II- You son of a . . . !
Hace varios años . . .
(Respecto al lote y llegada de Bou Yin, la Pirata. Ese es el presente).
El asalto a la fortaleza de Storr marchaba un poco como lo previsto. En una alianza un poco inesperada entre Ashfeld, el Myre y un par de Wu Lin, los guerreros de dichas facciones se unieron ante la naciente amenaza de los Jormungandr, pertenecientes a la facción de los vikingos de Valkenheim y guerreros que tras pasar por un ritual, ganaron unas habilidades sobrehumanas.
Pero total, el ariete era custodiado por el mismísimo Warden, quien diezmaba cuales secuaces se le acercaban sin recibir un rasguño mientras sus camaradas se encargaban de aguardar la zona con el caldero con el que podrían destrozar el ariete una vez cerca de la puerta. La última puerta antes de llegar a Hulda, líder del culto.
Las cosas marchaban como todo debía hasta que un gran grito nórdico de origen femenino a todo pulmón se hizo presente en la sala del caldero cuando el ariete ya casi llegaba a la puerta. Warden vio como la cima y las murallas enteras temblaron notablemente y, su equipo entero era lanzado por los aires al abismo hasta caer al suelo, muriendo de la caída.
La fuerza con la que Warden apretó el filo inferior de su espada fue tanta que hasta hizo sangrar su mano, más aún al ver que el responsable de tal masacre no era nadie más que la misma Hulda, viendo desde arriba con una expresión estoica y llena de rabia por lo que estaba pasando en su fortaleza y culto.
Al instante lo entendió, el grito había provenido de ella y había sido aquél movimiento de fuerza bruta de los Jormungandr "Ragnarok" se llamaba.
Hulda echó su martillo al hombro mientras un Jormungandr masculino apuntó a Warden con un dedo, pensó que era una amenaza pero no. Solo estaba apuntando.
En un abrir y cerrar de ojos, el Jorm (para acortar) lanzó su martillo y de alguna forma sorprendente, se dirigía en línea recta a Warden, este apenas sabiendo cómo responder, se defendió con su hoja pero aún así, el impacto del martillo fue cómica e increíblemente duro. Tanto que lo hizo dar unaos traspiés hasta caerse de espaldas y golpearse la cabeza.
Al intentar reincorporarse, unas campanadas lo alertaron de que el caldero estaba apunto de derramar el hierro fundido sobre el ariete y así fue, un buen chapuzón de lava cayó encima del ariete dañándolo de sobremanera y, mientras Warden estaba por levantarse, el Jorm que había lanzado su martillo estaba llegando frontalmente, desafortunadamente, Warden seguía algo aturdido y conmocionado.
Con la iniciativa de acabar con el asalto, Warden atacó primero a Jorm pero fue lento, tristemente lento y Jorm aprovechó para dar un martillazo en su casco y seguirlo con un dolor seco en su estómago. Sin tomar ningún descanso, lo tomó del hombro y golpeó su pecho con la cabeza del martillo, sacando el aire que aún le quedaba y si de por sí, el casco le dificultaba la circulación del aire, ahora se encontraba en serios problemas. Se encontraba cansado.
Jorm tomó su martillo con ambas manos para dar un golpe fuerte por el flanco izquierdo que Warden anticipó al bloquear, sin embargo, Jorm amagó el ataque y golpeó el casco de Warden, sacándolo por los aires y seguirlo de un agarre que lo mandó a una pared cercana en la que cayó derrotado, deslizándose por la pared hasta quedar sentado.
Pero aquí no habían guerreros derrotados, solo muertos. La armadura sucia y ahora un poco magullada de Wardem contrastaba ahora un poco con la cabeza de Warden con su cabello castaño alborotado y comprimido por tener siempre el casco puesto. De todos modos, la expresión derrotada en su rostro demostraba que el mismo sabía cual era su destino. Y su destino no tardó en actuar.
Rodeado de enemigos y sin ningún aliado que auxiliarlo, el desgarrador grito que soltó en el momento en que el Jorm reventó una de sus rodillas con su martillo solo fue escuchado por nada más que vikingos y sectarios de la serpiente del mundo nórdico.
Extendió uno de su brazos en un intento de dar un golpe pero sin embargo fue en vano, le fue indiferente al Jorm que alzó en alto su martillo a la vez que gritaba a todo pulmón.
Jorm: ¡RAAGNAROOO-!
Warden apretó los dientes a la vez que se cubría con una mano en su último intento de supervivencia. Sin embargo, un sonido sordo tumbó al suelo al Jorm, un sonido sordo que provenía al tumbar a alguien con un escudo.
Poco a poco, Warden se dio la oportunidad de ver lo que pasaba y grata fue su sorpresa de que cierto Caballero estaba ahí, con la guardia en alto y preparando su maza para castigar y . . . Conquistar a ese Jormumgandr.
Conq: ¡RAH! -exclamó para luego azotar con su maza cada flanco del Jorm, hasta acabarlo torciendo su cuello con la cadena de su masa-.
Tras acabar con él, unas campanas provenientes de la zona de la caldera indicaban que volvía a estar lista para usar contra el ariete. Del que apropósito, no quedaba ningún secuaz de la alianza, solo sectarios al mando de Hulda, quien ya se encontraba descargando la lava por el ariete.
Sin embargo esto no hizo menos dulce la alegría y gratitud que sentía Warden por la aparición de Conq.
Warden: Tú . . . Sigues vivo -No pudo evitar sonreír-.
Conq: ¡RAH! ¡RAH! -exclamó emocionado-.
Warden: Tú, loco bastardo -dijo suspirando con alivio. Conq le extendió su mano y él, no dudo en tomarla-.
Pero una cosa no quitaba la otra, Conq seguía vivo pero el asalto había fallado, debían huir con los únicos supervivientes que quedaban. Desafortunadamente, Warden no podía sostenerse, el insano dolor que sentía en su rodilla era insoportable. No lo sabia por la armadura pero su rótula había reventado y no podía doblar su pierna junto a que el propio impacto del martillo había roto algunos vasos sanguíneos y eso estaba haciendo una hemorragia interna en su pierna.
Pero él no lo sabía, apoyado en el hombro de Conq mientras ordenaba la retirada (a base de Rah, obviamente), Warden no se quitaba de la cabeza lo cerca que estuvo la muerte esta vez y el rostro lleno de terror de un Centurión por su inminente muerte tras ser lanzado al vacío por Hulda.
Al final, Warden fue atendido en una aldea del Myre mientras Conq volvía a Heathmoor e informaba lo acontecido. Ahí Warden vivió unas experiencias que serán contadas otro día. Pero resumiendo, conoció a cierta Nobushi.
"Más tarde que nunca un segundo ataque se hizo presente en la fortaleza de Storr en la que aún más guerreros de las facciones participaron y que ahora sí, derrocaron a Hulda y su secta. Dispersándolos. ¿Cómo no? Conq participó en este asalto en lo que yo no podía. Hijo de perra, seguro se divirtió. Siemore lo hace, hah, al menos con este fastidio pude conocer a Emma . . . Y por si alguien se lo pregunta. Conq sobrevivió porque dijo y cito: "Solo quise no morir". Hahah, maldito."
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