¡Los adoro a todos los personajes!

Espero que les guste~

Nota: Si tienen alguna idea, no duden en decirme ^_^

Gregory esta funcionando con pura adrelanila a estas alturas. Esta corriendo, su pánico creciendo al escuchar los pasos pesados y las voces que lo siguen desde no muy lejos. Su pecho duele por correr tanto sin descanso, tiene un nudo tan grande en su garganta que duele y su boca está seca por jadear. Todo su cuerpo le duele, ha sido asustado y empujado, se ha tropezado y golpeado, no ha podido descansar en ningún momento. Su mente está algo nublada por persecución y el cansancio, así que solo corre sin una dirección aparente.

-¡Mierda!- maldice, doblando en una esquina y tropezando pero recuperándose lo más rápido posible, negándose a dejarse atrapar. Corre y de repente, una puerta firmemente cerrada. -No, no, no, no...- golpea la puerta con enojo y esta por seguir corriendo, cuando los ve. Chica esta de su lado derecho, ofreciendo dulces como siempre. Roxi esta de su lado izquierdo, gruñendo que va a ser quien lo atrape. Monty, quien lo estaba persiguiendo, esta justo frente a él, diciendo su usual frase mientras se acomoda los lentes. Los tres lo están mirando fijamente con esos ojos brillantes que lo hacen temblar, dando un paso adelante mientras que él se aprieta todo lo que puede contra la puerta cerrada. Se acurruca, asustado. No quiere morir, en serio que no quiere morir. Ha luchado por sobrevivir durante los últimos años en las sucias calles y se niega a morir a manos de unos robots con mal funcionamiento pero ahora, no puede hacer mucho, no hay salida. No al estar rodeado por ellos, no al estar cansado hasta los huesos y con Roxi, la más rápida, entre ellos. Se muerde la lengua para no llorar al ver más cerca y se encoge en su lugar. Y justo cuando está al alcance de los robots, siente unas manos grandes y de dedos largos agarrarlo, gritando al ser repentinamente alzado. Puede ver el piso alejarse rápidamente y entonces, está entre los brazos de alguien, acunado contra un pecho. Chilla, obviamente, pero no lucha porque los brazos a su alrededor son firmes pero suaves. No lo están lastimando, solo lo sujetan.

-Niño travieso...- alzo la vista al instante, reconociendo la voz, notando casi al instante que los ojos de Moon ya no son rojos brillantes. Esta entre sus brazos, colgando de alguna manera del techo, lejos de los robots que los miran desde abajo y les gruñen, gritando algo a lo que él no presta atención.

-¿M-Moon?- tartamudea. Moon lo estaba persiguiendo hace no mucho y ahora, ¿lo está salvando? Esta confundido y un poco aterrado.

-Te cuidare, niño travieso- tarerea, una de sus manos acariciando ligeramente la espalda. -Descansa, es la hora de la siesta-

-P-Pero...- no quiere dormir pero esta agitado, la mano que acaricia con extraño cariño su espalda solo lo adormece. Bosteza, sus párpados cayendo un poco.

-Duerme- es una orden suave y tranquila, acomodandolo. Gregory se queja, aferrándose a Moon con manos temblorosas, escuchando como este empieza a tararear una suave melodía que lo guía suavemente al sueño. Cierra los ojos. Antes de caer en un profundo sueño, puede sentir que se están moviendo, alejándose de los gritos y gruñidos, así que se permite relajarse por completo, eligiendo por el momento en confiar en que Moon lo cuidara mientras se toma una rápida y muy necesaria siesta.