SAY DONT GO, anakin skywalker
✶ SAY DON'T GO
Ashara siempre lo supo desde el principio, sabía muy bien que Anakin Skywalker no estaba destinado a ser para ella. Sin embargo, eso no significaba que la joven jedi hiciera caso a sus instintos, en lugar de eso, decidió dejarse llevar por lo que creía que su corazón le decía.
Aun así fue muy tarde cuando se dio cuenta de que dejarse comandar por sus puros sentimientos y un órgano de su cuerpo, solo lo llevarían a su propia destrucción.
Aquello que había comenzado como ligeros roces de sus hombros al caminar a la par, entrenamientos nocturnos cuando ninguno de los dos podía conciliar el sueño, e incluso muecas a espaldas del Maestro Kenobi para robar una sonrisa del otro, todos esos detalles y acciones se habían transformado rápidamente en algo más allá de la amistad y complicidad. No lo vieron venir aunque lo esperaran.
La joven Ashara estaba muy bien enterada de que el corazón del joven Anakin era fiel ciegamente a cierta senadora desde el momento en que se conocieron diez años atrás, incluso con todo el tiempo que habían estado alejados Anakin mantenía sus sentimientos por ella intactos. Mientras que Ashara luchaba por hacerse un espacio en el corazón de Skywalker, un espacio en su corazón que fuera incluso más grande que el que ocupada dicha senadora.
La jedi eligió creerle aunque tenía miles de razones para no hacerlo, eligió creer que Anakin sería lo suficientemente responsable afectivamente como para tomar una decisión, por más absurdo que sonará.
Debía elegir entre permanecer junto a Padmé o no dejar que Ashara se marchara.
"No te vayas" era lo único que debía decir y ella estaba segura de que se quedaría por siempre.
Porque solamente con aquellas pocas palabras escapando de sus labios, Ashara estaría dispuesta a alejarse de la puerta de salida donde su mano ya se encontraba sujetando el picaporte con firmeza y angustia, lista para lo que sea que Skywalker decidiera. Pero si Anakin le pedía quedarse, lo haría.
Los años continuaron y la situación permaneció tal cual estaba, muy al pesar de Ashara que se decepcionaba a sí misma al no tener la voluntad suficiente para dar un paso atrás en la clara decisión de Anakin, quien aún no había dicho una palabra aunque ya no era necesario porque fue más que evidente que, o mejor dicho, a quien había elegido.
Ashara desde que era muy joven tenía en claro las cosas que no quería en una relación, jamás estuvo en sus planes formar tal vínculo como el que tenía con Anakin y saber que él no la escogería de inmediato entre dos personas. Se sentía humillada por sí misma.
Pero luego de aquel primer beso robado de parte del mayor a ella, Ashara pertenecía en alma y cuerpo a Anakin, lo que no parecía notar es que Anakin claramente no era suyo.
A pesar de que Ashara fuera joven y su corazón ya no era el suyo, cuando la galaxia se vio sometida ante una fuerza oscura hubiera preferido arrancarse el corazón con tal de dejar aquella relación y sentimientos enterrados en el pasado.
Con su pequeña mano intentaba detener el intenso sangrado en su ante brazo mientras se escondía como una rata en un tubo de ventilación tras ser atacada por los clones del templo. Sin saber que a solo metros de ella Anakin se encontraba visitando a la clase de jóvenes jedis que ambos habían estado instruyendo en las artes de la Fuerza.
―Ashara. ―Su cuerpo se tensó al oír su propio nombre acompañado de pisadas. ―Ashara...
Rápidamente reconoció la voz que la llamaba la segunda vez y, aún asustada, no tardó en intentar salir de su escondite para que no se marcharán sin ella.
―¡Maestro Kenobi! Estoy aquí.
El maestro jedi detuvo sus pasos y siguió el sonido de la voz de la joven jedi, finalmente la ayudó a salir de la ventilación donde se estaba refugiando y desangrando, el brazo de Ashara ardía y la sangre caía por la punta de sus dedos tal cual un río.
―Maestro Yoda. ―Hizo su mejor intento de reverencia mientras sostenía su herida para saludar formalmente al ver a Yoda junto a Obi-Wan.
―Antes de que nos encuentren irnos debemos.
Ninguno dudo en comenzar a caminar velozmente dispuestos a buscar una forma de salir de allí de inmediato, no fue que se detuvieron hasta que Ashara paró abruptamente recordando algo.
―¿Dónde está Anakin? Lo vi en el templo antes de que los clones me atacarán, sé que lo vi.
Una sola mirada entre Obi-Wan y Ashara bastó para que estuvieran de acuerdo en lo que ella acababa de decir indirectamente, si el joven Skywalker aún se encontraba ahí probablemente estuviera en peligro al igual que ellos y debían hallarlo rápido.
La forma más rápida de averiguar su ubicación sería a través de las cámaras de seguridad.
―Si a las grabaciones de seguridad consultan, solo dolor encontraran. ―El Maestro Yoda les advirtió a ambos justo antes de reproducir el holograma.
Ashara le dedicó una mirada a Obi-Wan, sin entender a qué se refería Yoda, pero Kenobi ya lo sabía y muy en el fondo deseaba confirmar que sus pensamientos fueran erróneos. Mientras que la intranquilidad y el miedo comenzaban a crecer dentro de la joven jedi.
Con un asentimiento de cabeza fue suficiente para que Kenobi presionará el botón y el holograma apareciera frente a sus ojos. Teniendo en ellos el efecto que Yoda previamente les había advertido.
Ashara sonrío por un segundo al ver que Anakin estaba bien, estaba ileso, por un segundo se imaginó en un final feliz junto a él luego de que pudieran solucionar todo lo ocurrido en el templo.
Fue así hasta que lo vio asesinando a sus propios compañeros Jedis.
¿Cómo pudo? Las dudas atacaron de repente en la cabeza cabeza Ashara y un sonido agudo le provocó tal dolor como para cerrar los ojos y sujetarse al objeto más cercano.
Dichas dudas sobre Anakin Skywalker fueron respuestas con cada cuerpo sin vida que encontraban en el templo junto a los Maestros.
Tras mucha insistencia, Ashara partió junto a Obi-Wan en busca de Anakin secretamente en un último intento de hacerlo entrar en razón o en busca de ponerle un fin a toda la destrucción que Anakin estaba causando con cada paso que daba.
Ashara sabía lo que significaba 'ponerle un fin' luego de pensar todo una vez más, por más que le doliera reconocerlo, se dio cuenta de que el Anakin que había visto en las grabaciones estaba fuera de sí mismo. Para nada ese era el Anakin Skywalker por el que alguna vez ella hubiera estado dispuesta a dejar la orden.
Asesinarlo era la opción que más resonaba en su mente, pero también estaba muy segura de que ni ella ni Obi-Wan serían capaces.
Muy en el fondo aún mantenía la esperanza de que todo tuviera una solución, incluso cuando tenía los pelos de punta parada en aquel acantilado donde una simple brisa de viento sería capaz de tirarla al vacío y los colores rojizos y oscuros del lugar se veían reflejados en todos lados.
―Déjame... ―Ashara sujetó el hombro de Obi-Wan antes de que saliera de la nave una vez que aterrizaron.
Su voz salió en un susurro que trató de ocultar carraspeando. Fue de esperar teniendo en cuenta lo rojo que estaban sus ojos por retener lágrimas y tratar de tragarse el nudo en su garganta que la acompaño durante el viaje.
―Puedo hablar con él ―exclamó esta vez con fuerza y determinación.
―Ashara, no creo que sea lo mejor.
―Obi-Wan ―mencionó su nombre en casi una suplica ―. Puedo hablar con él.
―Interferiré en cuanto lo crea necesario.
Ella asintió y Obi-Wan se apartó de su camino, retirando su posición defensiva para darle paso a la joven jedi, de todas formas, el maestro seguiría atento a cualquier movimiento de los jóvenes fuera de la nave.
Anakin era su hermano, por supuesto que sabía de los sentimientos entrelazados que tenía con Ashara.
La chica salió a paso lento, pero firme, de la nave, temblando con la incertidumbre de lo que fuera a encontrar en ese lugar que le causaba escalofríos por su apariencia tétrica y apretando el mango de su sable de luz para estar lista ante cualquier cosa.
Se sintió sorprendida y aliviada cuando vio a Anakin correr hacia ella hasta detenerse frente a ella, casi a un metro de distancia.
El cuerpo de Ashara llamaba por él, quería ser tocada por sus manos, besada por sus labios y sentir la calidez de la anatomía de Skywalker una vez más. Pero a diferencia de cuando eran dos aprendices escondiéndose en el templo para disfrutar de un minuto a solas, esta vez se sentía verdaderamente incorrecto desear todo aquello.
―Ashara ¿Qué haces aquí?
―Anakin ¿Por qué?
Hablaron sobre las palabras del otro cuando se tuvieron frente a frente por primera vez desde su último encuentro, inconscientemente Ashara deseaba quedarse en ese recuerdo de estar dormida en los brazos de Anakin y estar ahí por siempre.
Sin romper contacto visual, Anakin fue quien dio el primer paso hacia la chica.
Con suavidad y lentitud el joven Skywalker había colocado su mano sobre la mejilla de Ashara, su tacto se sentía cálido y familiar, ella aceptó el contacto que siempre había anhelado y casi cierra los ojos ante él, si no fuera por lo diferente que percibía a Anakin a través de la fuerza.
Intentando no perderse en la sensación del momento, Ashara cerró sus manos en puños alrededor de las prendas de Anakin como si éste fuera un salvavidas en medio del océano, sabía que lo que fuera que quedara de su dulce muchacho de cabellos rubios estaba desvaneciéndose. Miró con cariño, a modo de despedida, esos ojos azules que una vez la hicieron sentir amada, pero ahora solo la aterraban.
―Quisiera creer que es muy tarde para detenerte, que podemos volver y arreglarlos. Pero no podemos, Ani. ―Ashara recostó su cabeza en el pecho de él para oír sus latidos, algo que siempre la ayudaba a quedarse dormida. Deseaba tanto que eso fuera un mal sueño ―. Nadie más tiene que morir, Anakin.
Aquello último fue un deseo que le estaba pidiendo a él, algo imposible probablemente.
―Tengo que hacerlo, tengo que hacer esto por ella. ―Ni siquiera fue necesario que dijera su nombre, Ashara sabía de quien hablaba y esta vez no pudo contener la solitaria lágrima que corrió por su mejilla, su corazón se rompía una última vez ―. Tengo que salvarla.
Lentamente Ashara se separó de él y lo soltó, la mano de Anakin dejó con delicadeza su lugar en el rostro de ella. Ambos retrocedieron un paso cuando el contacto físico se rompió.
―Siempre fue Padmé.
Decirlo en voz alta hacia que realizara las cosas de otra forma, hacía que fuera real.
Él se mantuvo en silencio.
―Te amo Anakin. ―Forzó una mínima sonrisa al hablar ―¿Por qué hiciste que te amara?
Ashara siempre mantuvo su mano sobre el sable de luz que tenia oculto entre tantas telas de ropajes, no imagino que sería necesario utilizarlo, y cuando la mirada penetrante de Anakin que lucía casi arrepentido cambió por una oscura y cargada de odio supo que todo acababa de dar un giro.
La mirada de Skywalker se dirigió por sobre el hombro de Ashara, captando la figura masculina tras ella. El corazón del chico se aceleró tanto al sentirse traicionado por ella que hasta juraba poder oírlo en sus oídos.
―¡Mentirosa! ―gritó volviendo su atención a la chica y notando como sostenía el mango de su sable de luz.
Mucho antes de que Ashara pudiera siquiera pensar en atacarlo, fue Anakin quien dio el primer paso al elevar su mano abierta en dirección a ella. De inmediato las manos de la joven fueron hacia su cuello al sentir la presión en dicha zona que la privaba del aire, por inercia abrió la boca en un intento de tomar bocanadas de aire.
Ashara intentaba desesperadamente que el aire llegara a sus pulmones, aire que Anakin le estaba negando ahorcándola a través de la Fuerza.
―¡Detente, Anakin, déjala ir!
El grito de Obi-Wan se oyó lejano para Ashara, que comenzaba a debilitarse en su lucha de abrir sus vías respiratorias, las lágrimas que había acumulado enntan pocas horas se encontraban cayendo como cascadas por sus mejillas.
Y ni siquiera el llanto, los jadeos ahogados, o sus suplicas fueron suficiente para detener al muchacho que amaba, quien la miraba fijamente sin remordimiento alguno.
―Me mentiste ―reclamó él con lágrimas en los ojos y odio en sus palabras
Ashara negó.
―Nunca te dije algo que no fuera verdad ―soltó con lo que parecía su último suspiro.
Un segundo antes de que se diera por vencida ante la presión y falta de aire, Anakin decidió soltarla mientras apartaba su mirada y bajaba su mano. Al mismo tiempo el cuerpo de Ashara cayó al suelo en un duro golpe. Enseguida comenzó a toser y respirar con desesperación mientras aún sostenía su cuello.
Mientras intentaba recuperar la compostura, a sus oídos llegó la clara batalla que de desató entre Maestro y Padawan.
Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker se estaban enfrentando en un duelo.
Como pudo se puso de pie, a espaldas de Anakin, Ashara sostuvo su sable de luz con la fuerza que tenía. Estaba dispuesta a cumplir su promesa de defender todo aquello que había prometido.
Tras una patada en el pecho a Obi-Wan, Anakin logró deshacerse de él arrastrándolo varios metros por el suelo. Y Ashara no dudo en atacar en ese momento, hubiera acabado con todo jusgo ahí, si no fuera porque Skywalker volteó a último minuto elevando su sable y bloqueando el movimiento de la jedi.
Ashara aplicaba toda la fuerza que tenía por sobre su sable y Anakin la imitaba, habían entrenado juntos y conocían los movimientos del otro como la palma de su mano. No era de extrañarse que sus tácticas fueran esperadas.
Sus rostros estaban a tan solo centímetros y Ashara sentía como cedía ante la fuerza de él hasta comenzar a agacharse aún sosteniendo su sable por sobre su cabeza, jadeos escaparon de sus labios mientras luchaba por mantenerse de pie.
Anakin le sostenía la mirada fijamente y con tal seriedad que provocaba en Ashara el sentimiento de que realmente nunca lo había conocido del todo. No había nada, no quedaba nada de él en sus ojos que Ashara pudiera reconocer.
El dulce, orgulloso y testarudo chico del que se había enamorado hace años se había ido.
"Del lado oscuro ni siquiera podrán devolver al joven Skywalker los sentimientos más puros, terminarlo tú debes"
Con aquellas palabras en mente que el Maestro Yoda le había dicho a Ashara, fue que aceptó lo inaceptable.
Anakin Skywalker se había ido y esto era lo que quedaba de él.
Sin saber de dónde sacó la fuerza, logró ponerse de pie una última vez para comenzar una danza de sables que no se detendría hasta que el corazón de uno de los dos lo hiciera primero.
NOTA DE AUTORA❗❕
mi bebé solo quiere jugar😭
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