Capítulo 5. Confesiones Inesperadas.
—¿Tú debes de ser Kelly?
Ni si quiera nos da tiempo de aparecer por el despacho de Jimmy, cuando nada más entrar por la puerta de la entrada principal de Fame, él parece estar esperándonos allí.
—¡La misma! —exclama ella tomando su mano a modo de saludo—. ¿Y usted debe de ser Jimmy?
—El mismo —responde Jimmy de igual manera—. Y por favor, trátame de tú. —Le guiña el ojo y luego me mira—. Eve. —Sonríe saludando y nos hace una señal para que le sigamos, justo antes de girarse para dirigirse al despacho.
Kelly me da una mirada rápida de alucine y sale corriendo tras él. Yo me río, negando con la cabeza y los sigo también.
—Bien. —Jimmy se sienta tras su silla. Kelly y yo tomamos asiento en las sillas frente a él, al otro lado de su escritorio. —Debo informaros de que el viaje es dentro de una semana y media. Concretamente el día 30 de junio.
—Esta bien saberlo. —Kelly bromea—. Aún tengo tiempo de convencer a mi madre para que me deje ir. —Ella dice de forma inocente, pero Jimmy pone cara confusa y yo le doy un fuerte codazo que trato que sea disimulado. Algo en lo que no tengo éxito.
—Lo que quiere decir es que su madre está un poco confusa, no se cree que de verdad su hija vaya a pasar el verano en Los Ángeles de Estados Unidos. —Trato de cambiar el rumbo de la historia, para que Jimmy no piense que no es seguro si Kelly vendrá a este viaje, cuando ya estamos aquí planificando como será. Eso sería muy poco profesional e inmaduro. Y no creo que esa sea una buena forma de empezar mi "carrera" en el mundo del modelaje.
Jimmy se ríe de forma tierna y Kelly suelta un suspiro, bastante parecido al del día anterior, cuando estuvo hablando con aquel chico del gym.
—Está bien chicas. Entiendo que todo esto sea un poco surreal para vuestros familiares. Es normal y entendible.
"Madre mía, ¿Pero de donde ha salido este hombre?"
Kelly sigue mirándolo embobada y yo no puedo evitar reír.
—¿Cuándo dices que será el viaje entonces? ¿El día 30?
—¡Exacto! —Él nos pasa un par de hojas a cada una y luego se levanta—. El jueves 30 de junio a las 7:00 a.m.
Jimmy se acerca a una pizarra blanca, que hasta ese entonces no había notado que estaba ahí. Coge un rotulador rojo y redondea ese mismo día, apuntado ya con anterioridad en la pizarra con otro rotulador negro.
—En las hojas que os acabo de pasar, está toda la información. Pero no está de más que os informe ahora y tampoco que les echéis un vistazo cuando salgáis de aquí o esteis tranquilamente en vuestras casas.
—Entiendo... —murmuro, echándole un vistazo a una de las hojas, llenas de mapas de la ciudad de Los Ángeles, con algunos puntos marcados como referencias de lugares en los que estaremos con más y menos frecuencia, así como la planificación de los días, durante las primeras semanas allí, la localización del hotel en el que nos alojaremos, etc.
—¿El hotel es muy caro? —pregunta Kelly, mirando la segunda hoja con cara preocupada.
—Me temo que los gastos de hotel y comida, así como el resto de prioridades necesarias para sobrevivir, no es algo de lo que debáis preocuparos. Absolutamente todos los gastos de estos meses en Los Ángeles, corren a cuenta de la agencia Fame.
Kelly me mira con los ojos bien abiertos, alucinando y yo me río porque debo estar igual que ella. Cuando volvemos a mirar a Jimmy, él está escribiendo algo en la pizarra.
—Para no atosigaros mucho, os voy a explicar el itinerario de la primera semana allí. El cual consistirá en reuniones con agentes de la marca de colonia y algunas sesiones de fotos de prueba. Principalmente queremos que el encargado de todo ello sea Marlin, quien es el fotógrafo de la agencia que nos acompañará en todo momento, pero en ocasiones, no será solo él quien te acompañe en las sesiones. También pasaras algún tiempo con Madison y su gran grupo de modistas, que serán los encargados de realizar los looks para cada sesión.
Yo solo me estaba dedicando a escuchar cada palabra, para que no se me pasara nada. Después revisaba que todo lo que Jimmy decía estuviera inscrito en las hojas de papel, para que no se me olvidara nada.
—Lo último que me queda por comentaros, es que pasadas las primeras semanas, os llegaran hojas semanales con los itinerarios actualizados. Y ya para finalizar, me solo me queda disculparme por toda esta charla, que os debe haber dejado bien aburridas. —bromea, haciendo que Kelly y yo nos riamos.
—Para nada, esta bien saber lo que una tiene que hacer. —responde Kelly.
—Me alegra saberlo. —Él asiente—. ¿Tenéis alguna pregunta?
—Yo tengo una. —No dudo en decir—. Pero no tiene nada que ver con el viaje.
Más bien es algo que me llevo preguntando desde el primer momento en el que decidió ponerse en contacto conmigo para esto.
—Tú dirás. —Me da la palabra, sentándose en el borde del escritorio y cruzándose de brazos.
—¿Por qué yo? Quiero decir... tengo entendido que hay unas cuentas agencias Fame repartidas por el país. ¿Es que no había ninguna otra chica mejor en el resto de agencias, que pudiera hacerlo?
—Oh, Eve... —Kelly sopletea, indignada, llevándose una mano a su cara.
—O en esta agencia, mismamente. Debe de haber un montón de modelos geniales en cada una de las agencias.
Jimmy se ríe. —Tienes toda la razón, Eve. —Asiente con su cabeza—. En cada una de las agencias Fame que hay repartidas por Inglaterra, hay muchísimas chicas y chicos realmente buenos en esto. Y no es que ninguno de ellos sea lo suficientemente bueno, al contrario, todos son buenos a su manera. De hecho, no creo que haya nadie superior a nadie, así como creo que no hay nadie inferior a otra persona.
—¿Entonces? ¿Cuáles han sido las decisiones que se han ido tomando, hasta llegar hasta mi?
—Veras, el resto de agencias Fame, son llevadas por muchísimas personas. Yo estoy al mando de todas ellas, pero no puedo dividirme. Donde más tiempo paso, es en esta. ¿El motivo? Soy muy apegado a mi pueblo y a mis raíces. Yo nací en el pueblo de Rye y aquí, en esta agencia, es donde se encuentra Madison, nuestra modista, y donde se encuentra Marlin, nuestro fotógrafo. No me malinterpretéis, también hay modistas y fotógrafos buenísimos en el resto de agencias, pero Madison y Marlin son una parte de mi, ya que son ellos, con quien llevo planteando este proyecto desde que los tres éramos simples adolescentes que solo soñaban con un proyecto en común. Y creedme, el hecho de que sean hermanos, solo hace que forme el mejor de los equipos.
—Wow, es una bonita historia. —Kelly sonríe.
—Es por eso, que para esta primera campaña a lo grande, tan importante, los necesito a ellos. Y por todo esto que os he contado, es por lo que quería que fuera uno de los modelos de Rye quien realizara esta campaña. Pero he tenido muchos problemas con ellos, ya que o no querían adentrarse en un proyecto así de importante por miedo a no hacerlo del todo bien o tenían otras obligaciones, o simplemente eran menores de edad y sus padres no querían dejarlos volar.
—Es una suerte entonces que hayas encontrado a Eve, ¿No crees, Jimmy?
Siento mis mejillas sonrojarse un poco, aunque no entiendo porque.
Jimmy sonríe y asiente.
—Ha sido una suerte maravillosa.
Cuando salimos de allí, siento que esto es cada vez más real. Pero a pesar de que lo estoy viviendo todo como si lo viera desde fuera, todavía tengo una semana y media para asimilar que esto pasará de verdad, que no son imaginaciones mías.
—Joder, ¿Sabes como me imagino yo este viaje?
—¿Cómo?
—Pues siento que estos tres meses tú y yo vamos a ser como un matrimonio.
Yo comienzo a reír a carcajadas, ante esa loca afirmación de mi amiga.
—¿Por qué piensas eso?
—Bueno, vamos a compartir habitación de hotel durante todo el verano. Y me imagino la convivencia como algo parecida al matrimonio. Tú llegarás todos los días después de trabajar en duras sesiones de fotos que te dejarán exhausta. Y mientras, yo te esperaré en el jacuzzi de la habitación, con un Martini bien cargado y recién preparado.
Yo no puedo dejar de reír y Kelly sigue con sus locuras.
—¡Admítelo! Jamás imaginaste tener una esposa tan maravillosa como yo.
—Tienes toda la razón, —reconozco al final. —pero me gusta el Cosmopolitan más que el Martini.
—Anotado queda.
Cuando llegamos a la cafetería del centro comercial, vemos a Adam saludar desde la mesa en la que siempre nos sentamos los tres.
—¡Hey, chicas!
—¡Disimula! —Kelly susurra en tono burlón—. ¡Que no se de cuenta de que lo vas a sustituir por mi!
Yo vuelvo a reírme y cuando llegamos a la mesa, tengo que limpiar una lágrima de la risa, que se ha medio escapado de mi ojo y caído por mi mejilla.
—¿Cómo ha ido la reunión? —pregunta Adam y yo me inclino sobre él para darle un beso rápido.
—Pensaba que te daban igual estas cosas. —digo, recordando que no le hizo mucha gracia, cuando se enteró de todo esto.
—No me da igual, simplemente... ya sabes, me preocupa que vayas a irte a vivir tan lejos.
—Solo será durante el verano, Adam. Deja de dramatizar. —Kelly se ríe.
—Bueno, perdona que me preocupe por que no vaya a ver a mi novia durante unos meses en los que se va a ir lejos. —Adam dice de forma irónica y Kelly rueda los ojos.
—Pues a ver como reaccionas cuando te enteres de que durante estos meses te va a cambiar por mi. —Kelly mete cizaña bebe del batido que le acaban de servir. Yo niego con la cabeza, soltando una risa sutil y Adam pone cara confusa, pero no le toma importancia.
Los tres pasamos un rato charlando sobre cuando será el viaje y algunos detalles más referentes a eso, cuando pasado un rato, Kelly propone algo.
—¿Sois conscientes de que no tengo ni idea de que hacer durante todo el verano sin vosotras? —Adam dice riéndose—. Prácticamente no paso un día sin veros a ninguna de las dos.
—Somos conscientes de cuanto nos echaras de menos cuando no estemos. —Kelly bromea, riendo también—. Pero tienes más amigos, Adam.
—Eso mismo, —le doy la razón a Kelly— puedes aprovechar para quedar con ellos. ¿Cuánto tiempo hace que no quedas con Matt? Él es tu mejor amigo de toda la vida.
—Desde que Matt está saliendo con la chica esa que conoció hace unos meses en la universidad, no hay forma de que me coja el teléfono.
—¿Cuánto tiempo hace que no le llamas? —pregunta Kelly.
—Desde que me cansé de intentarlo. ¿Por qué lo preguntas?
—Porque esa chica dejó a Matt hace dos meses.
—¿Y tú como sabes eso? —digo yo, alucinada de que ella lo sepa y Adam no.
—Porque me líe con él hace unas semanas. Nos encontramos en la parada del bus. Él estaba depre, yo estaba animada y... surgió. —Kelly se encoge de hombros y yo empiezo a reír ante su afirmación, pero también ante la cara de asombro de Adam.
—Le llamaré esta misma noche. Tal vez quiera salir a tomar algo por ahí uno de estos días.
—Prométeme que este verano vas a salir a disfrutar como no lo has hecho antes. —Agarro sus manos sobre la mesa—. Quiero que aproveches mi ausencia para pasártelo bien con tus amigos, ¿De acuerdo?
Él suspira, sus ojos sobre los míos. —Lo intentaré.
—Hablando de salir por ahí... —Kelly dice, mirando su batido, mientras lo remueve con el sorbete— ¿Qué os parece si aprovechamos para salir de fiesta esta noche? Llamamos a algunos amigos y salimos a tomar unas copas. Es sábado, el curso acaba la semana que viene y la siguiente Eve y yo nos vamos. No sé, ¿Suena buen plan? —pregunta animada.
Yo asiento con la cabeza. —A mi me gusta la idea.
—¿A qué hora nos vemos luego? —Adam pregunta, mirándonos animado.
—Vale, veo el plan así. —Kelly comienza a planificar—. Vamos a comer los tres. Eve, tú te vienes conmigo a mi casa para que nos preparemos juntas y avisamos a algunas amigas. Adam, tú avisa a tus amigos y a las 9:00 p.m vienes a recogernos.
—Está bien, como usted mande, jefa. —Adam dice, antes de levantarse para ir a pagar.
—¡Hey, espera! Veo tus intenciones. —Me levanto también, para ir a pagar con él, pero Kelly me agarra el brazo y tira de mi hasta volver a sentarme.
—¡Déjalo! Es un caballero.
—Eres una aprovechada. —Le pico y ella se ríe.
—No lo niego.
Al final, tal y como Kelly planeó, fuimos a comer los tres y luego a casa de ella para prepararnos y avisar a nuestras amigas, pero ellas estaban ocupadas con trabajos finales, novios tóxicos o simplemente no tenían ganas de salir. Así que tuvimos que conformarnos con ser nosotras dos y esperar que Adam tuviera más suerte con sus amigos.
—Maldita sea y yo que pensaba que esto sería buena idea.
—Que la gente esté ocupada con sus respectivas vidas y no tenga tiempo de salir, no quiere decir que tu plan sea mala idea.
—¿Y qué me dices de Marta? ¡Que no tiene ganas de salir! Pero será amargada...
—Tiene un hermano recién nacido al que cuidar. Si a eso le sumamos la universidad, no me extraña que no tenga ánimos de salir por la noche.
—Lo que tú digas, Eve.
—¡Hey! No me des la razón como a los tontos.
—¿Es que acaso ya vamos a empezar a actuar como un matrimonio?
Yo me encojo de hombros.
—Quizás sea culpa de que ya para empezar, quieres que me quede esta noche a dormir aquí, para hacernos a la idea de como serán lo próximos meses. ¡Cómo si nunca hubiéramos dormido juntas!
Kelly suspira y se deja caer sobre su cama.
—Tienes razón, es culpa mía.
—¡Deja de darme la razón y levántate! Esos labios rojos tienen trabajo esta noche.
—Espero que Adam convenza a Matt de venir. Besa bastante bien y tiene unos labios que... —se muerde los suyos de forma inconsciente, antes de acabar la frase— uff... son tan suaves.
Yo no puedo evitar reír. Entonces, miro la hora y veo que son casi las nueve.
—Anda levanta, Adam debe de estar al llegar.
Y efectivamente, no tardó mucho en hacerlo y tal y como Kelly deseaba, pudo convencer a Matt de venir, pero fue el único con el que tuvo suerte.
—¿Y los demás? —pregunta Kelly, indignada.
—Alexander está de viaje, Nicholas tiene cena con su novia, Andrew tiene un examen jodido el lunes... —Adam comienza a enumerar— Richard tiene clases particulares...
—¿Un sábado? —pregunto yo, riendo de forma irónica.
—Es mentira, —Matt nos confirma— solo está picado conmigo desde que me pilló besando a su ex... cuando todavía era su novia.
—Que gente más descarada. —Kelly reconoce.
—Lo sé, es obvio que nadie creería su trolla sobre las clases particulares un sábado. —Matt bufa, pero Kelly se le queda mirando.
—Lo decía por ti.
—Ah, pues sí, también. —Él se encoge de hombros.
Los cuatro nos ponemos en marcha, hasta llegar a la única discoteca del pueblo. Allí bebemos, bailamos y no reímos con las tonterías de Matt y Kelly, quienes se escapan de vez en cuando a liarse por ahí, mientras Adam y yo aprovechamos nuestro espacio a solas y acabamos besándonos con toda la pasión incontenible, en el cuarto de baño de chicas de la discoteca.
—Espero que no entre nadie —dice él, besando mi cuello, mientras me agarra por las caderas y me sube en los lavabos, hasta que quedo sentada en ellos. Adam se mete entre medio de mis piernas y yo suelto un gemido ahogado, ante la sensación de besos en mi cuello, que van bajando hasta mi escote.
—¿Estás seguro de esto? Aquí puede interrumpirnos cualquiera.
—Nunca imaginé que nuestra primera vez pudiera ser en un baño de discoteca, pero ya me da igual donde sea, mientras sea contigo. —Él susurra antes de besarme de nuevo y apretar su agarre en mis caderas.
Eso me hace gemir de nuevo por el tacto de sus manos y el roce de lo que hay bajo su pantalón y subo mi vestido, pero él no deja de besarme, así que rodeo su cuello con mis brazos y cuando estoy a punto de separarme para hacer algo, él habla.
Y lo siguiente que sale de su boca, me deja en estado de shock.
—Cásate conmigo. —dice entre besos húmedos, pero con voz firme.
Yo me quedo un momento paralizada, pero a los pocos segundos, río sobre sus labios y le beso de nuevo. —Creo que has bebido demasiado.
—No, no, no. —Él se separa, pero sin dejar de agarrar mi cintura—. Lo digo en serio, Eve. Cásate conmigo por favor.
—Adam... somos muy jóvenes, no digas tonterías.
—Sé que somos jóvenes y me da igual. Yo quiero estar siempre contigo, Eve. Y tú vas a irte fuera durante todo el verano y vas a conocer gente, vas a salir de tu zona de confort y vas ha hacer grandes cosas. Y tal vez, cuando vuelvas te des cuenta de que tus planes de futuro han cambiado y no quieres pasar el resto de tu vida conmigo en este pueblo.
—Adam, este pueblo forma parte de mi y lo hará siempre. Y tú eres mi novio desde hace más tiempo del que puedo recordar. ¿De verdad crees, que por un verano pienso darle la patada a todo lo que ha sido mi vida hasta ahora?
—No lo sé, Eve... por eso necesito hacer esto. Necesito que me digas que sí, necesito una confirmación de que lo nuestro es sólido y podrá resistir a la distancia.
—Solo serán tres meses. Eso pasará volando, estoy segura de ello.
—Para mi tres meses sin ti, no creo que pasen volando...
Él se queda mirándome, esperando una respuesta y yo no sé que decir, pero de un momento a otro, reacciono y veo que esto, como todo lo demás, no es jodido sueño. No lo es. Esto está pasando de verdad.
"¿Mi novio de toda la vida me está pidiendo matrimonio de la forma más inesperada posible?"
Probablemente.
Y sus ojos están cristalizados y son tan preciosos y están llenos de tantas emociones, que simplemente me dejo llevar por las mías del momento.
—Sí.
Adam ladea la cabeza.
—Sí, casémonos.
Una parte de mi ni si quiera está segura de controlar esto que estoy diciendo, pero otra me dice que Adam es la persona indicada para mi. Después de todo, llevo muchos años con él y la emoción de lo que está pasando, llega a mi cuerpo de un momento a otro, cuando soy realmente consciente de que le he dicho que sí.
—¡Sí, joder, casémonos!"
Adam sonríe y me abraza con fuerza. Creo que ni si quiera fue capaz de aguantar la lágrima que escapó de sus mejillas.
De repente, nuestro momento calenturiento se ha convertido en uno emotivo y en lugar de acabar lo que habíamos empezado, Adam me agarra para bajarme de los lavabos, baja mi vestido y toma mi mano para salir de los baños.
—¡Tenemos que contárselo a todos!
Y con todos, se refería a todos, literalmente.
Fuimos a mi casa primero, donde para hacerlo oficial, se lo contamos a mis padres y hermanos.
Y justo en momento en el que me vi en casa, brindando con mis padres, mi novio (ahora prometido) y mis hermanos pequeños brindando con zumo de piña colada, fue cuando realmente el alcohol de la discoteca desapareció por completo de mi cuerpo y me hizo ver la realidad de absolutamente todo.
No solo me voy a pasar el verano en Los Ángeles trabajando como modelo, no.
Ahora también me voy a casar.
Y todo esto, es real, no me lo estoy imaginando.
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