35% menos de estupidez

Déjalo todo.

Empieza de nuevo.

Allí estaré para ti.

🖤

Esa mañana Victor había llevado a uno de sus hermanos menores a casa de Yuuri. Su madre se había llevado a su hermano restante con ella, sin comer. Estaba tan enojado y frustado. Sus manos casi temblaban al llevarle a su pequeño hermano un tazón de leche tibia. Uno de sus ojos temblaba en estrés y podía sentir su bilis hervirse.

Yuuri, por su parte, cocinaba las mejores jodidas tostadas con mantequilla de su vida y el café más delicioso del mundo. Porque no sabía que hacer, pero su madre siempre le había aconsejado que entregarle amor a Victor en pequeños detalles, era todo lo que necesitaba para mantenerle, para mantenerlos.

Dejó el desayuno frente a Victor mientras le acercaba más cereal al pequeño, acariciándole el cabello. Este último estaba sumamente callado, tenso y algo confundido. Pero cuando sintió una caricia sobre el, se restregó contra esta, necesitado de calidez y cariño. Yuuri sonrió sintiendo que el mundo era muy malo para un niño como él.

Después de comer lentamente el desayuno, Victor acomodó la pequeña mochilita de su hermano para colgarla en su espalda. Yuuri, que los miraba enternecido, se sorprendió cuando Victor se acercó a él para tomar su nuca y juntar sus labios en un beso lento y espeso. Victor le susurró un gracias y prometió que volvería luego de encargarse de su hermano.

Yuuri no cerró la puerta de su departamento hasta que vio a Victor desaparecer por las escaleras.

Al volver a la cocina, sintió cálido y familiar al ver tres tazones en su mesa.

🖤

Yuuri gimió en alto cuando Victor se vino sobre su estómago, sumamente espeso y en grandes cantidades.

Ambos se miraron con complicidad antes de comenzar a besarse fuerte y largamente. Sus vientres resbalándose por el esperma de ambos.

Victor acomodó mejor a Yuuri en su regazo, ambos asustándose cuando el lavamanos hizo un sonido extraño. Realmente no era un momento para que este se rompiera o una mierda similar.

Llegaron a la ducha, donde Victor acomodó a Yuuri contra la pared, dejándose hacer. En aquella posición, posicionó su miembro nuevamente endurecido entre los glúteos del contrario, friccionándose.

Había descubierto que a Yuuri le encantaba, por alguna razón desconocida, sentirse húmedo. Ya que la mayoría de las veces este le pedía que se viniera sobre su entrada o sobre su miembro. Y mierda, ver a Yuuri cubierto de su propio semen era jodidamente exquisito. En consecuencia, había encontrado otra manera de darle placer, sólo pasando su pene por su entrada reiteradas veces, humedeciendo la zona con constancia. A ratos agregaba la presión suave de meter la punta en su interior para luego alejarla y seguir. 

Sus cuerpos habían entrado en calor rápidamente, lo cual era sofocante y erótico dentro del pequeño cuarto de baño de Yuuri, el cual se estaba llenando de dulces jadeos, suspiros en conjunto de gemidos agudos.

—Yuuri, y-yo...

—Vente sobre mí, lo quiero —habló casi sin consciencia y lleno de desesperación.

Victor aceleró el movimiento, apretando el trasero de Yuuri para que la fricción fuese mayor, logrando marcar sus dedos en la piel cremosa de su amante. Estaba en el borde, casi muriendo por ver su miembro pasar con tanta rapidez. El sonido era igual a estar metiéndosela, y la idea montándose en su mente lo volvió loco.

Agregó más saliva, y luego de frotarse un poco más, entró en Yuuri, quitándole el aliento en el proceso. Ninguno de los dos iba a aguantar un minuto más.

—A-afuera, Victor...

El nombrado sonrió, meciéndose con energía. Se acercó al oído de Yuuri y habló con la voz rasposa, cansada, pero divertida. —¿Temes que te deje embarazado?

—Ugh, mierda, sí —respondió con una sonrisa igual de traviesa—, ya estoy tan lleno de ti.

Dejó vertir su semen dentro, sacándolo para tirar lo último sobre su entrada. Aquello había sido tan satisfactorio para Yuuri.

Victor abrazó a Yuuri, quedando su espalda contra su pecho. Yuuri, captando la suave indicación, dio el agua caliente, regulándola con la fría. Una vez lista, ambos se sumergieron bajo las gotitas.

Luego de una lenta ducha, donde jugaron sin mucho ánimo con el jabón, ambos se encontraban secándose individualmente. Victor, que acabó primero, ayudó a Yuuri a secar su cabello, quedando frente a frente. El más bajo aprovechó la cercanía para besarle el mentón a Victor, regalándole una sonrisa suave.

—Te amo.

Victor dejó la toalla alrededor del cuello de Yuuri para poder besarle con cariño, acariciándole una mejilla.

—Te amo más.

Luego de unos segundos mirándose, Yuuri tomó una de sus manos, pasando su pulgar por el dorso de la mano de Victor. Con voz cuidadosa, preguntó. —¿Quieres hablar de lo que sucedió hoy?

Luego de un notorio suspiro, Victor asintió, cansado. Sabiendo que nunca podría avanzar si se daba el lujo de guardarse tanto malestar.

Tomados de la mano, caminaron a la habitación de Yuuri. Ambos aceptando el reto de tomar grandes decisiones. Justo como dos adultos maduros.


🖤🖤🖤🖤

Gracias por leer y comentar🌈

Mátenme, creí que no había terminado el capítulo, pero tenía hasta la nota^ y no lo había publicado JAJSKFG

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