Estoy en la autopista al infierno,
autopista al infierno

Sin señales de stop, sin límite de velocidad.
Nadie va a frenarme,
como una rueda, voy a rodar.
Nadie va a jugar conmigo.
Hey Satán, pagué mis deudas
tocando en una banda de Rock.
Hey mamá, mírame,
Voy de camino a la tierra prometida.

(AC/DC - Highway to hell)

—Bueno, ya suéltame, ¿no? — Pidió el chico de cabello castaño luego de cansarse de tener la penetrante mirada de ella y tan cerca, aquello comenzaba a ser raro en todo el sentido de la palabra.

—Claro — dejó de apretar con toda su fuerza la mano rasposa del castaño para cruzarse de brazos delante de él, parándose en una rara posición, como si estuviera en pleno canto del himno nacional en un partido oficial.

Alzó una ceja por ver esa graciosa pose, vio sus ojos castaños, el cabello suelto del mismo color y que llegaba a media espalda, ese extraño uniforme y miró sus piernas, largas, con algunos rasguños que seguramente se había hecho en el juego, pero eran unas lindas piernas. Todo eso lo miró mientras bajaba sus ojos sobre MinJae, luego regresó a sus ojos.

—Bueno, capitana, ¿dígame por qué soy su rival? — Se acercó a ella intentando ponerla nerviosa con su cercanía, sin embargo, la postura de la chica permaneció igual.

—Porque no deseo tenerlo aquí como entrenador, nada personal, simplemente quiero seguir yo con mi propio entrenamiento — la boca de Luhan se abrió en una perfecta 'o' de asombro fingido.

—Seguramente una niña puede hacer un mejor trabajo que el de un profesional

—Sigue siendo un novato en las ligas mayores, no quiera creerse —espetó dándose la vuelta — Y si tan niña soy, ¿por qué me estaba viendo las piernas? — Lo miró sobre el hombro con mirada fría, nada tentadora y hasta cierto punto le seguía carcomiendo.

Xiao Luhan negó con la cabeza, se acaba de topar con un espécimen algo extraño y jamás visto.

—Esto será interesante — murmuró, alzó la vista encontrándose con la figura de ella regresando a su asiento.

Todo volvió a ser ruidoso en la cafetería de repente.

***

Los rumores no dejaban de ir y venir en los pasillos de la Academia Seijo, todos diciendo lo mismo.

—Escuché que el nuevo entrenador es un futbolista famoso y muy guapo además — decía una chica en el laboratorio de química de la escuela.

—Y Shiroi Akuma se enfrentó a él en la cafetería, hace poco, dicen que lo correrá — esa era otra alumna que hablaba la clase de inglés.

—Alguien me dijo que Shiroi Akuma estaba queriendo romperle el brazo al nuevo entrenador

—El nuevo entrenador y Shiroi Akuma eran amantes — decía otra mientras corría en la pista de atletismo.

—Shiroi Akuma anda con el nuevo entrenador — esos eran de los más descabellados que salían de la boca de algunas alumnas.

MinJae rodaba los ojos cada que veía como sus compañeras hablaban al verla pasar, era lo malo de estar en una escuela sólo para mujeres, los chismes era lo que mantenía vivo el ambiente. Lo ignoró completamente, no era algo que le interesara, de todas formas, nadie se atrevía a siquiera levantarle la voz, ni los profesores. Vaya que sabía infundir el miedo.

—Min, ¿hoy habrá entrenamiento? — Preguntó EunKyung siguiéndola por el pasillo de cerca.

—Sí, todos los días hay un temprano para mantener la condición física y otro en la tarde para jugar, eso ya lo sabes, ¿por qué preguntas? — la chica algo más baja que ella le seguía por todo el pasillo apresuradamente, le costaba seguirle el ritmo. Decidió mejor jalarla del brazo para detenerla.

—Espera, caminas como si tuvieras prisa — se apresuró a tomar aire.

—Que pésima condición, debería entrenarte personalmente — EunKyung casi llora al escuchar eso.

—Nooo, es sólo que tengo el período — quiso zafarse de esa, tenerla sobre ella de manera personal debía ser más que horrible.

—Con más ganas, ¿qué tal si te viene el período en un partido?

—¡Basta! Ya no puedo más con tanto entrenamiento, Min, mejor mátame ahora — pidió dándole las muñecas.

—Exagerada — la miró con cierto desdén, apartó sus manos — Ahora dime, ¿por qué preguntabas lo de los ensayos?

—Por el nuevo entrenador, supongo que nos verá hoy...

—Sí, hoy seré más exigente con ustedes para que vea que no hace falta — los ojos de MinJae brillaron al decir eso.

EunKyung se quería colgar en ese momento, si según ella no era tan exigente, ¿cómo lo sería cuándo sí?

—Eres una sádica, Shiroi Akuma — le llamó por su apodo.

La miró desde arriba con cierta superioridad, odiaba ese apodo. Cualquiera que se lo dijese en la cara terminaría con su puño en la cara, sin lugar a dudas lo haría, sin embargo, a esa chica no le aplicaba las mismas reglas. ¿Por qué?

—Hoy calentarás el doble — dijo finalmente antes de seguir con su camino.

—¡Noooo! — Gritó con desesperación, todas voltearon a verla en el pasillo.

Porque tenía mejores técnicas para regresarle aquello. Quizá sí era algo sádica.

***

Su madre jamás mencionó tal cosa como tener que vivir ahí en la academia, aunque era algo lógico teniendo en cuenta que trabajaría ahí y no había muchas casas por el lugar. Estaba atrapado en esa escuela, lleno de puras niñas que no eran legales aún, rayos.

Se instaló de inmediato en su habitación, acomodando algo de ropa que trajo de manera precaria, la mayoría deportiva, estaba bien con eso. Luego se quedó en la cama viendo el techo, pensando en cómo debía ser con su nuevo equipo.

—Quizá el típico entrenador galán — meditó — o mejor el que te manda, pero jamás hace algo — soltó una carcajada al pensar en todos esos profesores de deportes que tuvo.

Recordó que en aquella época odiaba a los entrenadores así, él era serio con lo que quería lograr. Se retractó, seguía siendo serio, por supuesto. Levantó su mano al aire y apretó su puño, recordando a esa chica.

MinJae parecía ser la chica más seria acerca del fútbol que jamás había conocido, toda ella respiraba ese deporte. Muy parecido a él en el pasado...

—Las ayudaré — se dijo levantándose de la cama y yendo a sacar un jersey, iba a ser el mejor entrenador que esas chicas hayan tenido — Claro, les haré ese gran favor — se vanaglorió.

***

Todas hacían un calentamiento arduo, estiraban las piernas, daban saltos, corrían y demás bajo el sol. Junto a todas estaba MinJae que sin problemas podía hacer todo sin verse cansada, ni un poco. Lo que sorprendió al castaño que veía todo en una banca, tomando algo de café en su termo plateado.

—Umm — murmuró, luego checó la hora y sonrió complacido.

—¡Bien, es hora de jugar! — anunció la capitana parando a todas.

Varias de ellas se tiraron al suelo por el cansancio, pensar en si quiera volver a moverse para jugar contra Shiroi Akuma era como un hermoso sueño idílico. Llevaba el balón entre las manos, rebotándolo de un lado a otro y luego entregándolo a sus pies, sin problema alguno lo rebotaba en el aire.

—¡Vamos, a sus posiciones! — Grito/pidió con esa voz de ardilla, pero bastante intimidadora que poseía.

Puros quejidos escuchó en respuesta, la mayoría se preguntaba si de casualidad ella no había caído en residuos químicos y obtuvo superpoderes o que era hija de algún superhéroe, aquella fuerza y resistencia no eran para nada normales.

—Levanten el culo o juro que las levanto yo para usarlas de porterías — dijo con voz tranquila.

Todas se levantaron de inmediato, nadie quería recordar aquella vez que lo cumplió...

Luhan soltó a reírse desde lejos, mirando todo detrás de sus lentes de sol, le causaba gracia que un ser tan pequeño diera tanto miedo y que soltara tantas groserías al mismo tiempo. ¿Era alguna clase de mafiosa?

Luego la vio en acción, aquella forma en que corría por todo el campo con el balón como si fuera una extensión más de su cuerpo, sus pies no se despegaban de este en ningún momento y burlaba a todas sus compañeras. Se recargó sobre sus piernas, acercándose más para verlo todo, esa chica no era humana, definitivamente.

Cuando MinJae estuvo cerca de la portería, Danbi parecía temblar al ver que metería un gol, en vez de siquiera intentar predecir en qué punto entraría el balón, se hizo a un lado asustada. Fue un gol perfecto, golpeando duramente la red de la portería.

—¿Por qué no me detuviste? — Le preguntó a la portera del grupo, quien temblaba como gelatina al ver los ojos de su capitana.

—Es que...yo...eso...— balbuceó.

MinJae estaba por regañarle más cuando alguien se metió.

—Porque sólo das miedo — volteó al instante al escuchar una voz masculina — Tu entrenamiento es excesivo, las presionas demasiado para llevarlas a tu nivel, lo único que haces es cansarlas y créeme que eso no las harás mejores — MinJae se cruzó de brazos — Además de que pareces dictador, infundes miedo y no confianza, yo también habría huido si fuera ella, no motivas mucho, Shiroi Akuma — terminó su discurso con ese apodo tan gracioso que escuchó de ella.

Las demás jugadoras jadearon al escuchar que pronunciaba ese nombre en su cara, con tanta facilidad, sabían que lo que se venía no sería bueno. Como aquella vez que un entrenador le dio una nalgada...

En vez de siquiera reaccionar, sonrió de lado, no cualquier sonrisa, era una que escondía toda su ira, EunKyung lo reconoció de inmediato y temió por la vida del nuevo chico, no merecía morir tan joven.

—Bien, no estás de acuerdo con mi entrenamiento, entonces vamos a resolverlo de una forma — volteó a ver a Danbi quien tenía el balón en las manos y con un gesto le pidió que se lo pasara — Con un partido, si yo gano, renunciarás

—¿Y si yo gano? — Puso la mano en el objeto que tendía enfrente de él.

—Dejaré que tengas el mando sobre las demás — Luhan sonrió satisfecho sobre esa apuesta, le sería pan comido.

—Hecho, acepto esto — ambos intercambiaron miradas llenas de decisión, como si unas llamas invisibles estuvieran en sus pupilas.

Sería un juego digno de ver.

¡Hola Chicxs! Espero les haya gustado el cap, vengo de pasada xD comenten más, plox ;u;