminó de limpiar las pocas lágrimas que habían escapado de su ojos.

Lo que Yoongi odiaba de su tono de piel, era que cuando lloraba, se colocaba demasiado rojo y tomaba mucho tiempo que su piel retomara su color normal. Su nariz y alrededor de sus ojos estaban rojos.

No quería preocupar a sus amigos, pero no podía hacer mucho como para quitar ese tono rojizo de su piel.

Cuando llegó dejó el pequeño ramo en la mesa, importándole poco que Taehyung y Jungkook estuvieran ahí, ya que ellos ya sabían de todo.

Niños entrometidos.

―Hyung ¿ha estado llorando? ―Jungkook preguntó con curiosidad, notando lo rojo en el rostro contrario.

―Solo por un momento, realmente―Taehyung levantó una ceja, pidiendo más información. ―mi mamá sabe que corto las flores de su jardín para dárselas a Jiminie, pensé que iba a regañarme cuando me dio este ramo en la mañana, así que me puse a...llorar.

―Ay Yoongi, eres muy tierno. No hay nada de malo con llorar―el castaño comenzó a acariciar el cabello de Yoongi, quien se removió para alejarse. ―ahora no tendrás que luchar con abejorros y espinas, tu madre te ayudará.

―Sé que no es malo, pero lloré por nada, porque mamá no me castigó―Jimin se asomó por la puerta del salón, sintiendo su pechito retumbar fuertemente por la emoción de las palabras de Yoongi.

―Bueno, estoy seguro que a Jimin le encantará, es el primer ramo que no viene aplastado―el pálido le miró con los ojos entrecerrados, dando un manotazo en el hombro de Taehyung.

― ¡Buenos días! ―entró Jimin con una enorme sonrisa en su rostro, dirigiéndose rápidamente a Yoongi y dejando un beso en su mejilla, siendo últimamente su forma de saludar al mayor.

―B-buenos días, Jiminie.

Taehyung señaló con sus ojos las flores que estaban en la mesa, logrando que Jimin abierta la boca con sorpresa, ya que el ramo estaba decorado con un listón amarillo y demás.

―Wow, es muy lindo―Yoongi no se sintió tan emocionado como otras veces, ya que el ramo no lo había elegido él, pero se sintió feliz porque a Jimin le gustaron. ―aunque me gustan más cuando vienen un poco aplastadas.

Al pequeño pálido le brillaron los ojos al escuchar aquello, a pesar de que sus flores eran más...feas, Jimin las apreciaba así.

―Por cierto, Yoongi. Hoy mamá me dijo que fueras a casa conmigo, preparará costillas de cordero para ti―tanto Yoongi como Jungkook se removieron al escuchar el nombre de su comida favorita.

―Yo también quiero―el menor del grupo puchereó, siendo su labio tocado por Taehyung, quien sonrió en grande.

―Mamá dijo que podían ir si quieren, llamará a sus padres cuando estemos en casa―Yoongi se sintió un poquito decepcionado, porque quería jugar solo con Jimin, pero estaba feliz de poder jugar un rato con todos.

Las clases pasaron rápidamente y cuando la madre de Jimin llegó, comenzó a contactar a las madres de los seis niños, preguntándoles si podían ir a su casa a almorzar, recibiendo visto bueno de todas.

En el momento que se bajaron del auto, Jimin tomó la mano de Yoongi, ya que era la primera vez que iría a su casa y quería mostrarle las mejores partes del lugar.

―Mientras cocino pueden jugar en la sala, la consola está conectada―los niños celebraron y corrieron al sofá para poder jugar por turnos, excepto Yoongi y Jimin, quienes se habían ido a la habitación del menor, ya que el rubio quería mostrarle su habitación.

La habitación de Jimin era muy...Jimin.

Todo estaba decorado con peluches adorables, las paredes eran de color amarillo pastel y la cama tenía mantas blancas. Olía a perfume de bebé, lo que hizo que notara el pequeño bote de perfume en la mesita de noche, sonriendo al saber que Jimin aún usaba esencia para bebés.

―Tu habitación es muy linda―miró más a su alrededor, notando que en el escritorio tenía un florero, con todas las flores que le había regalado.

―Gracias Yoonie―el rubio caminó hacia el florero y colocó las nuevas flores ahí, haciendo un pequeño espacio.

― ¿Guardas todas las flores que recibes? ―Jimin terminó de acomodar las flores, mirándole con una sonrisa.

―Síp, esa persona se esfuerza mucho, así que las guardo―Yoongi sonrió y jugó con sus dedos, sentándose en la cama del menor.

En ese momento Yoongi pensó que ya era hora de decir que él era quien le entregaba las flores, no quería que alguien más se llevara el crédito de su esfuerzo.

Además que le gustaban los besos de Jimin.

mxyoongx.

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