La salvación antes de la desgracia
-¿eh?...- el albino estaba completamente horrorizado.
-en verdad estamos un poco decepcionados por que no seas una chica... pero no hay tanta diferencia no?-el chico mayor de entre los demás sujetó con más fuerza al albino haciéndolo expulsar unos quejidos de dolor.
-ehhh? Vaya crío más delicado, qué no eres hombre? Pon más resistencia mocoso.- otro de los chicos lo estampó contra la pared detrás del farol que estaba bastante adolorido por unos pocos golpes y apretones dados por otro tipo.
-hay que divertirnos un rato ¿sí?- el tipo que anteriormente lastimo el brazo del albino ahora sujetaba el cuello del menor casi al punto de alzarlo al aire claramente asfixiando al menor.
El albino sólo permitió dejar caer saladas lágrimas mientras se lamentaba su deplorable existencia.
-hey ustedes...será mejor que suelten al chico- se escuchó una voz delgada detrás de los tipos que lastimaban al menor.
-ehhh? Y tu quien coño eres para darnos orde...- los chicos al voltear a ver quien les hablaba se quedaron estáticos.- la... la maldita oficial Moore!!! Tch vámonos de aquí!!!- los chicos tiraron al suelo al albino y se fueron despavoridos del lugar.
-ahhh, tan cobardes como siempre, Charles ve por ellos.- Detrás de la oficial salio un hombre con un poco de sobre peso que se fue detrás de los chicos. La mujer de una apariencia bastante joven se acercó al albino que no movía ningún solo músculo, se agachó a su altura para hablarle.- hey chico ¿Estás bién? Podemos llevarte con nosotros a la central para que tus padres vengan por ti ¿Sí? Este no es un lugar muy seguro que digamos ¿Te has perdido?- dijo la mujer amablemente.
El albino sólo asintió con la cabeza sin dirigirle la mirada a la oficial.
- y dime... ¿Cual es tu nombre? Yo soy Moore una oficial de policía, puedo ayudarte en estos momentos no me tengas miedo, cómo esos cobardes sí?- la mujer le sonrió.
El albino le mostró su pálida e hinchada mirada con unos ojos sin brillo.- A... Allen...- dijo el menor susurrando.
-okey, ven Allen vendrás con nosotros para que tu familia te encuentre...- la oficial se levantó ofreciéndole la mano a Allen que la aceptó con duda.- ya estas seguro, nadie te va a lastimar estando conmigo.- la mujer le entregó otra sonrisa al chico.
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-Icelle, cariño relájate por favor, así no areglaras las cosas.- decia un fornido hombre con una cabellera larga y pelirroja.
-no lo entiendes Marian, él tiene un sentido de orientación pésimo, que pasa si se perdió por tratar de escapar de algún hombre por su problema?- decia una albina casi rompiendo el llanto.
-o-oka-san, estoy de acuerdo con usted por lo de Allen-chii, pero en cierto punto no resolveremos nada estando alarmados... por favor relájese.- decía un pelimorado de ojos ambarinos.
El teléfono de la casa de los alarmados y estresados familiares del albino comenzó a sonar, la muerte fue casi corriendo a levantar el teléfono.- si bueno?...-
<buenas noches, soy la oficial Moore disculpo la hora de la llamada, son los familiares de un chico... ¿Allen Walker?> habló una voz de una mujer.
-¡si, si! Soy su madre dónde está mi hijo???...- dijo con rapidez la mujer.
<no se preocupe, él se encuentra bién, está en la estación policíaca cerca del centro de la cuidad, pero tengo un problema con él...>
-que... qué pasó?-la madre comenzaba a preocuparse.
<pues... el chico lo encontré siendo atacado por unos muchachos que liberé anteriormente... No se que le sucede al joven... No quiere hablar o hacer algo desde que lo encontré ¿Usted sabe a qué se debe?>
La albina quedó pretificada del horror.- oh dios... disculpo las molestias que le haya causado... su comportamiento se debe a un padecimiento que tiene... es androfobico, iré por él enseguida.-dijo la mujer decidida.
<oh... no... No causó molestias, los estaremos esperando> la llamada terminó.
-cariño ¿Lo encontraron?-dijo Marian.
-sí, iré por él enseguida...-la mujer se puso un saco por lo fría que era la noche y tomó las llaves de un auto.
-iré contigo.-dijo el pelirrojo.
-no... empeoraras las cosas...-la mujer se fue sin más que decir.
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Una mujer de cabellera blanca se acercó con prisa al mostrador de el centro policíaco.
-buenas noches... ¿Esta la oficial Moore? Estaba con mi hijo.- dijo la mujer sonando lo más tranquila posible.
-si, es usted Walker... cierto?- dijo una mujer detrás del mostrador.
-si lo soy.-
-muy bien, Acompañeme por aquí por favor.- la mujer dirigió a la albina a una oficina.- la oficial y el chico están dentro.-La mujer se retiró.
La albina tocó la puerta, después la abrió observando a una mujer de apariencia joven detrás de un escritorio con dos tazas, una de café y otra de té sobre el mismo y del otro lado se encontraba el albino con la mirada perdida.
-Allen!-la mujer fue rápidamente con el chico dándole un abrazo que no le correspondió el abrazo. La madre lo miró a los ojos, el albino ya no tenía ese hermoso brillo que con mucha dificultad su familia le devolvió desde lo sucedido con Mana.
-el chico ha estado así desde que lo traje.- habló la oficial.
-ya veo...-la madre miró el cuerpo de su hijo dándose cuenta de que éste tenia unos moretones en sus brazos y unas marcas en su cuello. Se agachó a la altura del albino y le habló.- ya está todo bién, si hijo? No tienes que preocuparte... soy tú madre y te cuidaré de todo.- la mujer le dio un beso en la frente al albino haciendo que reaccionara levantando su fría mirada a su madre.
-oka-san... Quiero... Quiero desaparecer...- los ojos del chico se humedecian. La mujeres presentes se preocuparon por lo que dijo el albino.
-no digas eso Allen!... debes de seguir adelante a pesar de todo, nunca te debes de detener por un tropiezo con una piedra... Nos harías mucha falta... Neah, Marian, las chicas y yo estábamos preocupados por ti.- la mujer abrazó al chico pero esta vez con más fuerza y con una pequeña correspondencia del abrazo por parte del albino.
-perdoname... los preocupe por mi imprudencia...- el albino abrazo con más fuerza a su madre comenzando a llorar.
-ya...ya tranquilo Allen, ya ha pasado todo...- la madre comenzó a acariciar el cabello de su hijo mientras le daba una palmaditas en la espalda con su otro brazo.
-oka-san la amo mucho... intentaré ser fuerte por usted.- dijo el albino entre sollozos.
-gracias Allen... soy feliz por tu determinación.-la mujer levantó su rostro y le dio una sonrisa maternal.
Holiiiiiiiii!!!!!!!!!!!
Hehe el capítulo no quedo taaan trágico como a mi me gusta [le lanzan un trinche que esquiva por mera suerte] aunque también me quedó muy meloso a mi parecer X'D.
Qué habrá pasado con Yuu? Creen que Allen seguirá siendo el mismo? Hehe más más y más tragedias!!!!!! [le lanzan un trinche que la atrapa por la ropa] hiagh!!!!! Okey okey...
Es un yullen después de todo no? Deben de terminar ellos juntos... o no? [Aparecen l@s lectoras con instrumentos de tortura, más trinches y estacas (!?)] está bien!!!!! Dejaré de bromear así!!! Por favor no metan nada!!! No!!!! Noooooo!!!!!!!
Espero que hayan perdido su tiempo en leer esta historia
Muchas gracias por leerlo!!!!!!!
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