09



Andrei intenta lavarse el rostro con el agua congelada que sale del lavabo/baño pero al ver que el color de ella es marrón cierra la llave.

Willy esta acostado en la cama en silencio recordando las palabras que el señor Crunch, el chocolatero gira levemente el rostro al sentir como la cama se hunde un poco más por el peso extra.

– ¿Qué haremos ahora, Willy?

– No lo sé, Andy.

– No podemos rendirnos – El príncipe juega con un hilo suelto de su camisa – Le prometí a Noodle ayudarla.

– Algo se nos ocurrirá – murmura en respuesta Willy mientras se levanta de la cama y camina hacia la pequeña mesa de madera para agarrar un frasco de chocolates – Pero le entregare su pago ella.

El chocolatero va hacia la ventana para luego abrirla, y luego llamar a Noodle quien abre la ventana de su habitación.

– ¿Qué sucede, Willy?

– Cuidado – El chocolatero arroja un pedazo de cuerda a la ventana de Noodle y ella logra agarrarla sin ningún problema – Atalo por favor.

Noodle hace lo que Willy le dijo, y unos segundos después él le envía una canasta en donde viaja un frasco repleto de chocolates.

Ella lo toma para luego ver a Willy confundida – ¿Y esto?

– Tu pago – responde el chocolatero con una sonrisa – Un suministro de por vida, ¿recuerdas?

– No tenías que hacerlo.

– Claro que sí. Te di mi palabra.

– Esta bien, gracias – murmura con una pequeña sonrisa Noodle – ¿Y qué idea tienen Andy y tú para volver a vender chocolates? – Willy se encoge de hombros – Ustedes tendrían que desaparecer cada vez que aparezca la policía.

– Como un mago.

– No es una mala idea – dice la voz de Andrei al lado del chocolatero provocando que Willy gire el rostro para ver a su amigo participando en el nuevo plan.

– Si, pero es diferente en el escenario, Andy.

– ¿Por qué?

– Necesitas cuerdas, poleas y trampas. No existe algo así en las calles.

– De hecho, si existe – dice la voz de Pipe uniéndose a la conversación mientras se acerca a la ventana para ver al trio – Hay trampas por toda la ciudad, se llaman alcantarillas.

– ¿Nos ayudarías?

– Por supuesto – responde Pipe con una sonrisa – A cambio de un porcentaje de sus ventas, Willy.

Luego otras dos voces se unen a ellos, primero Larry quien dice que ayudara con lo que sea por salir de aquí ya que quiere reconciliarse con su esposa. La segunda es Lottie quien para sorpresa del resto sabe hablar, ella ofrece su ayuda en el área de comunicación ya que antes era operadora telefónica.

Y el último en unirse es el señor Crunch quien les dice a todos que si la señora Scrubbit los atrapa intentando escapar, los encerrara a todos por seis meses en el armario.

– Así que piénselo mejor antes de involucrarse en este descabellado plan.

El ambiente pasa de uno optimista a uno serio por lo que Andrei le dice a Noodle que les arrojo a todos una muestra del chocolate de Willy, y ella lo hace, arrojando a cada uno de ellos dicha muestra.

– Señor Crunch, no es un plan descabellado – Andrei da unos pasos más al frente sacando un poco la cabeza para ver al señor mayor – Los chocolates de Willy son increíbles, pruébenlos.

Ellos hacen lo que el príncipe les dice y se maravillan con el chocolate creado por el joven Wonka – ¿Cuándo empezamos?




[ 🍫 ]





Luego de concretar el plan todos cierran sus ventanas ya que mañana será un gran día para todos. Pero antes de que Andrei se vaya a su cama para dormir le entrega una hoja a Willy.

– Esto es para ti.

– ¿Para mí? – Willy observa la extraña figura dibujada sobre la hoja – ¿Es un vaso medio lleno?

– Es una A, tu primera letra – El príncipe se acuesta en su cama – ¿Recuerdas que prometí enseñarte a leer?

– Gracias, Andy.

– No puedo permitir que un tigre intente de nuevo comerte – Antes de que el chocolatero diga algo más el príncipe se adelanta – O que casi lo haga.

– Eres una gran persona.

– Igual tú, Willy.





[ 🍫 ]





El detective Irons es llevado hasta una sala privada en el consulado en donde lo espera Simon quien está terminando de beber su té.

– Buen día, señor Ivanov.

– Señor Irons, ¿quiere una taza de té?

– No, aunque gracias.

– Entonces vayamos directo al asunto.

El detective saca del interior de su saco un mapa de área donde se encuentra la lavandería, y Simon ve que tiene varios puntos rojos marcados.

– ¿Qué significa eso?

– Son puntos de salida del área para no llamar la atención innecesaria de otros.

– Bien, entonces vayamos por él.




[ 🍫 ]




Luego de que arreglaran hasta el más mínimo detalle de los preparativos y de que Tiddles volviera a ayudarlos a lavar las grandes montañas de ropa sucia que deben estar terminadas para la tarde; Ellos se encuentran ocultos dentro del carrito de Noodle adentro de bolsas de entrega.

Después de unos treinta minutos llegan a su destino la plaza principal por lo que todos se bajan del carrito para ponerse en sus posiciones.

Andrei ve a un tipo con el semblante triste cruzando la calle por lo que le hace una señal a Willy para que se acerque al hombre.

Y a partir de esa simple acción de ofrecerle un chocolate para ayudar al estado de ánimo del afligido hombre que pase de estar triste a sentirse mejor con el mismo, y que las personas que están alrededor del café ven como ese hombre cruza la calle para agarrar a la vendedora de flores de la esquina y la besa apasionadamente.

Por lo que las personas corren hacia donde esta Willy para comprar su «jirafa macarrón»  la cual se termina en cuestión de segundos.

Larry ve como cuatro policías en bicicleta van en dirección hacia la plaza por lo que da aviso al resto del equipo para huir.

Y justo cuando los policías llegan al lugar no ven a ningún vendedor ambulante de chocolates como les habían reportado hace unos momentos.

– Desapareció.

– ¿Cómo? 





[ 🍫 ]




Simon y el detective Irons están a unas pocas cuadras de la lavandería pero ellos se detienen en una esquina al ver a Noodle que viene a lo lejos por el lado contrario empujando su carrito.

– Espérame aquí, detective.

Simon camina hacia la niña quien al ver a este hombre desconocido va acercándose cada vez más a ella intenta acelerar el paso.

– ¡Espera! – Simon se coloca frente a ella bloqueándole el paso – No te voy a hacer nada.

– ¿Qué quiere, señor?

Él saca del interior de su saco una tarjeta de presentación que le entrega a Noodle quien lee lo que está escrito en ella.

– ¿Simon Ivanov? – El nombrado asiente – ¿Qué quiere?

– Trabajas en la lavandería de la señora Scrubbit.

– Si, ¿por qué?

– ¿Conoces a Andrei?

– ¿Quién? – Simon saca una foto del príncipe de su saco y se la muestra a la niña – ¿Qué quieres de él?

Simon sonríe al escuchar el tono desafiante en la voz de ella ya que confirma que conoce al príncipe – Lo he estado buscando por tres días. Él desapareció de la nada.

– ¿Está en problemas?

– No, nada de eso.

Pero antes de que Noodle diga algo más se escuchan los gritos de la señora Scrubbit llamándola – Debo irme.

– Si lo vuelves a ver dile que lo busco. 





[ 🍫 ]





Andrei está sentado sobre una mesa observando a los demás quienes esperan una respuesta sobre el hombre que detuvo a Noodle en la calle.

Quien inicia con las preguntas es Noodle – ¿Tu nombre es Andrei?

– Si, pero Andy es más fácil de pronunciar para los demás.

– ¿Quién es ese tal Simon Ivanov? – pregunta el señor Crunch.

– Es alguien con quien trabajo.

– ¿En qué? – pregunta Pipe.

– Relaciones públicas.

– Te busca.

– Si, lo escuche, Noodle.

– ¿Huiste de tu trabajo?

– Algo así... es complicado.

Willy ve como Andrei juega con sus manos por lo que nota que todo esto lo tiene nerviosos por lo que detiene a Noodle de seguir con las preguntas.

– Debemos descansar – El chocolatero se coloca junto a Andrei – Mañana debemos seguir con el plan.

– Tienes razón – concuerda el señor Crunch con Willy – Mañana intentaremos en otros lugares y debemos estar atentos con la policía.






[ 🍫 ]





Willy observa acostado desde su cama como Andrei se prepara para ir a dormir, y el príncipe al sentir la mirada curiosa de su amigo se voltea a verlo.

– ¿Qué pasa?

– Puedo hacerte una pregunta – Andrei asiente – ¿Cuál es tu nombre completo?

– Willy...

– Por favor.

– Andrei Gabriel Zelinski.

El príncipe espera que Willy grite, se emocione o que reaccione de forma irracional como las demás personas al escuchar su nombre pero en su lugar el chocolatero gira un poco la cabeza con diversión.

– Tienes razón, tu apellido es difícil de pronunciar, Andy.

– ¿Qué?

– ¿Aun puedo llamarte Andy? – El príncipe asiente – Bien, buenas noches.

– Buenas noches.  

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