El Bad Capitán se encontraba mirando el atardecer de aquel día, se encontraba hasta la cima de su base teniendo un brazo vendando y sin llevar un casco. La guerra, después de tanto tiempo finalmente había acabado desde hace dos días, la base estaba totalmente vacía ya y solo quería pasar un tranquilo momento ahí.

– ¡Honey!. — grito Tim estando detrás de él igualmente sin llevar su casco llevando esa encantadora sonrisa suya —.

— el escucharlo, volteo hacia atrás igualmente sonriéndole —.

— se acercó a él colocandose a su lado — ¿Es lindo no?.

– Si... Hacía tiempo que no los veía con detenimiento... ¿Ya está todo para irnos?.

– Si, el barco se irá mañana en la mañana. Ya guarde todo.

– Me alegra escuchar eso.

Ambos se quedaron solo ahí, mirando el hermoso cielo entre naranja y amarillo, después de todos esos años por fin se irían ya que no veían el caso de quedarse ahí o vivir en el lugar donde vieron cientos de muertes y casi morían.

– ¿Y como está su brazo?.

– Bien, supongo. Me dijeron los doctores que por poco lo perdía, gracias a ti aún lo conservó.

– Es increíble que allá firmado un trato de paz con el capitán del otro ejército, y eso que el le disparó en su brazo.

– Con tal de que acabe todo esto haré lo que sea.

Se quedaron solo ahí mirando el atardecer de aquel lindo día, la pareja se iban acercando cada vez más hasta quedando apenas a centímetros de distancia tomando sus manos entrelazandolas.