Capítulo 1. Noticias Interesantes.
La vida de una adolescente, está en constante cambio.
Las hormonas, las tensiones de las primeras relaciones, las rebeldías que ponen a tus padres en tu contra, etc.
Todo esos factores, hacen que sea una etapa difícil para muchos. Pero yo, por suerte, supe sobrellevarla bastante bien.
Y aunque sobreviví a la adolescencia, no sé como lo hice, teniendo en cuenta toda mi alocada y apretada agenda, en la cual, alternaba el instituto con mis clases; de violín, danza, surf en verano, tener que trabajar en la panadería de mamá, quedar con mis amigas en mis días más libres y además, socializar con el resto de la humanidad.
No es fácil, pero en alguien como yo, el movimiento constante es mejor que estar sin hacer absolutamente nada.
Pero aún así, una vez llegué a la universidad, tuve que reducir mi apretada agenda, para poder centrarme en lo más importante: mi carrera de medicina, para poder convertirme en pediatra en un futuro.
Mamá me liberó del trabajo en la panadería, porque comprendía que yo, por primera vez en mi vida, quería centrar mi foco solamente en esa única cosa, la cual requeriría de todos mis esfuerzos y facultades.
Dejé muchas de mis aficiones de lado, pero encontré unas cuantas nuevas.
Siempre me ha gustado mucho la fotografía y eso, es algo que tengo en común con mi mejor amiga: Kelly Jones.
La chica a la que veo acercarse a mi, a la vez que sacude en el aire su larga y abundante melena negra, provocando varios suspiros en el pasillo de la universidad.
—La señorita Jones es una rompecorazones —le digo, cuando la tengo frente a mi.
—¿Eso crees? —responde ella en tono sarcástico y suelta una carcajada—. Supongo que es un halago. Ya tengo algo en común con Eveline Harvey, ¿has oído hablar de ella? —vacila y yo ruedo los ojos—. Es una de las chicas más populares de la facultad.
—No soy ninguna rompecorazones, Kelly. —Me río—. Ni mucho menos popular.
—¿Lo dices en serio o estás demasiado ciega como para notar que no hay un solo alma, que no aparte la mirada de encima tuya, cuando estás en una sala?
—Eso es porque la gente es intensa.
—Y porque a la gente, le suelen gustar las modelos.
—No soy modelo. Solo soy una aficionada. —Me encojo de hombros.
Pues sí. Esa afición nueva que he ido descubriendo por el camino, es el modelaje.
Como ya he dicho, a Kelly y a mi nos fascina la fotografía.
Y una tradición que tenemos juntas, desde que Kelly se sacó el carnet de conducir, es recorrer nuestro pueblo para hacer fotos, del paisaje, pero también de nosotras mismas.
Fotos que después publicamos en un grupo de Facebook, llamado: "Fotografos aficionados de Rye".
En el grupo, la gente se dedica a publicar la mejores fotografías de nuestro maravilloso pueblo y nosotras no somos la excepción.
"El problema", llegó unos meses atrás, un día en el que Kelly consiguió unas fotos tan preciosas, que decidió subirlas al grupo corriendo y sin pensar. Simplemente, esperando sus likes y comentarios, ni si quiera notó que también había publicado algunas de las fotos que me había hecho a mi.
Y para cuando ambas nos dimos cuenta del error, ya había 200 comentarios, diciendo que las fotos eran maravillosas, al igual que la chica que aparecía en ellas.
En un principio, me consumió la vergüenza, quise que me tragara la tierra y pensé mil formas diferentes de desaparecer del mapa.
¿El motivo?
Vivimos en un pueblo muy pequeño, aquí nos conocemos casi todos. Y aunque a mucha de la gente que vio y comentó la publicación de Kelly en el grupo de Facebook, no la conocíamos de nada más que de ver sus fotos en el mismo grupo, la publicación fue creciendo tanto, que estábamos seguras de que no tardaría nada, en llegar a gente de nuestro entorno, o incluso, de nuestras respectivas clases de la universidad.
Así que para cuando Kelly quiso borrar la publicación del grupo, ya era demasiado tarde.
Y de un momento a otro, pase de querer ser tragada por la tierra, a sentirme halagada por gente que conocía de vista de la uni, pero con los que no había cruzado ni una palabra jamás. Gente, que incluso me animó a crear un perfil nuevo en Facebook, exponiendo fotos mías posando de manera artística, con el objetivo de que así, cualquier agencia de modelos, pudiera interesarse por mi.
Ya veis, ¿Una tontería, verdad?
Pues eso me parecía a mi, hasta que Kelly me convenció de hacerlo.
—¡Adam! —Kelly grita, dejándome un poco aturdido el oído izquierdo.
Oh, Adam, mi novio, estaba parado con su teléfono en la parada de autobús a la salida de la universidad.
Él gira la cabeza para vernos y levanta su brazo en saludo.
Sus preciosos ojos verdes, reflejando un brillo del color exacto a una gema llamada "peridoto".
Dato nada relevante, lo sé, pero mi madre que es experta en piedras preciosas, no puede evitar resaltar ese pequeño detalle, cada vez que le ve.
—¿Cómo ha ido el día? —pregunta él, abrazándome por los hombros y dejando un beso sobre mi cabeza.
—Aburrido —responde Kelly y suspira.
—Interesante —digo yo, llamando la atención de ambos.
—¿Interesante? —preguntan a la vez.
—Es una respuesta nueva. —Adam se hace el sorprendido.
—Y una respuesta rara. En esta facultad no pasa nada interesante. Todo el mundo es de lo más aburrido y si hay un profesor gracioso, tenemos que darle gracias al cielo por eso.
Adam suelta una carcajada.
—Eso os pasa por meteros en medicina. Siempre han dicho que es una de las más aburridas en el pueblo por la jauría de profesores salvajes que hay ahí. —Hace una mueca de asco y yo ruedo los ojos.
—Yo simplemente estoy haciendo la carrera que me gusta. —Me encojo de hombros—. No como otras. —Miro a Kelly y ella se ríe.
—No tengo la culpa de que ninguna de las demás carreras me llamara la atención y por probar, al final me está gustando medicina. —Ella se encoge de hombros—. Quien sabe, tal vez me acabe metiendo en la especialización de medicina espacial. —Arquea ambas cejas, haciéndome reir—. El único problema es la gente que nos rodea.
—El único problema, es que no estáis conmigo y me echáis de menos el resto de horas de la mañana. —Adam bromea y esta vez, es Kelly quien pone cara de asco.
—¡Dios me libre de pasar toda la mañana sujetando la bendita vela!
Yo comienzo a reírme y entonces, llega el autobús.
Una vez subimos en él, Kelly vuelve al tema anterior.
—Y dime —comienza a decir, mientras se sienta—. ¿A qué ha venido eso de "Interesante"? —Hace comillas con los dedos.
—Oh, eso... —La verdad es que no sé ni por donde empezar, así que carraspeo mi garganta, mientras pienso en como hacerlo. Y al final, lo digo directamente—. La señorita Clarck me ha ofrecido el contacto de un amigo suyo que es representante de modelos y se ha topado con mi perfil de modelaje en Facebook. —Les miro a ambos, que están sentados frente a mi y automáticamente y con los ojos bien abiertos por el asombro, intercambian una mirada y la vuelven hacía mi.
—Espera... Estás diciendo... ¿Qué por fin te han ofrecido trabajo como modelo? —exclama ella con alegría—. ¿MODELO DE VERDAD? —habla más alto de lo normal, llamando la atención de unas señoras que no pueden evitar mirarla mal.
—¿Algo así? No lo tengo claro... al parecer este hombre es un "amigo especial" de la señora Clarck. Y al parecer, el otro día mientras cenaban, le comentó que quería ponerse en contacto con una chica de Facebook, para ofrecerle una oportunidad para una campaña de verano. Cuando ella vio las fotos, le comentó que soy alumna suya y que sería mejor si ella hablara conmigo primero, por si me interesaba, claro.
—¿Y te interesa? —pregunta Adam, con cierto gesto de preocupación.
Sé que a él no le hace mucha gracia todo este asunto, pero lo respeta, porque sabe que es algo que me gusta.
Aunque siendo sincera, lo que me gustaba, después del error en la publicación del grupo de Kelly, era posar en mi propia página de Facebook. Ya que nunca llegué a imaginar que fueran a ofrecerme trabajo de verdad a través de eso.
—No estoy segura.
—¡Venga hombre! —exclama Kelly de nuevo—. ¿Cómo demonios no vas a estar segura? ¡Yo seré tu representante sea donde sea esa campaña! ¿Dónde se supone que es? ¿En Londres? ¡Pues nos vamos juntas a Londres! Siempre hemos querido conocer la capital.
Era cierto, siempre habíamos querido conocer juntas la capital de nuestro país, ya que, excasas veces habíamos llegado a tener la oportunidad de salir de nuestro pueblo. Pero por suerte o por desgracia, esta tampoco iba a poder ser la oportunidad de conocer Londres.
—La campaña no sería en Londres, Kelly. Sería... en Los Ángeles...
—¡Los Ángeles! —exclama Adam esta vez y luego procede a disculparse con las señoras mayores, que vuelven a mirarnos mal—. Lo siento... —susurra incomodo y luego me mira—. ¿Los Ángeles de Estados Unidos?
—Sí, ¿Hay muchos más?
Kelly no dice nada, parce haberse quedado hipnotizada por eso.
—Te diría que suena todo demasiado raro... —Adam murmura—. No sé, ese tío extraño, solo ha visto tu perfil de Facebook y de repente, ¿Quiere que hagas una campaña en Los Ángeles?
—A mi también me suena extraño, pero si la señora Clarck, lo conoce y se fía de él...
—Los rumores sobre esa maestra, tampoco es que sean muy buenos que digamos.
—La señora Clarck es otro coñazo de profesora. —Kelly parece por fin volver a la realidad—. Pero es buena persona y no creo que dejara a Eve en manos de cualquiera. ¿Por qué no pruebas a ponerte en contacto con él? Si te da una mala impresión, siempre puedes mandarlo al carajo y seguir simplemente subiendo las fotos a tu Face. Y si no es así, y crees que lo que te cuenta es real... —me da una mirada cómplice y luego sus labios se extienden en una gran sonrisa—. ¡NOS VAMOS A LOS JODIDOS ÁNGELES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA, HERMANA!
Es inevitable que su entusiasmo no sea contagioso.
Pero sé que no quiero hacerme ilusiones.
Así que asiento con mi cabeza y tomo una respiración profunda.
"Que pase lo que tenga que pasar". Pienso para mi misma.
Si al final la cosa no sale bien, que es lo que más presente tengo, mi vida, seguirá siendo sin más lo que ya era.
Así que devolviendole la sonrisa a mi entusiasmada mejor amiga, por culpa de la cual me he metido en esto, asiento de nuevo y respondo:
—Esta tarde me pondré en contacto con él.
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