Capítulo 8. Cambio de Aires.

No sé como pasó tan rápido el fin de semana. Pero ya es lunes, son las 8 de la mañana y estoy de los nervios, porque nunca he montado en avión y tengo el miedo metido en el cuerpo.

Kelly y yo estamos sentadas en nuestros asientos, esperando a que despegue. Ella está de lo más tranquila y me está animando a que escuchemos a nuestro grupo favorito: "The Last Wish".

La verdad es que la voz de Zack, el cantante principal del grupo, siempre consigue relajarme. Pero esta vez no es así, porque no son solo los nervios del viaje lo que me tiene mal en estos momentos.

Vamos a enfrentarnos a una ciudad nueva, un ambiente completamente diferente al que estamos acostumbradas. Estaremos unos meses sin ver a nuestras familias y además, ninguna de las dos ha sido capaz de dejar resueltas nuestras cuentas pendientes.

Sí, Kelly quedó con los dos chicos el fin de semana, pero por separado. El sábado por la noche fue al cine con Matt y el domingo fue a casa de Mark para hacer quien sabe que.

Al final, como ambas imaginábamos, no se ha decidido por ninguno de los dos, aunque al menos les ha comentado la situación a ambos y ahora solo sé, que tiene a los dos chicos un poco confundidos. Pero ella ha aprovechado el viaje para desentenderse por completo de la situación.

Sin embargo y como era de esperar, yo no fui capaz de aclarar nada con Adam.

He pasado un fin de semana bastante a gusto con él. Hacía tiempo que no estábamos tanto rato juntos y a solas y siento que a una parte de mi, le ha venido bien, porque le quiero y le echaba de menos de ese modo. Pero algo dentro de mi, me sigue diciendo que no me quiero, ni debo casar con él. Y esa es la parte que más me confunde. 

"Si realmente estuviera enamorada de Adam, ¿No estaría dispuesta a pasar toda mi vida con él?"

Por supuesto que sí. Sin embargo, aunque sigo estando a gusto a su lado, me he dado cuenta de que no quiero pasar toda mi vida con él. No quiero estar estancada para siempre en la misma relación. De alguna manera, creo que quiero ver más allá de lo que tengo con Adam ahora mismo. 

Quiero disfrutar de la vida, sin tener que atarme a alguien de por vida, siendo tan joven.

Y si estuviera enamorada de él, vería un "para siempre" en nuestra historia, que ahora mismo siento que no es posible, porque no veo un futuro del todo claro a su lado.

Pero por cobarde, ahora voy a estar tres meses dándole vueltas a una boda que para cuando yo vuelva, ya estará organizada. Y cancelarla entonces, será demasiado tarde, sin conseguir romperle el corazón a Adam por el camino.

Agito mi cabeza para dejar de pensar en eso.

—¿Pensando otra vez en lo mismo? —pregunta Kelly.

—¿En que sino? —Me llevo las manos a la cara en frustración.

—¿Ni si quiera la música te ha relajado esta vez, eh? —Ella suspira—. Veamos... ¿Qué podemos hacer para que te olvides de todo por un momento? —Pone su mano sobre su mentón, pensativa—. ¿Y si te echas una cabezadita?

—No sé si voy a poder dormir, Kelly.

—¡Inténtalo! Estoy segura de que no has pegado ojo esta noche.

—Tienes razón, pero estoy demasiado nerviosa como para conciliar el sueño.

—Entonces, céntrate en la música, en la letra, en la melodía. ¿Por qué no escuchas Dancing With The Devil? Es tú canción favorita.

—Vale, vale. Voy a intentarlo...

Intento hacerle caso a mi amiga. Me coloco de nuevo los auriculares y procedo a escuchar con máxima atención mi canción favorita: Dancing With The Devil.

Cuando llega el estribillo, que es mi parte favorita de la canción, la voz de Zack, se fusiona con la de su hermana Luna, la bajista del grupo. Y es entonces cuando forman la melodía perfecta para los oídos.

"Dancing with the devil would be easier.

Oh, dancing with the devil, it's easier than getting you love.

My love".

"Bailar con el diablo sería más fácil. Oh, bailar con el diablo es más fácil que conseguir tu amor, mi amor".

"It's hard for me to fall asleep when you're not by my side.

The sounds of the rain, without you torments me too much.

I think I have the devil hidding in the closset.

And he's looking forward to dancing all night, until gets the formula for a life by your side".

"Se me hace difícil conciliar el sueño cuando no estás a mi lado. El sonido de la lluvia, sin ti me atormenta demasiado. Creo que tengo al diablo escondido en el armario. Y está dispuesto a que bailemos toda la noche, hasta conseguir la fórmula de una vida a tu lado".

Unos minutos atrás, estaba convencida de que nada sería capaz de hacerme olvidar lo que me estaba atormentando la cabeza. Pero solo me hacía falta escuchar esa canción.

Aunque a decir verdad, no paso un día sin escucharla, esta es la canción gracias a la cual Kelly y yo descubrimos a The Last Wish y jamás me arrepentiré de eso.

Ellos están empezando ahora en el mundo de la música y diría que les va bastante bien. Hace unos pocos meses, planificaron su primera gira. Y Kelly y yo estábamos de los nervios, porque no teníamos dinero ni para las entradas, ni para el viaje a Londres, que es donde se hará el concierto, una vez que lleguen a nuestro país.

Así que cuando tiempo después, nos dimos cuenta de que las entradas estaban agotadas, nos tocó aceptar que este no será nuestro año, pero ahora gracias a esta oportunidad de trabajo como modelo, tal vez podamos ir el año que viene, en caso de que vuelvan a organizar una nueva gira.

Kelly suspira de forma dramática  de repente.

—¿Qué te pasa?  —pregunto y giro la cabeza sobre el asiento para mirarla.

—¿Crees que algún día seré capaz de encontrar un amor como el de Love Paradise?

Al igual que mi canción favorita de ellos, es Dancing With The Devil, la de Kelly es Love Paradise.

La canción, habla sobre una pareja perdida en una isla desierta, que no necesitan nada más que estar juntos, para sentirse en el paraíso.

Dice algo así como:

"My love, you are my paradise, my reason for being, my desire to continue.

Paradise without you is empty, like my cold heart when you're not there.

Oh darling, stay with me forever in our little love paradise. I swear I don't need anything more than this".

"Mi amor, tú eres mi paraíso, mi razón de ser, mis ganas de seguir. El paraíso sin ti está vacío, como mi frío corazón cuando no estás. Cariño, quédate conmigo por siempre en nuestro pequeño paraíso de amor, te juro que no necesito nada más que eso".

—Una canción preciosa, con un significado precioso —digo, soltando un suave suspiro.

—Así son ellos y sus canciones. —Kelly asiente.

—¿Cómo no vamos a estar obsesionadas con su música?

—Con su música... y lo que no es su música. 

—¿A qué te refieres? —pregunto entre risas, porque creo que ya se por donde va.

—No me vas a negar que Zack Valley es el chico perfecto, en todos los sentidos. Por Dios, no es más guapo porque no puede. Porque la genética no le permitió abusar más de la belleza. Tiene una voz angelical y en las entrevistas que hemos visto de ellos por YouTube, se ve que tiene un gran sentido del humor. ¡Es el chico perfecto! —resalta ella y yo vuelvo a reír, porque tiene toda la razón.

—No seré yo quien te niegue lo innegable. Zack es... —suspiro—. Perfecto.

—No sabes cuanto me habría gustado ser Luna o Michelle en esta vida.

Como ya he mencionado, Luna es otra de las integrantes del grupo: la bajista. Y Michelle toca la guitarra y también canta con una voz preciosa.

—Luna es su hermana, por favor. —Pongo cara de asco y ella se ríe.

—¡No seas tonta! También lo digo por estar cerca de Zeta. Ese hombre está tallado por los Dioses.

Zeta es el batería de The Last Wish. Tiene una pinta de macarra que no puede con ella, pero Kelly tiene razón en que es locamente atractivo y tiene una oleada de fans detrás, que harían lo imposible por lanzarse sobre él.

—Eso no puede haber sonado más cliché.

—¡Es la verdad! ¿Has visto que músculos tiene? —Kelly se muerde el labio inferior y yo empiezo a reírme. 

Es entonces, cuando una voz robótica interrumpe nuestra charla.

—Señoras y señores, el vuelo está a punto de despegar. Por precaución, mantengan puestos sus cinturones de seguridad.

—Oh, mierda, mierda —murmullo, nerviosa de nuevo y Kelly agarra mi mano con fuerza.

—Tranquila, Eve, todo estará bien. La sensación que viene ahora, es igual a lo que sentimos en el estómago cuando estamos montadas en un atracción de feria.

Agarro con más fuerza la mano de Kelly hasta clavar mis uñas en ella, provocando que suelte un quejido adolorido y me de una mirada amenazante. Pero cuando ya el avión ha despegado y la sensación en el estómago ha desaparecido, suspiro aliviada y suelto la mano enrojecida de mi mejor amiga.

—¡Joder! ¡Te pasas, tía! —Ella exclama, sacudiendo su mano.

—Lo siento, los nervios. —Me encojo de hombros y ella niega con la cabeza.

Las horas van pasando de forma muy lenta. La mayor parte del viaje, Kelly y yo lo pasamos escuchando todas las canciones de The Lanst Wish y algunas de otros grupos de música que nos gustan. 

Jimmy se pasa más de una vez por nuestros asientos para ver como estamos, nos ofrece algo para comer y beber y una de las veces, se sienta a nuestro lado para darnos conversación.

A mitad de viaje, me quedo dormida y es cuando estamos aterrizando, cuando Jimmy se acerca de nuevo a nosotras para despertarnos y avisarnos de que estamos llegando.

Un sensación de mareo me invade al salir del aeropuerto, como si estuviera en otro mundo.

Todo paranoias mías, culpa del Jet lag y de lo diferente que me resulta todo esto, a como es nuestro pequeño pueblo de estilo medieval.

Jimmy para un taxi y le da indicaciones de que nos lleve al hotel para descansar. Nos dice que en recepción, pidamos la habitación que está a nombre de Eveline Harvey y Kelly Jones, pagada por la agencia Fame. Y una vez que llegamos, nos atienden muy amablemente, pero ninguna de las dos dice nada y cuando nos vemos en el espejo del ascensor, me doy cuenta de que parecemos dos zombies.

—Llevas mucho rato callada —digo, extrañada.

—Lo que estoy es muerta de sueño. Aquí es por la mañana. Y cuando nos fuimos de Rye hace 11 horas... ¡También era por la mañana!

—Entre nuestro pueblo y esta ciudad hay una diferencia horaria de unas 8 horas, pero aún así, me siento como si hubiera viajado en el tiempo. 

—¿Si, verdad? Pensaba que era la única que lo pensaba. —Kelly se ríe.

—Por cierto, ¿Cuánto tarta este ascensor? Se me está haciendo demasiado largo.

—Vamos a la piso número 12.

—¡Por Dios! ¿Cuántas pisos hay entonces?

—Eh... —Kelly mira todos los números sobre los botones del ascensor, uno a uno hasta llegar al más alto—. Mira, hay 16 pisos.

—Eso son muchísimos.

—Y creo haber escuchado por ahí... ¡Que la piscina está en la azotea! ¿No te parece de locos? —Kelly exclama emocionada y yo asiento, sonriendo. 

Cuando por fin el ascensor llega al piso número 12, Kelly y yo nos encontramos de frente con un largo pasillo blanco, repleto de habitaciones y con lo que parece una especia de terraza al fondo del todo. Tal y como pone en un pequeño llavero colgado al lado de la llave que nos han dado, nuestra habitación es la número L96. Según nos han explicado en recepción, hay 100 habitaciones por piso y a cada piso, le corresponde una letra. Empezando el abecedario desde las habitaciones de del piso número 1, obviamente.

Kelly procede emocionada ha abrir la puerta. Y cuando lo hace, nos encontramos una habitación enorme, con dos camas de matrimonio divididas por una mesita de noche. Las paredes son de color burdeos y en frente de las camas, hay una encimera con sillas delante y un mini-bar. Al lado de la puerta, otra negra sobre la que pone "vestidor" y al fondo, en la misma pared y de frente a la encimera del  mini-bar, hay otra puerta que conduce al baño, donde encontramos un gran espejo que cubre casi toda la pared sobre los lavabos y una ducha de mampara transparente.

—Espero que ninguna a le den ganas de hacer pis, mientras la otra se está duchando. —Kelly bromea—. ¿Y dónde está el jacuzzi?

Yo me río. —¿Es que acaso esperabas el jacuzzi dentro de la misma habitación?

—La verdad, me había hecho ilusiones con eso, sí. —Ella asiente con su cabeza y hace un puchero decepcionado.

—¡Pero tienes mini-bar! —Lo señalo emocionada—. ¡Ya estoy deseando probar tus cócteles!

—Mi esposa Eveline Harvey tendrá su cosmopolitan, en cuanto me quede con las calles de al rededor del hotel y sepa donde comprar el alcohol, los vasos, la coctelera, una bolsa de hielo y los condimentos.

—Pareces una experta en cócteles.

—¿Acaso lo dudas? Estuve trabajando en el bar Cóctel Bloom el verano pasado, ¿recuerdas?

Oh, cierto. Casi se me había olvidado que Kelly trabajó todo el verano pasado en un bar de copas, para conseguir algo de dinero para sus cosas.

—Me sorprende como cambian las cosas de un año a otro, Eve. —Kelly se pone en modo melancólica y pasa su brazo por detrás de mis hombros.

—Y que lo digas, amiga... y que lo digas.

—El año pasado trabajé sirviendo cócteles en el bar estrella de nuestro pueblo y este año... —Hace una pausa, pensativa— me toca vivir un verano loco, en la ciudad de las estrellas.

—Irónico pero cierto. Es increíble como cambia la vida de un momento a otro, chica.

—Sí... —Kelly suspira y se deja caer de espaldas sobre una de las camas—. Por cierto, espero que no te importe que me pille la cama al lado de la terraza, por si me entra calor de noche o me da por fumar de madrugada.

—No te preocupes, yo tengo más cerca el baño. Cada una tiene sus ventajas. —Le guiño el ojo y ella se ríe.

—¡Olvidaba que eres una meona!

—Y yo que tú necesitas una ventana que te libere de los calores de tus pervertidos pensamientos nocturnos, con tus dos chicos de nombres casi idénticos.

—Si voy a estar tres meses sin verlos, al menos tendré que imaginármelos. —Ella bufa y yo suelto una carcajada—. Pero para imaginármelos mejor, necesito unas cuantas copas encima. 

—Eso será difícil. Ya sabes que Jimmy nos ha comentado que nos quedemos en el hotel, hasta que él venga a recogernos por la tarde para ir a algún lugar.

—No me extraña que no se fíe de nosotras. Seguro que si salimos por ahí solas ahora mismo, acabamos perdidas y con toda la policía de la ciudad de Los Ángeles, buscándonos como presuntas desaparecidas.

—¡Estoy segura de eso! —Asiento repetidas veces con mi cabeza, mientras ambas reímos.

—Por eso, creo que deberíamos echarnos una cabezada, hasta que Jimmy nos venga a recoger luego. Aunque si te soy sincera, todo el cansancio que traía, se esfumó en cuanto entré por esa puerta. —Señala la puerta de entrada.

—Es que descubrir esta habitación ha sido de otro mundo. Sé que literalmente, acabamos de llegar y aún no hemos hecho nada de valor con nuestras vidas aquí, pero realmente me estoy dando cuenta de cuanto necesitaba un cambio de aires.

—¡Y yo! Adoro nuestro pueblo, pero está no está mal salir de la misma vida de siempre, aunque sea por un rato.

—Hablando de la vida de siempre. —Me acerco a mi bolso, el cual dejé de forma inconsciente sobre la encimera del mini-bar. Saco el teléfono y es entonces cuando me llega una avalancha de mensajes. Familiares, amigos y conocidos, todos preguntando si habíamos llegado bien.

—Por tu cara, imagino que debes tener muchos mensajes.

—Más de los que esperaba, si te soy sincera.

—Yo creo que le voy a contestar a mi madre y mucho es. No me interesa mucho lo que tenga que decir el resto de la gente.

—Haces bien, yo creo que con responder a todo esto, ya tengo suficiente tarea para el resto de la tarde.

Y efectivamente, mientras Kelly estrenó su cama, echando una larga siesta de 2 horas, yo me dediqué a responder a todos. Y justo cinco minutos después de acabar con eso, alguien pega a la puerta de la habitación.

—Uhm... —Kelly se frota los ojos—. ¿Quién es?

Curiosa, le echo un vistazo a la mirilla y la voz de Jimmy, suena detrás de la puerta.

—Chicas soy yo. Vengo a buscaros para ir a comer.

"¿A comer? ¿Tan pronto?"

Aprovecho para mirar la hora y veo que son las 2 de la tarde y me doy cuenta de que el tiempo ha pasado demasiado rápido desde que llegamos.

Al abrir, veo que Jimmy no está solo, sino con un hombre más alto y mayor que él.

—Hola —saludo sonriendo y Jimmy hace lo mismo.

—Buenas tardes, Eve. Mira, te presento a Denis Miracle. Él es el padre de Madison y Marlin y el gestor administrativo de Fame.

—¡Oh, encantada! —Extiendo mi mano y el hombre la estrecha, sonriendo.

—Igualmente, señorita. Tengo entendido que tú serás la nueva y próxima estrella de Fame.

—Estamos todos seguros de eso, Denis. —Jimmy asiente.

—Bueno... —murmuro yo, algo avergonzada— supongo que eso está por ver.

—¡Eso es un hecho! —exclama Kelly, quien ya se ha levantado, lavado la cara y aparece a mi lado en la puerta—. Encantada señor, yo soy Kelly Jones, mejor amiga y futura manager de Eve. —Ella bromea, haciendo que tanto Jimmy como el señor Denis se rían.

Después de las presentaciones, llega el turno de prepararnos un poco, ya que no es plan de salir con las pintas que traíamos del avión. Y después de 5 minutos, que Jimmy y el señor Denis pasaron esperándonos en recepción, por fin bajamos para ir a comer.

Y no es hasta que llegamos al restaurante y nos encontramos con todo el equipo de Fame que ya se encuentra aquí, que no soy consciente del todo, de la razón que tenía al reconocer que realmente necesitaba un cambio de aires.

Porque en el momento en el que Kelly y yo nos sentamos con todos ellos, me doy cuenta de que estoy rodeada de gente muy interesante con la que presiento que me puedo llegar a llevar muy bien.

Y eso me hace ver, que la aventura, solo acaba de comenzar.

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