Capítulo 5: ¿Fantasmas?
>>Mike narra<<
De vuelta al trabajo, a cruzarme con la misma persona que había destruido mi entusiasmo y autoestima en una boche. Suspiré al encontrármelo. Lo vi algo... Raro. Hablaba con nerviosismo.
-¿Por qué me manipulas?- pregunté- ¿Te divierte o algo?
-Me siento superior manipulando- dijo él como si nada. No sabía lo mal que me sentía por su culpa. ¡Era un jodido monstruo! Y lo peor era que lo sabía, lo disfrutaba. Lo insulté llamándolo "monstruo" y se lo tomó como un cumplido.
-¡No te lo tomes como halago! ¿¡Y sabes que pienso de ti?! ¡Que eres una mierda!
-¡Pues te hice llorar!- Soy... sensible. Él se empezó a reír. No se podía tener una conversación normal con él. Lo llamé "pedazo de basura morada" y él a mí "débil" por llorar. El me hizo anoche una pregunta y ahora me tocaba a mí.
-Vincent- lo llamé, para que parara de reír y me prestara atención- Si pudieras, ¿me apuñalarías?
>>Vincent narra<<
-No- contesté. ¡Si pudiera matarlo lo haría lentamente! Me acribillaba a preguntas que respondía con monosílabos hasta que una pregunta me heló la sangre: "¿Por qué hay cuerpos en la parte de atrás?". Me hice el idiota respecto al tema y, casi a rastras, me llevó allí. Los cuerpos seguían allí tal y como los dejé. No era de disimular. Mientras se borraran las huellas, como Arthur me decía, daba igual donde se dejaran los cadáveres. Le insistía en irnos de allí, pero no me hacía caso. Me acusó de querer irme a por mi cuchillo, ya que lo había dejado por ahí antes. Mentira no era. Respondí a eso con una sonrisa sarcástica. Creo que le dije la mayor mentira de mi vida:
-Me voy, me dan miedo los cadáveres...- Pareció creerme y me fui a por mi cuchillo y, luego, a la sala segura. No me fiaba ni un pelo de Golden ya que no estaba donde lo coloqué la última vez que entré. Eso era malo, muy malo. Salí de allí. Llegó Mike diciendo algo que me... aterró: "Vincent... detrás de tí..."
>>Mike narra<<
En cuanto Vincent se fue, les quité la bolsa a los cadáveres. A mi parecer, con mi inexperiencia quiero decir. Habían muerto por varias puñaladas y cortes y, si puedo añadir, olían a mierda de la bueno. Como no había más que ver guardé la cámara en la mochila y no pensaba dársela ni a Cristo. Si denunciaba esto a la policía vendrían a investigarlo e incluso podría pedirles que me dejaran participar en la investigación, a ver si dejo de ser ya guardia de seguridad. Iba revisando las fotos mientras entraba cuando vi a Vincent enfrente de la puerta de la sala segura, como intentando calmarse, con el enorme traje de Golden detrás. Debería de haberme asustado en aquel momento, pero no. Algo extraño me hacía estar en calma aún a pesar de ver eso. Lo único que hice fue acercarme a Vincent para darle la noticia, y se le heló la sangre al escucharlo. Por primera vez en mi estancia aquí, vi terror en él. No era lo mismo que aquellas veces en las que se hacía el cobardica, como cuando los cadáveres, sino que esta vez... Era real.
No dijo nada. Me apartó y se fue como alma que lleva el diablo. ¿Haría de diablo o de alma? Me fijé en el traje. Ahora supe a qué había venido tanto terror en el moradito... ¡Joder, se movía! Me fui a mi sala y me encerré allí. Miraba por la ventana algo agobiado y asustado sin saber si esa... cosa, y no me refiero a Vincent, venía. El traje había desaparecido, sin más. Prefería no saber cómo cojones se esfumó sin más. Al rato seguía sin relajarme y miré por la ventana de nuevo y... eso era... ¿un fntasma? Ojalá las puertas aguanten porque mis ojos no me engañaban, y yo la droga como que no. Me hice bolita en una esquina y la inspiración vino a mí: salí corriendo por la puerta contraria.
Acabé en casa, como a seis construcciones de diferencia con a pizzería. Llamé a Vincent por teléfono. Me debía explicaciones. ¿Por qué Golden Freddy iba a por él?
-¡Júrame que no sabes de qué va todo esto!- le grité -¡Júramelo sin tienes cojones!
- Lo juro, lo juro por mi vida- algo hizo que lo creyera. Percibí sinceridad en lo que dijo, aunque no estaba cien por cien seguro, con el nunca se está lo suficientemente seguro. Yo le había enviado un regalo que le hizo una amiga a modo de disculpa, porque realmente tenía razón en lo que decía de 'todas mis acusaciones sin "pruebas"', porque siempre diré que eran pruebas suficientes.
>>Vincent narra<<
Mike... ¿era eso tuyo? Cuando abrí un paquete en mi buzón había un peluche igual a mí. De seguro quería hacerme vudú. Igualmente era muy... ¿lindo? Lo dejé encima de mi cama.
Por la noche volví a la pizzería y me encontré con Mike. Me contó que cerrarían la pizzería un tiempo. ¿Lo malo? Habría intervención policial. Eso no podía ser bueno en ningún aspecto. Además, mis cadáveres fueron recogidos por la policía. Espero que utilizar guantes fuera suficiente.
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