Socializar y convivir personas; Eso siempre le ha costado al capitán, odia con toda su alma estar con muchas personas, a pesar que fue el capitán de muchos soldados no le molestaba dar órdenes, pero ya le era muy diferente todo su pasado a lo que hace actualmente: ir a un centro comercial de compras con su pareja.

Y por ser fechas de Diciembre, todo está tan colorido e iluminado por la Navidad, Tim era totalmente lo contrario a su capitán, se mostraba tan feliz, era ligeramente un niño pequeño viendo todo el lugar ya que el jamás había visto algo así o celebrado. En el ejercito jamás celebraron algo así, contra apenas recibía un "Feliz Cumpleaños" de parte de los soldados.

Solo iba de tienda en tienda viendo fascinado por todo, no salía de ninguna tienda sin al menos comprar algo. Y al menos, si el capitán no entraba con el se quedaba siempre afuera de la tienda donde se encontraba su pareja cargando todas las bolsas. Podría estar fastidiado pero era eso o entrar con el.

No estaba fastidiado por ir de compras, solo un poco. Pero la principal razón era que ya llevaban horas en el lugar, ya se encontraba cansado de caminar y cargar todas las bolsas por horas. Le pidió un pequeño descanso a Tim que esté obvio acepto ya que si veía muy agotado a su capitán por lo que fueron a descansar en una banca.

– No se preocupe, ya casi acabo. Solo me faltan... Siete tiendas más y ya podremos irnos a casa. — menciono Tim mostrándose una gran energía y felicidad en el, teniendo como siempre esa sonrisa —.

– ¿Siete? Creí que solo te faltaban dos... — dijo el capitán un tanto agotado —.

– Yo también, pero este lugar es enorme. ¡Además hay ofertas en esas tiendas por la época! ¡Vi un sueter que le quedaría tan lindo!.

– No uso muchos suéters. En verdad, no es necesario.

– ¡Claro que sí! Considerelo un regalo adelantado de Navidad. — lo abrazo haciendo que el capitán soltara las bolsas para corresponderle el abrazo.

Durante el abrazó, el capitán se sentía tan observado por la gente del lugar. Varias personas no le quitaban la vista de encima, si no lo veían directamente los veían de reojo mientras hablaban entre ellos como si los estuvieran criticando. Esto lo incomodaba tanto, no podía demostrar un poco de amor a su pareja sin ser mal visto. 

Se separó del abrazo y se levantó tomando todas las bolsas siendo solo observado por Tim.

– ¿Capitán?. — lo miraba confundido sin saber que hacía —.

– Vamos, aún te faltan muchas tiendas, además que quiero probar ese suéter que me dices.

– Pero dice que no los usa-

– Quiero probarlos, aparte creo que me quedaría bien. — se acercó más a el dándole un beso rápido teniendo una mirada traviesa — ¿Vamos?.

— con la acción de su pareja, se puso todo rojo viéndolo algo avergonzando levantándose de la banca — S-si, v-vamos.

– Y habrá más en la casa cuando lleguemos, si esto fue mucho para ti imagínate en la casa~.

— le tapo la boca todo rojo de la vergüenza soltando una pequeña risa nerviosa — Je je cariño, basta.

– ¿Demasiado?. — pregunto con una mirada coqueta y traviesa a la vez —.

– No... Es perfecto, es perfecto como usted es. — lo tomo de las mejillas acercándose a él dándole un beso igual rápido —.

Todo esté pequeño shock hacia que la gente los viera más, sin importarles siguiendo su camino. No dejarían que unas personas les arruinaran la salida dejando la incomodidad de lado y centrandose en disfrutar de aquel momento.