Sudaban sus manos, en verdad que sudaban demasiado.

Primer día de clases, no solo primer día de clases, sino que también primer día fuera de su ciudad, Seúl es su nuevo hogar, en donde está una de las mejores universidades, nervioso, por sentirse tan pequeño en esa ciudad.

Libros, pocos, apenas va a comenzar todo.

Park Jimin paso una de sus manos por sus cabellos rubios, hace algunos meses que se había despintado el tono rosa pastel que tenía.

La entrada de la universidad era grande, alumnos iban y venían de ella.

- Bueno, es hora de comenzar con esto.

Alentarse a él, es lo mejor que puede hacer.

Entro a su aula de clases, estaba completamente vacía, por un momento el pensamiento de haber llegado demasiado pronto se hizo presente en su cabeza, pero al ver el reloj que posaba arriba del pizarron, se dio cuenta que estaba muy equivocado.

No quería sentarse hasta el frente, así que fue hacia una de las mesas que se encontraban casi hasta el fondo.

Muy pronto comenzarían las clases.

"¿Sólo los tontos se enamoran? Entonces en verdad soy un tonto por enamorarme de ti"
-Park Jimin.