Capítulo 17. Vamos a bailar.

—¡Estoy lista! —exclama Kelly saliendo del cuarto de baño—. ¿Cómo estoy? ¿Estoy bien? ¿Diva, magnífica y empoderada? ¿O por el contrario me he pasado con el maquillaje y parezco una bruja de esas malas de las películas?

Yo no puedo evitar reír.

—Vas perfecta, pero eso no importa ¿y sabes por qué?

—Ajá, sorpréndeme.

—Porque a Zeta le va a dar exactamente igual como vayas. Él solo quiere verte y estar contigo. Y cuando pase un rato probablemente también querrá abrazarte y besarte...

—Ojalá tengas razón... —dice en un murmuro y se lleva ambas manos a la boca—. Ay, Dios, Eve, ¡me va a explotar el corazón solo de pensarlo! Mira. —Agarra mi mano y la coloca sobre su pecho.

—¡Joder! Pero que velocidad, Kelly. Tienes que relajarte o te va a dar algo.

—¡Ya me va a dar algo! ¡Voy a tener una cita con Zeta!

—Esta bien, es verdad que tienes todo el derecho del mundo de estar nerviosa.

—Solo hay una cosa que me resulta un poco extraña... —Yo la miro, esperando a que responda—. Sí según tú, Zeta quiere quedar conmigo porque quiere abrazarme y besarme y todas esas cosas que pasan después cuando la cosa se calienta... —Ella me mira con los ojos entrecerrados antes de acabar su frase—. ¿Por qué te cuesta tanto creer que a Zack le pasa exactamente lo mismo contigo?

Y ya estamos otra vez...

—Kelly, no sé si eres del todo consciente de que hay una cosa que marca una pequeña diferencia entre ellos dos. —Ella alza una ceja, esperando mi respuesta y yo ruedo los ojos—. Zeta está soltero y Zack está saliendo con Valeria.

—Ahh, eso...  —murmura y luego ladea la cabeza—. ¿Pero eso que tiene que ver?

Yo me río de nuevo, sorprendida.

—¿Es que no es obvio?

—¿Debería serlo? El hecho de que esté saliendo con ella no le impide fijarse en otras chicas. O si no mírate a ti. Llevas con Adam unos cuantos años y aún así te mueres por Zack.

Me quedo callada porque es cierto. En eso Kelly tiene toda la razón. Pero que me pase a mí no quiere decir que tenga que pasarle a todo el mundo, incluido él, quien ha llegado esta mañana a Thousand Sunny montado en moto como si de una película romántica se tratara.

—¿Qué hora es? —digo con la excusa de cambiar de tema o de librarme de una vez de ella. Lo que acabe pasando primero, bueno será—. ¡Uy! ¡Pero que tarde es ya! Deberías irte.

—Estás deseando que lo haga, ¿no es así? 

—¡Para nada! —exclamo—. Pero vamos, que eres tú la que va a llegar tarde a su cita con Zeta...

—¡Está bien! —Rueda los ojos—. Me voy, pero ¿tú que vas a hacer aquí sola?

—Tenía pensado leer algunas revistas y hacer llamadas a la familia, a Adam y a Amber y Judy.

—Echo tanto de menos a Amber y Judy... —suspira—, dale recuerdos a nuestras queridas amiga de mi parte. Y también a Adam, por su puesto. Y a Jessie y a tus padres.

—Lo haré, lo haré... —respondo, arrastrándola hacia la puerta.

—Deséame suerte.

—¡Mucha suerte, querida! 

Kelly se marcha y por fin siento que puedo respirar tranquila.

Después de leer algunas revistas que tenía pendientes, empiezo con mis llamadas previstas. Primero llamo a mis amigas Amber y Judy. Luego hablo con mis padres, con el pequeño George y finalmente con mi hermana Jessie. Y con esta última intento alargar la conversación lo máximo posible porque me da miedo llamar a Adam y darme cuenta de que él nota mis dudas y nervios con respecto a mis sentimientos.

—¡Tienes que conseguirme un autógrafo de Zack! —dice Jessie y yo me río.

—Pero si a ti no te gusta The Last Wish.

—No es que no me gusten. Que no escuche su música no quiere decir que no me parezcan guapísimos. Incluso esas dos chicas me hacen replantearme mi sexualidad.

—No es de extrañar. Tendrías que verlos en persona. No parecen reales. Son tan perfectos y simpáticos que realmente parecen de película.

—Maldita seas. No sabes la envidia que me das —refunfuña y yo vuelvo a reír.

—Incluso yo me doy envidia a mí misma.

—Como sea. Tú consígueme autógrafos de todos los famosos con los que te encuentres o no volveré a hablarte en la vida —bromea y se ríe.

—Eso no te lo crees ni tú.

—Es verdad pero aún así hazlo.

—Lo intenta... 

No acabo de hablar cuando escucho golpecitos tras la puerta de la habitación. 

—Tengo que dejarte, creo que Kelly ha vuelto ya.

—Okay. Ya hablamos otro día. Te quierooo.

—Igualmente. —Me río—. ¡Adiós! —digo antes de colgar.

Miro la hora y me doy cuenta de que realmente no ha pasado tanto tiempo desde que Kelly se fue. ¿Tan poco ha durado su cita con Zeta?

No, no puede ser. Kelly tiene llaves de la habitación y eso me hace darme cuenta de que no es ella quien está detrás de esa puerta.

Pienso que tal vez es alguien del hotel así que me levanto para abrir.

—¿¡Zack!? —exclamo abriendo mis ojos por la sorpresa.

No puede ser, ¿pero qué hace aquí?

—Eve —responde él, sonriendo.

Y yo, nerviosa y con el pecho a punto de explotar, cierro la puerta de un portazo y me voy corriendo al baño a peinarme. Lo último que quiero es que a Zack se le quede grabada en la cabeza una imagen mía toda despelucada

Y una vez delante del espejo, me doy cuenta de algo. Y es que lo más probable es que después de eso él se ha espantado. Seguramente piensa que soy una maldita rara y se le han quitado las ganas de seguir perdiendo el tiempo conmigo.

Estúpida, Eve, ¿pero por qué eres así? 

Doy vueltas por la habitación pensando en si volver a abrir esa puerta o no. Tengo miedo de hacerlo y darme cuenta de que él se ha marchado.

Pero de nuevo, escucho unos toquecitos en la puerta que me hacen acercarme lentamente a la puerta.

—¿Eve? —Le escucho reír y siento mi corazón pegando botes de alegría—. ¿Sigues ahí?

—Sí... —respondo nerviosa y abro la puerta, avergonzada y probablemente con las mejillas sonrojadas.

—¿Te has peinado? —pregunta él, señalando mi cabeza.

—No... —niego—. Solo... solo me han dado ganas de hacer pis.

Deja de mentirle, deja de mentirle...

Zack no dice nada, pero una sonrisa ladeada en sus labios y esa mirada profunda, me hacen darme cuenta de algo.

Me ha pillado. Estoy completamente segura de que me ha pillado la mentira.

—La emoción de verme, ¿quizás? —bromea y yo me río.

—Tal vez —respondo—. Y... —carraspeo nerviosa—. ¿Qué haces aquí? ¿Quieres pasar?

—La verdad es que... —Sonríe—. Venía a invitarte a algo. 

Yo ladeo la cabeza.

—¿Invitarme a algo? 

—Sí. —Él sonríe—. Pensaba que estabas ocupada, ya que no me respondiste al mensaje de esta mañana. Pero luego he pensado eso de «el que no arriesga no gana» y aquí estoy. Y al parecer he hecho bien en arriesgarme.

Mi corazón está a punto de explotar, porque no me puedo creer que él realmente esté empeñado en salir conmigo esta noche a pesar de haberle ignorado el mensaje. Le miro y suspiro. Intentar mantener mis sentimientos a raya va a estar difícil, pero está claro que no puedo resistirme a salir con él.

—¿Y a dónde vamos?

—Hay una fiesta de los años '80 en el Moonlight. Es una fiesta privada y también se celebra un concurso de baile allí esta noche. He conseguido dos entradas y quería invitarte a venir conmigo. 

—¿Dos entradas? —digo sorprendida—. Y... ¿Cómo es que no vas con Valeria?

—¿Valeria? —Se ríe—. No, ella ha salido a patinar por la ciudad con unos amigos. Unos antiguos compañeros de teatro.

—Entiendo...

—¿Entonces? —Él me mira y me dedica una sonrisa ladeada—. ¿Te apetece venir conmigo?

—Pero... tengo que arreglarme. No sé que ropa puede servirme para una fiesta ochentera.

Miro mi ropa y me doy cuenta de que no llevo ropa adecuada para ir a ningún lugar decente. Entonces le observo a él y veo que lleva un pantalón negro y de cuero. Una camisa estampada y una chaqueta repleta de brillantina negra.

—Mi hermana tiene un pantalón de campana con lentejuelas de brillos rosas y un top a juego que creo que te pueden venir estupendamente para la fiesta.

Eso me sorprende.

¿Es que acaso venía ya con la intención de dejarme el conjunto ochentero de su hermana? ¿Habrá hablado ya con Luna sobre eso?

—Está bien. Pero ¿no vamos a llegar tarde si tenemos que ir a buscar a tu hermana?

—No realmente. Bueno, para dejarte la ropa de Luna tendríamos que ir hasta la casa de lo alto de la colina. Todavía son las 10:10 y la fiesta no comienza hasta las 12:00, así que con un poco de suerte nos dará tiempo a llegar para ver el concurso de baile.

Puedo ver como lo tiene todo planificado y eso me hace sonreír. Y por un momento, me planteo que la teoría de Kelly pueda ser real.

¿Y si ella tiene razón? ¿Y si todo esto lo está haciendo porque es verdad que le gusto?

«Eso es una locura». Me respondo a mí misma antes de comenzar a hacerme ilusiones porque eso es justo lo que llevo evitando hacer durante todo el día. 

Pero eso no impide que mis ganas de quedarme toda la noche sola en la habitación de hotel le ganen a las de salir de fiesta con un súper conjunto, brillante y ochentero.

—Vamos a esa fiesta —digo decidida y con una sonrisa de emoción.

Zack y yo vamos en su coche nuevo hasta la preciosa casa que está apartada de todo y pasada la colina. Una vez allí, él me deja en la sala y pocos segundos después aparece con la ropa de su hermana. Me quedo embobada viendo el precioso conjunto repleto de brillos rosas y no puedo evitar las ganas de verme con él puesto.

—Aquí tienes. Esta noche es todo tuyo. —Zack me lo pasa y yo sigo sin poder quitarle la vista de encima a la perfecta y preciosa ropa colgada sobre una percha—. Puedes cambiarte en la habitación del fondo del pasillo.

Ah, ya. La que era su antigua habitación.

Asiento y me dirijo hasta el antiguo cuarto de Zack. Veo que todo está exactamente igual que el día anterior, lo que no es de extrañar teniendo en cuanta que ya no viven aquí.

Dirijo mi vista hacia la mesa del escritorio, específicamente hacia un reloj digital que marca la hora cambiando de color. Veo que son justo las 10:57 y me doy cuenta de que tengo que darme prisa si queremos llegar a tiempo a la fiesta.

Cuando estoy lista saco el neceser de maquillaje que he traído conmigo y frente al espejo de cuerpo entero de la habitación de Zack, me maquillo los ojos al estilo de los '80 con colores que combinan con la ropa. Un poco de sombra rosa, un poco de sombra morada para combinar y finalmente un delineado de gato de color negro. Un poco de colorete y para terminar brillo de labios potente con olor a fresas. 

Aprovecho que mi pelo está algo ondulado y decido dejarlo tal cual, solo agarro algunos ganchillos del neceser para sujetarlo por detrás al estilo ochentero.

Me quedo mirándome en el espejo de cuerpo entero y no puedo creer llevar tanto brillo y estilo con un simple conjunto de pantalón de campana y un top a juego. El estilo de los años '80 es algo que siempre me ha encantado y no podía rechazar la oportunidad de ir a una fiesta como esta. Y si es con Zack ya... mucho mejor.

Perdida en mis pensamientos me doy cuenta de que me he quedado mirando la cama de Zack a mis espaldas, la cual se refleja en el espejo. Ahí ha dormido él durante muchas noches y me pregunto si olerá a él...

¡Eve, por favor! Eso es muy psicópata de tu parte.

Soy consciente de lo raro que ha sonado eso en mi mente y agito la cabeza. Pero de forma inevitable eso me lleva a pensar en como será dormir con él... debe ser algo reconfortante y tranquilizador. Y solo de imaginarlo, un escalofrío recorre mi cuerpo de arriba a abajo.

—¿Eve? —Zack toca a la puerta de la habitación—. ¿Estás lista ya?

Vuelvo a dirigir mi vista al reloj y veo que son las 11:15.

Espero que nos de tiempo a llegar.

Cuando abro la puerta, me encuentro con sus ojos mirándome fijamente.

—Wow —murmura, sin apartar su vista de mí—. Wow... —dice nuevamente y yo me río. Noto mis manos sudorosas por culpa de los nervios y miles de mariposas igual de nerviosas que yo revolotean por todo mi cuerpo ante su reacción.

—¿Vamos? —pregunto y es entonces cuando él reacciona.

—Sí, vamos —Asiente y me ofrece su brazo para sujetarlo. Y eso hago hasta que los dos llegamos de nuevo a su coche.

En el camino de vuelta, Zack aprovecha para poner la radio y buscar música ochentera para ir haciéndonos con el ambiente que nos vamos a encontrar una vez que lleguemos al Moonlight. Escuchamos I Want To Break Free de Queen. También Ni Tú Ni Nadie de Alaska y Dinarama. Y tras escuchar Rasputin de Boney M, comienza a sonar una de las canciones de The Last Wish y eso hace que yo suelte un pequeño grito de emoción y Zack  una suave carcajada.

Los dos cantamos juntos la canción Luz De Luna a todo pulmón mientras Zack conduce por la ciudad y siento como si estuviera viviendo un sueño, porque realmente estoy viviendo un sueño. Algo que ha pasado por mi mente tantas veces y que ahora está pasando de verdad. 

Cantar con Zack acelera mi corazón y hace que la conexión que siento con él aumente y se haga más real. Puedo presentir como los dos tenemos una energía potente e imparable y cuando llegamos al Moonlight, es como si los minutos no hubieran pasado. Como si hubiéramos viajado en el tiempo y el llegar allí solo hubiera sido cuestión de segundos.

Luces de colores brillan y saltan a través de las ventanas del local y la música suena potente desde fuera.

Zack y yo entramos para contemplar el ambiente festivo. Gente bailando bajo las brillantes luces que se reflejan en la bola de discoteca que gira en mitad del bar de copas del centro de la ciudad.

Lawrence, el dueño del Moonlight, baila en el centro del escenario vestido de Elvis con unas tarjetas en su mano y el micrófono delante para comenzar a hablar en cualquier momento.

—¡Esto está de lo más animado! —digo riendo en voz alta para que Zack pueda escuchar lo que digo por encima de la música.

—Y que lo digas —responde él—. El Moonlight es el mejor lugar de toda la ciudad de Los Ángeles.

—Estoy completamente segura de eso en este momento. —Me río

La gente sigue bailando y cuando la canción acaba y no suena la siguiente, la gente comienza a abuchear hasta que Lawrence habla.

—¡Buenas noches, amigos y amigas! —exclama a través del micrófono el elegante hombre de bigote y pelo repeinado con gomina. Y eso anima de nuevo a la multitud que comienza a vitorear—. Bueno, sé que Elvis ya estaba un poco pasado de moda en los años '80, amigos, pero ¿qué puedo decir? Me sienta de maravilla —se alaga a sí mismo mientras se pasa una pano por el pelo y todos comienzan a reír.

—¡Pibón! —exclama alguien desde la pista de baile.

—¡Tío bueno! —dice alguien más.

—¡Cásate conmigo, rey! —dice otra voz que hace reír de nuevo a todos, incluido el propio Lawrence.

—Calma, calma, tranquilos, queridos —dice riendo—. Esta noche, me subo por primera vez aquí arriba para daros a todos y todas una acogedora bienvenida a la fiesta de época que se celebra anualmente entre estas cuatro paredes. También me gustaría agradeceros que estéis aquí para presenciar el séptimo concurso de baile que se celebra aquí, en el Moonlight. —La gente comienza a aplaudir y vitorear y Lawrence sonríe y continúa hablando—. Como ya podréis haber imaginado, la temática del concurso es la danza pop de los años '80. El objetivo consiste en crear un baile en pareja que nos deje a todos con la boca abierta. Lo alto que sean los aplausos y vitoreos del público contarán más o menos puntos que irán sumándose en la pizarra al lado de vuestros nombres para sumarlos a la final. Luego, al acabar todas las sesiones de baile, los que quieran, que no hayan participado en el concurso, podrán subir a votar por sus favoritos en esta pizarra que tengo a mis espaldas. —Señala la pizarra con su dedo pulgar y continúa—. Dicho y aclarado todo esto, es hora de que las parejas que quieran participar, formen una fila ordenada para apuntarse en la pizarra. Ahora sí, ¡que comience la fiesta y buena suerte a todos los participantes del concurso!

Gritos y aplausos resuenan por el local mientras algunas parejas forman cola para subir al escenario y poder inscribirse en el concurso.

—¿Te apetece presentarte al concurso? —pregunta Zack, pillándome desprevenida. Y solo de imaginarme bailando con él, mis manos comienzan a sudar y no quiero que él tenga que darse cuenta de eso.

—Bueno... la verdad es que bailar no es lo mío —respondo de forma tímida.

—¿No te gusta bailar?

—No es que no me guste. De pequeña hice ballet, pero aún así el baile no es algo que sienta que ¿sea lo mío?

—Oh, lo entiendo. ¿No termina de llenarte?

—Algo así... Sin embargo a Kelly... —Dejo de hablar cuando un vestido blanco y ajustado con estampado de rayas de colores llama mi atención sobre el escenario—. ¿Kelly?

Zack se ríe.

—¿Qué hacen esos dos ahí? —Señala a Kelly y Zeta, quienes parecen estar inscribiéndose en el concurso de baile—. Jamás pensé ver a mi querido mejor amigo haciendo algo como esto. Zeta odia bailar. Está claro que tu amiga Kelly le gusta bastante.

«Sí según tú, Zeta quiere quedar conmigo porque quiere abrazarme y besarme y todas esas cosas que pasan después cuando la cosa se calienta... ¿Por qué te cuesta tanto creer que a Zack le pasa exactamente lo mismo contigo?» —Las palabras de Kelly antes de marcharse aparecen en mi cabeza de forma fugaz. Y eso me lleva a preguntarle:

—¿Eso crees? 

Él me mira y responde:

—No lo creo. Estoy seguro. 

«El hecho de que esté saliendo con ella no le impide fijarse en otras chicas» —recuerdo. 

Me permito preguntarme a mí misma por un momento «¿Será que es posible que a Zack le pase lo mismo conmigo?». Pero de repente mi lado coherente sale a la luz para responder:  «No. Está claro que Zeta está por Kelly y yo me alegro extremadamente por ella, pero eso no tiene nada que ver con Zack ni con lo que él pueda llegar a sentir por mí, independientemente de que Valeria esté de por medio o no».

Mis pensamientos ni si quiera me han hecho ver que Zack y yo hemos avanzado hasta la barra del bar y él se encuentra pidiendo un par de copas para luego pasarme una. Luego nos sentamos en una parte del local que está llena de elegantes sofás y mesitas para colocar las bebidas. Cuando nos sentamos, Lawrence habla de nuevo por el micrófono.

—¡Amigos y amigas, me complace anunciaros que ya tenemos a los participantes del concurso de baile! Son 5 parejas encantadoras y que voy a comenzar a nombrar para que los podamos ir conociéndolos. Para empezar, ¡que suban al escenario Keyla y Román! 

Una chica de cabellos rubios recogidos en un moño y un vestido completamente dorado, aparece en el escenario junto a un chico con barba y sonrisa encantadora.

—A continuación tenemos a ¡Valkyria y Sebastian! ¡Arriba, chicos!

La siguiente pareja sube también al escenario y con ellos arriba, Lawrence presente a los siguientes.

—Ahora vamos con ¡Kelly y Zeta! ¡Vamos, vamos, arriba!

Kelly y Zeta suben junto al resto. La gente grita y aplaude como las veces anteriores, pero esta vez Zack y yo nos unimos a ellos gritando como locos.

—Los siguientes en subir serán ¡Sheyla y Jaymz! —Cuando ellos dos suben, Lawrence acaba nombrando a los dos últimos—. Y por último, pero no menos importante, tenemos a ¡Mar y Elsa!

Y con la última pareja, la multitud que llena el local (incluyéndome a mí) se vuelve completamente loca. Y es que la primera chica mencionada de las dos que forman la pareja, es Rose Bon, la famosa cantante a la que todos adoran; la chica que Zack me contó que es prima lejana de Michelle y que los ayudó a llegar donde están ahora.

—Sí, sí, sé que la estabais esperando y aquí la tenéis. ¡Rose Bon nos va a cantar a todos después del concurso de baile!

Yo grito y me llevo las manos a la boca. Zack sonríe ante mi reacción alocada. Y es que, Mar Dean, más conocida por todos como Rose Bon (su nombre artístico) es guapísima en la vida real, tiene un estilo para morirse (más aún vestida de los años '80) y, para rematar, va a a competir contra Kelly en el concurso de baile. 

¡Esta noche se pone cada vez más interesante!

Y cuando la música comienza y la primera pareja empieza a bailar, yo empiezo a beber y al poco tiempo mi cuerpo se empieza a mover al ritmo de la música. No soy consciente de que Zack me está mirando hasta que él se levanta y me saca a la pista a bailar.

—No, no, Zack —niego mientras intento retroceder de vuelta al sofá—. Bailar no es lo mío, en serio.

—Tranquila, tranquila —dice él mientras sujeta mis manos—. Esto está lleno de gente borracha, pendiente del concurso de baile y obnubilados en que va a cantar Rose Bon. Nadie se va a fijar en si lo haces bien o mal. 

El resto de gente no me importa. No quiero hacer el ridículo delante de ti.

Trago, nerviosa y sus manos sobre las mías no logran precisamente que me relaje. Pero su sonrisa es preciosa y tranquilizadora, así que simplemente me dejo llevar y los dos acabamos bailando entre la multitud. 

La gente grita y aplaude ante Keyla y Román, los primeros participantes del concurso. Y Lawrence apunta al lado de sus nombres un +30 pnts en la pizarra.

Tras ellos, la canción cambia y pasan al escenario Valkyria y Sebastian, quienes hacen movimientos de caderas y de hombros que vuelven locos a la gente, que aplaude como loca e intenta seguir sus pasos al ritmo de la música. Lawrence baila con ellos detrás del escenario hasta que llega a la pizarra y apunta un +70 pnts.

El mejor momento de la noche llega cuando Kelly y Zeta suben y comienzan a bailar. Zack y yo gritamos y los animamos, pero la gente del público no parece muy emocionada con el baile de Kelly y Zeta cruzado de brazos moviendo los hombros con sus labios formando morros en un típico gesto rapero. Lawrence está pasmado puedo notar la incomodidad de Kelly en su rostro. Entonces, en un intento de cambiar de estrategia, Kelly comienza a usar movimientos que aprendió cuando después de ballet pasó a danza modera. Ella salta, mueve los brazos, las caderas, da giros y sus cabellos danzan con ella mientras Zeta la imita y la gente comienza a vitorear y aplaudir. Y mientras la multitud se vuelve cada vez más loca, Lawrence va apuntado +10... +30... +70 y hasta +100 puntos.

—¡ESA ES MI BESTY! —grito entre la gente—. Ay, Dios, que orgullosa estoy de ella —le digo a Zack.

—Si ha conseguido que Zeta baile y se mueva de esa manera, yo también estoy orgulloso de ella —Zack pone su puño frente a mí y yo lo choco con el mío y me río, antes de seguir bailando bajo las luces del Moonligh cambiando de color a cada rato.

Los siguientes participantes llamados Sheyla y Jaymz también consiguen una fantástica puntuación, pero no es hasta que aparecen Rose Bon y su acompañante Elsa, que la cosa se pone loca de verdad.

En el momento en el que ellas suben al escenario, la gente comienza a gritar como nunca antes. Lawrence duda en si apuntarles los puntos o no, pero al final no lo hace hasta que ellas comienzan a bailar.

Tras finalizar la tanda de sesiones de baile, Lawrence presenta la actuación de Rose Bon y es ahí cuando Kelly nota mi presencia en la fiesta.

—¡Eve! —exclama, corriendo hacia mí—. ¿Pero qué haces aquí? —pregunta emocionada. Y cuando ve a Zack a mi lado, parece entenderlo todo—. Oh, hola, Zack.

—¿Qué tal, Kelly? —Él sonríe—. Me ha encantado vuestro baile. —Mira a Zeta y continúa—. Sabes que esto no lo olvidaré fácilmente, ¿verdad? —Se ríe y Zeta le da un puñetazo en el brazo que hace que se queje.

—¿Tú no deberías estar durmiendo para la entrevista de mañana?

Zack se encoge de hombros.

—Estar aquí es mucho más divertido.

—Y que lo digas —respondo yo—. Y pensar que mi plan de esta noche era quedarme sola leyendo revistas en el hotel.

—¿Entonces habéis visto nuestro baile? Ay, ¡estoy muy emocionada! Creo que al final no ha ido tan mal.

—¡Ha sido increíble! —exclamo con emoción—. Se nota que no has olvidado tus clases.

—Sabes que siempre me ha gustado bailar. Lo llevo en la sangre, nena. —Ella levanta los brazos y mueve la cintura y yo me río.

La madre de Kelly fue profesora de danza cuando era joven y a ella siempre le ha encantado bailar. Por eso tras las clases de ballet yo decidí que no tenía futuro en ese mundillo y ella continuó en niveles de baile más avanzados.

—Eres... —Zeta toma una de las manos de Kelly y la levanta, luego le hace dar una vuelta completa hasta que quedan cara a cara—. Una verdadera estrella de la danza.

Ella se sonroja y yo me quedo boquiabierta mientras por dentro estoy gritando de felicidad.

Pocas veces he visto a Kelly sonrojarse. Más bien, es ella la que hace sonrojar a los chicos. Pero Zeta... Dios, ¿quién iba a imaginarselo?

Tras la actuación de Rose Bon. Lawrence explica como serán las votaciones. Llama de nuevo a que las parejas participantes al escenario y tras eso la gente comienza a votar.

—¿Crees que deberíamos votarles? —pregunta Zack.

—No sé que decirte, ¿votarles no sería como darles ventaja porque son nuestros amigos?

—Pero no vamos a votarles porque son nuestros amigos, sino porque lo han hecho estupendamente, ¿no te parece?

—La verdad es que a mí me han parecido los mejores.

—Bueno, a Zeta tal vez le ha faltado un poco de ritmo —dice en tono burlón—, pero por lo demás, creo que ha seguido muy bien los movimientos de Kelly.

—¿Vamos a votarles? —digo en un murmuro e intercambio una mirada con Zack.

—Vamos —responde él—. De todas formas si son malos no van a ganar ni aunque les votemos —dice riendo y los dos subimos a votar.

Como media hora después, Zack y yo estamos sentados de nuevo en los sofás esperando los resultados de la final del concurso, cuando me doy cuenta de lo tarde que es.

—Oh, mierda. Tengo que irme. —Me levanto y él hace lo mismo.

—¿Qué? Pero aún no sabemos quién ha ganado.

—Lo sé, pero ya es tarde y tengo que irme ahora si quiero estar lista mañana para llegar a tiempo al estudio.

—Yo estoy seguro de que voy a llegar mañana tarde de todas formas —Él se ríe y yo niego con la cabeza—. Esta bien, lo siento. Pero déjame acompañarte al menos.

—No hace falta. Tú quédate aquí y disfruta de la fiesta.

—¿Sabes? La fiesta ya está comenzando a ponerse aburrida. Solo estoy aquí por los resultados del concurso y... por ti.

¿Cómo? ¿He oído bien eso que ha dicho?

Estupendamente.

Yo trago y siento que casi me atraganto.

—Buenas noches de nuevo, ¿cómo lo estamos pasando? —dice Lawrence de nuevo en el escenario, llamando nuestra atención.

—¡Bieeeeeeeen! —exclama un puñado de gente.

Zack me mira, como esperando a que le diga si prefiero quedarme para saber quien ha ganado. Yo solo asiento con la cabeza y me río y él sonríe y se sienta a mi lado de nuevo en el sofá.

—Pues me alegra comunicaros que ahora viene la mejor parte. ¡Ya tenemos los resultados de la final del concurso y los ganadores están en este sobre de aquí! —Alza un sobre de color verde que sostiene entre sus manos.

La gente chilla y grita los nombres de sus favoritos, de los cuales destacan Rose Bon y Elsa, pero todos sabemos que no es solo por el baile, sino por la admiración que le tienen.

—Está bien, está bien, calmaos. Sé que muchos de vosotros queríais ver ganar a nuestra querida Rose Bon y su acompañante Elsa, pero me temo que eso no habría sido justo, ¿verdad, queridas? —pregunta Lawrence mirando a las dos chicas.

—Claro que no —dice Elsa. 

—Me temo que nosotras solo hemos participado por diversión, pero no estábamos dentro del concurso, gente bella —comunica Rose y la gente hace hace un apenado «ohhh», que suena por todo el bar.

—Pero aún así ha sido todo un placer tener a estas dos preciosas chicas aquí y poder disfrutar de su compañía y de todo el arte que emanan —dice Lawrence—. Ahora sí, vamos con los ganadores.

El hombre vestido de Elvis, abre el sobre y saca una tarjeta. Se queda mirándola unos segundos para dar expectación y luego comunica los resultados.

—Y los ganadores de el concurso de baile pop 80's del Moonlight de esta noche son...

Unos segundos más en los que la gente está desesperada, incluida yo, que me pillo a mí misma mordiéndome el labio inferior por los nervios.

—¡Kelly Jones y Zeta Shay

Kelly da un grito que suena por todas partes y abraza a Zeta, quien la agarra en brazos y le da vueltas en el aire. Yo me levanto y aplaudo como una loca mientras la gente grita sus nombres.

—¡Mi loca ha ganado! —exclamo emocionada y abrazo a Zack, quien se había llevado las manos a la cabeza y me devuelve el abrazo apretado. Y cuando me doy cuenta de mi impulso, me separo rápidamente de él.

«No seas estúpida, Eve, ¡no estabas haciendo nada malo!» me rechisto a mí misma.

Lawrence les da un premio a cada uno en forma de luna de cristal con algo grabado debajo que no llego a ver. Luego exclama por el micrófono «¡Que continúe la fiesta!» y la música vuelve a llenar el lugar.

—Ahora sí, creo que debería irme —digo—, ya le daré la enhorabuena cuando ella llegue al hotel. Se lo está pasando genial y creo que debería dejarla disfrutar con Zeta esta noche.

—Está bien —Zack busca con la mirada la puerta de salida y cuando la localiza entre la gente—. Entonces será mejor que nos vayamos los dos. —Me mira y sujeta mi mano provocando que me tiemblen las piernas—. No te sueltes si no quieres perderte entre la gente.

Agarrando la mano de Zack y con la mía comenzando a sudar, atravesamos a gente bailando borracha hasta llegar a la salida.

Y cuando el aire fresco acaricia mis mejillas, mis manos se posan sobre mis brazos descubiertos y sin esperarlo, Zack pone su chaqueta sobre mis hombros y me sonríe. Yo siento mi corazón acelerado y respiro para tratar de controlarme.

—Gracias —susurro y le devuelvo la sonrisa.

Al final Zack decide quedarse un rato conmigo en el hotel. No quiere dejarme sola hasta que llegue Kelly. Pero yo siento como me vence el cansancio y aunque intento no quedarme dormida por miedo a despertar y que todo haya sido un sueño, al final lo hago. Y lo último que veo antes de dormirme del todo, son los ojos de Zack Valley mientras él posa la manta sobre mí.



Nota de autora: Dejo por aquí una cancioncita para disfrutar el capítulo <3. 

https://youtu.be/eNIUnslU_Xo

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top