Una fuerte lluvia se soltó sobre aquel desierto, no era tan común que lloviera, afortunadamente era un día tranquilo para la gente de la guerra. Por la poca actividad que había se podría decir que los soldados tenían el día libre, solo se encontraban en la base haciendo labores dentro de está o tratando de pasar el rato, algunos jugando cartas, solo platicando entre ellos, etc...

Al estar el día tranquilo el Bad Capitán se quedó en su oficina terminando algunos asuntos pendientes que tenía.

Un soldado tocó la puerta de su oficina preguntando si podía pasar a lo que el capitán le invito a qué pasará, abriendo la puerta este entrando.

– Señor, lamento interrumpirlo pero tenemos un pequeño problema. — hablo con un poco de temor a su superior —

– ¿Que clase de problema? ¿Volvieron a pelear con las armas cargadas? ¿Perdieron un tanque?. — pregunto el capitán sin nisiquiera voltearlo a ver aún acomodando sus papeles —.

– Eh, no señor. Le notifico que el soldado Tim se encuentran jugando. — contesto nerviosamente y con miedo hacia el —.

– ... ¿Tiene algo de especial? El casi siempre se la pasa jugando, con que esté en su habitación todo está en orden. — lo miro apenas de reojo regresando su mirada a los peleas sin prestarle mucha atención —.

– No me entiende, Tim está jugando afuera en la tormenta.

Al escuchar esto se quedo congelado soltando los papeles mirando a la nada en dirección a su escritorio.

– ...¿Cuánto tiempo lleva?. — pregunto con la mirada perdida en la nada —.

– Desde que empezó a llover, tratamos de meterlo pero no nos hizo caso y al cabo Skittles lo aventó al lodo mientras jugaba.

Se levantó el Bad Capitán repentinamente saliendo de la oficina aventando al soldado en el camino, caminando por los largos pasillos de la base y bajando las escaleras logro llegar a la entrada de la base, empezó a gritar el nombre de su pareja con algo de desesperación y molestia. No podía verlo en todo el campo de la base ya que ya estaba anocheciendo y las luces de la base las tardaban en prender, además que la fuerte tormenta no lo dejaba ver también.

Al rato de seguir gritando su nombre vio al otro del campo casi en la salida de las cercas a Tim, este no llevaba su uniforme, solamente sus lentes y un par de shorts y una camisa, nisiquiera tenía zapatos, mostrándose en su cuerpo varias cicatrices y algunas partes de su cuerpo vendadas, estaba completamente empapado.

El capitán salio corriendo hacia con él aún gritando su nombre, Tim volteo a verlo estando este a pocos metros de el.

– Oh, hola ca- — antes de poder terminar su oración se quedó callado al recibir un abrazo de su capitán que finalmente había llegado con el – ¿Señor?.

– Maldita sea Tim... — con su cabeza colocada en su pecho lo volteo a ver con una gran irá en sus ojos agarrandolo de los hombros — ¿Cómo te pones a jugar en la lluvia? ¡¿No vez que es peligroso y más en tu estado?!.

– Señor, calmese estoy b- —dijo sin preocupación alguna siendo interrumpido por su pareja —

– ¡No estás bien! ¡Por poco te pierdo aquel día y tú todavía sales a jugar como si nada hubiera pasado! ¿Y si te hubieras muerto? — grito furioso sacudiendolo levemente — Por un demonio Tim, la vida no es un juego!.

Tim, solo lo miraba un poco asustado para al poco rato soltarse en llanto.

– ... S-solo quería divertirme... He estado t-todos estos ú-ultimos días en la enfermería y-y solo quería j-jugar... — dijo con la voz medio cortada llorando —.

— Dio un pesado suspiro cargandolo con cuidado como si fuera una princesa regresando a la base — ... ¿Te aburre estar encerrado sólo en ese cuarto?.

– N-no importa ya... — hablo acorrucandose en el pecho de su pareja llorando en silencio —.

El capitán dio un suspiro caminando a su oficina, en el camino a esta se topo con el soldado que le había avisado sobre su pareja, se detuvo con el y le pidió que le llevará a su oficina algunas cosas, este obedeció inmediatamente retirándose siguiendo con su camino el capitán.

Al llegar a su oficina dejo a Tim en el sillón que había ahí llegando a los pocos segundos el soldado junto con otro llevando estos en sus manos toallas, cobijas, una bandeja de llevaba comida, estos dejaron las cosas en el escritorio retirándose.

Tomo una toalla el capitán acercándose a Tim, este le pidió que se quitará la ropa a lo que obedeció sin decir nada al respecto notandose triste, al quitársela lo empezó a secar con la toalla. Terminando de secarlo dejo la toalla extendida en su silla llevándole la cobija a su pareja envolviendolo por completo.

– ¿Estás mejor?. — pregunto quitándose sus zapatos, su casco y parte inferior del uniforme quedándose solo con sus pantalones, agarrando tuya secándose con esta —.

– ... Si, muchas gracias... — contesto sin nisiquiera voltearlo a ver con la mirada al suelo estando deprimido —.

– Dejo la toalla en su silla se sentándose al lado de el, cargándolo con mucho cuidado colocandolo en sus piernas abrazándolo — ¿Te divertiste? Escuche que tiraste a ese mocoso al lodo.

– Je je si... Hace años que no me divertía así en la lluvia.

– Se quitó el casco acostándose en el sillón acomodando a Tim encima suyo — Sabes, tengo el día libre además escuché que ya te encontrabas mejor, cuando quieras podemos jugar algo.

– Así está bien... — se acorruco en su pecho soltando un gran bostezó notandose un cansancio en su mirada — Solo quiero estar con usted...

El capitán al notar el cansancio de su pareja empezó acariciar el pelo de este, provocando que esté fuera cerrando sus ojos poco a poco quedando dormido al rato.

Mientras dormía cayó un fuerte rayo provocando que por el ruido Tim pegará un pequeño brinco del susto incomodandose pero sin despertar, al notar el malestar de este el capitán lo abrazándolo con una mano mientras con la otra acariciaba su pelo tranquilizandolo.

Estuvieron así un buen tiempo ya hasta que cayó la noche quedando dormido también el capitán.

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PD: está parte sucede después de un ataqué que tuvieron, en donde Tim salió lastimado.