Una especie de gymkana
Shu suspiró con cansancio al mismo tiempo que salía de la sala en la que Anzu le había preparado su evento de cumpleaños. Se llevó dos dedos a la zona de sus lagrimales, frotando la zona con tal de disipar ese cansancio que comenzaba a invadir su cuerpo.
—Ah, ¡Oshii-san!—antes de poder apartar la mano de sus ojos, Mika, su compañero de unidad y novio, se abalanzó sobre él, abrazándolo con fuerza—. ¡Qué bien que ya ha acabado su evento de cumpleaños!
—Kagehira...—dijo el Itsuki a modo de respuesta mientras bajaba la mano que tenía alzada hacia los cabellos de su pareja, acariciándolos suavemente.
El de heterocromía se apartó un poco del de cabellos rosáceos y lo miró a los ojos antes de fruncir el ceño y decir:
—¿Se encuentra bien? Parece cansado.
—Estoy bien, Kagehira. Y aunque esté cansado, aún tengo un par de cosas por hacer, ¿recuerdas?—contestó el idol antes de bostezar, cubriendo su boca con su mano.
—Bueno... Vamos entonces a la sala de los trajes—Mika hizo una mueca antes de tomar de la mano a Shu y arrastrarlo consigo a dicha sala.
. . .
—¿Quiere más té, Oshii-san?—preguntó el Kagehira con una sonrisa en los labios al mismo tiempo que le servía una taza de té al Itsuki.
—Muchas gracias, Kagehira—el de cabellos rosáceos dejó los croquis que estaba mirando sobre la mesa frente a él, tomó la taza de té y la llevó a sus labios tras haber soplado un poco sobre la superficie de la misma con tal de no quemarse con el líquido rojizo—. Realmente, está bueno. ¿Le has echado un poco de azúcar al té rojo? ¿O quizá miel...?
—No, nada de eso—respondió Mika antes de sentarse en el sillón al lado del sofá en el que estaba Shu y beber también una taza del mismo té que su novio bebía.
—¿Alguna especia, tal vez?—preguntó el líder de Valkyrie antes de terminarse el contenido de la taza de un gran sorbo debido a la dulzor del líquido. Mika volvió a negar antes de dejar la taza de té sobre la mesa, alejada de los croquis de Shu, y dirigirse al escritorio de la sala para tomar una bolsa de plástico, que contenía en su interior varias madejas de lana roja—. ¿Entonces?
—Valeriana—respondió el Kagehira, sin mirar a su pareja.
Shu abrió los ojos como platos y miró su taza —ahora vacía—, que llevó a su nariz para oler los restos de la infusión:efectivamente, el olor a pino y madera, pero a la vez dulzón que poseía la valeriana era inconfundible.
—¿Acabas de drogarme?—preguntó el Itsuki, que dejó rápidamente su taza sobre la mesa, queriendo tomar esa precaución en caso de perder el conocimiento repentinamente, pues había pasado más o menos una hora desde la primera ingesta de té.
—Fue idea de Hibiki-senpai—fue la respuesta de Mika. El idol se acercó a su compañero, con la bolsa de plástico en una mano y una manta en la otra.
—Tú...—el ceño de Shu se frunció al mismo tiempo que sentía su vista tornarse borrosa—. ¿Lo has hecho porque lucía cansado?
—No, pero me ha venido de perlas que lo estuvieras—el Kagehira ladeó la cabeza y colocó la manta sobre Shu, quien se había apoyado en el respaldo del sofá al sentir que iba a caer inconsciente—. Perdóname, Oshii-san. Pero merecerá la pena cuando veas la sorpresa que te tengo preparada—susurró cuando la cabeza del Itsuki cayó, apoyándose en su propio hombro. Mika lo miró mientras esbozaba una sonrisa entristecida y besó la mejilla de su novio—. Dulces sueños.
Acto seguido, miró la escotilla de ventilación que había sobre él, alzó el pulgar y se agachó frente a Shu, sacando una de las madejas de lana de la bolsa de plástico.
. . .
Shu entreabrió los ojos, sintiendo su cuerpo algo entumecido.
—¿Qué...?—al abrir los ojos al completo, se encontró con que seguía en la sala de trajes de las oficinas de Ensemble Square, en el sofá en el que se había sentado. Sin embargo, Mika ya no se encontraba ahí, lo que hizo que su rostro se encendiera con furia al recordar lo que había ocurrido—. ¡Kagehira! ¡Serás un...!
El Itsuki se levantó conforme hablaba, dejando caer la manta con la que su novio lo había cubierto. Sin embargo, al agacharse para recogerla, notó un hilo rojo de lana atado a su dedo meñique, causando que alzara una ceja. Extrañado, alzó la mirada, dándose cuenta que el hilo seguía hasta salir de la sala.
Movido por la curiosidad, Shu desamarró el hilo de su dedo meñique y comenzó a recoger el hilo conforme avanzaba, siguiendo el camino que éste marcaba.
Caminó hasta llegar a la puerta de un almacén, donde el hilo se alzaba y se anudaba al pomo de la puerta. Shu se dirigió hasta ésta, mas paró en seco al ver una caja rosada al lado de una totebag algo grande.
El Itsuki alzó de nuevo una ceja antes de agacharse a la altura de la caja y tomarla entre sus manos, para después, quitarle la tapa. Entre plástico de burbujas se encontraba una pequeña caja de música, rodeada de dibujos de pequeños ruiseñores sobre ramas de árboles de cerezo. Sorprendido, Shu levantó la tapa de la caja de música, comenzando a sonar una melodía que conocía bien: era la de "Le temps des fleurs", una de sus últimas canciones en "Valkyrie". Como figura en el centro, se encontraban él y Mika, con los atuendos del MV de la canción y dándose se la mano, como hacían en dicho MV.
—Kagehira...—susurró Shu, sonriendo con ternura al ver el objeto. Cerró la cajita de música y la dejó de nuevo donde la había encontrado, guardando la caja en la totebag que había al lado. Alzó la mirada hacia el pomo de la puerta, que abrió al recordar que tenía un extremo del cordel atado.
Al abrir la puerta, se encontró con que daba a un almacén de telas que aún no habían sido estrenadas. Cuando fue a dar un paso, se dio cuenta que iba a pisar un papel, por lo que se agachó para tomarlo y leer lo que decía:
—"Busca la foto de Mado-chan"—una única frase, y más explícita no podía ser.
El Itsuki miró a su alrededor, tratando de buscar una foto de su querida muñeca Mademoiselle. Avanzó unos pocos pasos, para ver si así podía encontrarla. Giró la cabeza hacia la derecha, viendo una tela de un bonito color azul turquesa; pensó que ese tono quedaría genial en un vestido para Mademoiselle.
Fue ahí cuando vio la foto de su muñeca, sobre el plástico de la tela. Shu sonrió, victorioso, antes de acercarse a la foto y tomarla entre sus manos, descubriendo que tenía algo escrito por detrás.
—"Sigue el hilo del destino y encuentra tus regalos, cretino"—el Itsuki frunció el ceño al reconocer la caligrafía de Wataru, uno de sus amigos en los Cinco Excéntricos. Sin embargo, más abajo, y con una caligrafía totalmente distinta, alguien había escrito—: "Perdona a Hibiki-senpai, se cree muy gracioso últimamente. Oshii-san, tan sólo siga el hilo y las misiones que encontrará"—la nota era de Mika.
. . .
La siguiente parada fue el área de descanso, con sus sillones, sus mesas con vasos y cucharillas de plástico y sus sillones y sofás para charlar. El cordel conducía directamente a la mesa baja frente a uno de los sofás.
Shu se dirigió a esa zona viendo que había un extremo del cordel anudado a la pata de la mesa, uniéndose a su vez con más cordel, ya que el que llevaba desde el principio estaba terminándose. El Itsuki deshizo el nudo y guardó el primer cordel en la totebag antes de comenzar a enrollar el siguiente tramo del cordel.
Miró debajo de la mesa, encontrándose con un pequeño envoltorio que parecía contener algo delicado, ya que cuando Shu lo tomó entre sus manos, explotó una burbuja del papel que había por dentro.
Desenvolvió el papel con cuidado, encontrándose que, bajo todo ese papel de envoltorio y el papel de burbujas, se encontraba una foto enmarcada. Dicha foto era de el propio Shu, de Mika y de Nito, el ex miembro de Valkyrie y actual miembro de Ra*bits. La foto era un selfie tomado por Nito, hacía un par de meses, debido a un éxito reciente de Valkyrie que habían salido a celebrar los tres.
Shu sonrió, nostálgico, antes de guardar la foto en la totebag y comenzar a seguir el siguiente tramo del cordel. Sin embargo, otra nota llamó su atención, por lo que la cogió y la leyó, como había hecho con la anterior:
—"Si vas así de lento, no esperes poder ganarte el sustento"—otra vez una maldita nota de Wataru—. ¿Se ha comido un libro de rimas o qué le pasa?—se preguntó el Itsuki mientras se ponía en pie y de nuevo se dejaba guiar por el cordel.
. . .
Shu llegó al final de tramo de escaleras que conducía al helipuerto del edificio de oficinas de Ensemble Square y comenzó a respirar a trompicones, cansado. Una nota se encontraba frente a la puerta; "Enrolla este extremo de cordel, que no conecta con el resto, a tu dedo anular derecho".
—No me lo puedo creer...—susurró, cansado, al mismo tiempo que hacía caso a la nota.
Después de dos horas en las que había encontrado más notas de Wataru y más regalos de sus amigos, la séptima madeja de lana lo había llevado a la puerta que conducía al helipuerto, y por fin, podría adivinar qué narices era tan importante como para haberle puesto valeriana en su té.
Cuando sintió que había recuperado el aliento, Shu tomó el pomo de la puerta y la abrió, siendo recibido por una explosión de confeti.
—¡Sorpresa!—frente a él, Nito, Kuro y los cuatro ex "Cinco Excéntricos" restantes sujetaban cañones de confeti ahora vacíos—. ¡Feliz cumpleaños, Shu!
El mencionado parpadeó conforme seguía avanzando, olvidándose de ir recogiendo el cordel que arrastraba por el suelo.
—¿Qué es esto?—preguntó.
—¿No lO vEs? Te hEmoS preparAdo uNa soRpresA eSpeCiaL de cuMplEaÑos—contestó Natsume al mismo tiempo que sonreía.
Shu parpadeó de nuevo, transformándose su mueca de asombro en una mueca de cansancio.
—¿Y hacía falta que me metierais valeriana en el té, que me llamarais cretino, que me hicierais recorrerme todo el edificio en dos horas, ¡que me hicierais subir doscientos pisos de escaleras en total "porque el ascensor estaba averiado"!?—gritó el Itsuki, enfadado.
Sus amigos se encontraron confusos, y de forma disimulada, Kanata se acercó a Natsume y susurró:
—¿Cómo le decimos que el "ascensor" sí estaba "roto"?—Natsume rio levemente, encontrando la situación un poco cómica.
—No nos culpes a nosotros—se excusó Kuro.
—Bueno, a Wataru un poco—Rei señaló con el pulgar al Hibiki, que fingió molestia.
—Es cierto que las notas y la idea del helipuerto eran mías...Pero el resto no ha sido obra mía, sino de Marionette.
—¿Mario...?—comenzó a formular Shu, pero sintió un tirón en el dedo anular derecho, lo que hizo que girara hacia la puerta por la que había entrado.
Sus ojos se abrieron como platos al ver a Mika sobre el pequeño cubículo que componía la entrada al helipuerto, sujetando entre sus manos un objeto redondo y el otro extremo del cordel que él tenía atado al dedo.
El Kagehira sonrió a su novio antes de dejar que el objeto redondo se deslizara desde el cordel hacia el dedo del Itsuki, que se quedó asombrado al ver que era un anillo de oro rosado con una gema amatista en él. Igual que su cabello y sus ojos.
—¿Kagehira, qué...?—comenzó a susurrar Shu conforme se acercaba a su pareja.
Sin borrar la sonrisa de su rostro, Mika apoyó las manos en el suelo del cubículo y saltó hasta el suelo, sorprendiendo a Shu.
—¡Feliz cumpleaños, Oshii-san!—exclamó el de heterocromía antes de abrazar a su novio, que se quedó pretificado—. ¿Te ha gustado la caja de música? ¿Y la gymkana?
El Itsuki no dijo ninguna palabra, aún procesando lo que acababa de suceder.
—¿Qué ocurre? ¿No ha sido de su agrado?—preguntó Mika, separándose de Shu y mirándolo con tristeza—. ¡P-Puedo arreglarlo, aún queda tiempo para organizarle algo para compensar lo que hizo por mí el año pasado, cuando vino desde Francia para poder celebrar mi cumpleaños, puedo...!
—Kagehira—dijo Shu, cortando la retahíla de palabras que Mika estaba diciendo. Una sonrisa suave se dibujó en los labios del Itsuki, quien alzó sus manos para sostener las mejillas ahora sonrosadas de su novio—. La caja de música era preciosa.
Aquel simple comentario iluminó el rostro del Kagehira, que sonrió de nuevo antes de ponerse de puntillas y besar los labios de su novio, feliz.
—¿Deberíamos decirles que seguimos aquí?—preguntó Kuro al resto de presentes.
—Eventualmente se darán cuenta—susurró Rei, riendo mientras tapaba sus labios con su mano.
—Hacía tiempo que no los veía así, debido a la distancia entre ambos—añadió Nito, que sonrió con gratitud—. Me alegro de que sean felices.
-MGGBBRAE
2100 palabras. Wow. Ni yo misma me lo creo. He doblado la cantidad de palabras del shot de Mika, que me gusta más, con este shot de Shu. Wow.
Bueno, pues con este shot, dedicado a yaoichan7u7 (que pidió una segunda parte [aunque esto no sé si contará como segunda parte, pero bueno]), me despido.
¡Feliz cumpleaños a Shu Itsuki, a cualquiera que lo comparta (como Tokoyami) y por si acaso no publico nada, feliz Halloween!
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